PRÓLOGO

Me dan ganas de abrazarte, tenerte conmigo, que tú me sonrías y que veas con cariño este relicario tuyo que llevo con amor en mi cuello.

Que escuches mis dulces gemidos y me abrases y me reconfortes en tus brazos, solo tú, y sentirme rodeada y protegida en ellos.

Que ambos nos miremos con complicidad y después sellemos todo con un beso.

Mientras dormía, te he visto en mi sueño. Has venido a visitarme, aunque fuese solo por unos minutos.

Te vi claro, mi Layne, eras tú. Te veía en blanco y negro, con tu cabello largo; andabas con tu torso desnudo y llevabas unos pantalones cortos, de color blanco.

Estábamos en el que al parecer era tu departamento, éramos novios y yo me acercaba a verte a la piscina. Tú me mirabas y esbozabas tu tierna sonrisa, para después decirme algo que no pude oír.

Te veía tan nítido, mi Layne, tu rostro lucía sereno, joven y angelical.

Frente a mí, muy cerca, comenzaste a besarme; yo lucía al parecer un overol y los dos nos besábamos, como si nada más nos importara y después te vi sobre mi e hicimos el amor.

Te sentí por unos segundos tan real y al despertar, miré tu fotografía frente a mí y te sentí, sentí que en verdad me sonreíste a través de ella, entonces yo también te sonreí.

✿ೃ 𓈈 𓂃 ⿻ 〥 ✎⋯ ㊈ ・❥・⌇⌲ ❐ ㅎ J 𓂅 ୨୧ ⋆¸*ೃ☼ ๑ˊૢᵕˋૢ๑ ｡な 현진 𓈀  𓏲ﹾ 𓈈  🜸 : ⿻⋆ʚ♡⃛ɞ ୭

Cansada, llegué a mi casa después de un largo día en el trabajo y me tendí sobre mi cama y me quedé dormida...

Todo era en blanco y negro, éramos novios y vivíamos ambos en un acogedor departamento con piscina, con un bonito jardín; yo llevaba un cómodo overol anaranjado y salí a buscarlo a la piscina; Layne con su mirada perdida en el jardín y su largo cabello rizado, se veía tan pasivo y tranquilo. Andaba sin polera, con su torso desnudo, con sus vellos que siempre me volvían loca y con unos relajados pantalones cortos, de color blanco.

En cuanto me vio, me sonrió tiernamente y me dijo algo, que no pude oírle, más su suave voz me apaciguó y me le quedé viendo perdidamente. Tenía los ojos más azules, que nunca había visto en nadie y su rostro parecía muy angelical. No importaba que todo a nuestro alrededor, incluyéndonos, estuviese en blanco y negro, porque yo igual podía ver nítidamente todas las facciones de su rostro angelical. Dios, para mí, mi novio era el hombre más tierno y guapo de todos.

Layne me miró fijo, muy dulce, demostrándome sus dientes y mágica sonrisa y se me acercó.

Muy cerca de mí, yo volví a perderme en su fija mirada y sentí por unos breves segundos que mi corazón se aceleró de una manera fugaz y feliz.

Layne sin decirme nada, me tomó con cariño y protección en sus brazos y comenzó a darme un dulce y prolongado beso, el que me hizo aún más delirar por él, y con amor y nervios a la vez, toqué sus brazos y él más me aferró a ellos.

Los dos besándonos, nada nos importó por esos mágicos instantes, y sin detenernos, Layne me tomó en sus brazos y me recostó y comenzó a hacerme suya.

Con aquel mágico recuerdo, abrí los ojos y vi como todo había vuelto a ser en color, y solo rememorándolo todo, busqué con la mirada su fotografía, que conservaba con cariño en la mesita de noche y mi amado novio, Layne, me sonrió de una manera especial y espiritual a través de ella, lo que me hizo llenarme de tranquilidad y alegría, y con anhelos le devolví la sonrisa.

—Siempre te amaré, mi amado Layne Staley.

No fue necesario que él me dijera nada, porque bastó solo con su tierna sonrisa, para decirme que también me amaba.

FIN.