Capítulo 23
JungKook POV
Una vez leí un libro de una chica adolescente que había perdido a su padre en un trágico accidente de tránsito bajo influencia del alcohol. El autor había descrito el dolor de la chica como caminar a través del océano en contra de una fuerte marea y arena suelta. No podía imaginar lo que sería perder a un padre, pero me constaba que la muerte del abuelo Kim me destrozó en una forma que no había esperado.
Mis abuelos habían muerto hacía mucho tiempo sin que yo los hubiese conocido muy bien. La muerte del abuelo Kim era la primera experiencia que tenía en cuanto a la pérdida de un ser amado, y el trastorno emocional que causaba se sentía considerablemente más confuso por el sentimiento de que yo no era familia del todo.
Hyungsuk siempre me había tratado como parte de la familia, pero ni Namjoon ni Woo lo habían hecho. Taehyung y su tía abuela, Su Hyun, me habían considerado familia, pero ninguno de sus otros tíos, tías y primos lo hacían. La familia Kim tenía tanto dinero que yo siempre me había sentido como esa pobre semi-relación de la que las personas no hablaban mucho. Y eso estaba bien. Pero hacía que la semana después de la muerte de Hyungsuk fuera mucho más extraña.
Por otra parte, Taehyung se adhería a mi como una segunda piel.
En el momento en que llegué al hospital con Su Hyun a cuestas, Taehyung me había agarrado y abrazado con fuerza, llorando en mi cuello como si alguno de nosotros dos hubiese sido liberado por secuestradores terroristas.
─¿Falleció? ─le pregunté, asumiendo que su colapso se debía a la muerte de Hyungsuk.
─Todavía no. Quiere ver a Su Hyun. Y a ti ─Taehyung se alejó y se secó los ojos con el dorso de la mano ─. Lo lamento, JungKook. Yo solo... creo que antes no me lo tomé seriamente. Él siempre ha sido más grande que la vida, ¿sabes? No pensé qué... y tú intentaste decírmelo.
Tiré de él para otro abrazo. ─Lo sé. Es difícil imaginar perder a alguien importante.
Después de que Su Hyun tomara su turno para decir adiós, me colé al interior de la habitación de Hyungsuk. Namjoon había estado de pie en una esquina hablando suavemente por teléfono, y la madre de Taehyung parada junto a la ventana observando el sol de primavera. En ese momento, me había sorprendido lo extraño que era enfrentar la muerte de alguien amado mientras que el sol seguía brillando y el mundo continuaba girando. Siempre me había imaginado que debía de ser un día lúgubre, oscuro y lluvioso cuando la muerte viniese a llevarse a alguien, pero claro que debería haberlo sabido. Yo había trabajado por el tiempo suficiente en Wilton para ver a muchos queridos pacientes morir en días tan buenos como este. Y, demonios... quizás era algo bueno. Quizás el sol era un símbolo de optimismo o algo así, recordándonos al resto de nosotros que debíamos animarnos y disfrutar de la vida mientras la tuviéramos.
Hyungsuk tenía un aspecto horrible. La piel la tenía manchada y su respiración ya se estaba ralentizando. Sabía que después de la noticia del diagnóstico de su enfermedad del corazón, él había decidido que no lo resucitaran en caso de que tuviera otro infarto o un derrame. Después de ver a su esposa pasar por varios derrames antes de morir, estaba asustado de hacer que su familia viviera la misma situación. Yo entendía y respetaba su decisión, pero todavía dolía como el infierno verlo morir cuando yo sabía que los doctores podían mantenerlo vivo por más tiempo.
Pero también sabía por experiencia que esa no siempre era la decisión acertada, y recuperarse de un derrame masivo a su edad con un factor de complicación médica sería exhaustivo y abrumador.
─Hola ─susurré, tomando su mano helada en la mía. Sus dedos se habían doblado un poco cuando le tomé la mano ─. Siento tanto no haber estado contigo cuando pasó. Espero que te hayan cuidado bien ─Sequé las lágrimas de mi rostro y tomé una respiración profunda ─. Gracias por criar a Namjoon para que él tuviera a Taehyung y que yo pudiera conocer a tu familia. Gracias por todo lo que has hecho por mí. Te quiero.
