Capítulo O8
JiMin POV
Era él. Reconocería esos dulces ojos onix claro en cualquier lugar. Mis labios recordaban la calidez de las curvas de su piel y el sabor de sus besos. Él se veía tan sorprendido como yo cuando nos miramos el uno al otro a través de la puerta de la cabina.
Me forcé a concentrarme en la tarea en cuestión. Necesitábamos poner este avión en el aire. Mientras más rápido llegáramos a Frankfurt, más rápido sería capaz de rogarle que me diera algunos minutos de su tiempo para obtener su información de contacto. Mientras tanto, la voz del capitán se quebró en mis auriculares, lo cual me ayudó a mantenerme concentrado durante el carrete** y despegue. Una vez nos encontrábamos en altitud de crucero, mi mente bajó de regreso a NurseKook. ¿De verdad había sido él?
Los ojos de ciervo sorprendido habían sido inconfundibles. Ese hombre era sensual como el infierno e irresistible. Me preguntaba por qué estaba volando hacia Frankfurt. ¿Tenía familia en Europa? ¿O negocios? ¿Y si él era un enfermero como había asumido, cómo era capaz de pagar un vuelo en un jet privado? El otro pasajero que yo había visto era el anciano Sr. Kim, cuya compañía era dueña del avión. Ya había conocido otros miembros de la familia que trabajaban para la empresa, así que no creía que Kook fuera parte de la familia Kim. Pero, quizás, ¿trabajaba para la compañía junto a Sr. Kim?
Quizás Kook era el enfermero del hombre. Pero, ¿qué si era más? Sr. Kim podría ser el sugar daddy de Kook, por lo que sabía. ¿Cómo me hacía sentir eso?
Definitivamente eso podía explicar su necesidad de tener relaciones sexuales conmigo.
Incluso aunque estuviera solo, él había sido inflexible sobre no tener contacto durante nuestro encuentro, ¿Sería injusto de mi parte acercarme a él? Quizás tendría que ser cauteloso y fijarme en su lenguaje corporal.
Mi piel picaba con la necesidad de salir de la cabina de vuelo y hablarle, pero no podía. Solo había estado en este trabajo por algunas semanas y todavía tenía ansiedad por probarme a mí mismo como alguien enfocado y dedicado, incluso aunque a mi compañero piloto no le importara. Ya me había percatado de que este capitán era diligente y profesional, pero no se tomaba su trabajo muy seriamente. Era lo que me había atraído a este puesto. Esperaba poder aprender sobre el balance entre vida y trabajo de pilotos como él, y ya había disfrutado los pocos viajes en los que Jaemin y yo habíamos volado juntos.
Él había sido un piloto de la fuerza aérea quien se había cambiado a volar para Delta. Ya habíamos compartido algunas historias de nuestro tiempo en el servicio, así como de vuelos locos y aún más locos, pasajeros en los pocos viajes que habíamos hecho juntos, pero gracias al cielo, me dijo que no muchas cosas inesperadas ocurrían en el lado de los vuelos ejecutivos. Su esposa, Somi, quien resultó ser nuestra asistente de vuelo en este viaje, estaba de acuerdo con él. Era más predecible y callado.
Y hasta ahora lo había sido. Hasta como dos horas y media de vuelo. Comenzó como un sonido duro en el motor izquierdo. Las alarmas comenzaron a sonar.
─¿Qué diablos fue eso? ─preguntó Jaemin .
─¿El choque de un ave? ─pregunté ─. Así fue como se sintió, ¿pero no estamos muy alto?
Reaccionamos con rapidez, evaluando la situación y ejecutando acciones de memoria para extinguir el fuego en el motor. Somi llamó para reportar un olor a humo en la cabina.
─Aguanta ─le dije ─. Hubo fuego en el motor de babor, pero ya no. Nos desviaremos a otro lugar para echar un vistazo ─No había forma en que nos arriesgáramos a cruzar el océano bajo estas circunstancias.
