8: Pelea tras pelea
—Bueno, ya he leído vuestro temario, a diferencia de matemáticas, esto es mucho más fácil, sólo se trata de estudiar —explicó Jimin, entregándole a cada chico una pila de folios—. Os he puesto lo importante en esquemas y todo eso... haremos una práctica, leeréis esos documentos y responderéis a las preguntas, ¿cappici?
—Entendido, Jiminie hyung —dijeron a la vez los sonrientes chicos.
Jimin asintió y sacó su libro para leer mientras que dejaba a los chicos hacer sus cosas. Los chicos leyeron con aburrimiento los documentos y el pelinegro sólo se sumergió más en su lectura.
Yoongi, quien estaba muy concentrado haciendo los ejercicios, recibía codazos de su amigo constante—. Psssst, Yoon.
—¿Qué quieres, Jungkook? —susurró el castaño parando sus actividades.
—¿No es Jiminie lindo? —cuestionó Jungkook mirando a su hyung—. Mejor que una chica.
—¿Para eso me molestas? —le preguntó aburrido Yoongi.
Jungkook hizo un puchero ante la contestación de su amigo y volvió a ponerse a leer.
Los minutos pasaban y Yoongi pensó en las palabras de Jungkook, claro que sabía que Jimin era lindo, pero... ¿mejor que una chica? El castaño dirigió la vista hacia el pequeño cuerpo que estaba delante suya, leyendo.
Piel blanca, como Taeyeon...
Yoongi pasó la vista por toda la cara de Jimin.
Ojos negros grandes y pestañas largas.
Nunca me había fijado en que los labios de hyung son gruesos y tienen un color intenso.
Jimin hyung, sin duda, es muy bonito.
Y parece sonrojado, ¿se habrá maquillado hoy?
—Yoongi, ¿se puede saber qué tanto me miras? —cuestionó Jimin con las mejillas rosas y Yoongi se dio cuenta de que estaba mirando a Jimin como un baboso y le sonrió.
—Sólo pensé que te veías muy lindo hoy, hyung.
Jimin abrió los ojos y dio una bocanada al aire, poniéndose rojo hasta las orejas.
—Yo-
—¡OYE TÚ, DEJA DE COQUETEAR CON MI ESPOSO DELANTE DE MI CARA! —le exclamó Jungkook, dando un golpe en la mesa y señalando al asustado Yoongi.
—¡Jungkook! —Le dio Yoongi un golpecito en la frente al llamado.
—¡Callaos ya, a estudiar! —exclamó Jimin, avergonzado por la escena que estaban haciendo en medio de la biblioteca.
—¡No! —gritaron Jungkook y Yoongi.
—¡SILENCIO! —exclamó el vigilante de la biblioteca e inmediatamente ese par se disculpó y se callaron.
—Era mi biblioteca favorita... —murmuró Jimin con su tarjeta de la biblioteca que decía "vetado hasta nuevo aviso".
Jungkook y Yoongi se miraron de reojo con culpabilidad.
—Lo siento mucho, Jiminie, ha sido nuestra culpa —dijeron.
—¡Pues claro que ha sido vuestra culpa, par de imbéciles! —les regañó Jimin. Yoongi y Jungkook se inclinaron para hacer una reverencia en forma de disculpa.
Jimin los miró y suspiró—. Soy vuestro hyung y cuando os digo que os calléis, lo tenéis que hacer, ¿está claro?
Jungkook y Yoongi asintieron frenéticamente.
—Y como me han vetado, uno de los dos me va a invitar a comer.
—¡Entendido!
Jimin abrió la boca, sorprendido—. ¿Así de fácil?
—Es lo mínimo que puedo hacer por ti, Jiminie hyung —le dijo con una sonrisa Yoongi.
—¿Por qué hablas en singular? Soy yo quien le va a pagar la comida a hyung —se quejó Jungkook.
—No, yo —le contestó con el ceño fruncido.
—Y aquí vamos de nuevo... —susurró Jimin.
—Yo le voy a pagar la comida a Jimin —aclaró el rubio.
—No te tomes las molestias, Jungkookie, yo lo hago —le dijo Yoongi.
—Yo y punto.
—No, yo y punto pelota.
—¡BASTA! Hoy me lo paga Jungkook y otro día Yoongi, ya está —terminó la discusión Jimin.
—Vale~ —canturreó Jungkook.
—Bueno, está bien —dijo Yoongi con los brazos cruzados.
Los tres chicos fueron hasta un Mc Donald cercano, y Jimin eligió toda la comida que quería ya que los dos chicos se peleaban por quién podía comprarle más cosas al mayor.
Esto es el jodido paraíso.