Su mano se había movido de nuevo en la mía y yo le di un pequeño apretón un poco más firme. Él probablemente había sido profundamente sedado por comodidad, y no había forma de saber cómo habría sido su habilidad de comprensión si hubiese estado consciente. Aun así, yo quise que él supiera lo mucho que significaba para mí.
Cuando finalmente le besé la mejilla y abandoné la habitación, encontré de nuevo a Taehyung y caí en sus brazos. Pasamos el resto del día recostados el uno contra el otro en un sofá dentro de la sala de espera familiar. Taehyung había hecho más visitas a la habitación de Hyungsuk hasta que él finalmente falleció.
Dejar a Hyungsuk en el hospital fue más duro de lo que había anticipado. Pensé que quizás era algo bueno que tuviera esta experiencia y así pudiera empatizar mucho más con las familias de mis propios pacientes. Lidiar con esto había sido mucho peor de lo que esperaba.
Después de una sombría cena con los padres de Taehyung, fuimos al apartamento de Taehyung cerca de la Union Station, en lo que asumí que pasaría la noche en el sofá como siempre lo hacía cada vez que me quedaba. Pero Taehyung me tomó de la mano y me guió al interior de su dormitorio, arrastrándome en un nuevo abrazo y frotando sus manos de arriba abajo por mi espalda. Cuando se alejó de nuevo, presionó un largo beso sobre mi mejilla. ─Quédate conmigo esta noche, ¿por favor?
Asentí con sorpresa y me desnudé hasta quedar en mi camiseta y mis boxers antes de trepar sobre la lujosa cama tamaño queen con sus costosas sábanas y esponjosas almohadas. Allí estaba en una de mis eternas fantasías sobre meterme en la cama de Kim Taehyung, y, aun así, estaba tan cansado que me quedé dormido inmediatamente después que él se acomodó a mi lado.
Pero esa mañana, me desperté sobresaltado cuando comencé a acurrucarme contra un cuerpo sólido y una polla dura contra mí, antes de darme cuenta que este no era Park JiMin.
Me tapé la boca con una mano para contener un grito al mismo tiempo que mi cerebro me proporcionaba una explicación al recordarme que había compartido la cama con Taehyung durante la noche anterior.
Los brazos de Taehyung se apretaron a mi alrededor y me jalaron más cerca de él. ─ Mm, te sientes tan bien ─murmuró, empujando una pierna entre las mías. Sentí el roce de su erección contra mi trasero y me hizo saltar fuera de la cama para una visita de "emergencia" al baño.
Mierda. Mierda. Mierda.
¿Qué acababa de pasar? Y ¿Cómo me hizo sentir?
Usé el sanitario y me lavé las manos antes de rebuscar en su gabinete un cepillo de dientes de repuesto. Mientras me cepillaba los dientes, me sermoneé a mí mismo.
Así no es como pasarán las cosas. No tomarás ventaja de una persona que está atravesando un duelo.
Mi corazón latía. Nada de esto se sentía bien, y era suficiente recordatorio para pisar el freno. Además, él prácticamente seguía dormido. No significaba nada para él, ¿no era así? No.
Terminé y tomé el camino de regreso a la recamara lo más tranquilamente posible, esperando un encuentro incómodo en el que sería forzado a rechazar sus avances y explicarle que en ese momento él estaba bajo una tremenda carga emocional y de estrés.
Lo encontré roncando.
Solté un suspiro y me abrí camino hacia la cocina para hacer algo de café. Cuando finalmente salió de la cama, no había reconocimiento alguno de su abrazo o de los frotes de su pene. Bien. Perfecto. Eso era perfecto.
Pero, después de un largo día de tratar con la familia y los detalles del funeral, Taehyung me pidió que me quedara de nuevo. Y los frotes y abrazos pasaron otra vez.
Y nuevamente la noche que le siguió.
Estaría confundido por los mensajes contradictorios, excepto que no eran contradictorios. Durante el día, Taehyung era igual de afectuoso a como lo era en la cama. Tomaba mi mano cuando cruzábamos la calle o cuando tenía que tomar una decisión importante, cuando se sentía abrumado recostaba la cabeza sobre mi hombro, e incluso me besó la mejilla en varias ocasiones. En uno de esos momentos, podría jurar que estaba apuntando a mis labios, pero su teléfono vibró en último minutos, causando que yo girara la cabeza antes de darme cuenta de lo que Taehyung pretendía hacer.
Era como si... repentinamente ambos fuéramos más que amigos, pero yo no sabía qué diablos éramos.
Mientras tanto, JiMin seguía chequeándome para asegurarse de que yo estaba bien. Me preguntó si me había acordado de comer y si estaba durmiendo lo suficiente. Cuando me envió un mensaje el jueves para preguntarme si quería que él arreglara una entrega a domicilio para que me llevaran la cena de esa noche, exploté en lágrimas.
Estaba en Wilton Manor revisando a Su Hyun cuando recibí su mensaje. Acababa de terminar de ayudarle a guardar su collar en un pequeño joyero cuando sus palabras me golpearon con mucha fuerza.
─Se lo daré a Taehyung para que se lo regale algún día a su esposa.
Recordé todas las veces en que la madre de Taehyung había hablado sobre la "futura esposa de Taehyung" y como esa frase siempre había sido como un puñal en el corazón. Esta vez era demasiado.
─¿Qué demonios? ─dijo mi amiga Sujin sin aliento, saliendo de detrás de la estación de enfermeras para jalarme por el pasillo hacia la habitación de descansos ─. Pobrecito. Tienes que estar completamente agotado. Siéntate.
Ella siempre había sido la "mamá" en los turnos en que había trabajado aquí, así que la dejé que se preocupara por mí. Se sentía bien ser finalmente quién recibía consuelo en lugar de darlo.
─Hay un chico... ─dije estúpidamente. Mi voz estaba quebrada y patética.
Ella chistó. ─Mmm. Siempre los hay.
─Y... ─Sollocé y tomé el pañuelo que me tendía ─... Y es la persona más amable en el mundo entero.
Ella se sentó en la mesa de descanso al frente de mí y tomó una de mis manos entre las de ella. ─Esa no es la dirección que pensé que esto tomaría.
Mis palabras se rompían con sollozos y quejidos mientras intentaba explicar mi problema. ─A él... él... él... le importo, Sujin. Ha... estado cuidando de mí como si... ni siquiera puedo decirte. Me pregunta si he comido, si he dormido. Incluso me preguntó si necesitaba mandar mi traje para el funeral a la tintorería. Este hombre... ─Cuando ella me soltó para buscar la caja de pañuelos en el mostrador tras ella, crucé los brazos sobre la mesa y enterré el rostro entre ellos. Las lágrimas cobraron más fuerza cuando reproduje nuevamente el texto de JiMin en mi cabeza.
Ella me frotó la espalda y me hizo acallar en esa manera tan maravillosa y cuidadosa que solo las mejores enfermeras tenían, pero la empatía solo me hizo sentir más emocional.
─Lo siento, Noona. Solo estoy cansado, ¿sabes? Ha sido una semana larga.
Usé más de los pañuelos para secarme la cara e intenté concentrarme en calmar mi respiración. Ella se sentó a mi lado y continuó frotándome la espalda mientras apoyaba su cabeza en la otra mano con el codo sobre la mesa.
─Dime. ¿Desde cuándo Taehyung es el tipo de hombre que cuida así de ti?
Ella no lo decía de una manera maliciosa, realmente, más como... sorprendida y confundida.
─No es Taehyung. ─admití en un susurro, como si el destino pudiera oírme y joderla aún más de lo que ya lo había hecho. No es como si fuera la culpa de otra persona más que la mía. Ahora que Taehyung por fin se estaba enderezando, mi corazón voluble estaba teniendo dudas.
No estaba seguro de qué reacción esperaba de Sujin, pero definitivamente no era una risotada. Ella se cacareaba como una mujer loca.
─Oh, cariño ─Ella rió un poco más, aunque intentaba ocultarlo detrás de su mano ─. Lo siento. Es solo que... has pasado años enamorado de ese chico. Estoy feliz de que encontraras a alguien más.
La miré fijamente. ─¿De verdad? ¿Estás bromeando?
─¿Qué? No actúes como si nadie aquí supiera de la erección que cargabas por el nieto de Su Hyun. Ese chico era como un maldito chocolate de lujo entrando por la puerta justo cuando te estabas muriendo por algo dulce.
─Es su sobrino ─le corregí por debajo del aliento. Como si importara ─. Además, ni siquiera me gusta el chocolate.
─Mentiroso. Todo el condenado tiempo cuando tenías turno doble en las noches del fin de semana, metías aquí a escondidas una caja gigante de Leche de plátano. Lo sé porque solía robarme uno o doce cuando lo hacías.
Solté un suspiro. ─Me gustaba el caramelo.
─Sí, bueno, ¿a quién no? El punto es, que es algo bueno que te hayas mudado a llanuras más verdes. Ese chico Kim no era lo suficientemente bueno para ti.
Pensé en el hombre que me había abrazado en su cama cada noche de esta semana, el chico que fue de primeras al hospital cuando me torcí el tobillo por resbalarme en el hielo del estacionamiento de la secundaria. El amigo que gritó con emoción cuando le conté que había entrado en la escuela de enfermería, y la persona que me compró mi primera bebida oficial cuando cumplí los veintiuno. Taehyung había estado allí en tantos momentos importantes en mi vida que su amor por mí en el pasado era difícil de apartar de su amor en el futuro.
─Eso no es cierto. Él ha estado a mi lado por veinte años. Fue él quien me animó a mudarme a la ciudad para terminar mi carrera universitaria. Me ayudó a conseguir el trabajo en Wilton. Taehyung fue quién me sostuvo mientras escuchaba los gritos de mi hermana durante el parto ─defenderlo solo me hacía sentir más cansado. Sentía que podía arrastrarme al amplio regazo de Sujin y quedarme dormido sobre su limpio uniforme mientras que sus uñas me rascaban la espalda.
─En todas esas situaciones, ¿Podrías cambiar a Taehyung por tu hermana y todavía tendría sentido? ─Alcé una ceja y ella puso los ojos en blanco ─. Excepto en la del parto. No te hagas el listo.
─¿Cuál es tu punto?
─Mi punto es, que hay una diferencia entre alguien que te ha amado por toda tu vida como una familia o amigo y alguien que quiere ser tu amado, alguien que tú quieras que... ¿sabes qué? Me acabo de dar cuenta de que estoy teniendo la misma conversación que siempre he tenido con mis novias desde séptimo grado.
Estaba teniendo problemas siguiéndole el hilo. ─¿A qué te refieres?
Ella me tomó nuevamente de la mano. ─Cariño, hay una diferencia entre amar a alguien y estar enamorado de alguien. Así que, tendrás que pensar en cuál de esos tienes con Taehyung y cual tienes con el chico nuevo.
─El chico nuevo no quiere una relación seria. ¿Qué pasa si Taehyung es el que realmente quiere estar conmigo ahora?
─Más vale pájaro en mano que cientos volando ─dijo Sujin seriamente.
No había esperado que se pusiera del lado de Taehyung. ─Exactamente.
Ella sonrió con simpatía. ─A menos que el que está en tu mano sea un pollo cojo y los que están volando sean los pavos reales más hermosos y multicolores con los que hayas soñado en toda tu vida.
Intenté reírme. ─Siento que hay alguna broma gay oculta en algún lugar, pero estoy demasiado cansado para captarlo.
Sujin sostuvo mis manos entre las de ella y las palmeó. Su piel era suave, cálida y confortable. ─Independiente de cuál de los pájaros es mejor, claramente esta no es la semana para tomar esa decisión. Prescribo bastante descanso en cama. Quizás deberías tomarte un descanso de intentar estar allí para tu amigo, y en su lugar tomarte algo de tiempo para ti.
Ella tenía razón. Estaba tan emocional por tener que adivinar qué es lo que estaba pasando con Taehyung en adición de chequear a Su Hyun e ir a la oficina con interferencias mientras que Namjoon y Taehyung estaban por fuera, que escasamente sabía que camino estaba siguiente. Cuando finalmente di abrazos de despedida a todos en Wilton e hice el camino hacia la estación, envié un mensaje de texto a Taehyung.
JungKook: Voy de camino a mi departamento a pasar la noche.
No obtuve una respuesta, pero me imaginé que él estaba ocupado con toda la familia que se estaba reuniendo en la ciudad. Puede que se fuera a la mansión familiar en Barrington ya que allí se llevaría a cabo el funeral el sábado. Su madre ya estaba inundada de invitados y le había estado rogando que fuera y ayudara a entretener a todos.
