Capítulo O5
JungKook POV
Dejar a ese hermoso ensueño de hombre dormido en la cama del hotel fue una de las cosas más difíciles que había tenido que hacer. No solo había sido cálido y firme contra mí, sino que me había abrazado con fuerza como si hubiera sido realmente especial para él. Como si hubiéramos sido amantes o compañeros.
La manera que siempre había soñado en que Taehyung me sostendría.
Y por supuesto cuando deje el hotel, todo lo que quería hacer era llamar a Taehyung y contarle de mi increíble noche, lo de perder mí virginidad y tener sexo con un extraño. Pero nunca, nunca haría eso. Primero que nada, nunca admitiría que fue mi primera vez, y segundo, de alguna manera hablar con alguien de mi noche con FlyGuy lo haría sentir más barato de lo que fue.
Puse los ojos en blanco mientras salía por las puertas del hotel y me adentraba en la fría mañana de Seúl. Bien podría haber sido una escritora de diarios de adolescentes con la forma en que me desmayaba por mi “primera vez”. Dios, necesitaba controlarme y seguir adelante.
Estaba hecho. Bien. Virginidad perdida, listo.
Me metí en el primer Starbucks que encontré y ordené un café con leche gigante. A último minuto, agregué una rebanada de pan de calabaza porque aparentemente también me había hecho rico de la noche a la mañana.
Volví a poner los ojos en blanco y salí a la calle después de recoger mi orden y darle propina al barista, determinado a regresar a mi departamento y continuar con mi vida. ¿Me enorgullecía el hecho de ser tan consciente de mi trasero como no lo había sido antes? Tal vez. ¿Me sentí finalmente como un verdadero hombre gay por una vez en mi jodida vida? Definitivamente.
Había pasado toda la noche con una polla desnuda, no la mía, apretada contra mí. Mi cara escocía por la quemadura de la barba, y mis bolas se sentían un poco sensibles. Me pregunté si me veía diferente. Cuando pasé por el siguiente escaparate reflectante, me eché un vistazo.
Mi cabello lucía como si hubiera sido electrocutado.
Me arrepentí de la propina que le había dado al barista. Cualquier joven que valga la pena su copa de margarita (con borde) me habría advertido de la situación del cabello antes de dejarme salir de la cafetería. Imbécil.
Sin embargo, noté un pequeño balanceo en mis pasos mientras me dirigía a la estación de tren más cercana y volvía a mi departamento. Waffles y Sócrates expresaron su desaprobación sobre mi desaparición nocturna al minuto en que entré por la puerta, así que mi primera orden de trabajo fue alimentar a las bestias. Después, entré al cuarto de baño con la intención de tomar una ducha, pero me detuve cuando noté una pequeña marca roja en mi clavícula.
Pasé mi dedo sobre ella y sonreí. En la secundaria, el baterista más importante de nuestra banda de marcha había empezado a salir con el jugador de béisbol más popular de la escuela. Una noche Beomgyu se presentó en el ensayo de la banda usando la sudadera del equipo de béisbol de Yeonjun como si fuera una gran insignia de honor. Era su forma de alardear de su nueva posición como novio de Yeonjun. O tal vez era la manera de Yeonjun de reclamar a Beomgyu como suyo. De cualquier manera, recuerdo sentir envidia. La sudadera era la “prueba” de que había una relación.
Así es como me sentí al ver mi primer chupetón. Y si una foto de él acababa en mi teléfono para grabarlo para toda la eternidad, no era asunto de nadie más que mío.
Casi floté durante el resto de mi día, me vestí con mis pantalones y suéter favoritos, fui al mercado por la compra de la semana, e incluso derroché en un pequeño paquete de margaritas que estaban a la venta en la sección de productos. Waffles probablemente las destrozara en el momento en que las ponga en un vaso de jalea, pero por lo menos las flores serían un lindo cambio para el cielo gris de invierno fuera de mi ventana.
Más tarde, recibí un mensaje de Taehyung pidiéndome que quedara con él en uno de nuestros bares deportivos favoritos para compartir unas alitas y ver juntos el partido de hockey. Mi corazón se aceleró de emoción mientras respondía que lo vería en treinta minutos.
Cuando entré al bar, lo vi enseguida. Se sentó en una cabina a mitad de la pared lateral del restaurante y estaba desplazándose por su teléfono. La bufanda de cuadros gris y roja que le di por Navidad todavía estaba envuelta en su cuello, y verlo con ella me hacía sentir cálido por dentro.
