Capítulo Ⅱ
Disfruten.
Feliz Navidad y Prospero Año Nuevo.
❄❆❄
❝Saber es recordar a tiempo.❞ -Decir popular.
Cuando me desperté sentía un horrible latido en mi cabeza, tan horrible que no dudé en auto-diagnosticarme con migraña.
Me pregunto cuantas veces no he escrito en estas páginas sobre las jodidas migrañas. Muchoás de lo recomendable, me temo. Pero no se puede evitar y más aún cuando las migrañas parecen ser invento de Satanás o como mínimo una de las plagas que azotaron a Egipto. Para colmo, la luz proveniente del bombillo solo hacia empeorar mi condición.
Me parecía extraño que esa luz estuviese encendida; por lo general cuando tengo un dolor tan fuerte de cabeza me encerraba en mi habitación e intentaba alejarme de la luz cual murciélago, diría vampiro pero luego de Crepúsculo ya no estoy segura de nada, de todas formas murciélago suena mejor.
Ya hacia unos segundos en los que me había dado cuenta de que ese no era mi cuarto, y en donde estaba echada no era ni siquiera una cama; era una silla de escritorio con rueditas.
Por lo general, en una situación en la que no me doliera la cabeza, ni mi visión estuviera tan borrosa y donde si supiera con certeza en que parte del mundo estaba o cómo había llegado ahí, me hubiera puesto a jugar a moverme mientras estaba sentada en la silla, pero yo sabía que no podía darme ese lujo. Tal y como iban las cosas ya empezaba a ser más consciente de la situación. Me habían secuestrado.
Los recuerdos vinieron a mi tan rápidos como una cinta de vídeo con velocidad aumentada; las imágenes, los sonidos y las sensaciones llegaban a mí fugaces; aglomerándose en mi cabeza simultáneamente, haciendo aumentar mi dolor.
Pero los recuerdos por fin estaban ahí; yo jugando a los columpios y disfrutando de la adrenalina. Su llegada y el duelo silencioso. La forma en que se lanzó con el columpio en movimiento a gran velocidad y aterrizó cual gato; mi forma estrepitosa de imitarlo, la humillación y mi huida a la biblioteca, el reencuentro y su oferta. La forma en la que parecía saberlo todo de mi y, como yo lo desconocía todo de él. Mis sospechas y alerta, que al final resultaron ser ciertas, pero lentas e inútiles. Y el golpe final, el soplo de un polvo extraño sobre mi cara.
Todo había pasado tan increíblemente rápido. Siempre pensé que si alguna vez alguien me secuestraba, daría más problemas, que no me dejaría vencer tan rápido y sin dar pelea, pero no fue así, el sujeto sólo sopló un polvo extraño y me dejó fuera de combate.
Luego de la sorpresa inicial, el miedo me inundó y lágrimas acudieron a mis ojos, y pese a quise detenerlas estas brotaron de estos y no puede no lamentar mi actual situación.
Sabía que estaba en serios problemas, y en parte era mi culpa por ser tan crédula, yo que decía no confiar en nadie, bajé mi guardia lo suficiente para dejar que me secuestraran y ahora mi madre estaría más sola de lo que ya estaba. Ahora yo estaba asustada y rabiosa
Yo tenía todas las de perder aquí. Estaba por paniquearme, y si seguía ahí sentada iba a morir, o algo peor. Involuntariamente, hice como siempre que me entraba un ataque de pánico empecé a morderme el interior de la mejilla para contenerme de llorar como quería, y para ver si lograba pensar con claridad. Me decidí a hacer algo, porque una voz en mi interior empezaba a incordiar diciéndome que sería una estúpida aún mayor si me quedaba de brazos cruzados.
Realmente no sabía que dirección tomar, sólo sabía que tenía que apurarme. Seguí mi instinto y solo seguí el camino que estaba iluminado, terminando en una especie de sala hermosamente decorada.
Empezaba a enojarme, esto parecía una especie de juego macabro y no me gustaba. Estaba preparándome para que apareciera un asesino a mis espaldas o brotara una tétrica voz de algún lugar de las paredes.
La sala, debía admitir yo, estaba decorada de forma exquisita; sin duda mi madre desearía tener una sala así. Contenía lo siguiente: tres floreros de diferentes tamaños de un material semejante a la porcelana, un espejo con un hermoso marco que hacia juego con la repisa en donde estaban sostenidos los floreros.
Intentaba caminar más o menos derecha sosteniéndome de la pared, pero todo se jodió cuando intenté acercarme a la repisa. ¿Quién iba a suponer que iba a romper uno de los floreros? .Yo sin duda debí de preverlo. Pero, si servía de algo, no era mi culpa, por lo menos no totalmente, el estado en que me encontraba.
Miré el desastre que había provocado y vi que entre los vidrios un papel; estaba en blanco y al lado de este, y como supongo no está de más decir, junto al estropicio que antes era un bello jarrón había un lápiz. Genial querrían que escribiera mi lista de deseos finales, mis arrepentimientos o una carta de despedida. Muy graciosos.