Otros golpes más y nos quedamos sin el motor de babor por completo. Las alarmas en el motor de estribor también se encendieron, pero eran solo de advertencia. Pasó todo muy rápido. Pasamos de un crucero** sin esfuerzo por el norte de la ciudad de Quebec a decidir desviarnos a Goosey Bay preguntándonos si siquiera lograríamos llegar a una pista de aterrizaje real antes de tener que llevar el avión a mitad de la nada.
─Joder. ─murmuró Jaemin, luchando contra los controles. Ambos estábamos muy bien entrenados para esto, pero una crisis de la vida real era diferente a las simulaciones.
Aviar, navegar, comunicar. Continué recordándome a mí mismo, priorizar de acuerdo a todo lo que me habían enseñado.
Mientras el aeroplano se inclinaba y chocaba con nuestros esfuerzos de llegar al nevado puerto de Goose Bay, no podía evitar pensar en el dulce hombre que conocía en la cabina del jet y como él, el Sr. Kim y nuestra asistente de vuelo estaban contando con Jaemin y conmigo para llevarlos a tierra a salvo.
─No será fácil ─dijo Jaemin por encima del auricular ─. Dile a Somi que se prepare.
Le di la actualización a ella, dejándole saber que tenía que preparar a los pasajeros para un aterrizaje accidentado. En adición a las dificultades de aterrizar un avión sin un motor cuando el otro también estaba en alarma, además estábamos mucho más pesados de lo normal con tanto combustible en nuestros tanques.
Mientras que el controlador de tráfico aéreo nos guiaba con voz firme, atravesamos varias bolsas de aire lo cual solo sirvió para aumentar la tensión y hacer que el avión fuera mucho más difícil de controlar. Para el momento en que llegamos chillando a través de la pista, ambos estábamos empapados de sudor y confiando en todo lo que sabíamos para mantener el avión estable mientras nos deteníamos.
Mientras que Jaemin trabajaba para apagar todo lo más rápido posible, le dije a Somi que evacuara a los pasajeros y que tuvieran cuidado de tomar cualquier chaqueta o sabanas a la salida. Entonces llamé por radio pidiendo por respuesta médica y contra fuego solo en caso de que fuera necesario. El controlador de tráfico aéreo prometió que ya estaban trabajando en ello, y en cuestión de momentos, vi una camioneta pickup roja dirigiéndose hacia nosotros con un tanque gigante en la parte de atrás de lo que solo podía asumir era espuma contra el fuego.
Jaemin y yo tomamos sólo lo mínimamente esencial y nos apresuramos fuera de la cabina de mando al frígido aire nocturno para encontrarnos con la unidad de respuesta a incendios. Cuando llegué al final de las escaleras, noté al Sr. Kim agarrándose el pecho y luchando por respirar. Kook y Somi estaban ambos ayudándolo, pero podía adivinar por la expresión en el rostro de Kook que podía ser más que un ataque de pánico.
Corrí hasta el camión de incendios justo cuando el conductor estaba bajando. ─ Necesitamos una ambulancia rápido ─grité ─. Uno de nuestros pasajeros está teniendo problemas para respirar.
Él saltó de regreso al camión y alcanzó su radio, pero yo podía mirar los reflejos de las luces rojas titilando a un lado del edificio. Efectivamente, una ambulancia se detuvo directamente en la pista y se dirigió a nosotros. Después de comprobar que no había riesgo de incendio en el avión, hice señas a la ambulancia para que se acercara.
Los socorristas ayudaron a evaluar la situación y rápidamente cargaron al Sr. Kim en una camilla para transportarlo al hospital. ─Está a solo unos minutos─dijo uno de los del equipo de emergencias médicas ─. Jongin puede llevarte en cuanto estés listo.
No sabía quién era Jongin, pero no era importante. Por ahora, mi trabajo era quedarme con el avión e intentar proteger los bienes del Sr. Kim mientras que ojalá él estuviera en buenas manos en el hospital. Clavé los ojos en Kook.
─¿Irás con él? ─pregunté dudoso. Era extraño hablarle después de estar tantas horas juntos bajo una regla de silencio.
Él asintió. ─Sí. Soy su enfermero. ─Sus ojos estaban abiertos y preocupados, y su rostro empalidecido. Extrañamente quería empujarlo entre mis brazos y decirle que todo saldría bien.