─Oye ─dije, quitándome el abrigo y deslizándome dentro de la cabina ─. Espero que no hayas esperado mucho.
Levantó la vista y sonrió, bajando su teléfono y estirando su cuello de lado a lado.
─Nah. Estaba visitando a Su Hyun, así que me tomó un rato llegar aquí.
La noticia me sorprendió. Rara vez tiene tiempo en su apretada agenda de trabajo para pasar por Wilton Manor para ver a su tía abuela.
─¿Cómo estaba? ─pregunté, abriendo el menú por si había habido un cambio en la última semana. No los hubo ─. ¿Tenía buen color en sus mejillas?
La frente de Taehyung se arrugó en señal de confusión.
─No sé qué significa eso.
─¿Se veía saludable o pálida? ─No podía decirle que tenía un poco de anemia la semana pasada, pero tenía curiosidad por saber si estaba saliendo de ella ya que le habían empezado a dar suplementos de hierro.
─Parecía normal. Como siempre. No lo sé. ¿Qué vas a pedir? ¿Quieres compartir el plato grande?
Asentí.
─¿Tu padre también fue? ¿Y el abuelo Kim?
El abuelo Kim es bueno para comprobar a su hermana, pero su hijo Namjoon rara vez iba a verla. Namjoon era el director general de la empresa familiar y estaba mucho más ocupado que Taehyung. Tenían una empresa de consultoría médica muy grande, por lo que Namjoon y Taehyung siempre me ofrecían ir trabajar con ellos. Decían que querían mi ayuda con la consultoría médica, pero me preocupaba que mi trabajo de tiempo completo fuera en realidad de enfermero personal del abuelo Kim.
Adoraba al abuelo Kim, pero sus mayores problemas médicos por el momento eran la diabetes y la leve demencia. Si viniera a trabajar como su enfermero, sería más como un niñero que un profesional médico.
Taehyung asintió.
─Sí. Es el cumpleaños de Su hyun. Le compramos un pastel.
Abrí mi boca para corregirlo. El cumpleaños de Su hyun no era sino hasta mañana. Todo el personal ya había firmado una tarjeta, y mi supervisor había ordenado banderines especiales de los Seúl Cubs para colgarlos en su habitación. Pero antes de que pudiera decir algo de eso, nuestra camarera vino a dejar nuestras cervezas y tomar nuestra orden de comida. Para cuando se fue, Taehyung me estaba diciendo acerca de un gran contrato hospitalario que su padre había cerrado.
─Papá me pidió otra vez que te suba a bordo ─continuó ─. Dijo que te ofrecería lo que quisieras.
Terminé un sorbo de mi cerveza antes de preguntarle de qué estaba hablando.
Taehyung me sonrió afectuosamente y extendió su mano a través de la mesa para apretar la mía.
─Bebé. Concéntrate. Queremos que vengas a trabajar para Kim Consulting. Es hora.
Me encontré con sus ojos y me perdí en ellos. Una vez me burlé de él por usar esos ojos contra mí como la serpiente de El Libro de la Selva. Cuando miraba a los ojos de Taehyung, casi nunca decía no.
─Realmente amo mi trabajo ─argumenté por millonésima vez ─. La razón por la que quería dedicarme a la enfermería era por los pacientes. En Kim, estaría trabajando en un escritorio, en una oficina.
Su cálida mano sujetó la mía con más fuerza, recordándome la noche en que mi madre fue llevada a urgencias en nuestro último año de secundaria y Taehyung había tomado mi mano toda la noche, esperando a saber qué le pasaba. Había llamado a su padre para asegurarse de que teníamos a los mejores doctores disponibles. Cuando resultó ser un ataque a la vesícula, Namjoon ayudó a llevar a mamá con el mejor cirujano de Seúl.
No solo siempre había estado ahí para mí, sino que se lo debía. Aún así, odiaba la idea de despedirme de mis pacientes en Wilton.
Taehyung movió su pierna bajo la mesa hasta que nuestras pantorrillas se apoyaron la una contra la otra.
─JungKook. Piensa en todo el bien que podrás hacer, ayudando a optimizar las políticas y los procedimientos en los hospitales de todo el mundo para garantizar que más pacientes tengan mejores cuidados.
Tenía un punto. Si me iba a trabajar a la compañía de consultoría, podría ayudar a un gran número de pacientes a obtener enfermería de calidad.
