Capitulo 22 (Preparatoria)
La alarma ha sonado y a lo mucho solo he dormido tres horas. Desde que me acoste no pude conciliar el sueño. Creo que solo tuve unas pequeñas siestas a lo largo de la noche. No me quedo mas remedio que levantarme y tomar una ducha para quitarme el sueño y la pesadez de los párpados. Parecía que me estaba moviendo en cámara lenta y comence a apresurarme para que no se hiciera tarde. Me duche en menos de diez minutos y me puse ropa normal. En la preparatoria ya no usábamos uniforme, había pensado en esmerarme mas con mi apariencia, pero la verdad no tenia ganas. Solo me puse jeans ajustados y una sudadera color gris que era de Oliver. Creí que usar alguna prenda suya me daría un poco de seguridad en mi primer día de clases, así que quise intentarlo. Ni siquiera me puse maquillaje. Iba tan normal y al natural para poder pasar lo mas desapercibida posible. Baje a desayunar y vi que mis padres aun no se despertaban. Decidí no molestarlos y solo me serví cereal con leche en un tazón y en otro corte un poco de fruta. Me hice un café para quitarme el sueño que aun tenia y me puse a revisar las redes sociales. Así me entere de que varios compañeros de la secundaria tambien entrarían a la misma preparatoria, así que me senti mas tranquila. Aunque no fueran mis amigos, por lo menos los conocia lo suficiente para no sentirme sola. En ese momento me llego un mensaje.
"¿Guau, es raro verte en linea a esta hora
Te despertaste muy temprano. ¿Ya desayunaste?
Llegare a tu casa en menos de veinte minutos para poder estar juntos un ratito antes de irnos hacia tu escuela.
Te amo, preciosa <3"
Oliver era capaz de alegrarme hasta en los peores momentos. Me senti muy feliz de haber visto su mensaje y me dispuse a prepararle algo de desayunar, ya que sabia que solo iba a salir de su casa sin haber comido nada. La verdad es que efectivamente era muy temprano todavía, pero quise que me sobrara tiempo en vez de llegar tarde como siempre. Me asome por la ventana y note que estaba nublado, me gustaba mucho ver el cielo pintado de gris. A veces pensaba que el cielo se mostraba de diferente color o iluminacion dependiendo de su estado de animo, así como nosotros. El cielo gris me transmitia tristeza, pero a la vez paz y algo de nostalgia. Me gustaba sentir eso, ya que me daba inspiración para escribir canciones y poemas. Siempre me han dicho que soy muy sensible y sentimental, así que estoy empezando a creer que es verdad.
Seguía parada frente a la ventana mientras bebia mi café, cuando vi a Oliver caminar hacia la puerta de mi casa. Deje la taza sobre la mesa y fui a abrirle.
- Te ves muy bonita con mi sudadera puesta.- Fue lo primero que dijo al verme.
- Gracias. La verdad quería que algo tuyo me hiciera compañía.- Dije mientras me mordía el labio inferior.
Oliver me miro triste y me abrazo. Lo invite a pasar y le ofreci el desayuno. El sonrió y se sento a comer conmigo.
- ¿Estas nerviosa Rose?- Pregunto.
- Mucho. Tu sabes que me cuesta bastante acoplarme a las cosas nuevas. Sobretodo si tengo que socializar con gente que no conozco. Me da escalofríos pensarlo.- Dije sacudiéndome.
- Cualquier persona que te conozca va a ser afortunada de ver lo que hay dentro de ti. Eres como un diamante difícil de encontrar, Rose.- Dijo agarrandose el cabello de los lados.
- No quiero ser aguafiestas, amor. Pero de verdad no quiero ni esforzarme en encajar con alguien. No estoy de animos para intentarlo.- Dije mirando el techo.
- ¿Sabes que haremos hoy después de clases?- Dijo alzando ambas cejas.
- ¿Es lo que me estoy imaginando?- Sonrei.
- ¿Que cosa?
- Bueno, ya sabes...
- Rose!!!- Dijo y me dio un golpe suave- ¿Que te pasa? Pervertida.- Dijo mientras me sacaba la lengua.