─Lo siento. ─dije en su lugar.
─¿Por qué?
Hice un gesto hacia el avión. ─No sé lo que pasó, pero…
Su mano alcanzó y agarró suavemente la parte superior de mi brazo. ─No, pienso que sus síntomas comenzaron temprano, y no me di cuenta a tiempo. Nos trajiste al suelo en una sola pieza. Conseguiste que viniera una ambulancia antes de que me diera cuenta de que necesitábamos una.
Coloqué mi mano sobre la que él tenía en mi brazo y le di un ligero apretón. ─ ¿Estarás bien por ti mismo hasta que pueda ir al hospital?
Su rostro se relajó un poco. ─Por supuesto. Sí.
El equipo de emergencias médicas terminó de arreglar la camilla, y supe que Kook necesitaba subirse para que pudieran ponerse en marcha.
─Soy Park JiMin ─dije, tendiéndole de la mano.
─Jeon JungKook ─respondió, deslizando sus esbeltos dedos en mi agarre.
No había tiempo de intercambiar números telefónicos o detenerme en la sensación de su piel contra la mía, así que lo alejé. ─Te veré en el hospital tan pronto como pueda. Si me necesitas antes, llama al aeropuerto y pídeles que me encuentren, ¿de acuerdo?
Él se dirigió hacia la puerta abierta del compartimiento de la ambulancia. ─ Okay.
Jaemin y yo pasamos las siguientes horas tratando con la inspección y evaluación de daños antes de determinar que había sido un choque con un ave. Íbamos a necesitar ayuda mecánica antes de cualquier posibilidad de tener al avión de regreso.
─Aparentemente aquí tienen a un buen equipo que podrá venir y revisar en la mañana si la tormenta que esperan se contiene ─dijo Jaemin, soltando una respiración frustrada ─. Así que imagino que solo necesitamos encontrar un lugar para dormir un poco hasta entonces. La TSB canadiense también enviará a alguien. Imagino que probablemente estará aquí alrededor de las diez.
El gerente nocturno del aeropuerto era un hombre llamado Jongin. Nos llevó fuera del edificio del aeropuerto con dos tazas de poliestireno de café. ─Somi me envió con estas. Y arregló habitaciones de hotel para ustedes y yo tengo un automóvil que pueden tomar prestado para cuando estén listos.
El hecho de que este hombre estuviera dispuesto a dejarnos tomar prestado un auto era un testamento de cuán pequeño era este pueblo. Con menos de diez mil habitantes, Goose Way era lo suficientemente grande como para dos Tim Hortons y un hospital. En lugar de detenerme en el hotel, pedí que me dejaran en el hospital.
La amable mujer de la recepción me dirigió a la habitación donde el Sr. Kim parecía dormir pacíficamente a pesar del gran número de tubos y cables que serpenteaban debajo de su bata. JungKook, por otra parte, caminaba alrededor de la habitación con una mano en su teléfono y la otra rastrillando su cabello.
─Hey ─dije suavemente. Levantó la cabeza y dejó de caminar ─. ¿Qué tal lo está haciendo?
─Oh, uh… nada… nada bien. Él, ah… ─Su rostro se contrajo por la consternación ─. Tuvo un ataque al corazón. Y… Y no puedo localizar a su familia, y ellos no tienen especialistas cardiotorácicos aquí, y él querría uno. Quiero decir, necesita uno, y dijeron que ellos pueden…
Di un paso hacia adelante sin pensarlo y lo jalé entre mis brazos, sosteniéndolo con fuerza contra mí y susurrándole que tomara aire. ─Shhh, todo saldrá bien. Parece estable justo ahora, así que solo respira, ¿de acuerdo?
Su cuerpo se relajó contra el mío y sus brazos me rodearon la espalda para regresar el abrazo. Inhalé la misma esencia a limón de mis recuerdos de él, solo que ahora estaba mezclada con el olor de jabón antiséptico para manos que parecía permear en todas las instalaciones médicas.
