¿A donde quieres ir?
-Hace ya rato que no jugamos basketball- contesto su padre - Quisiera saber si al fin pudiste aprender a botar la pelota. - La mano tosca de su padre lo agarro entonces del hombro, llevándoselo hasta el carro.
-Botar bien la pelota...Lo dices como si mi forma fuera incorrecta ¿y no fuiste tú quién dijo que la técnica es de uno y cada uno tiene la propia?
-Lo dije, sin embargo, hace poco te comparaste conmigo - dijo mirando a Andrés. Quién al creerse ya adulto no se inmuto ante esa mirada, aunque si que no respondió.
El auto era negro, amplio, lujoso. Como correspondía al rango de su padre. Al llegar al lugar. Andrés salió del auto, intentando no mostrar su frialdad, cerró la puerta debidamente. Miro a donde lo había traído - Hará esto porque se sentirá solo- pensó- o acaso será por recordar esos nostálgicos tiempos en que me ganaba. Si es un pensamiento tan infantil como ese estoy conforme. Mientras no intente regresarme a casa, no me importaría ganar o perder.
Su padre salió con gran decisión en el caminar, mientras Andrés veía como se acercaba con la pelota de baloncesto. Estando ya en la cancha. Andrés empezaba teniendo la pelota y ya botaba para encestar.
-La verdad es que no creo que seamos diferentes - dijo su padre preparado para bloquear el lance, pero Andrés se agacho evitando ser alcanzado, logró encestar - Entonces no has cambiado, es una lastima. Si yo me fui de casa no fue para escapar de responsabilidades. - dijo mientras esperaba que Andrés volviera a intentar acercarse al tablero. Andrés seguía pero tropezó chocando con la rodilla de su padre y termino cayendo.
-Tengo trabajo y sigo...- dijo Andrés mientras recuperaba el aliento aún sobre el suelo.
-¿Y la fuerza hijo?- dijo pensativamente, mientras le ayudaba a levantarse - Lo supe por Corentin. Si quieres decir que eres igual a mí no me opongo, pero sería más sincero de tu parte que aceptaras ser diferente.
Forcejeaban por la pelota. Andrés se sentía muy estresado, pero sentía que era inútil debido a la tremenda fuerza de su padre y todavía pensaba- Ese pillo de Corentin ¿Cómo pudo traicionarme? verdad es que secreto solo es de uno, de dos ¡imposible! otra vez me mira el joven de mi padre burlándose ¿porque? si se supone que ya soy libre. Una vida tranquila y un trabajo estable. - Y en un arrebato de un manotazo golpeo la pelota. Con tanta fuerza, que la hizo salir volando. Andrés dejo de pelear y se quedo congelado, pensando.
- El servicio militar es obligatorio para todos aquellos que sean dotados con poder. En fin, luego sabré más de ese poder tuyo. Ya tienes 17. Tomate el resto como descanso. Mañana te estaré esperando en la academia. -le dijo su padre retirándose - Sé que no huirás...eres grande. Así que ve de vuelta a tu apartamento caminando. - Fue hasta su carro y abrió la puerta, no sin antes mirar fijamente a su hijo.
-¿Estas enojado por el balón?- grito Andrés. Su padre solo cerró la puerta y arrancó. - Es muy probable que sea por eso...Ojalá a la próxima Corentin mínimo no me cuelgue. Dios bendito! ojalá yo no sea así con mis hijos!
Comenzaban a caer gotas de agua por las nubes, anunciando la lluvia. Alzó la mirada al cielo, como para ignorar. - Muy bien, tendré que acostumbrarme de nuevo - Pensó mientras se marchaba corriendo rumbo a su apartamento.
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