-No, no puede ser para eso - susurré para mi. Sentía la voz ronca y y tosí para despejarla, luego cerré mis ojos en un intento para concentrarme y descansar la vista. Un chispazo de brillantez llegó a mi mente. A lo mejor dentro de los demás había algo más que dieran un indicio de adónde estaba.
Mi mano cabía perfectamente por estos. Dentro del mediano el cual estaba caso al borde, gracias a mi choque anterior contenía un papel con un montón de letras carentes de un significado coherente para mí: basura, el siguiente y el de menor tamaño contenía un retrato en miniatura de Leonardo Da Vinci.
¡Oh, sí! Sin duda alguien estaba jugando a Criminals Minds conmigo.
Todo esto me parecía una idiotez, y no dudé en escribirlo en la hoja en blanco. Tres líneas de pura frustración y desesperación. Pude haber escrito más pero me contuve.
Intenté recordar todo lo que conocía de Da Vinci. Italiano no, florentino del Renacimiento italiano, un genio en su máxima expresión, polímata, médico, artista, ingeniero, arquitecto y pintor. Estuvo bajo el mecenazgo de los más grandes como los Borgea en especial de César Borgea y los Medeci; también era zurdo y todo lo que yo siempre he querido ser en la vida. Creador de códigos y enigmas, sus pinturas son tan extrañas como objeto de estudio por lo perturbadora e increíble maestría con la que fueron realizadas. Dan Bronw y su libro, ¿cómo olvidarlo? Necesito descargarlo o conseguirlo en la biblioteca.
-Okey, basta de distracciones- me dije a mi misma. Miré la hoja de las letras y luego fijé mi vista en el espejo. Y me sentí como Arquímedes, sólo que soy una chica y no estoy desnuda, y lo que descubrí no tiene nada que ver con la presión y el agua, ni siquiera se acercaba a la fórmula del agua tibia. Uno de los códigos usados de Da Vinci era la escritura especular; y aquí había un gran espejo brillante.
Me paré y me posicioné frente al espejo con la esperanza de ver el mensaje de forma leíble. Por lo general yo sería capaz de leer sin el espejo, pero la hoja de las letras sólo tenía consonantes, lo que significaba que lo del espejo también falló o todavía faltaba algo por completar para darle sentido a esa línea.
Por supuesto, ponerlo de forma especular sería demasiado sencillo. Reí de forma sarcástica; ahora yo debía de pensar en que otra forma podría estar codificado y mi migraña no me ayudaba.
Cielos, debía de ser más atenta a lo que rodeaba, por lo que pude apreciar las cosas de esa sala no estaban ahí por casualidad. Los floreros, eran los contenedores de las pistas, el espejo una forma de codificar y la repisa, bueno esta tal vez sea la cosa más inocente de la estancia.
Volví a cerrar mis ojos e intenté concentrarme más fuerte. Nada, mi mente estaba en blanco. Ni modo, a lo mejor escucharía una voz tenebrosa incitándome a la amputación. Me estremecí de solo pensarlo.
Tomé la hoja codificada y la volví a reflejar en el espejo, esta vez para anotar la nueva imagen en la ya no tan hoja en blanco. Arreglé un poco el desastre que hice en la repisa.
Salvo por el jarrón roto y por el hecho de que me había llevado lo que contenían en su interior todo estaba tal cual lo había encontrado. Y en ese momento lo vi claro. Los floreros, jarrones o lo que fueran eran otra pista. No solo eran contenedores.
Amaba como funcionaba mi mente; la forma en que un recuerdo activaba otros recuerdos relacionados como si fueran hipervínculos en Wikipedia. La razón por la cual habían colocado tres de ellos no había sido por motivos de Feng Shui o para una decoración más exquisita, sino que estos eran parte del códice, tal y como había leído en uno de mis libros.
Los floreros estaban ordenados de forma ascendente, de forma que el florero mayor y el mismo que se había roto indicaba la letra de mayor valor, por decirlo de otra forma, pero que contenía la pista "física" de menor valor, o sea el lápiz y el papel en blanco. El de mediano tamaño también contenía el mensaje , y por último el de menor tamaño poseía la información de más valor y que enlazaba todo, el retrato en miniatura de Da Vinci. Lo que significa que la letra que correspondía no era la que estaba ahí, sino la una que iba dos espacios atrás.
Así que del original:
VW OCTUKPKU FC JGT OCVTZGF
.OWFQOOQE OWWN TWUPCRKRQ
Obtuve la imagen reflejada:
FGZTVCO TGJ CF UKPKUTCO WV QRKPCPUWT VWWO EQOOQFWO.
Y a su vez, una vez colocadas las letras correspondientes:
DEXTRAM VEL AD SINISTRAM UT OPINANTUR TUUM COMMODUM.