Después de que tuvo la oportunidad de recuperar el aliento, me alejé lo suficiente para tomar su rostro entre mis manos. ─Estoy aquí. Te ayudaré de cualquier manera que pueda. Si necesitamos transporte médico de regreso a Seúl, puedo comenzar a trabajar en eso ahora mismo.
Él se veía tan cansado y preocupado. Deseaba más que nada simplemente llevarlo de regreso al hotel y abrazarlo mientras dormía. Pero claramente él no iba a dejar solo al Sr. Kim, y yo respetaba eso completamente.
JungKook agachó la cabeza contra mi cuello y mantuvo sus brazos rodeándome. ─ Estaba feliz de verte a bordo de ese avión ─Sus palabras sonaron amortiguadas, pero aun así lograron golpearme en el pecho con un estallido de alivio.
─Ya somos dos ─admití, frotando su espalda ─. ¿Qué dijo el doctor sobre el Sr. Kim?
JungKook dio un paso lejos de mis brazos y se movió más cerca a la cama del hospital en donde gentilmente tomó la mano del Sr. Kim. ─Aún no están seguros del grado del daño porque no tienen un laboratorio de cateterismo. El más cercano queda en St. John, lo cual significa una hora y media de vuelo. Pero si vamos a hacer eso, creo que es mejor llevarlo de regreso a Seúl. Así que… ─Él se detuvo y me miró antes de bajar los ojos de nuevo ─. Tenía la esperanza de localizar a Namjoon o Taehyung para saber qué querían que hiciera. Pero… no responden.
Revisé mi reloj de muñeca y observé que eran las cuatro de la mañana lo cual significaba que eran las dos en Seúl. ─Si tienen sus teléfonos en modo nocturno, quizás solo aceptan llamadas familiares. ¿Te dieron el teléfono del Sr. Kim?
JungKook hizo una pausa por un latido antes de decir. ─Soy el mejor amigo de Taehyung.
Pensé en el tipo al que había visto anteriormente un par de veces en vuelos anteriores desde que había comenzado a trabajar para la compañía que manejaba el avión privado de Kim’s Consulting. Ese hombre había sido muy diferente al dulce JungKook. Era el típico estereotipo corporativo que actuaba como si los pilotos y la tripulación de vuelo fueran invisibles. Fue un recordatorio evidente de que no conocía muy bien a JungKook, a pesar de haber estado dentro de su cuerpo. Por lo que sabía, mi impresión sobre él era inexacta y podría ser el mismo tipo corporativo que su amigo. ─¿Puede que esté en un club ruidoso o en algún lugar donde no pueda escuchar su teléfono?
Él arrugó el ceño. ─Se supone que debería estarse preparando para una presentación importante para el lunes, pero… quiero decir, ¿supongo?
Estábamos de pie el uno al lado del otro mientras observábamos al hombre en la cama continuar con su sueño a través de nuestra conversación callada. Podía adivinar por la expresión en el rostro de JungKook y la forma en que tomaba la mano del Sr. Kim, que realmente se preocupaba por el hombre.
─¿Qué decisión tomarías tú si fuera tu abuelo? ─pregunté.
Los ojos de JungKook se llenaron de lágrimas y su voz se quebró en cuanto habló. ─Lo llevaría a casa y le conseguiría el mejor cuidado médico que el dinero pudiese comprar.
Sujeté la parte de atrás de su cabeza y me incliné para depositarle un beso en lo alto. ─Entonces, eso es lo que haremos. Déjame hacer algunas llamadas y así podremos sacarlo de aquí antes que la tormenta arribe.
Él me miró con una expresión de agradecimiento mientras que yo me alejaba y escapaba al pasillo. Tan pronto como estuve por fuera de la habitación, saqué mi teléfono y llamé a la línea de asistencia de consejería de la compañía para la cual trabajaba ahora. Un día completo de mi entrenamiento de orientación había sido dedicado a conocer los más altos estándares de los vuelos de jet corporativos. Conducir aviones privados significaba interactuar con los más ricos, y eso requería de un nivel de apoyo el cual nunca había visto antes.
