Capítulo 22
JiMin POV
Cuando JungKook recibió la noticia del derrame cerebral del Sr. Kim, fue como si un set de contraventanas de acero hubiese caído entre nosotros. Al principio, él había estado en shock que rápidamente evolucionó a culpa.
─Tenía que haber estado allí ─decía una y otra vez mientras que batallaba para vestirse. Taehyung le había pedido que recogiera a la hermana del Sr. Kim, Su Hyun, de la casa de retiro donde vivía y que la llevara al hospital para despedirse.
─Has estado allí ─le recordé ─. Has estado con él prácticamente todo el día desde que regresaste de Canadá.
─No debí haber ido al juego. ¡No debí haber sido tan jodidamente egoísta! ¿Qué pasa si yo...?
─Detente ─le dije, alcanzándolo y jalándolo al interior de un abrazo. Yo intentaba recordarle que los derrames no eran algo que pudieran prevenirse, pero él se arrancó de mi agarre y apartó mis manos.
Apenas y me dio un vistazo antes de dejarme de pie en la acera frente a su edificio. Lo observé alejarse, sabiendo en mi cabeza que él simplemente estaba molesto y distraído por las terribles noticias. Pero eso no impidió que mi corazón se hundiera.
Cuando conseguí abrirme camino hacia la estación de tren para llegar a casa, mi teléfono vibró con un texto.
JungKook: Por favor, excúsame con tu familia sobre lo de esta noche. Lo lamento.
JiMin: Ellos lo entenderán. ¿Quieres que me encuentre contigo en el hospital?
No obtuve respuesta. Más tarde esa noche, le envié un texto para saber cómo iba, y de nuevo, no me respondió.
Finalmente, a la una de la mañana, cuando apenas estaba terminando de lavar los trastes en la casa de mi hermana, el mensaje que había entrado solo decía: Se ha ido.
En este punto, finalmente tenía que aceptar el hecho de que yo no era su persona en esta situación. Intenté estar allí para él, pero él no me había necesitado. Dolía mucho más de lo que debería. No tanto el rechazo como el conocimiento de que él estaba allá, con la familia Kim, sufriendo tanto y presumiblemente sin tener el confort y cuidado que yo sabía que necesitaba.
─Has estado mirando la pantalla de tu teléfono por cinco minutos ─dijo Seulgi, suavemente, recostada sobre la puerta de su pequeña y pintoresca cocina─. ¿Qué sucede?─. Miré hacia ella, y lo que sea que ella vio en mi rostro hizo que su expresión decayera. ─Oh, mierda, JiMin. Fuiste y te enamoraste de él, ¿no es así?
Mi pecho se apretó incómodamente. ─¿Qué? No, Dios no. Por supuesto que no. Lo he conocido apenas lo suficiente para... ─Tomé una respiración profunda y me froté el pecho ─. Es solo que... el Sr. Kim murió, y JungKook... él se hace responsable por las personas que le importan, especialmente los que han sido sus pacientes. Él tuvo a esta paciente en la casa de retiro donde trabajaba. Su nombre era Choi Yuna, pero todos la llaman Srta. Y, y cuando trabajaba en ese lugar, solía llevarle a la Srta. Y, un ticket de lotería todos los miércoles porque su esposo solía hacer eso por ella, y JungKook pensaba que era la cosa más dulce de la tierra. Es un romántico como no te imaginas. De cualquier forma, cambió de trabajo meses atrás, pero aun así, todos los miércoles toma sus almuerzos más temprano para llevarle el ticket a la Srta. Y, antes de que ella almuerce y tome la siesta.
Seulgi se llevó las manos sobre el corazón. ─Qué hombre más dulce.
Asentí. ─El más dulce. La mujer que trabajaba en la recepción del hotel de Goosey Bay tenía un yeso en el brazo así que tenía problemas para escribir. JungKook me pidió que lo llevara a una tienda de un dólar, así podía encontrarle una bola de espuma y un bolígrafo barato. Clavó el bolígrafo a través de la bola de espuma, se lo dio a ella, y le enseñó a escribir usándolo mientras tuviera el brazo enyesado.