Me di cuenta que nunca le respondí a JiMin después de que se ofreciera a ordenarme la cena más temprano ese día. Había tantas cosas que quería decirle, pero yo al menos necesitaba comenzar con algo de gratitud por lo considerado que había sido durante la semana. Quizás después de comer y descansar, tendría mejores palabras.
JungKook: Gracias por tus mensajes. Estoy demasiado cansado para decir algo más que gracias. Por todo.
De camino a casa, me tomé mi tiempo vagué alrededor del vecindario tomándome un café helado y comprando comestibles para la cena y un par de cajas con tarjetas de agradecimientos para ayudar a la madre de Taehyung a agradecer a todos por las flores y comida que seguramente estaban recibiendo. Mientras estaba en la papelería, vi un set de sujetapapeles con forma de aeroplanos. Quizás fuera tonto de mi parte, pero seguí adelante y los compré con la esperanza de ver a JiMin de nuevo muy pronto y poder dárselos como un pequeño agradecimiento por pensar tanto en mi durante esta semana.
Para el momento en que regresé a mi apartamento, ya estaba de camino a sentirme más relajado. Sujin tenía razón. Necesitaba algo de tiempo a solas para tomarme un respiro y centrarme de nuevo. Apenas era jueves, pero había sido una semana larga. Hyungsuk había muerto el sábado por la noche, y todos los días desde ese entonces se sentían como si duraran cincuenta horas en lugar de veinticuatro. Pero alejarme de Taehyung y de Su Hyun y de todos los arreglos para el funeral, había sido el impulso que necesitaba.
Respiraba con más facilidad y podía ver la luz al final del túnel. Estaba triste por haber perdido a Hyungsuk, pero también sabía que la vida seguía y que a él le hubiese gustado que fuéramos felices. Mientras entraba en el edificio y caminaba por las escaleras, pensé sobre lo diferente que sería mi trabajo ahora que no tendría a Hyungsuk para cuidarlo. Regresaría a la parte de consultoría a tiempo completo. Trabajo de oficina y llamadas telefónicas. Tiempo en la computadora analizando planes de proyectos y arreglando sugerencias para protocolos de buenas prácticas. La realización me deprimió lo cual no fue una sorpresa.
Lo que sí era una sorpresa era la nueva perspectiva que tenía. La vida era demasiado corta para quedarme en un trabajo que me entristecía. Mientras estuve en Wilton, asomé la cabeza y visité a al menos diez de mis pacientes favoritos.
Jugué a las damas con la Sra. Varma y ayudé a arreglar el trabajo fallido de pintura de uñas de la Sra. Chisolm. Oí todo sobre la nueva nieta del Sr. Kramer y me puse al día con las novedades de la telenovela de la Sra. Gresham. Estar allí de regreso me dejó energizado y me hizo sentir más como yo mismo de lo que me había sentido en mucho tiempo. Quizás, eso era parte de lo que había contribuido a mi arrebato con la pobre Sujin.
Sabía que no podría dejar consultorías Kim en algún tiempo -No le haría algo así a Namjoon y a Taehyung justo en este momento-, pero también sabía que no podía quedarme allí para siempre. Sin importar lo que pasara entre Taehyung y yo, necesitaba trabajar directamente con pacientes. Ahora lo sabía, y saberlo con tanta confianza calmaba algo dentro de mí.
Cuando entré en mi apartamento, estaba en shock al ver a Taehyung en mi cama. Estaba recostado contra la cabecera, revisando su teléfono.
─¿Qué estás haciendo aquí? ─le pregunté.
─Dijiste que nos quedaríamos aquí esta noche, así que vine directamente desde la oficina. Compré tu kimchi favorito. Está en el microondas para que los gatos dejaran de jugar con él ─Regresó a revisar su teléfono como si fuera muy normal que él estuviera aquí. A pesar de darle una copia de la llave cuando me mudé, podía contar con una sola mano el número de veces que Taehyung había visitado mi piso. No era como si no le gustara, simplemente que mi apartamento estaba fuera del centro de la ciudad y el de él quedaba en el medio de todo. Su piso siempre había sido más conveniente.
