presente

Por la mañana, Minho despertó cuando escuchó la puerta principal ser cerrada y notó el otro lado de la cama vacía. Hyunjin acababa de irse.

Habían pasado dos meses desde que habían comenzado a acostarse, y habían acordado llegar al campus en tiempos diferentes para no levantar sospechas. Por lo tanto, Hyunjin había tomado la excusa de ir a ver a su novio ya que él tenía clases temprano en la mañana.

Lógicamente, ambos sabían que lo que habían hecho en esa fiesta estuvo mal, pues Hyunjin tenía pareja, por lo que prefirieron fingir que no había ocurrido nada entre ellos, y que había sido un error.

Sin embargo, volvió a suceder, aunque en aquella ocasión estaban sobrios y simplemente Hyunjin había decidido besarlo por alguna razón, sintiendo que había tensión entre ellos desde aquella noche en la fiesta.

Cuando llegó a la Universidad más tarde, se encontró justamente con su amigo y su pareja, y sin poder ignorarlos, se vio obligado a saludarlos cuando Hyunjin le llamó la atención.

— Pensé que no ibas a llegar — bromeó y Minho simplemente se encogió de hombros.

— Ya sabes, un poco de tráfico. — mintió, o al menos una parte — Hola, Jeongin — le saludó con la cabeza a la pareja de su amigo, quien le sonrió demasiado amigable para su gusto, aunque ya estaba acostumbrado a ello.

— Hola. — le devolvió el saludo, sin dejar de sonreír y luego se dirigió hacia su novio — Creo que debería irme ya o se me hará tarde — le avisó en un murmuro y Hyunjin asintió, sonriendo también.

— Está bien, te veo más al rato amor — le replicó, obteniendo un leve asentimiento del chico, depositando un corto beso en sus labios.

Minho apartó su vista de ellos y sacó el teléfono de su bolsillo, fingiendo que lo miraba hasta que la pareja decidiera separarse.

Para este punto, ya no le importaba parecer un mal amigo o una mala persona, porque odiaba ver a Hyunjin con Jeongin, o cuando lo mencionaba incluso si sabía que era normal que lo hiciera; era su novio.

Además, si tuviera que ser completamente honesto, Jeongin nunca le agradó del todo.

Hizo sus pensamientos a un lado cuando notó que finalmente el chico se iba y estuvo a solas con su amigo nuevamente. Hablaron un poco, aunque sabían que no había nada nuevo que compartir y se dirigieron hasta su aula, buscando algún asiento libre para poder sentarse juntos, platicando un poco más en lo que llegaba el profesor.

Durante la clase, sintió una mano recorrer su muslo y apretarlo suavemente, por lo que Minho tomó la mano de Hyunjin y la empujó sin mucha fuerza, haciéndola a un lado.

Al girarse a ver a su amigo, tenía una sonrisa divertida pero no lo miraba, fingiendo prestar atención a la clase y Minho frunció el ceño ante aquello. No era la primera vez que lo hacía, en realidad Hyunjin incluso ha apretado su miembro en medio de una clase y sin embargo, siempre lo tomaba desprevenido.

— Compórtate — le dijo en un murmuro a modo de regaño, provocando que Hyunjin sonriera ampliamente, aún sin mirarlo.

Como era de esperarse, al final de la clase lo había llevado a los baños más cercanos que había encontrado y agradeciendo que estuviese vacío, se adentraron a un cubículo.

— ¿Qué diablos te sucede? — preguntó Minho mientras miraba al azabache desabrocharse el cinturón y bajarse los pantalones.

— Te ves increíble con esos pantalones Min, aprietan tan bien tus muslos — explicó y lo vio morder sus labios antes de dejarlo siquiera responder y colocarlo de rodillas.

Minho simplemente se limitó a rodear los ojos pero no se quejó.

No pudo evitar sonreír divertido cuando notó lo duro que estaba y se preguntó si estaba así desde que había llegado. Porque aquel pensamiento le hacía sentir bien. A Minho le fascinaba la idea de ser deseado por alguien. Específicamente por Hyunjin.

Sin más, su amigo tomó su pene con una mano para comenzar a masturbarlo levemente, escuchándolo soltar un ligero gruñido y Minho deseó que nadie entrara al baño antes de que terminaran.

Al cabo de un rato, adentró su miembro en su boca para comenzar a chuparlo como si de una paleta se tratara, lamiendo este de vez en cuando y Hyunjin no dudó en tomar sus cabellos de inmediato, enredando sus dedos.

Cuando alzó la mirada, notó que tenía los ojos cerrados con fuerza y mordía su labio de la misma forma, probablemente en un intento de no hacer ningún ruido. Sonrió ladino y siguió moviendo su cabeza de arriba hacia abajo cada vez más rápido, mientras llevaba una de sus manos a la base para seguir masturbándolo.

— Mierda — siseó Hyunjin cuando al fin abrió los ojos, moviendo sus caderas para profundizar las embestidas y Minho simplemente se dejó hacer, ya que no tenía arcadas.

Pronto, escucharon un teléfono sonar y Hyunjin buscó en sus bolsillos, dándose cuenta de que era el suyo — Carajo, es Jeongin — anunció en un murmuro, pero que Minho logró escuchar.

Vio a Hyunjin colocar su dedo sobre sus labios y Minho simplemente asintió como pudo, sintiendo sus ojos aguadarse mientras seguía chupándosela y sentía su pene ponerse cada vez más duro.

Sí, quizás estaba mal lo que estaba haciendo. Quizás estaba mal chupársela a su amigo en el cubículo de los baños de la Universidad mientras hablaba por teléfono con su novio. Estaba mal, pero mierda que Minho sentía la adrenalina de ser atrapados y eso le calentaba más de lo que debería.

— ¡Innie! ¿Pasa algo, amor? — saludó como pudo y guardó silencio mientras escuchaba la respuesta de su pareja al otro lado de la línea, llevando su mano libre a su cabeza para llevar el ritmo de las estocadas — Mhm... ¿A-Ahora? — mordió su labio y cerró sus ojos, probablemente maldiciendo en su cabeza — S-Sí, estoy bien... Corrí un poco y me cansé — mintió y Minho se aguantó la risa, pues su novio ya debía estar sospechando que andaba raro — C-Claro, te veo en un momento — dijo y colgó sin siquiera despedirse, guardando el teléfono en su bolsillo nuevamente.

Jaló los cabellos de Minho con algo de brusquedad separándolo antes de masturbarse con rapidez y él simplemente abrió la boca esperando a que Hyunjin finalmente se corriera.

Cuando lo hizo, soltó un gruñido y Minho tragó lo que pudo, relamiéndose los labios antes de ser levantado y Hyunjin lo besó con fervor, por lo que él le correspondió gustoso.

— Deberías irte o sospechará aún más — soltó Minho cuando se separaron, sonriendo divertido. El azabache se subió los pantalones, abrochándose el cinturón nuevamente.

Hyunjin lo miró como molesto cuando terminó y Minho no pudo evitar soltar una risa — Lávate la cara, creo que estás un poco sucio.

— Vete a la mierda — replicó y esta vez su amigo rió, saliendo del cubículo y dejándolo solo.

— Te veo luego — se despidió Hyunjin, aún sonriendo.

— Adiós — replicó sonriendo e hizo un ademán con la mano.

Cuando lo vio cerrar la puerta detrás de él, en seguida borró su sonrisa y soltó un suspiro.