10: Enfermo 1/2
—Es el tercer día que Yoongi falta a clase... —murmuró Jimin mirando la hoja de faltas de segundo.
—¿Has hablado con él? —le preguntó Taehyung.
—No contesta a los mensajes, así que no, estoy un poco pero sólo un poquito preocupado... —le dijo, ganándose un gesto de obviedad de Taehyung.
—Mi traductor de tsunderismo de Jimins me está diciendo que te estás muriendo de ansiedad por saber lo qué le pasa —le señaló el ahora rubio.
—No digas tonterías.
—¿Y por qué no se lo preguntas a Taeyeon? ¿La-novia-no-novia de Yoongi? —Taehyung abrió los ojos en grande al caer en cuenta de lo que había dicho y miró a Jimin para disculparse, pero el pelinegro tenía la mirada perdida—. Mierda, ¿por qué soy así?
—No te preocupes Taehyung, cuanto antes me entre en la cabeza eso, más fácil será mi vida —trató de aliviarlo—. Así que debería preguntárselo...
Jimin localizó a Taeyeon hablando con sus amigas y se sonrojó un poco a causa de la vergüenza, básicamente esa chica no le caía bien porque le estaba arruinando la vida amorosa y además pasaba de Yoongi, y eso sólo lo hacía enfadar.
—Sólo háblale y demuéstrale quien manda de paso —le susurró el rubio al pelinegro.
—Entendido —le contestó determinado.
El pelinegro tomó aire y puso una expresión seria mientras se acercaba peligrosamente al grupo de chicas.
—Oye, tú, Taeyeon —exclamó Jimin con los brazos cruzados, ganando la mirada asustada de la chica por el tono que había usado. Taehyung se golpeó la frente con la palma de la mano.
—Me refería a demostrarle quien manda en ternura... fracaso total —murmuró Taehyung.
—Necesito saber todo lo que sepas de Yoongi —dijo demandante, a pesar de que Jimin sólo superaba a Taeyeon por unos cortos centímetros, cuando estaba en ese modo, se veía intimidante.
—¿Y-Yoongi? ¿P-por qué lo preguntas? —cuestionó temblorosa Taeyeon.
Esa pregunta descolocó a Jimin, que ahora tenía una expresión confusa.
—¿Qué? Ha faltado tres días, supuse que tú sabrías lo que le pasaba.
—Ah~ —Soltó una risa linda Taeyeon que Jimin detestó—. Lo siento Jimin oppa, no me había percatado de que había faltado.
Pero...
—¿Qué? ¿Que no te habías percatado? —cuestionó para comprobar si realmente había oído bien.
—Esto va a acabar mal... —susurró Taehyung.
—E-eh, sí, es que, b-bueno, Yoongi....
—Paso, no quiero oírte, eres... —Jimin se fue sin completar la frase y dándole la espalda a la chica para llevarse por el brazo a Taehyung.
—Owowowow, ¡tendrías que haber visto qué cara se le ha quedado! —dijo riéndose Taehyung siendo tirando por Jimin.
—No quiero ver su cara nunca más. Es que, Yoongi está detrás de ella como un perrito todos los días, ¿y qué dice ella? "Ni mi hi pircitidi di si prisincia", la odio.
Jimin estaba que soltaba humo por las orejas.
—¿Y qué es eso de "Jimin oppa"? No soy su oppa, maldita sea. —El pelinegro no paraba de quejarse mientras Taehyung oía todo con detenimiento, dándole la razón a su amigo.
Cuando llegaron al salón del club, Jimin seguía indignado y Taehyung estaba en su fase pensadora.
—¡Ya sé! —exclamó el rubio.
—¿Ya sabes qué? —preguntó desinteresado Jimin.
—No preguntes cómo, pero sé dónde vive Yoongi —le susurró Taehyung.
—Yo también —comentó sutil Jimin.
—...
—...
—¿Qué?
—¿Qué?
—Bueno, voy a ignorar eso, como iba, ¿por qué no vas a ver lo que le pasa? —propuso el rubio.
—¿Eso no es un poco acosador?
—¿Sabes que cuando un amigo falta a clase lo demás amigos van a visitarlo? Y si no te convence, pues una buena excusa es darle los apuntes de los días donde ha faltado.
—Pero no voy a su clase, ni siquiera voy a mi clase yo —le dijo otra pega.
—Y aquí es donde entra Jungkook —dijo con una sonrisa Taehyung.