- Oh, vamos. No me digas que tu no piensas en eso.- Dije sacandole la lengua también.
- Claro que si. Es inevitable. Además soy un chico.- Dijo encogiendose de hombros.
- Debes de tener cosas pervertidas en tu cuarto o en tu teléfono. Pervertido.
- Lo único que tengo que hacer es mirarte o mirar una foto tuya... Y pues... Ya sabes...- Dijo riendo.
- ¿De verdad? Oliver que sucio eres!!!
- Tu empezaste!!!
- Es que no lo hemos repetido desde ese día...- Dije en voz baja.
- Esta bien. Lo haremos.- Me guiño un ojo.
- Amo cuando haces eso.
- Y yo amo tu sinceridad. Si tenias ganas de que estuvieramos solos... Me hubieras dicho antes.
- Es que no quiero que pienses que soy una...
- ¿Pervertida? Eso ya lo creo desde antes.
- Oliver!!!
- Jajajaja te amo ratoncita.
- ¿Ratoncita?- Alce la ceja derecha.
- Si. Si dices que yo parezco un gato entonces tu eres una ratoncita. Además si pareces un pequeño roedor.- Dijo despeinandome.
- Hey!!! Basta!!- Dije despeinandolo también.
- Espera!!! Espera!!!. Dejame decirte lo que iba a decir antes de tus cosas perversas.
- Ok Ok- Dije mientras trataba de recuperar el aliento.
- Pasare por ti después de clases e iremos a mi casa. No te preocupes, ya se lo habia comentado a tus padres.
- ¿Y que haremos?
- Te enseñare a tocar la guitarra.
Me quede pasmada sin saber que decir.
- Rose... Se que te gusta escribir canciones. Y creeme que nada me haria mas feliz que verte creando musica. Eres muy talentosa. Se que le darás melodia a todas esas letras en tu cuaderno y te volveras una gran artista.- Dijo mientras besaba mi frente.
- ¿Crees que podre aprender a tocar en cuatro días?- Dije triste.
- Si. Confió en ti. Ahora, date prisa porque ya es hora de ir a la escuela.
Fui a mi habitación por mi mochila, me cepille los dientes y fui a tocar la puerta de mis padres para despedirme. Mamá abrio la puerta y me pregunto si Oliver ya habia llegado. Le dije que si. Me abrazo y en ese momento papá tambien se puso de pie y me abrazo fuerte.
- Los quiero mucho.
- Mucha suerte, hija!!!- Dijeron los dos al mismo tiempo.
Cuando estaba por bajar las escaleras, escuche dos voces mas.
- Buena suerte Rose!!- Dijo Alice mientras estaba con la puerta entreabierta.
- Gracias Alice. Te quiero.
- Yo también.- Dijo mientras bostezaba.
- Rose!!! Espero que hagas muchos amigos!!- Me grito Dylan desde el baño.
- Gracias pequeño!!!
Baje las escaleras y Oliver me estaba esperando en la puerta.
- Estoy lista.
- Te ves mas positiva.
- Me siento mejor.- Dije inflando mi pecho de aire.
- Vámonos.
Oliver tomo mi mano y nos fuimos caminando a mi nueva escuela. Al fin y al cabo solo estaba a veinte minutos de mi casa y queria aprovechar todo el tiempo posible con el. Me encantaba tenerlo a mi lado.
- ¿Como es que creces tanto?- Le pregunte con el ceño fruncido.
- No lo se.- Río.
- Cada día estas mas alto. ¿Que sera cuando tengas dieciocho años... O veinticinco?
- No es mi culpa que tu ya no crezcas.- Soltó una carcajada.
- Oye!!! No soy tan pequeña!!! Mido un metro con sesenta y tres centímetros. Lo que pasa es que tu eres un gigante. ¿Cuanto mides ya? ¿Dos metros?- Me burle.
- Mido un metro con ochenta centímetros. Para ser exactos.
Oliver no me dejo responder y me jalo del brazo para empezar a correr. Me deje llevar y ahi nos tenian a los dos. Corriendo tomados de la mano.
Y en ese momento, el sol comenzó a salir.
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