─¿Qué pasa si lo odio? ─pregunté.
─Y si te encanta ─respondió con un guiño y una sonrisa ─. Además, solo piensa. Podemos comer juntos prácticamente todos los días. Muero por llevarte a ese sitio de sushi del que te hablo. Y puedes jugar al enfermero con el abuelo cuando necesite sus inyecciones de insulina.
Exhalé un suspiro y miré alrededor del bar, sin concentrarme realmente en nada, más bien pensando las cosas y tratando de no caer bajo los efectos conocidos de mi mejor amigo.
─Pensaré en ello ─dije finalmente ─. Prepara una oferta formal ─Clavé los ojos en él ─. Y haz que valga la pena.
Los ojos de Taehyung se ensancharon.
─Ohhh, mira al Sr. Importante defendiendo lo que se merece. Me gusta. Deberías hacer eso más a menudo.
Me reí, sintiéndome más ligero que de costumbre. En lugar de tomar sus palabras como un golpe, las tomé como un estímulo para seguir defendiéndome.
Taehyung dejó ir mi mano y se sentó de nuevo en la cabina, dando un lento sorbo a su cerveza y estudiándome.
─Parece que estás de buen humor. ¿Hiciste algo divertido anoche?
Pensé en mi noche. La palabra diversión era lamentablemente inadecuada.
─Sí. ─No pude evitar sonreír como un lunático.
─Derrama ─dijo riendo ─. Esto no es propio de ti. ¿Salió una nueva película de Star Wars o algo así?
─Yo… ─No tenía intención de decírselo. De hecho, había estado disfrutando de tener a FlyGuy todo para mí. Pero cuando Taehyung mencionó una nueva película como la probable emoción en mi vida… bueno, no pude soportar no corregirlo ─. Anoche tuve sexo con el hombre más sexy de la historia. ─solté.
Nos miramos fijamente a través de la mesa durante varios largos latidos antes de que llegara la mesera con el plato de alitas gigantes.
─Disfruten, muchachos. ─dijo antes de salir corriendo de nuevo.
Tomé un plato pequeño de la fila y comencé a escoger alitas del plato para ponerlas en él.
─Tu… ¿qué? ─preguntó Taehyung con una risita incómoda ─. Amigo, nunca hablas de tu vida sexual. Empezaba a preguntarme si siquiera estabas teniendo alguna.
Me encogí de hombros y mordí un trozo de pollo.
─Me conoces. No beso y cuento**. ─Le miré a los ojos para ver si mis palabras significaban algo para él. Para ver si le recordaban la vez que nos habíamos besado en casa de Wesley Kincaid la noche de la fiesta en la piscina de su hermano mayor. Taehyung me había convencido de que decirle a alguien que nos habíamos besado arruinaría su futuro en la empresa familiar.
Eso no le había impedido besarme a escondidas cada vez que quería. No, eso había ocurrido cuando me presenté en su dormitorio de la universidad para darle una sorpresa por su cumpleaños y descubrí que ya estaba siendo celebrado por una mujer y un hombre en la cama. Había aprendido de la manera difícil que mi género no era necesariamente el problema, sino mi deseo de compromiso y lealtad.
Taehyung simplemente no estaba listo todavía. Y si alguna vez me cruzara con avena salvaje de verdad, planeaba quemarla con fuego venenoso.
─Pero ahora estás besando y contando ─dijo ─. ¿Por qué el cambio?
Tomé otro bocado de mi comida para no admitir la verdadera razón, que había sido la primera cosa en decir.
─Preguntaste. ─dije simplemente, dándome cuenta de otra verdad. Nunca había querido oír hablar de mis ligues, y ahora que pensaba en los últimos años, ví la verdad tan clara como el día.
─¿Estás saliendo con este chico? ─Escoge otra ala del plato como si todo esto fuera una conversación normal entre hermanos ─. ¿Vas a verlo de nuevo?
No había duda de que quería hacerlo, pero me había disparado en el pie con mi insistencia en el anonimato. Después de ofrecerle al tipo la oportunidad de una conexión completa sin ataduras, difícilmente podía volver arrastrándome ahora pidiendo su nombre y su número telefónico. De hecho, había tenido que borrar toda mi cuenta de la aplicación justamente para no hacer eso.
─No lo creo ─dije ─. Solo fue un ligue. ─El ruido del bar se había hecho más fuerte desde que nos sentamos, y había más gente amontonada en la barra cercana. Empecé a sentirme extrañamente nervioso.