—¿Dónde entro yo? —cuestionó una voz aguda por la puerta.
—¡Jungkook, te he dicho miles de veces que dejes de oír mis conversaciones! —le gritó Jimin, tirándole un cuaderno a la cara, el cual recibió con un quejido.
—¡No es así! Venía pasando y la puerta estaba medio abierta y mientras iba a clase pues oí la frase de Taehyung hyung en la cual me nombraba —explicó brevemente Jungkook.
Jimin había perdido la cuenta de cuantas excusas le había metido Jungkook.
—Tú tienes los apuntes de las clases para dárselos a Yoongi, ¿cierto? Dámelos —exigió Jimin.
—Sí, ¿por? ¿Estás planeado ir a visitarlo? Te acompaño.
—¡Oye, Jungkook, deja de joder un rato e interrumpir mis planes de cupido perfectos! —exclamó Taehyung con el ceño fruncido.
—¿Cupido? —Jungkook miró confuso a Jimin y luego entendió—. OoH, claro.
Jungkook con una sonrisa afligida, sacó los apuntes de Yoongi y se los entregó a Jimin, guiñándole el ojo.
—No me agrada que tú, la persona que me gusta, vaya a estar solo con otro chico, pero como te quiero tanto como para que seas feliz, incluso si me estoy muriendo de celos, te los daré.
Jimin se quedó quieto en su sitio mientras Jungkook salía.
—Óyeme, Jimin, si no te lo quedas tú, lo hago yo —le dijo sorprendido Taehyung.
—... ¿A ti no te gustaba Namjoon? —cuestionó con el ceño fruncido Jimin.
—Namjoon y yo estamos a favor del poliamor.
Jimin se encontraba delante del edificio de Yoongi. Era en forma y se notaba que era moderna, Jimin estaba intimidado de ver a todas esas personas en elegante y cara ropa y él con su sudadera azul pastel que le quedaba grande con sus pantalones negros y sus desgastadas Adidas.
Jimin aprovechó que una pareja salía para entrar él en el portal, que era aún más bonito y elegante que la vista exterior.
De repente tengo muchas ganas de tener una pareja millonaria.
Se entretuvo hasta llegar al piso noveno, donde residía Yoongi.
Delante de su puerta, estuvo debatiendo internamente si darle al timbre o dar la vuelta e irse. Sin pensarlo, Jimin le dio determinadamente al timbre.
Al notar que, aunque oía música en el apartamento, no atendían, infló sus mejillas y pulsó frenéticamente el timbre siguiendo el compás de la canción sólo por molestar.
—Ahg, ¿qué demonios quieres, pa- —La rasposa y cansada voz de Yoongi apareció y calló rápidamente—. ¿Jimin? ¿qué haces aquí?
Jimin analizó la apariencia de Yoongi. Estaba sudando, despeinado, tenía toda la cara roja y los ojos llorosos.
—¿Qué te pasa? Parece como si fueras a morir pronto.
—Creo que estoy a punto de hacerlo —dijo medio afónico mientras se acercaba a Jimin, pero terminó fatigado y se apoyó rápidamente en Jimin antes de caer.
Mientras tanto, el corazón de Jimin estaba a punto de salirse del tórax.
Un momento.
¿Este no es el típico momento de un manga donde el chico enfermo se cae encima de la chica y al final termina la chica diciendo "estás bastante mal *nombre del protagonista*, no te puedo dejar así, deja que te cuide"?
—Estás bastante mal, al parecer, Yoongi, no te puedo dejar así, deja que te cuide —dijo Jimin, separando a Yoongi de él y ayudándolo a entrar de nuevo en su casa.
Yoongi asintió a punto de desmayarse mientras iba siendo acompañado de Jimin.
—¿Por qué hace tanto calor aquí? —preguntó Jimin sofocado, dejando a Yoongi en el sofá, recostado.
—Tenía mucho frío y puse la calefacción —contestó con la voz apenas audible.
Jimin sospechó y tocó la frente del castaño, lo apartó rápidamente—. Eres un idiota, ¿lo sabes? Estás ardiendo en fiebre y pones la calefacción al máximo.
Jimin fue al termostato y bajó la temperatura.
El pelinegro miró el panorama.
Un Yoongi casi muriendo y la casa hecha uno auténtico desastre.
—¿Por dónde debería empezar?
Nota:
Pregunta del capítulo: ¿Son de enfermarse mucho o poco?
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