Seulgi me lanzó una tierna y sabia sonrisa. ─Estás enamorado de él.
─¡No lo estoy! ─exploté ─. Solo que es un hombre demasiado bueno. Y la persona a la que ama es un imbécil.
Mi mandíbula se apretó como siempre lo hacía cuando pensaba en Kim Taehyung. Quizás, debería ser un poco más amable, considerando que el pobre hombre acababa de perder a su abuelo, pero no podía obligarme a ser tan racional.
Seulgi no lucía sorprendida por mi revelación. ─Sabía que había alguna trampa. Cuéntame.
Negué con la cabeza, furioso de haber aterrizado en la misma clase de situación que había jurado evitar, simplemente porque había respondido a ese jodido anuncio para una aventura. Si no hubiese tenido un viaje tan loco ese día, quizás no me habría sentido tan tentado ante la idea de sexo silencioso.
Mentiroso.
Sabía que la verdad era mucho más complicada que eso. Algo sobre su necesidad de ser tratado como algo especial, me había llamado. No había sido capaz de negarme al deseo de jugar a la pareja feliz por una noche, de hacer el amor a un hombre como si me perteneciera y sostenerlo entre mis brazos toda la noche sin sentir la pesada carga de sus expectativas sobre mí.
Pero ahora, aquí estábamos, un claro recordatorio de que el peso de las expectativas tenía otra cara, y esa era la dicha de ser capaz de proveer con consuelo y cuidado a alguien que lo necesitaba.
─Está enamorado de su mejor amigo ─admití ─. Me está usando para ponerlo celoso ─El rostro de Seulgi se tornó rojo, pero antes de que pudiera soltar cualquier cosa, me le adelanté ─. Espera, no así. Fue un plan que ambos hicimos. En realidad, creo que fue mi idea. Y probablemente yo, subconsciente o no-tan-subconsciente, lo puse sobre la mesa como una excusa para pasar más tiempo con él.
Su rostro enojado se disolvió de nuevo en una expresión de lástima. Y yo no estaba del todo seguro sobre cuál era peor.
─¿Al menos irás al funeral?
Me encogí de hombros. ─El hombre acaba de morir. No tengo idea cuales son los planes para el funeral, y cómo las cosas están yendo ahora mismo... JungKook no está diciéndome mucho, precisamente. Estoy seguro que está de duelo y también intentando estar allí para Taehyung y su familia. Además, tengo una semana desquiciada. Uno de mis clientes es un conferencista motivacional, y ya me tiene agendado para tres viajes.
Seulgi caminó hacia donde yo estaba de pie con el trasero apoyado contra la encimera junto al lavaplatos. Ella deslizó sus brazos a mi alrededor y me abrazó con fuerza. Su cabello rubio tinturado estaba enrollado en un bollo desarreglado en lo alto de su cabeza, y yo podía oler la esencia familiar de su crema de manos con olor a miel que siempre guardaba en el bolsillo de su bolso. No estaba lo suficiente avanzada en el embarazo para tener una barriga pronunciada, pero, aun así, fui cuidadoso en caso de que ella no se sintiera bien en un 100%.
─Tú también eres un buen hombre, JiMin. Y JungKook sería un suertudo al tenerte.
La abracé de vuelta, pero no tenía la confianza en mí mismo para hablar.
─Incluso si todo lo que puedes hacer por él es ser un amigo, sé el mejor condenado amigo que otro hombre podría tener ─Ella se alejó y se puso de puntillas para besar mi mejilla ─. Ahora, vete a la cama. Es tarde.
Afortunadamente, dormí bastante porque cuando me levanté la mañana siguiente, las llamadas del trabajo comenzaron a llegar. No solo tenía vuelos agendados para Ji Woong, sino que también tenía peticiones para ayudar a cubrir algunos de los vuelos de Consultorías Kim para recoger amigos y familiares alrededor del mundo y traerlos a Chicago para el entierro al final de la semana.
A pesar de los incontables mensajes que había mandado dejando a JungKook saber que pensaba en él, continué sin recibir ninguna respuesta por su parte durante los días siguientes. Cuando finalmente escuché algo de él el jueves por la noche, fue algo corto y dulce.
JungKook: Gracias por tus mensajes. Estoy demasiado cansado para decir algo más que gracias. Por todo.
En ese momento me encontraba en Miami, haciendo chequeos previos al vuelo de regreso a Chicago. Miré fijamente la pantalla, inseguro sobre cómo responder.
─¿Malas noticias? ─preguntó Ji Woong desde su silla al frente de la cabina de pasajeros.
Lo miré de reojo. ─¿Recuerdas ese amigo del que te hablé el cual había perdido a su abuelo sustituto?
Ji Woong asintió.
─Finalmente me respondió. Sonaba como que estaba exhausto y abrumado ─Deslicé el teléfono de regreso a mi bolsillo sin responder. Iba a pensar muy bien sobre lo que quería decirle cuando estuviéramos en el aire, en una esperanza de evitar parecer algún acosador obsesivo que respondía inmediatamente. Yo ya me sentía como si lo estuviera sofocando con que lo mensajeaba muchas más veces de lo que él me respondía.
─Pobre chico ─dijo Ji Woong ─. Cuando perdimos a nuestra abuela el año pasado, fue horrible. Incluso cuando esperas que pase, es duro.
Hice un sonido de acuerdo y regresé a verificar que todo estuviera cerrado y guardado correctamente y que Ji Woong estuviera asegurado. Algunas veces a él le gustaba sentarse en el asiento de copiloto durante los vuelos, pero el día de hoy dijo que tenía trabajo que hacer en su laptop. Era lo mejor, probablemente.
Disfrutaba hablar con él durante los viajes cuando se sentaba al frente conmigo, pero el último par de veces sentía que estaba coqueteando conmigo.
Normalmente, le hubiese correspondido, pero estaba tan retorcido por dentro en cuanto a JungKook, que no me quedaba mucha energía para eso.
─¿Irás al funeral? ─preguntó Ji Woong, sonando como mi hermana.
─Es el sábado ─dije. Hoy era jueves. Tenía agendado el volar a Ji Woong a San Diego el sábado por la mañana para una conferencia en la que pronunciaría el discurso de apertura de esa noche.
─Mierda, JiMin. Puedo solicitar a otro piloto. Tomate ese día y ve con tu amigo.
─Honestamente, no estoy seguro que él me quiera allí ─admití, hablando sobre mi hombro mientras me subía en el asiento del piloto ─. Es complicado.
─Ahh. Es uno de esos. Ya veo ─Estuvo callado por unos momentos mientras que yo continuaba preparándonos para el despegue. Después de otro par de minutos, él preguntó ─. ¿Ustedes dos están saliendo?
─No ─dije con firmeza ─. Definitivamente no. Él ya está en una relación─Lo cual era verdad, técnicamente hablando, aunque era la clase de relación que estaba flotando en el aire. Después de la demostración de Taehyung en el partido de béisbol, no tenía dudas sobre sus verdaderos sentimientos por JungKook. Sus celos y furia eran prueba suficiente de ello.
─¿Y qué hay de ti? ¿Estás saliendo con alguien?
Me giré para ver si era un coqueJungKook habitual, pero la expresión de Ji Woong era seria.
─No ─dije ─. Si me hubieras preguntado hace seis meses, te habría dicho que no estaba interesado en establecerme. Ahora... Ahora, no estoy seguro. Pero es difícil con este trabajo, ¿sabes?
Él sonrió y asintió con comprensión. ─Créeme, sé exactamente a qué te refieres. ─dijo con una risita antes de regresar a lo que sea que estaba haciendo en su teléfono.