Dejé mis cosas en el suelo y revisé mi teléfono para releer el mensaje que le había enviado.
JungKook: Voy de camino a mi departamento a pasar la noche.
¿Por qué estaba molesto?
Abrí la boca para decir algo sobre que yo tenía la intención de pasar la noche a solas, pero por supuesto no pude hacer salir las palabras. Eso sería descortés.
Sócrates me maulló desde la puerta, demandando atención.
─El negro me ha estado molestando de esa forma desde que llegué. Creo que tiene hambre ─dijo Taehyung sin apartar la vista del teléfono.
Alimenté a los gatos primero y luego guardé las compras. Finalmente, saqué la comida hindú del microondas y me serví un plato. ─¿Quieres que te prepare un plato? Hay bastante para compartir.
Él agitó la mano. ─No, ya me comí el mío. Estaba hambriento.
Me senté en mi pequeña mesa y comencé a comer, alcanzando a los gatos para darles pequeñas caricias mientras se frotaban contra mis piernas.
Taehyung arrojó su teléfono y tomó el control remoto de la televisión. ─¿Quieres ver el partido de los Cubs?
Terminé el último bocado de mi cena antes de ponerme de pie y limpiar mi plato en el lavaplatos. ─Claro. Iré a tomar una ducha primero.
Era bastante normal... Doméstico. Pero no en la forma que siempre lo había imaginado. Algo faltaba. Pensé en la noche en la que JiMin se había quedado, la noche anterior al derrame cerebral de Hyungsuk. La mañana que le siguió... cuando él me hizo café y alimentó a los gatos.
Me desnudé y di un paso dentro de la ducha. Recuerdos de esa noche y de la mañana se arrastraron sobre mi junto con el agua caliente. También pensé en la ducha que habíamos tomado juntos en Goose Bay, donde la visión de sus grandes manos enjabonando mi cuerpo me pusieron duro como el acero.
No era una sorpresa que solo el pensamiento de las manos de JiMin sobre mí, me endurecieran de nuevo. Envolví mi mano con jabón sobre mi erección bajo el pretexto de lavarme. No había forma que me masturbara con Taehyung justo del otro lado de la puerta, especialmente si el hombre con el que estaba fantaseando era de un encuentro casual y no el mismo Taehyung.
Pero, joder, era tan bueno tocarme a mí mismo y recordar la forma en que me sentía entre los brazos de JiMin. La manera en que me empujaba de cara contra la pared de la ducha mientras que él se acuclillaba para lamer mi agujero. Solté un pequeño grito de sorpresa, pero entonces los sonidos cambiaron rápidamente a gemidos y suplicas por más.
Cerré los ojos mientras recordaba.
De repente, hubo una corriente de aire en la ducha. Abrí los ojos para encontrarme con un Taehyung completamente desnudo quién abría la puerta de la ducha con clara intención de unírseme. Antes de darme cuenta de lo que hacía, solté un alarido y salté fuera de mi piel, agarrándome del grifo para evitar resbalarme y caerme. Accidentalmente, apagué el agua caliente lo que me dejó bajo una ducha de puro hielo del infierno.
─¡Qué diablos! ¿Qué estás haciendo aquí? ─grité, arrojando una mano frente a mi polla que se desinflaba rápidamente, al tiempo que intentaba girar la llave de regreso al agua caliente.
─Jesús, JungKook. Me iba a unir a ti en la ducha.
¿Pero de qué mierda estaba hablando? ─¿Desde cuándo?
─Desde que eres mi novio. Desde que he estado intentando hacer una jugada contigo durante toda la semana.
La palabra con "N" captó mi atención. No estaba seguro que fuera posible estar más sorprendido y aterrado que en ese momento. ─Fuera ─dije a través de mis dientes temblorosos ─. No puedo lidiar con esto ahora mismo. Por favor, sal de aquí y cierra la puerta.
Él parecía lastimado, pero hizo lo que le pedí sin quejarse. Una vez estaba solo de nuevo en el baño y finalmente pude poner el agua a una temperatura decente, miré fijamente hacia la puerta cerrada que me separaba de Taehyung.
¿Qué diablos había sucedido?
¿Y cómo mierdas me sentía al respecto?
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