JiMin POV

Estaba nervioso. No podía recordar la última vez que había estado tan nervioso. Una vez tomé la decisión de ir a visitarlo, me detuve el tiempo suficiente para comprar sus chocolates favoritos.

Cuando llegué al edificio, dos mujeres iban saliendo y sostuvieron la puerta para mí. Quizás generaba confianza o algo así, pero de igual forma estaba agradecido.

Toqué la puerta del apartamento de JungKook y esperé.

Un minuto más tarde, Kim Taehyung abrió usando nada más que una toalla. Parpadeé hacia él.

─Ah... hola... Taehyung. Lamento mucho lo de tu abuelo ─comencé a decir ─. Solo me lo encontré un par de veces, pero fue muy amable en ambas ocasiones. Espero que tus padres lo estén llevando bien.

¿Por qué solo estaba usando una toalla? ¿Por qué estaba en el apartamento de JungKook a las diez de la noche?

Taehyung me dio una sonrisa superficial. ─Gracias, lo aprecio de verdad. Allí lo están llevando.

Un silencio incómodo llenó el espacio entre nosotros. Intenté dar un vistazo por encima de Taehyung dentro del apartamento con la esperanza de divisar a JungKook, pero no había señales de él. Waffles, por el contrario, salió disparada del apartamento y clavó sus garras delanteras sobre mi pierna en un estiramiento de cuerpo completo.

─Mierda ─solté, inclinándome para extraerlo cuidadosamente ─. Waffles, Cristo, tus garras sí que están afiladas.

La levanté y la acuné, rascándole a un lado de la cara tan como a ella le gustaba. Cuando Taehyung no llamó a JungKook o me invitó a pasar, di una mirada de reojo más allá de él. ─¿JungKook se encuentra?

─Está en la ducha. Estaba a punto de unirme a él. ¿Quieres que le dé algún mensaje?

Se me hizo un nudo en el estómago. Podría pensar que estaba bromeando si no hubiese oído el agua correr y visto al hombre allí de pie en nada más que una toalla.

─Sí, uh... ─Tiré de la caja de Leche de plátano fuera de mi bolsillo y se la tendí─. ¿Podrías darle esto?

Las cejas de Taehyung se hundieron en confusión mientras tomaba la caja. ─Okey... ¿te estaba esperando o algo así?

─No. Nada de eso. Solo quería hacerle saber que estaba pensando en él. Sé que le importaba mucho tu abuelo ─Tragué y me incliné un poco pasando cerca de él lo suficiente para dejar a Waffles en la cocina. Sócrates me miró desde el centro de la cama de JungKook. Una cama deshecha donde la ropa de Taehyung estaba apilada ─Así que. Cuídate.

Me giré y huí como si el suelo fuera una delgada capa de hielo sobre un río embravecido y una grieta hubiese comenzado a formarse en la puerta de JungKook. Mis pies apenas tocaron el suelo hasta que estuve del lado de afuera. Era algo bueno que estuviera usando pantalones cortos y zapatos para correr porque me precipité hacia la calle y corrí. No aminoré el paso hasta ver las señales del camino Pershing, e incluso entonces, solo me detuve lo suficiente para asegurarme de que era el mismo Pershing que recorría mi vecindario. Una vez giré a la izquierda, troté las tres millas finales en un paso más suave. Era una tarde calurosa y yo estaba empapado en sudor para el momento en que llegué al edificio de mi apartamento. Mis piernas se sentían como gelatina, y me recordaban lo poco que había salido a correr últimamente, después de comenzar mi nuevo trabajo.

Las buenas noticias eran que, tan pronto como tomé otra ducha -esta vez una rápida ducha fría -caí profundo en un descanso sin sueños, donde por siete horas no tuve que imaginar las manos de Taehyung en el dulce cuerpo de mi JungKook.

Y cuando me desperté al día siguiente, listo para volar a Springfield en Missouri, a recoger a varios miembros de la extensa familia Kim con Jaemin, di lo mejor de mí para sacar a JungKook completamente fuera de mi mente. Tenía un trabajo que hacer. Además, JungKook nunca había sido otra cosa que completamente honesto conmigo sobre sus sentimientos respecto a Taehyung. Había estado enamorado del tipo por años, y tenían demasiada historia compartida, no era algo contra lo que yo pudiera competir jamás.

De hecho, debería estar feliz por JungKook, pero yo no era tan buena persona.

Mantuve mi cabeza centrada durante el viaje, hablando con Jaemin solo cuando era necesario. Estaba seguro que él se había dado cuenta de que había algo raro conmigo, pero no tenía la energía emocional siquiera para poner una excusa. Para el momento en que aterrizamos de regreso en Chicago, envié un mensaje al despacho para confirmar que todavía estaba disponible para volar a Ji Woong a Newark a primera hora de la mañana. No había vuelto a oír sobre JungKook después de aparecer en su apartamento, así que estaba bastante seguro de que no había razón para pensar que él podía quererme o necesitarme en el funeral.

Tenía sentido que una muerte dentro de la familia los hubiese acercado. Con frecuencia, los momentos estresantes hacían que las personas se dieran cuenta de lo corta que era la vida para jugar a juegos tontos. Con suerte, eso es lo que había pasado con Taehyung. Quizás perder a su abuelo le había recordado lo que era de verdad importante.

Era un bastardo con suerte.

Ya que estábamos de regreso en Seúl a mitad de la tarde, renté un automóvil y conduje hasta la casa de mi hermana en Hoedong-dong, para pasar la noche. Una parte de mí sentía que, si volvía a mi apartamento vacío de mierda, yo solo, correría las seis millas de nuevo para asegurarme que JungKook no me quería. Si estaba en casa de Seulgi, a salvo en Gangnam, no podía hacer algo tan estúpido de nuevo en mitad de la noche.

─JiMin, ¿qué diablos? ─dijo ella en cuanto abrió la puerta. Yo caminé directo hacia Seulgi y envolví los brazos alrededor de su cintura. Mi garganta estaba apretada, y no quería hablar de ello. Si tenía que abrir la boca, sería realmente feo─. Oh, cariño ─susurró mientras me abrazaba con fuerza. El viejo perro de Dongwoo, Weezer, salió tranquilamente de la cocina moviendo suavemente la cola. Después de darle otro apretón a mi hermana, me senté en el suelo y abrí los brazos para el dulce y viejo chucho. Seulgi me conocía lo suficiente como para dejarme a solas con Weezer por unos momentos. La escuché hablar con Dongwoo en la cocina en tono susurrante, pero escogí ignorarlo, concentrándome en masajear el suave cuerpo de Weezer en su lugar. Él estaba en el cielo, rodando en su espalda y rogando porque le frotara el pecho y el estómago. Me tendí junto a él por un largo rato y recorrí su pelaje con mis dedos hasta que los dos estábamos medio dormidos. Ya que no podía beber hasta emborracharme la noche antes de un vuelo matutino, era lo más cercano que obtendría a un consuelo, por el momento.

Pensé en Sócrates y Waffles y en cómo había deseado que ambos le dieran compañía a JungKook desde la muerte del Sr. Kim, así él tendría con quién acurrucarse. Resultó que no era necesario ya que tenía a Taehyung para eso.

Quizás debería salir por otra sesión de running.

Ignoré el pensamiento tan estúpido y continué frotando el pelaje de Weezer hasta que Seulgi regresó y estiró una mano hacia mí. ─Vamos. Hay una copa de vino con tu nombre en la cocina. Y tengo algunas sobras de pollo a la parrilla si tienes hambre.

Me levanté del suelo y la seguí al interior de la cocina. Al menos una copa de vino era aceptable, y quizás me ayudaría por lo menos a dormir un poco.

Dongwoo levantó la vista de una pila de correos que estaba revisando. ─Hey, amigo. Qué bueno verte ─Estiró la mano para un apretón ─. Seulgi dijo que estabas trabajando duro esta semana, trasladando a Lim Ji Woong. Ese tipo es increíble. Lo escuché hablando sobre...

─Maldición, Dongwoo ─dijo Seulgi con una risa, fingiendo darle una palmada en la parte de atrás de su cabeza ─. Se suponía que no ibas a repetir eso.

─Está bien. A Ji Woong no le importa ─les dije ─. Su cronograma de viajes es público, y él ya ha subido antes fotos de mí y del avión en su instagram. Pero sí, él es increíble. No viaja con ningún tipo de ayuda si puede evitarlo. Es súper autosuficiente.

─Y atractivo ─agregó Seulgi con una ceja alzada.

Puse los ojos en blanco mientras que Dongwoo gemía. ─Sí. Es atractivo ─agregué ─. Y listo y divertido y exitoso. ¿Quieres su número?

─Lo siento ─dijo, frotándome el brazo ─. Eso fue de mal gusto. Solamente intentaba implicar que hay otros peces en el mar. Pero, ya sé que eso no ayudará a que te sientas mejor.

Me encogí de hombros. ─Lo hace de cierta forma, y tienes razón. Hay otros hombres allí afuera que sería divertido conocerlos y pasar tiempo con ellos. Ji Woong, de hecho, me invitó mañana en la noche a un show en Seúl. Quiere ver "The Play That Goes Wrong", pero no quiere ir solo.

Seulgi puso una expresión enamorada en su rostro. ─Aww, solo está diciendo eso para animarte. Que hombre tan amable.

─Él no sabe que necesito animarme. ─Eso no era precisamente verdad, pero la idea de que él estaba intentando sacarme de mi angustia, era demasiado reflexiva y dulce ahora mismo para mí. Ya tenía suficiente ternura hacia JungKook.

Definitivamente no necesitaba más hacia otro hombre.

─Deberías ir. ─dijo ella.

─Creo que lo haré. No tiene otra conferencia hasta el lunes por la mañana, pero quería volar mañana temprano para hacer algunas compras primero. Así que tendré que salir de aquí a las siete. Lamento aparecer tan tarde.

Dongwoo agitó la mano. ─Está bien. Me salvaste de ver la nueva Sabrina con tu hermana.

─Le da miedo ─susurró Seulgi.

Era agradable estar aquí escuchando sus discusiones usuales y oyendo los ronquidos familiares de Weezer a los pies de Dongwoo. El viejo reloj cucú de mis padres estaba colgado en la pared junto a la mesa del desayuno, marcando uno por uno los segundos con ruidosos y desagradables sonidos. Seulgi había rogado por esa cosa a mis padres cuando hicieron renovaciones hace algunos años.

Clamaba que era una reliquia crítica de sus recuerdos de infancia ya que el pajarillo siempre salía para decirnos cuando teníamos que correr hacia el autobús escolar en las mañanas. Aunque siempre había sido un sonido molesto, esta noche era una presencia familiar la cual apreciaba. Esto era exactamente lo que yo necesitaba.

Repentinamente, me sentía exhausto. ─Creo que me iré a la cama si no les importa. Gracias por dejar que me quedara.

Seulgi se acercó para darme otro abrazo. ─Estoy aliviada que vinieras. Esto es exactamente lo que esperaba cuando te mudaste cerca. Amo que ahora estoy solo a una hora de ti.

─Bueno, sabes que ustedes dos pueden usar mi apartamento cuando quieran una noche en la ciudad. Es por eso que tengo una de las dos habitaciones en primer lugar.

Después de darles las buenas noches a ambos, tomé camino a la habitación de invitados. Era agradable y genial desde el aire central a las limpias sábanas blancas en la cama que me recordaban a una habitación de hotel. Algunas de las fotos en la pared, eran tomas de Dongwoo y Seulgi en un viaje de camping que hicieron a la Península Superior de Michigan algunos años de atrás. Ellos me habían invitado, pero había estado demasiado ocupado con el trabajo. Mientras que me preparaba para meterme a la cama, pensé si ellos querrían o no tomar otro viaje como ese antes del nacimiento del bebé. Esta vez, haría de mi prioridad el ir con ellos. Podría incluso ayudarlos con las cosas pesadas así Seulgi no tendría que hacer ningún trabajo.

En lugar de deslizarme dentro de la cama, caminé de regreso a la cocina para comentarles mi idea. Después de todo, si había algo que podía necesitar en estos momentos, era unas vacaciones sobre las cual tener expectativas. Quizás, planificarlas en sí mismo me distraería durante un tiempo.

Demonios, había cambiado de trabajo por una razón. Y esa era conseguir una vida. Eso no significaba que tenía que tener un novio. Quería decir, que, yo necesitaba que hubiese más en mi vida que solo mi trabajo. Comenzaría por planear este viaje. Entonces tomaría la oferta de Ji Woong para ir a la obra. Y cuando regresara a la ciudad la semana siguiente, llamaría a Rose para agendar una sesión de jogging en el parque.

Estaba bien. Y ahora, tenía un plan.

** The Play That Goes Wrong: Es una obra de 2012 de Henry Lewis, Jonathan Sayer y Henry Shields de Mischief Theatre Company. Ganó el premio a la mejor comedia nueva en los premios Laurence Olivier de 2015.