Me tomó solo una llamada de diez minutos antes de que el avión estuviera de camino. Cuando regresé a la habitación, JungKook estaba hablando animadamente por teléfono.
─Pero él es tu familia ─siseó ─. Cancela esa condenada reunión, por Dios. ¿Cómo puedes no escoger a…
Él paró de hablar para escuchar. El enojo y la decepción era clara en su rostro, pero cuando me miró, trató de ocultarlo.
─Lo entiendo ─dijo con la voz desprovista de emoción ─. Me encargaré de ello. De él. No te preocupes.
Hice un gesto hacia mi teléfono y le enseñé el pulgar, así al menos él sabría que los arreglos para el transporte del Sr. Kim habían sido hechos.
JungKook alzó una ceja. ─Espera, Taehyung. Espe… Espera. Para. Dame un minuto ─Puso una mano sobre el micrófono y me preguntó qué había averiguado.
─El transportista me dijo que hay una ambulancia aérea viajando desde Reikiavik a Seúl esta noche y que está dispuesta a detenerse de camino para recoger al Sr. Kim ─Antes de que JungKook pudiera emocionarse demasiado, alcé la mano ─. Hay un problema. Solo pueden llevar al paciente. El otro paciente que están transportando va acompañado con toda su familia y personal médico. La otra opción es esperar a alrededor de las dos de la tarde por un avión de reemplazo que venga a recogerlos a ambos y los lleve de regreso a Seúl.
Llegarían al final de la tarde. En el primer escenario, el Sr. Kim será atendido en el laboratorio de cateterismo al principio de la tarde. En el segundo, lo atenderían el día siguiente. Con la segunda opción también cabe la posibilidad de que la tormenta de nieve cause retrasos.
JungKook asintió y puso el teléfono de regreso a su oreja, transmitiendo la información a su amigo. Cuando la conversación se volvió acalorada nuevamente, salí para darle algo de privacidad. No estaba del todo seguro, pero sonaba como que el nieto tenía alguna especie de conflicto que hacía que los arreglos fueran más difíciles. JungKook finalmente se me unió en el pasillo, parecía agotado.
─Queremos que se vaya en el vuelo que ya se encuentra viajando ─dijo─, que lo vea un especialista lo más pronto posible.
Rápidamente llamé al transportista y presenté la solicitud. Me tomó otros veinte minutos el coordinar, así que le dije a JungKook que regresara a la habitación y se pusiera cómodo en la silla que había allí hasta que tuviera todo confirmado.
Llamé a Jongin que estaba en el aeropuerto y le dejé saber cuándo esperar al avión, luego envié un mensaje de texto a Jaemin en el hotel para darle una actualización de la situación. Después de eso, JungKook y yo hablamos con la enfermera de turno para saber cómo transportar al Sr. Kim de regreso al aeropuerto en una ambulancia.
En algún punto el Sr. Kim debió haberse despertado, porque escuché a JungKook murmurar dentro de la habitación. Dio un vistazo justo para observar a JungKook acariciando la frente del paciente mientras le sonreía. Su afecto por el hombre era tan obvio como el comportamiento gentil. Mi corazón se apretó al ver como se preocupaba por el anciano. Podía fácilmente ver porqué se había convertido en enfermero.
Oí a JungKook prometer al Sr. Kim que Taehyung estaría allí para recibirlo en el hospital de Seúl. Me pregunté qué había dicho para convencer a su amigo de cambiar de opinión. No era realmente de mi incumbencia, pero no podía evitar sentir el picor de los celos al saber que el más joven y despectivo de los Kim con el que me había encontrado un par de veces, era mucho más cercano a JungKook de lo que yo jamás podría. No parecía justo, de alguna forma. Pero ese era el precio que tenía que pagar para mantener mi estilo de vida.
Justo cuando estaba por ir a buscar un snack y algo de agua para JungKook, Jongin llamó.
─La tormenta de la que te había hablado se está acercando muy rápido.
La oportunidad de que este avión entre y salga antes de que arribe se está reduciendo.
** Carrete: Desplazamiento que realiza un avión sobre la pista antes del despegue y durante el aterrizaje.
** Crucero: Cuarta fase de un vuelo.
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