Leí la nueva línea que carecía de sentido en español, salvo por algunas palabras vanas. Al parecer el mensaje estaba escrito en italiano o quizás en latín. No era tan difícil averiguar que decía, digo comparado con lo demás esto hasta lucía fácil. Claro que bien puede que haya descodificado el mensaje de forma errónea... Pero no, de otra forma no tendrían sentido las pistas que dejaron para mi, tenía que ser así, no había otra manera.
¡Rayos! Es realmente frustrante la situación en la que había terminado por culpa de mi codicia. Seguía asustada, pero ese sentimiento sólo podía compararse con el de mi enojo para conmigo misma.
Por culpa de mi deseo de satisfacer siempre mi curiosidad había terminado aquí. Seguía medio drogada y con un acertijo resuelto a medias.
Enfoque mi vista en el reflejo que me devolvía el espejo. Una chica normal, con cabello normal, ojos normales,altura normal y todo normal; pero yo quería más, siempre quería. Lo que sea para dejar el anonimato o por lo menos algo paro no formar parte del grupo de los ignorantes. Y en ese deseo es que siempre radican mis desgracias.
Era irónico como en momentos así me ponía a reflexionar sombre mi arrogancia. Me abofeteé para despejarme la mente y alejarla de la semi-inconsciencia que aún persistía en mí por efecto de las drogas suministradas y enfocarme en lo que realmente importaba en ese momento: Huir de ahí.
-Dextram vel ad Sinistram ut opinantur tuum commudum. -grité con la esperanza de que una vez o algo apareciera -Es latín, ¿cierto? .Debe de serlo. Porque español no es, tampoco italiano, mucho menos francés y portugués. Así que es latín, y si es según mi opinión... Yo digo que todo esto es una tontería.
Y dado a que mi tan ansiada voz no apareció, retomé el rumbo hasta que vi que el pasillo se dividía en otros dos pasillos. Derecha o izquierda, no importaba, ya quería acabar con este jueguito, así que elegí la puerta más cercana a mí.
Al momento de abrir la puerta de cristal, obviamente no transparente, me quedé congelada por uno segundos al ver lo impresionante e increíble de la sala.
Computadoras de alta tecnología, personas con auriculares viendo pantallas con imágenes del pasillo y demás. Ja, sabía que me espiaban. Debí mentarles la madre a todos.
La estancia era realmente sorprendente por lo irreal que parecía. Ahora me encontraba dudosa de si me encontraba en la República Dominicana. Entonces el apareció.
Su arrogante sonrisa de satisfacción seguía siendo la misma. El estaba hablando con un hombre de por lo menos unos cuarenta o cincuenta años, tez oscura. ¡Rayos! El estaba hablando con Nick Fury o la droga me estaba en serio afectando
Ambos vestían un traje formal negro como todos los demás en la sala, con la única diferencia de que exudaba esa aura de poder y autoridad. Nadie se daba cuenta de mi presencia, salvo por el idiota de Jacob que me sonrió para demostrarme su superioridad.
Por supuesto el estaba toda pulcritud y confianza y yo... Bueno, para ser honesta conmigo misma la verdad era que parecía una hallada¹. Y lo mejor que eso también era su culpa.
Me molestaba la forma en la que todos parecían ignorarme, y más aún después de todo lo que me habían hecho. Así que si iban a matarme o lo que sea al menos disfrutaría llamando la atención y fastidiando a alguien por una última vez.
Me acerqué al escritorio más cercano y tiré al piso la pantalla de lo que parecía ser una costosa computadora. Sus problemas no los míos. Mi objetivo se había cumplido, tenía la atención de todos. Me encantaba, sencillamente me encataba ver que no les gustaba lo que había hecho.
¿Era suficiente? Por supuesto que no lo era. Quiero decir, me drogaron y me secuestraron, así que en teoría lo que yo estaba haciendo e iba a hacer era una tontería. Así que mi próximo objetivo era Jacob.
Cualquiera pensaría que con el estrallón que le di a la pantalla el borraría su sonrisa de Sabe-lo-todo, pero no el seguía sonriendo, y eso sólo me enfurecía.
Así que como si de Miss Universo se tratara y yo fuera la mismísima Amelia Vega, me acerqué a el levantando mi mano izquierda con la intención de abofetearlo. El detuvo mi mano.
-Te dije que aún no éstas listas para golpearme, cariño - dijo el toda superioridad, de nuevo.
Pero que el sostuviera mi mano solo era parte de mi plan.
Estando ahora lo suficientemente cerca de el, tanto que parecía que estábamos abrazados, levanté mi rodilla y lo golpeé con ella cerca de su debilidad. El grito de dolor fue leve, porque el canalla lo previó y el golpe sólo le dio en el muslo. Pero con la suficiente fuerza para que gritara. Bien me sentía satisfecha, algo era algo.
❄❆❄
¹Hallada: Expresión dominicana(hasta donde sé). Dícese de una persona que vive o se encontró en la calle, una persona son hogar o que no se dedica tiempo a tener una apariencia presentable. Fonéticamente se diría jalla' o jallao'.
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