26: Preparativos, príncipes y caballeros
—Estoy tan cansado... —se quejó Jimin mientras se estiraba, entrando a su centro escolar junto con Taehyung comiendo a su lado.
—Sí, la verdad es que te ves horrible —comentó el rubio con las mejillas infladas de comida, mirando al pálido castaño y sus sutiles pero notables ojeras—. ¿Te has desvelado estudiando?
Jimin esbozó una sonrisa ladina—. Yo no necesito estudiar, soy una eminencia.
El rubio lo miró entrecerrando los ojos con desdén mientras daba un mordisco a su bocadillo.
—He estado preparando la pasarela y la ropa para el festival de mañana. Lo malo de dejar todo a última hora, por lo que me quede toda la noche cosiendo, tejiendo, midiendo... Además de que me comprometiste a hacer los trajes del grupo de Namjoon —explicó, soltando suspiros de cansancio y con aire de reproche por lo antes nombrado.
—¡¿Mañana es el festival?! —clamó Taehyung, atragantándose con su comida, con el pánico y la preocupación en cada pelo de su cuerpo.
Jimin frunció el ceño y llevó la vista hacia su asustado amigo—. ¿Es en serio? Te lo llevo diciendo desde que nos fuimos a Seúl. No has hecho el cartel del grupo de Namjoon, ¿cierto?
Taehyung sonrió sarcástico y con aires de superioridad, y se señaló con su pulgar—. Por favor, Jimin, lo hice en el mismo momento en el que me lo pidió.
El castaño asintió, rodando los ojos.
Taehyung estaba el club de artes, por lo que tendría que exponer con sus compañeros de afición su progreso en todo el año, y bueno, Taehyung no ha progresado nada porque no ha hecho absolutamente en todo el curso, pero como tiene talento, no necesita esforzarse demasiado para hacer un bello retrato rápido que sorprendiese a los críticos maestros de las universidades artes.
Jimin y Taehyung siguieron hablando acerca de los planes para el día de mañana hasta que se encontraron a Namjoon y su grupo. Conformado por él y dos chicas, Yeri y Hwasa, de primero y tercero respectivamente.
Taehyung frunció el ceño al acercarse y ver que su novio estaba siendo demasiado cercano con esas chicas. Jimin lo miró interesado y luego soltó una risa suave y bromista—. No me digas que estás celoso de esa tontería. Son un grupo, es normal que sean muy cercanos.
—Los celos son para personas inseguras, Jimin —respondió el rubio, mirándolo con una sonrisa tranquila y arrugando la frente con sarcasmo.
Jimin asintió, impresionado por el comentario de su amigo.
¿Desde cuándo Taehyung era razonable y maduro?
—Y yo soy la persona más insegura del mundo.
Retiro lo pensado.
Cuando el timbre sonó, indicando que todos los alumnos tenían que marcharse a sus clases, las dos sonrientes chicas se separaron del ahora pelinegro, y éste también comenzó a caminar, dispuesto a irse, hasta que una mano rodeó su muñeca y lo detuvo.
Namjoon giró la cabeza, asustado, y luego agachó la mirada para ver al refunfuñado y pequeño rubio, él sonrió en grande al verlo—. ¡Taetae! Te he echado de menos.
—Eres mi novio, ¿lo entiendes o te tengo que dar besitos en público? —cortó el saludo Taehyung y Namjoon lo miró desconcertado, luego volvió a curvar sus belfos en una sonrisa que dejaba ver sus lindos hoyuelos.
Jimin los miró incómodo y resignado a sus amigos cuando la pareja empezó a abrazarse y darse cortos besos, pero por un extendido tiempo. Y pareciendo que no iban a separarse pronto, ignorando que habían dejado excluido al castaño, Jimin suspiró, rodando los ojos, y retomó el camino hacia el aula de diseño.
—Jungkook, si a ti no te gusta Jiminie hyung, ¿por qué no me dejas el camino libre? —preguntó con desinterés Yoongi mientras dibujaba en la mesa galletas con una cara extraña y seria.
Jungkook, que estaba cerca de babear en su pupitre, casi durmiéndose, abrió los ojos de golpe, frunciendo el ceño indignado por la pregunta, mirando a su compañero que estaba al lado de él en la última fila.
—De eso nada, después de lo mal que le hiciste pasar a Jiminie hyung, no te lo voy a poner tan fácil —explicó ceñudo el pelirrosa y luego volvió a cerrar los ojos—. Si rompemos, será porque Jimin quiso.
Yoongi suspiró resignado y se desplomó en la mesa, dejando de hacer garabatos en la superficie de su mesa.
—Está bien, pero no le pidas que sea tu pareja para el baile de mañana, por favor.
—¿Y qué gano yo? —cuestionó Jungkook desinteresado.
—¿Mi más profunda amistad? —respondió, forzando una sonrisa tierna a su amigo, y éste lo miró con los ojos entrecerrados e indiferente, porque estaba a punto de dormirse y su amigo no le estaba proponiendo una oferta interesante. Aunque, de todas formas, no tenía planeado ni ir a aquel festival.
—¿Es lo único que se te ocurre?
—¿Comida?
Jungkook volvió a fruncir el ceño, molesto—. ¿Crees que soy tan fácil de convencer?
Yoongi llevó un dedo a su labio, pensativo mientras miraba al techo.
—Puedo tratar de convencer a Jimin para que Hoseok venga al festival, los padres y familiares están invitados.
El pelirrosa reflexionó sobre las palabras de Yoongi con los ojos cerrados, no creía que su amigo fuera a conseguirlo, pero, de todas formas, aceptó—. Bueno, vale.
—¡Yeii! —gritó Yoongi, elevando las manos hechos puños y una sonrisa alegre.
—Joven Yoongi, ya nos hemos enterado de que desea ir al baile con el joven Jimin de tercero, pero guarde silencio, por favor, estamos en una clase —comentó el profesor con una voz severa y grave mientras que sus compañeros explotaron a risas y otros murmuraban.
Yoongi agachó la cabeza,rojo como su color de pelo, debido a ese vergonzoso momento.
Jimin leía relajadamente un libro en la comodidad del silencio del aula, esbozaba una pequeña sonrisa serena e inconsciente a medida que leía, porque al fin tenía un descanso sin personas y sin trabajo, ya que Taehyung se había escapado con Namjoon para no ir a una conferencia de no se acordaba de qué; Yoongi, Jungkook y sus compañeros del club de diseños aún estaban en clases.
Estuvo durante unos minutos así, hasta que el sonido de la puerta abriéndose suavemente resonó en toda la clase haciendo eco. Jimin giró la cabeza para ver quien había entrado y luego esbozó una sonrisa pequeña y rápida antes de volver la vista a su libro.
—¿Y Yoongi? —cuestionó con desdén el de mechas rosas, pasando la mirada por una de las líneas del libro.
—Lo han castigo, no preguntes por qué —respondió Jungkook a punto de soltar una carcajada y se acercó a su novio a darle un pequeño paquete con galletas.
Jimin recibió gustoso el obsequio—. Gracias.
El pelirrosa se sentó en una silla delante de Jimin, deshaciendo el papel de aluminio que protegía a su bocadillo en la reconfortante compañía de un concentrado y silencioso Jimin que estaba sumido en su lectura.
—Yoongi y yo vamos a actuar con el club de teatro mañana, espero que vengan tú y Hoseok hyung —comentó repentinamente Jungkook y Jimin asintió con la cabeza, alzando las cejas con asombro.
—¿Tú no estabas en un equipo de baloncesto? —cuestionó el de mechas rosas, mirándolo, y el contrario asintió.
—Sí, pero en teatro no hay muchos y necesitaban otro personaje, así que Yoongi me pidió ayuda a mí. Esperan que después de mañana, más gente se una a su club —explicó brevemente con una sonrisita—. La historia es un romance típico medieval, ya sabes, dos caballeros enfrentados por una princesa.
Antes la explicación, Jimin asintió interesado, era un gran amante de las obras románticas medievales, así que seguramente iría. Terminaron la charla y volvieron a hacer sus propias cosas, leer y comer.
Ya era el final de las clases, todos los alumnos, o al menos la mayoría, ya se habían ido y sólo quedaban los clubes de deportes que entrenaban en el patio.
—Jungkook, ¿te gusto? —cuestionó repentinamente Jimin, pero sin apartar la vista de las páginas del libro.
El nombrado paró en seco sus movimientos, antes de dar un bocado a su comida, y luego alzó la vista con neutralidad al mayor, quien seguía con la vista clavada en uno de los textos del libro.
—¿A qué viene esa pregunta? —cuestionó, esbozando una sonrisa para tranquilizarse y el castaño se encogió de hombros.
—No lo sé, solamente se me ocurrió, no le des importancia a mis palabras. Sólo estaba pensando en que han cambiado las cosas de cómo eran hace unos meses —le respondió, correspondiéndole con una sonrisa superficial que duró apenas unos segundos.
Jungkook asintió y se quedó en silencio durante unos minutos.
—Jimin, yo no te voy a gustar, ¿cierto?
El nombrado aguantó la respiración debido a los nervios, sus hombros se tensaron y se alzaron, luego volvió a exhalar el aire para relajarse y recuperar la compostura.
—¿Qué te hace pensar eso?
Jungkook soltó una carcajada suave y luego miró su bocadillo con seriedad y reflexivo—. Tú quieres a Yoongi, y por mucho que me esfuerce, siempre va a ser así, ¿no?
—Jungkook... —susurró Jimin, frunciendo el ceño, viendo por donde estaba yendo la conversación, pero no logró completar su frase.
—Tranquilo, no estoy triste —se apresuró a decir el pelirrosa, alzando la vista con un semblante amable y relajado—. Estoy orgulloso de mí, en realidad. Hice mi mayor esfuerzo y llegué muy lejos. ¡Incluso estamos saliendo...!
Jimin miró al menor con angustia y el ceño fruncido.
—Pero quiero estar con alguien que me quiera también... —dijo Jungkook, borrando su sonrisa y desviando la mirada hacia otro lado—. Y sé que eso no lo voy a conseguir estando a tu lado.
El castaño no dijo nada, no negó ni afirmó nada y bajó la vista hacia su libro cerrado que descansaba en su regazo.
—Te lo dije desde un principio, aunque es mi culpa que te sientas así... —respondió Jimin, jugando con los anillos de sus dedos para calmar su tensión interior.
Jungkook asintió con los belfos curvados levemente en una sonrisa, negando suavemente con la cabeza—. ¡No! Sé que diste lo mejor de ti. Por eso quiero que seas feliz, a pesar de que yo no sea la causa de ella.
Jimin abrió los ojos de golpe para mirar a Jungkook—. ¿Estás...?
—Sólo si tú quieres —respondió Jungkook, anticipándose a la pregunta del mayor, con una mirada decidida y penetrante.
El contrario volvió a relajar el cuerpo y miró sin ninguna expresión concreta al pelirrosa durante largos minutos, y después asintió lentamente y el pelirrosa pudo suspirar de alivio, finalmente levantándose.
Cogió la mano derecha de Jimin con delicadeza y éste lo miró perplejo, Jungkook acercó los nudillos del contrario a su mejilla y la restregó durante unos segundos en un gesto amistoso y con una sonrisa pacífica, pero rápidamente se separó.
—"Entonces, el mejor y más perfecto caballero, se retira para dejar que otro mucho más tonto e inexperto consiga la mano del hermoso príncipe" —recitó de repente, haciendo una voz extraña de narrador, pero con determinación, y posteriormente, se encaminó a la puerta con la idea de salir e irse a casa, por fin
Jimin alzó una de sus cejas con duda, siguiéndole con la mirada—. ¿Y eso qué quiere decir?
Jungkook sonrió, encogiéndose de hombros con desaire y cerró la puerta tras sí, sin responder a la pregunta de su mayor.
Jimin exhaló aire con alivio, sintiendo como un peso se quitaba de encima suyo y volvió la vista a su libro, abriéndolo con una sonrisa relajada, de verdad.
—Por cierto, ¡me gusta tu primo! —dijo de golpe la conocida voz de Jungkook, apareciendo inesperadamente por el umbral de la puerta, y luego volvió a cerrarla de golpe y ultra veloz.
Jimin giró la cabeza hacia la puerta con los ojos más abiertos de lo que jamás habían estado, pero Jungkook ya había desaparecido antes de que pudiese preguntar nada.
—¡Jungkook~! El señor Choi casi me mata, ¡me repitió toda la clase! Y a ti no, y tú estuviste hablando conmigo —se quejó Yoongi mientras arrugaba la frente hacia un pequeño puchero inconsciente.
Jungkook soltó una carcajada—. No te quejes, es tu culpa.
El pelirrojo asintió fastidiando y con la cabeza gacha—. ¿Jimin hyung ya se ha ido?
Jungkook pensó su respuesta y asintió—. Hace un rato.
Yoongi soltó un tipo de chillido molesto, refunfuñando—. ¡Odio literatura!
El pelirrosa sonrió mientras se encaminaba con Yoongi a su lado hacia la salida del centro.
—¿Y de qué habéis estado hablando? —preguntó Yoongi interesado, mirando a su sonriente amigo.
—Hmm, cosas sin importancia, ya lo sabrás —respondió bostezando y restándole importancia al asunto y el pelirrojo arrugó la frente, confuso—. Yoongi.
—¿Sí?
—Consigue la mano del hermoso príncipe.
Nota:
Pregunta del capítulo: ¿Se consideran inseguros? Hablo de manera general: inseguros de tomar una decisión, inseguros de dar un paso, inseguros sobre todo, etc.
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