Ji Woong era un hombre atractivo. Su sonrisa tenía hoyuelos y, brillantes y cálidos ojos marrones. Para pasar la vida en una silla de ruedas, tenía grandes y fuertes hombros y brazos musculosos, así como pectorales llenos. Era muy respetado entre sus compañeros y habíamos compartido varias comidas juntos durante los viajes. Me pregunté cuál sería la historia de su vida amorosa, si el desafío de su físico jugaba un rol en cuanto a su soltería o si era algo más por elección o circunstancias laborales. En algún punto, él había mencionado disfrutar de la libertad de viajar sin tener que responder ante una pareja, pero yo sabía por experiencia personal que podía haber un momento en que ese balance se inclinara hacia la otra dirección.
Quizás no fuera tanto sobre el "responder ante una pareja" sino sobre "tener a alguien que te eche de menos cuando estés lejos".
Cuando llegué a casa a mi apartamento vacío, ese sentimiento se volvió incluso más profundo. Desde que había saltado de lleno a mi nuevo trabajo después de mudarme meses atrás, todavía había cajas sin desempacar y no había nada en las paredes que hicieran que el lugar se viera remotamente vivo. Pensé en el pequeño apartamento tipo estudio de JungKook, donde tenía fotos colgadas en la pared de su sobrina en uniforme de fútbol y de sus padres en un crucero de retiro. Tenía varias chucherías de cerámica hechas por los pacientes en la casa de retiro en un estante junto a la cama. Los juguetes de sus gatos estaban esparcidos por aquí y por allá en el suelo, la taza donde había bebido mi café decía "El enfermero más bueno del mundo", y uno de sus ganchos para abrigos tenía varias medallas coloridas de maratones colgando de él.
El pequeño estudio de JungKook era más un hogar de lo que mi espacioso apartamento de dos habitaciones sería. E incluso si mi piso estuviera completamente arreglado y hogareño, yo todavía preferiría pasar más tiempo en el pequeño estudio.
Porque allí era donde estaba JungKook.
Me quité la ropa y di un paso al interior de la ducha caliente para lavar los restos del viaje. Seulgi me había escrito varias veces esa semana para chequear y preguntarme si yo deseaba que ella viniera a la ciudad para quedarse algunos días conmigo. También había recibido una llamada de Chelsea preguntando si quería salir a correr con ella en el parque un día del fin de semana. Las había rechazado cortésmente, pero ahora me preguntaba si no debería planear algunas cosas por fuera del trabajo para olvidarme de JungKook.
Oh, ¿a quién estaba engañando? Necesitaba planear algunas cosas para superar a JungKook.
Era temprano, pero no había dormido bien en toda la semana. Quizás, necesitaba descansar un poco. Una vez me metí a la cama, saqué el teléfono y me desplacé a través de Grindr, preguntándome no por primera vez si acostarme con alguien más no me ayudaría a borrar la memoria fresca de mi tiempo con JungKook. Tan pronto como mi estómago comenzó a retorcerse con pensamientos de infidelidad, lancé el teléfono boca abajo en un resoplido.
─No estamos saliendo ─me recordé a mí mismo en voz alta ─. No es mi novio. E incluso si lo fuera, no seríamos exclusivos.
En función de probar mi punto, pensé en lo que pasaría si Taehyung finalmente decidiera juntarse con JungKook. ¿JungKook no saltaría ante la oportunidad de estar con Taehyung? ¿No seguiría adelante sin siquiera dedicarme un solo pensamiento?
Gruñí y jalé la almohada sobre mi rostro. La sola imagen de Taehyung y JungKook follando me daban ganas de arrojar algo contra la pared.
Esta incertidumbre, este sube y baja emocional era lo que había esperado evadir. Tú nunca quisiste esto, mierda. Nunca quisiste un novio y algo doméstico. Jesús, JiMin.
Después de pasar la siguiente hora removiéndome y girándome -Discutiendo conmigo mismo argumentando el porqué, de hecho, yo quería algo doméstico - finalmente me di por vencido y decidí ir al departamento de JungKook. Si no había nada más, quizás él me dejaría hacer el papel de novio de mentiras por la noche y abrazarlo mientras dormía.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro