Y como habían quedado, Yoongi se encontraba caminando por los pasillos de su instituto a paso rápido debido a la emoción. Era temprano, y aún no salía completamente el sol por lo que los pasillos eran un poco oscuros. Llegó a su destino y miró el nombre del cartel: "Club de Diseño y Artes". Suspiró, llenándose de valentía, y tocó la puerta brevemente antes de entrar.

Jimin pegó un respingo en su asiento y giró rápidamente la cabeza, el susto se le pasó cuando vio la iluminada cara de Yoongi y su... peculiar vestuario.

¿Pantalón chándal con una camisa de botones a cuadros y una chaqueta rosa?

—Te ves horrible. —Fue lo primero que comentó Jimin para romper el silencio.

—Buenos días a ti también, hyung —respondió Yoongi con una sonrisita.

Jimin suspiró e hizo un ademán con la mano a Yoongi para que se sentará en la silla de al lado de él. Yoongi dejó su mochila rosa que hacía conjunto con su chaqueta en el respaldo de la silla y se sentó mientras que Jimin se tapaba la boca y miraba al castaño durante largos minutos, analizándolo.

—Vale, ya lo tengo.

Dicho eso, Jimin se dirigió a un armario que había en el aula y cogió algunas prendas de ropa en manos, cerró de nuevo la puerta del armario y volvió a encaminarse hacia Yoongi tirando la ropa en su escritorio.

—¿Qué harás, Jimin hyung? —cuestionó sonriente Yoongi.

—Sólo quédate quieto y no preguntes —respondió cortante.

Cogió un peine de un cajón y empezó a peinar el pelo castaño del chico. A medida que peina, había más y más enredones en su pelo y Jimin se estaba poniendo nervioso, por ende, empezó a peinar el pelo de Yoongi de forma violenta, haciendo que el que estaba siendo peinado empezará a soltar quejidos.

—¡Hyung, me está haciendo daño! —Se removía Yoongi, tratando de escapar de los tirones del pelinegro.

—¡Quédate quieto, joder! ¡No es mi culpa que no te hayas peinado en los últimos cinco años! —exclamó Jimin mientras se apoyaba en el hombro del castaño para ejercer más fuerza en el peine que estaba a punto de quebrarse.

Los griteríos se oían desde fuera del aula y las personas que recién llegaban se quedaban mirando un segundo a la puerta antes de volver a encaminarse a sus aulas.

Yoongi con pequeñas lágrimas en la cara y el labio inferior rojo de haberlo mordido para sobrellevar el dolor —del peine— mientras Jimin guardaba de nuevo el peine en su cajón. Se acercó y retocó algunos mechones del pelo del castaño mientras que éste, lo miraba fijamente.

—Esto es incómodo —comentó Yoongi.

—¿Incómodo por qué? —preguntó Jimin separándose y lanzando la ropa a la cara de Yoongi—. Bueno, da igual. ¡Ponte eso y regresa rápido!

Yoongi asintió después de echarle un vistazo rápido a la ropa mientras se levantaba de la silla. Dejó su ropa en donde estaba sentado antes y Jimin lo miró confuso. Yoongi empezó a quitar su chaqueta y desabrocharse el pantalón, el pelinegro abrió los ojos como platos y se acercó veloz al castaño antes de que se subiese la camisa.

—¡Idiota! ¡En el baño, imbécil! —gritó empujando a lo bruto a Yoongi en el baño.

Eso dejó perplejo al castaño que se encogió de hombros y prosiguió a quitarse la ropa y colocarse las prendas que le había dado hyung. 

Jimin trataba de bajar el calor de sus mejillas, golpeándose en la cara repetidas veces.

Yoongi apareció en el aula con su ropa nueva y su peinado prolijo, dejando a Jimin boquiabierto.

—¿Eres Min Yoongi? —El nombrado rodó los ojos, divertido, ante la pregunta.

—Muy gracioso, hyung. Pero sí.

Jimin sonrió y Yoongi se sorprendió. Ahora que lo pensaba, hasta ahora no lo había visto sonreír. ¿Será que empezará a ser más amable con él?

—¿Qué miras, idiota? —Su imaginación se cortó cuando Jimin preguntó descortésmente.

—Y ahí está Jimin hyung.

El pelinegro alzó una ceja aún con el ceño fruncido y los brazos cruzados, se dio la vuelta para sentarse en su escritorio y quitarle la vista a Yoongi y devolverla a su cuaderno de diseño.

—Será mejor que te vayas ahora, tus clases van a empezar en seguida —dijo el mayor ante la incómoda mirada del castaño.

—¿Y tú?

—¿No sabes que los años superiores entran más tarde?

Yoongi asintió con la cabeza y se despidió de Jimin antes de salir corriendo por la puerta. Posteriormente entró Taehyung en el aula después de haber visto al famoso Yoongi salir pitando.

—¿Ese era el payaso de segundo? —preguntó mientras entraba a clase y se sentaba en una silla.