─Bien. ─murmuró Taehyung entre mordidas. No estaba seguro de haberlo oído bien
─¿Qué? ¿Por qué?
Se encogió de hombros.
─Ya sabes cómo eres. Probablemente ya tienes sentimientos por el tipo. Y si fue solo un ligue, la última cosa que está buscando es una relación. ─siguió comiendo su comida mientras lo observaba. Cuando se dio cuenta de que no estaba comiendo, se detuvo y limpió sus manos en una servilleta antes de suspirar─. JungKook, tienes un corazón sangrante. Es una de las razones por las que te amo. Pero te mete en problemas y odio verte herido.
Su comentario me golpeó como una cachetada en el rostro con una almohada. Por un lado, me dijo que me amaba. Por el otro, estaba insinuando… ¿qué? ¿Qué el hombre no querría más que un ligue conmigo?
─¿Qué significa eso exactamente? ¿Qué no soy material para una relación?─. Miré alrededor del bar por costumbre para asegurarme de que no había nadie conocido allí ─. Porque lo tengo bastante claro después de diez putos años en los que me has enviado el mismo mensaje.
Las cejas de Taehyung se dispararon.
─Woah, ¿qué demonios? ¿Cómo es que de repente se trata de nosotros?
─Estoy cansado de esperar ─Ahí, lo había dicho ─. Estoy listo para establecerme. Con o sin ti.
Todo mi cuerpo se sentía como si hubiera sido sacudido por una pistola eléctrica. Prácticamente vibraba de los nervios ahora que el involuntario ultimátum había sido lanzado.
Taehyung se tomó su tiempo limpiando sus manos con una toallita húmeda de un paquete que había en la mesa antes de mirarme.
─Ven a trabajar conmigo, y veamos cómo pasamos ese tiempo juntos.
Busqué en su expresión más significado del que sus palabras me estaban dando.
─¿Entonces qué? ¿Qué pasa si lo hacemos bien?
Su rostro se relajó en una cálida sonrisa, el mismo afecto que me había dado constantemente a través de los años y la expresión que siempre me había hecho sentir visto.
─Si lo hacemos bien, te pediré salir a una cita. Una de verdad.
Me conocía bastante bien para saber cuál sería mi siguiente pregunta, así que levantó una mano para detenerme.
─Y se lo contaré a mi padre. Sobre nosotros.
Era demasiado bueno para ser verdad.
─¿De verdad?
Taehyung estiró la mano para tomar la mía nuevamente, apretandola con seguridad.
─En serio. Pero mientras tanto, solo somos amigos y compañeros de trabajo, ¿de acuerdo? No quiero apresurar las cosas.
─¿Quiere decir...?
─Si tú y yo vamos a estar juntos dentro de poco, eso significa que esta es tu última oportunidad para dormir con alguien más ─dijo con una risa, sentándose de nuevo en la cabina y pasándose una mano por su cabello. Cuando sus ojos volvieron a encontrarse con los míos parecía decidido ─. Porque cuando finalmente estemos juntos, no voy a querer compartirte con un polvo anónimo cualquiera de una aplicación de ligues.
Salí de allí más tarde esa noche sintiéndome más ligero que el aire, como si finalmente estuviera en la cúspide de tener todo lo que siempre había querido. Tal vez el trabajo no era exactamente lo que había imaginado cuando me volví enfermero, pero si pronto iba a ser parte de la familia Kim, probablemente podría cambiar de posición para ser lo que yo quería. Y valdría la pena si finalmente conseguía estar con Taehyung.
Me quedé soñando con mi nueva vida con Taehyung y con el tiempo que tardaría en trabajar juntos antes de que me pidiera salir. Sin embargo, antes de quedarme dormido, mi mente volvió a pensar en FlyGuy y en cómo sus grandes y cálidas manos habían recorrido cada centímetro de mi cuerpo.
Intenté sustituirlo en mis recuerdos por Taehyung, pero no funcionó. Cuando finalmente me dormí, fue el apuesto desconocido de la habitación de hotel quien me hizo el amor durante toda la noche.
** No beso y cuento: Originalmente la historia está en inglés, y en el texto decía “don't kiss and tell”, esta es una expresión que significa que no haces algo y luego compartes todos los detalles a todos. Es parecida a la frase “un caballero no tiene memoria” que se usa para decir que un hombre que vale la pena no va a hablar de lo que pasó con una mujer o lo que no pasó con ella.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro