Stella no vio a Elijah el resto del día. Ella no sabía cómo sentirse ante eso. Quería decir que no le importaba, pero el original estaba ocupando lentamente sus pensamientos y su corazón.

―Hola princesa, ¿cómo estuvo tu día?― Stella le preguntó a Ivy con voz de bebé.

Ivy rio de lo que Stella dijo, mientras la tomaba entre sus brazos.

―¡Mami!―Respondió Ivy con una sonrisa en su rostro.

Ivy era una bebé relativamente tranquila, incluso con su madre. Stella estaba preocupada, pero no quería presionar nada con su hija.

Ella hablaría a su ritmo y términos. Stella comenzó a moverse por la habitación con Ivy en brazos y dijo, ―Sí, estoy aquí― le habló Stella a Ivy mientras seguía caminando por la habitación.

Con Ivy en los brazos, no tardo mucho en quedarse dormida después de tener un día agitado. Si bien Stella no podía estar con Ivy todo el tiempo, la guardería que tenía la escuala ayuda mucho.

Entonces, de repente, sonó el teléfono de Stella. Stella bajó a su bebé de su regazo y luego fue a atender el teléfono.

―¿Sí?―Stella respondió con un tono agradable y una sonrisa en su rostro.

―Vuelve a casa―contesto una voz demasiado familiar.

Cuando escuchó la voz de sus padres al otro lado del teléfono, su estado de ánimo rápidamente se volvió amargo.

Stella respiró hondo y luego respondió ―No tenemos nada de qué hablar― respondió con sarcasmo en su voz, rodando los ojos a pesar de que sus padres no podían verla.

Stella estaba dando vueltas por la habitación, casi creando un agujero en el suelo.

―Tenemos mucho de qué hablar, lo sabes― comenzó el padre de Stella, casi echando humo desde el otro lado del teléfono.

―¡Dejé la manada por una razón, y tú aceptaste mis motivos!―Stella estaba a punto de empezar a gritarle a sus padres.

Malos recuerdos aparecieron en su mente mientras hablaba. Eran recuerdos que Stella deseaba desesperadamente olvidar.

―¡La bebé ya no importa! ¡No eres su verdadera mamá y lo sabes!―Su madre se sumó a la conversación.

Stella se burló de lo que dijo su madre, sabiendo que la razón por la que dejó su manada no fue por la razón que acaba de decir su progenitora.

―Querías casarme con un lobo para mantener tu estatus, ¡por eso me fui!― Stella gritó en el teléfono.

Justo después de que Stella gritó, recordó que su hija todavía estaba durmiendo, así que se calmó. No quería energía negativa alrededor de Ivy y en definitiva no quería despertarla.

―Todos sabemos que te gustaba Brandon, solo que esa maldita bebé se interpuso en el camino―agregó la mamá de Stella.

Stella quería ir hasta donde vivían sus padres y comenzar a gritarles por no entender sus sueños y deseos.

Pero estaban en otra ciudad y en otro estado.

Además, no había forma de que Ivy conociera a sus abuelos a quienes ni siquiera les agradaba. Stella no someterá a su hija a eso.

―Es un placer hablar con ustedes, mamá y papá. No me vuelvan a llamarme―dijo Stella.

Luego felizmente colgó, tratando de calmarse ante la exaltación de la previa conversación.

Sus padres sabían exactamente cómo irritarla y hacerla. Ellos sabían de la inestabilidad emocional que los licántropos suelen tener.

Stella regreso a la habitación en donde dormía su hija, admirándola. Necesitaba asegurarse de que Ivy todavía estaba con ella, especialmente después de la llamada de sus padres.

―En serio, si tan solo pudieran dejarme en paz―murmuró Stella para sí misma.

Stella comenzó a jugar con el cabello de Ivy, para relajarla un poco. Luego, movió su mano hacia donde está la mano de la niña, Ivy al sentir a su madre, agarro con fuerza su mano.

―Pero siempre te protegeré mi princesa―susurró Stella.

―Sin importar qué―terminó.

Por otro lado, Elijah estaba de regreso en casa. Se sintió como un tonto frente a Stella.

―Elijah―dijo Luna, impidiendo que Elijah siguiera su camino por su habitación.

―¿Qué quieres Luna?―Elijah espetó. Una reacción nada normal en el.

―Entonces, las cosas no salieron bien―dijo Luna.

―Sí―suspiró Elijah mientras se sentaba en su cama.

―¿Quizás deberías invitarla a salir?―Dijo Luna, tratando de consolar a su cuñado.

Pronto se escucharon los gritos de sus hijos, así que salió corriendo de la habitación, dejando a Elijah solo con sus pensamientos.

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DI NO A LOS LECTORES FANTASMA.

Todos los derechos y créditos reservados a la autora original: --mikaelson

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