—No le llames así —respondió gruñendo Jimin mientras seguía concentrado en su cuaderno de diseño.

Taehyung sonrió—. Está bien. Pero no deberías jugar con eso, Jimin.

—No hace falta que te preocupes por mí —dijo desinteresado.

—Sólo te lo recuerdo.

—Acabaré con eso antes de que me haga daño. —Se dio la vuelta en su silla con su cuaderno en mano, Taehyung se encogió de brazos y empezó a sacar sus materiales de dibujo.

Yoongi se acercó a su clase y abrió la puerta, inmediatamente todas las miradas se posaron en él. En él y sus pantalones negros ceñidos a sus piernas, su camisa azul con los primeros botones desabotonados y su perfecto pelo castaño brillante. La ropa y la situación era incómoda, pero, al ver la mirada sorprendida en la cara bonita de Taeyeon, se le pasó cualquier tipo de sentimiento negativo.

Le sonrió y la chica apartó la mirada avergonzada, derritiendo el corazón de Yoongi.

Vio a Jungkook escribiéndose cosas del libro en el brazo y manos y supuso que estaba copiando para el examen. Se acercó a él con su típica aura alegre.

—¡Hola, Jungkook!

El llamado dejó de copiar y miró extrañado al chico que juraba jamás haber visto en la vida.

—¿Hola...? ¿eres nuevo? ¿cómo te llamas?

Yoongi ladeó la cabeza y miró extrañado a su mejor amigo—. ¿Qué? Jungkook, soy yo, Yoongi.

Jungkook entrecerró los ojos y los abrió de golpe a los segundos después levantándose.

—¡Yoongi, amigo mío! ¡Te ves increíble y esta vez tu vestuario no lo arruina! ¡Cuando te vea Lisa, va a morir, te ves sexy!

Jungkook subió y bajó las cejas, señalando con la mirada la parte de su pecho descubierta.

—¿Listo para conquistar a Taeyeon? —preguntó Jungkook sonriendo.

—Listo —respondió determinado Yoongi.

Al principio, Taeyeon al caer en cuenta que ese era Yoongi, "el payaso de segundo", no se lo pudo creer. Pero terminó entablando una conversación por primera vez con ese peculiar chico. Eran tan divertido y carismático que deseo haber hablado con él antes. Las demás personas de su clase también se acercaron a Yoongi para dejar comentarios y al final terminaron haciéndose amigos del castaño.

Mientras que Yoongi se sentía en la gloria teniendo a tanta gente a su alrededor. Cuando terminase las clases iría a ver al señor estilista y contarle las cosas que le habían ocurrido gracias a él.

Yoongi iba caminando por los pasillos mientras un grupo pequeño de chicas lo seguía, le incomodaba un poco pues él sólo quería ir a ver a Jimin, pero supongo que algo de compañía no vendría mal.

Encontró al pelinegro con otro de su misma altura de espaldas, caminando.

—Oh. ¡Ahí está Jimin hyung!

Taehyung se dio la vuelta al oír el nombre de su amigo y encontró al castaño venir a paso rápido hacia ellos con una sonrisa.

—Eh, tú, ahí viene tu esposo imaginario —comentó en voz baja a Jimin.

Jimin giró la cabeza, viendo al molesto castaño venir.

—¿Quieres dejar de decir estupideces? Sólo veo a Yoongi como un idiota pequeño —respondió arisco a Taehyung.

—Sí, por supuesto.

—¡Hyung al fin te encuentro! Te estaba buscando.

—¿Para? Estoy ocupado para tus tonterías, Yoon... Yoongi —cortó rápidamente Jimin.

—Puedes llamarme Yoon, si quieres —comentó sonriente el castaño.

Jimin se avergonzó por dejar escapar ese nombre—. No, no somos los suficiente cercanos.

—Entonces deberíamos ser cercanos —dijo sin borrar su sonrisa, mirando hacia el más bajo.

Jimin desvío la mirada tratando de tapar una pequeña sonrisa y luego llevó la vista al grupo de chicas que tenía Yoongi detrás de él.

—¿Por qué ser cercano a él cuándo puedes ser cercano a todas esas lindas chicas? —cortó Taehyung, leyendo los pensamientos de Jimin.

—Ellas sólo quieren ser mis amigas —respondió confuso Yoongi.

Taehyung y Jimin se miraron mutuamente y luego volvieron la vista al menor.

—En fin, Yoongi, tengo cosas que hacer, nos vemos luego.

—¡Hasta luego, hyung! —gritó Yoongi y Jimin suspiró.

—¿Y ese tipo de chicos te gustan? —preguntó Taehyung, llegando a sus clases.

—¡Que no me gusta! —exclamó en voz alta Jimin, ganándose la mirada de sus compañeros y se sonrojó. Taehyung siempre encontraba alguna manera de molestarlo.

Nota:

Pregunta del capítulo: ¿Han conocido a gente que sólo se acerque a otra cuando cambia o a gente que sea tan hipócrita como se leen los compañeros de Yoon?