Pensó Jimin mientras daba un mordisco a su hamburguesa y veía como el sol perdía su brillo lentamente y hacia paso a la noche.
—Mi padre me acaba de llamar, ha dicho que esté en casa dentro de un rato que si no me mete una paliza —comentó Jungkook, recogiendo sus cosas.
—Tu padre es un poco agresivo... —le dijo Jimin, frunciendo el ceño.
—Nah, es sólo que Jungkook se expresa así —le explicó Yoongi al azabache brevemente.
El rubio asintió y le dirigió una mirada seria a Yoongi—. Y que no me entere que intentas robarme a mi esposa.
—¡Soy un chico, idiota! —exclamó Jimin.
—Esposo, quiero decir —corrigió
—Y no soy tu nada, ni lo seré. —Jimin puso los ojos en blanco, cruzándose de brazos.
—Tú tranquilo, Jungkook —soltó una carcajada el castaño.
Jungkook también se rió con Yoongi y poco después se despidió de los dos chicos y se fue.
Jimin comía en un incómodo momento donde Yoongi lo miraba con una sonrisa.
—Yoongi, ahora que lo pienso, ¿tú no usas gafas? Hace mucho que no te las veo puestas —sacó tema Jimin.
—Ah, sí, me dijiste que me veía mejor sin ellas, tienes razón —le explicó.
—Te ves bien con los dos... —murmuró para sí mismo Jimin.
—¿Qué has dicho? —le preguntó Yoongi, pues el más bajo había hablado tan bajo que no lo había oído bien.
—¡Que te ves igual de feo con ellas que sin ellas! —le exclamó con el ceño fruncido y un poco sonrojado.
El castaño soltó una risa suave—. ¿A qué viene ese cambio de humor?
—Sólo pienso que, si estás más cómodo llevado gafas, deberías hacerlo —le dijo Jimin.
—A Taeyeon le gusta que no lleve gafas —comentó entusiasmado el castaño.
—Taeyeon lo otro, Taeyeon aquí, ¿y tú? He notado hoy que te molestaban las lentillas —dijo el azabache dando un mordisco a sus patatas—. Está bien que los lleves con ella, pero conmigo tienes confianza, no tienes por qué llevarlas.
Yoongi le sonrió cálidamente al mayor, haciendo que Jimin sienta un calor expandiéndose por todo su pecho.
—Gracias, hyung, la próxima que te invite a comer, llevaré puestas mis gafas.
Jimin sonrió enternecido por ese comentario. El castaño borró su sonrisa y miró sorprendido al azabache, no había visto esa sonrisa de su hyung desde que habían empezado a ser amigos.
—Jiminie hyung.
—¿Qué?
—Eres muy lindo.
Jimin se atraganto con la Coca-Cola que estaba tomando y tosió frenéticamente, asustando a Yoongi.
—Estoy bien, estoy bien... Yoongi.
—Dime, Jiminie.
—¿Estás tratando de ligar conmigo? —cuestionó dudoso Jimin.
—¿Qué? ¡No! —exclamó avergonzado Yoongi—. Cuando pienso que alguien se ve bonito, siempre se lo digo, a Taeyeon siempre se lo digo.
—Ahh... comentario innecesario —murmuró Jimin—. ¡Me da igual! Voy a comprarme algo dulce.
—¿Más? Has comido mucho hyung.
—Que te importa —le dijo agriamente el azabache por ese comentario hiriente para el más bajo.
—Es broma, puedes comer lo que quieras —Yoongi se rió y llevó la mano a la cabeza de Jimin para alborotar su pelo.
Jimin se sonrojó por eso—. Deja de tratarme como si tú fueses el hyung aquí —dijo y se levantó para ir a la zona de bollería y pastelería.
Yoongi sonrió y sintió su teléfono vibrar, lo sacó de su bolsillo y revisó sus mensajes.
Taeyeon. 💕
Hola, Yoon.
He notado que no has venido a la fiesta...
Si has terminado de estudiar, la fiesta aún no ha terminado, puedes venir. 😘
Es cierto, hoy es la fiesta de cumpleaños de Taeyeon...
Yoongi sonrió por eso, aún podía asistir a la fiesta.
Llevó la vista hacía Jimin, quien miraba felizmente todos los pasteles que había en la vitrina con una sonrisa y Yoongi automáticamente sintió una punzada en el estómago que ignoró.
Jiminie hyung se ve lindo sin quererlo.
Yoongi suspiró con una sonrisa y tecleó en su pantalla.
Yoongi.
Lo siento, preciosa.
Me ha surgido algo importante.
Nota:
Prometo terminar de publicar los capítulos corregidos lo más rápido posible, por lo que hay maratón.
Pregunta del capítulo: ¿Lo han expulsado de algún lugar por cualquier razón que sea?
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