JungKook POV

Estaba en el paraíso.

Claro, había aterrizado de emergencia en medio de la nada en Canadá, pero me había topado con un sueño alimentado por sexo del que nunca quisiera despertar.

Excepto que me dolía el trasero y tenía una mordida en la parte interna de los muslos que me dolía como una perra.

─No más ─murmuré, lanzando la bolsa medio vacía de zanahorias pequeñas sobre la mesa de café ─. Me gustaron más los dulces. Esta mierda saludable es para los pájaros.

JiMin empujó mi muslo con su pie desde su lugar en el otro extremo del pequeño sofá. ─¿Necesito recordarte que conseguir la mierda saludable fue idea tuya?

─Porque los dulces y las papas fritas, sin mencionar la comida del festival, nos iban a llevar a una muerte prematura ─Hice una mueca al recordar al abuelo Kim y su ataque al corazón ─. Voy a llamar a Taehyung y ver cómo está Hyungsuk.

Cuando lo hablé por teléfono, Taehyung sonaba feliz y mucho más aterrizado que antes. ─¿Cómo está? ─yo pregunté.

─Mucho mejor. Tiene un color mejor de lo que le he visto en mucho tiempo. Todavía no entiendo cómo su cardiólogo no se dio cuenta de esto si estaba en tan mal estado.

─Su última visita con un cardiólogo fue hace un año. Estaba programado para el próximo mes para un examen completo. Incluso su chequeo regular con el médico de cabecera fue probablemente hace diez meses ─Le había pedido todos sus registros médicos cuando comencé a vigilarlo más de cerca en la oficina ─. El único médico que había visto recientemente era el endocrinólogo. No es exactamente la mejor persona para darse cuenta de una enfermedad cardíaca.

La voz de Taehyung se suavizó. ─Tenías razón, Jungkook. Debería haber estado allí cuando aterrizó. Me siento fatal. Debería haber dejado que papá se encargara de la reunión por su cuenta.

Fue agradable escucharlo sonar más como él mismo, pero me pregunté qué había causado el cambio. ─¿Qué te hace decir eso ahora?

─He estado pasando un poco de tiempo con él y me trae muchos buenos recuerdos. Papá y yo le estábamos haciendo preguntas sobre cómo comenzó el negocio originalmente, y fue fascinante.

Recordé una de mis caminatas a la hora del almuerzo con Hyungsuk cuando el clima invernal finalmente había comenzado a disminuir. ─Su padre quería que se convirtiera en un médico como él.

─Si. Nunca lo supe. Y era demasiado aprensivo. Eso es hilarante. Dijo que lo más cerca que estuvo de convertirse en médico fue...

─Casarse con una enfermera ─terminé con una carcajada ─. La medicina era muy importante en la familia de tu abuela.

Hubo un extraño silencio y me sentí mal por interrumpirlo.

─¿Cómo supiste esas cosas? ─preguntó ─. A veces, siento que conoces a mi familia mejor que yo.

─Lo siento ─dije automáticamente ─. No lo sé... supongo que hago demasiadas preguntas. Soy así de entrometido. Tú sabes eso sobre mí. ─Traté de convertirlo en un chiste, pero la verdad era que escuchaba lo que decían Hyungsuk y Hattie. A lo largo de los años de trabajo con pacientes de edad avanzada, había aprendido lo común que era que la gente los ignorara. Era similar a la forma en que algunas personas trataban a los niños. Quizás era falta de paciencia. Las palabras ya no salían con tanta rapidez y claridad, así que tenías que ser paciente y aprender a reducir la velocidad. Ese no era el punto fuerte de Taehyung, ni lo había sido nunca.

─Tienes un gran corazón, Jungkook ─dijo suavemente ─. No te merezco.

Sus palabras me conmovieron, pero también había algo nuevo allí. Un poco de conciencia que nunca antes había tenido de que esto era algo común entre nosotros. Justo cuando estaba más decepcionado o enojado con Taehyung, él se convertía en el perfecto y considerado mejor amigo. Decía cosas que me hacían sentir apreciado y adorado. Solamente lo suficiente como para tenerme de vuelta.

Alejé esos pensamientos porque me hacían sentir nervioso y asustado. Si mi subconsciente pensaba que existía la posibilidad de que Taehyung estuviera siendo manipulador deliberadamente, no quería escucharlo ni enfrentarlo.

Cerré los ojos y sacudí la cabeza, con la esperanza de vaciarla de más revelaciones inútiles. Una mano cálida agarró la parte de atrás de mi cuello y apretó. Abrí los ojos para ver la preocupación de JiMin en la hendidura entre sus cejas. Sin pensarlo, me arrastré hasta su regazo y me acurruqué contra su pecho.

─Tengo que irme, Taehyung ─dije ─. Estamos, um... quiero decir, yo... me reuniré con el piloto y su esposa para cenar.

Fue una mentira total. Mi rostro se inundó de calor, y traté como el carajo de ignorar el cuerpo de JiMin tensándose debajo del mío.

─Sí, no hay problema. Estoy saliendo a encontrarme con Solar y Jaehyun para tomar una cerveza. ¿Estarías ya mañana en casa? Te echo de menos.

Esa fue la segunda vez que me decía algo así recientemente. Me sentí como si estuviera en un universo alternativo donde de repente estaba teniendo relaciones sexuales y Taehyung ahora estaba mostrando afecto e interés en mí repentimanete. La frase "La ausencia hace crecer el cariño'' seguía girando en mi cabeza en un bucle. ¿Era eso lo que era?

─Ese es el plan. ─Mi voz sonaba extraña y chillona, pero nuevamente, siempre me asustaba un poco cuando pensaba en subirme a ese avión de nuevo. De acuerdo, me asustaba bastante.

─Avísame cuando llegues.

Cuando terminó la llamada, me di cuenta de que Taehyung nunca había dicho una sola palabra sobre mi miedo a volar, ni me había preguntado si estaba asustado por el vuelo de regreso después de todo lo que había sucedido. Eso fue decepcionante, sobre todo porque mi miedo a volar había sido una fuerte presencia entre nosotros mientras crecíamos. En la escuela secundaria, Taehyung una vez me había invitado a unirme a su familia para un viaje a la playa en Florida, y le dije que no porque requería un vuelo en avión. En la universidad, me había invitado a unirme a sus amigos en un viaje a México. Nuevamente, lo rechacé debido a los vuelos requeridos. Yo era una gallina, y era vergonzoso.

Pero ahora finalmente, finalmente lo había hecho. Me había subido a un avión, por él, por la compañía, y un maldito motor había dejado de funcionar y había tenido que aterrizar de emergencia en un pequeño pueblo de la costa de Canadá. Y Taehyung no había reconocido nada de eso.

─Como sea ─murmuré, poniendo mi teléfono en la mesa de café y acurrucándome contra el pecho de JiMin ─. Oye, ¿todavía tenemos algo de ese ron?

Las manos de JiMin se movieron hacia mi cabello y comenzaron a hacer su magia. No respondió a mi pregunta sobre el ron, pero usó sus dedos para distraerme.

─¿Quieres hablar acerca de ello? ─Su voz profunda retumbó a través de su pecho, haciéndome querer rogar por más. No me importaba lo que dijera siempre y cuando retumbara contra mí de esa manera tan sexy como el infierno.

─No. ─ Sonaba como un niño, pero, de nuevo, me sentía como un niño.

¿Cuándo tendría la edad y la sabiduría suficientes para dejar de tener expectativas poco realistas de las personas?

JiMin continuó jugando con mi cabello hasta que me quedé medio enamorado de él. Siempre había anhelado el afecto físico, y tenerlo por primera vez fue una de las epifanías más reveladoras sobre lo que me había estado perdiendo al no permitirme conectar con otras personas románticamente todo este tiempo.

─Eso se siente tan bien. Por favor, no te detengas. ─No te detengas nunca es lo que quería decir, pero al menos todavía tenía suficiente autocontrol para no dejar escapar todos mis pensamientos.

─¿Nos reuniremos con Jaemin y Somi para cenar? ─JiMin preguntó dudoso. Me sentí como un imbécil por la mentira en el teléfono.

─No que yo sepa ─dije sin mirarlo. Dejé escapar un suspiro ─. No me atreví a decirle que tenía que irme para poder rogarle a un piloto sexy que me follara sobre el escritorio de nuevo.

─Mmm. Las puntas de tus orejas son rosadas. Creo que no estás acostumbrado a usar un lenguaje tan sexual, dulce novato.

─Tal vez. Y además, en realidad no puedo volver a follar esta noche sin posiblemente necesitar atención médica. ─Lo había dicho como una broma, pero JiMin se acomodó hasta poder sostener mi cara con ambas manos. La preocupación en sus ojos hizo que mi garganta se apretara.

─¿Te duele?

Negué con la cabeza. ─No está tan mal, pero podría dolerme si seguimos. ¿Te... te parece? Lo siento si...

Me jalo para un beso fuerte, callándome con bastante eficacia y borrando todo recuerdo de lo que sea de lo que habíamos estado hablando. Para cuando pudimos tomar aire, mis labios estaban tiernos y me habían chupado la polla. De alguna manera, él también se las había arreglado para correrse, pero no estaba seguro de cómo.

Estaba tendido completamente desnudo en la cama, con la excepción de un calcetín que todavía estaba en mi pie, y JiMin estaba silbando una melodía mientras su propio trasero desnudo se dirigía hacia el baño.

─¿Qué acaba de suceder? ─solté.

─Te distraje. ─dijo por encima del hombro.

─Me duelen las pelotas ─le respondí ─. Nunca han trabajado tan duro en sus vidas ─murmuré en voz baja.

JiMin regresó a la habitación con una toalla blanca en las manos y una sonrisa pícara en el rostro. ─Esa es una de tus lecciones avanzadas. Poniendo a prueba los límites de tu cuerpo para saber de lo que eres capaz. Además, hay que aprovechar tu juventud mientras aún la tengas.

Se inclinó para lavarme con suaves caricias a pesar de que no había mucho que limpiar ya que se lo había tragado todo. No me estaba quejando.

─Pareces llevarlo bien y eres diez años mayor que yo. ─le recordé.

─He estado entrenando para esto durante años, novato.

Odiaba pensar en él con otros hombres, pero sabía que era una realidad. Y diablos, no habría respondido a mi anuncio si no fuera el tipo de persona que busca encuentros al azar.

─Entonces, ¿cómo funciona eso exactamente? ─yo pregunté.

─¿Cómo funciona qué? ¿Entrenar para la semana de maratón de sexo? ─ Él se rió y nos movió a ambos bajo las sábanas hasta que me presioné contra su costado con mi cabeza en su hombro. Era mi nueva cosa favorita. Me hacía sentir como si tuviera un novio real, y me negué a sentir que ese pequeño sueño mío me volvía patético.

─No, quiero decir... o sea... los encuentros casuales. Encontrar a alguien en una aplicación y hacer arreglos para tener sexo. ¿Tú...? ─Me detuve mientras pensaba en cómo expresar lo que quería preguntar.

JiMin me frotó la espalda. ─Puedes preguntarme cualquier cosa, Kook. Está bien.

─No sé por dónde empezar. Por ejemplo, ¿cómo sabes en quién puedes confiar? ¿Y cómo los recibes en la puerta? ¿Quieren que haya besos o simplemente... ponerse manos a la obra? Si no están tratando de conocerse como pareja, ¿es más como un juego de baloncesto en el que simplemente asienten y se dan un saludo de puños y luego se ponen manos a la obra?

Me di cuenta de que se estaba mordiendo la lengua para evitar una risa, pero aún así se tomó en serio mis preguntas. Mientras comenzaba a describir lo que era ligar con un extraño, mi estómago se hundió en este sucio lugar verde de celos que no me gustaba.

─Olvídalo ─espeté ─. No... no. Quiero decir, no. Cambié de opinión. Yo no... ─ Negué con la cabeza ─. Lo siento. No creo que eso sea para mí de todos modos, así que no es algo de lo que tengamos que hablar .

Inclinó la cabeza hacia atrás para mirarme y luego levantó mi barbilla con los dedos para que lo mirara a los ojos. ─¿Te asusta la idea?

─No es eso. Estoy, eh, cansado. Me agotaste. Y estoy nervioso por mañana. Y ahora estoy divagando, pero de todos modos no quiero hablar más de eso. Siempre podemos ver lo que hay en la televisión o puedes jugar tus juegos de palabras en tu teléfono mientras yo duermo y babeo sobre tus pectorales.

Los cálidos dedos de JiMin recorrieron el costado de mi cara hasta la línea de la mandíbula. Era un gesto tan tierno, tan en desacuerdo con el hombre que decía preferir el sexo anónimo a los enredos emocionales. Quería golpear a esos hombres de su pasado que lo habían lastimado. Pero de nuevo, quería abrazar al pobre chico que le había propuesto matrimonio. Pensé que tal vez nunca podría recuperarme de una decepción tan horrible. Imaginar que tenías un futuro con alguien como Park JiMin y luego que te lo arrebataran parecía la peor manera de romperte el corazón.

Tal vez era algo bueno que mi futuro estuviera con Taehyung en lugar de alguien como JiMin. Taehyung era cómodo y predecible. Lo conocía como me conocía a mí mismo. Lo único terriblemente desconocido con Taehyung era el pensar cuándo diablos iba finalmente a entrar en sus cinco sentidos y comprometerse.

★ ★ ★ ★

Cuando finalmente llegó el momento de volar de regreso a Corea del Sur al día siguiente, mi miedo a volar superó todo sentido común.

─Luces como si fueras a vomitar. ─dijo JiMin por la mañana mientras empacábamos nuestras cosas.

Evité hacer contacto visual volviendo a doblar toda la ropa en mi maleta por tercera vez. ─No soy el mejor pasajero.

─¿Es decir, que tienes miedo de volar?

─No. Tenía miedo de volar. Luego me subí en un avión y tuve que aterrizar de emergencia después de que el motor se estropeó. Ahora estoy completamente aterrorizado de volar.

Hubo un momento de silencio. ─Espera. Jungkook, ¿me estás diciendo que este viaje fue tu primera vez en un avión?

Le habría respondido, excepto que mis calcetines no estaban bien acomodados. Me puse a trabajar corrigiendo los pares mal portados.

JiMin me quitó los calcetines de la mano y me inclinó suavemente la barbilla hacia arriba hasta que lo miré. ─Kook. Por favor, díme que ese no fue tu primer vuelo.

─Está bien.

Su rostro decayó. ─Mierda. ¿Hablas en serio?

Me encogí de hombros. ─Pensé que si iba a romper mi virginidad de pasajero aéreo, podría por lo menos elegir un vuelo emocionante para ello. Ataque al corazón y falla del motor al mismo tiempo, además de estar bastante seguro de que el piloto fue el extraño que también me quitó la virginidad en otro aspecto. Al menos tengo una historia que contarles a mis nietos.

JiMin resopló suavemente y me jalo para un abrazo. ─Lo siento mucho. Dios. Probablemente no quieras volver a subirte a un avión.

Eso era un eufemismo. ─Bueno, ayuda que seas tú quien lo pilote ─admití ─. Por eso no quería volar a casa solo. Al menos esta vez si tengo una crisis nerviosa, la única persona que verá el feo llanto es Somi.

─¿Tienes Xanax o algo así?

Negué con la cabeza. ─En realidad, los estudios muestran que si bien tomar esos medicamentos pueden reducir tu ansiedad, en realidad exacerban tu miedo a volar a largo plazo. El 71% de las personas en un estudio que tomaron Xanax en un vuelo tuvieron un aumento significativo de la ansiedad, un aumento de la frecuencia cardíaca, el deseo de abandonar el avión y el pánico en el siguiente vuelo que tomaron.

¿Por qué me convertía en el Profesor Datos y Cifras cada vez que me ponía nervioso?

─Lo siento ─murmuré ─. Ignórame.

Me besó en la frente y luego me miró a los ojos. ─No lo sientas. Soy piloto. Es una gran información para mí. ¿Hay algo que pueda hacer para ayudarte a aliviar tu miedo?

Cuando JiMin me había hablado de sus relaciones anteriores, siempre se había pintado como el malo. Demasiado ambicioso para hacer que las cosas funcionasen con Sungwoon, no lo suficientemente educado o prestigioso para Kai, no lo suficientemente maduro para comprometerse con Yoongi. No estaba muy seguro de por qué se había atribuído todo eso a él mismo, pero estaba equivocado. Su preocupación por mí era una prueba de lo considerado que era. Además, me había tratado como un tesoro precioso todo el tiempo que habíamos pasado juntos en Goose Bay, sin mencionar la ternura con que me había hecho el amor la primera noche que nos reunimos hace tantos meses.

─El solo hecho de saber que estarás allí en caso de que ocurra algo es bueno ─dije. ─. Descargué algunos podcasts para escucharlos con la esperanza de que me ayudaran a distraerme.

─Está bien, bueno, todo lo que tienes que hacer es hablar si hay algo que necesites. Puedo decir que a Somi le encantaría ser tu madre si tuviera la mínima oportunidad, así que deja que ella también te cuide.

Terminamos de empacar y nos dirigimos al aeropuerto. Una vez a bordo del avión, me abroché el cinturón y traté de concentrarme en algunas técnicas de respiración enfocadas para relajarme. Ya me había bebido un par de botellas de agua para mantenerme hidratado y me había puesto los auriculares para reproducir algunas de mis canciones favoritas hasta que estuviéramos en el aire. Cerré los ojos y traté de dejarme llevar con la música en mis oídos. Todos los ruidos sordos y las vibraciones asociadas con el cierre de las escotillas y las puertas me hicieron temblar aún más hasta hacerme sentir arrepentimiento por no tener Xanax después de todo. El Jungkook del futuro podría haberme odiado por ello, pero el Jungkook del presente me hubiera adorado.

Las manos de alguien agarraron las mías y abrí los ojos para ver a JiMin en cuclillas frente a mí. Su hermoso rostro se iluminó con una sonrisa gigante. Dios, él era impresionante. Todavía no podía creer que un hombre así le diera a un hombre como yo la hora del día, mucho menos tiempo con su cuerpo desnudo.

─Oye, te traje algo ─Sacó un puñado de caramelos envueltos individualmente. Eran bolitas amarillas que parecían limón ─. Estos son caramelos duros de piña de Hawai. Son una de mis cosas favoritas, y cada vez que voy allá, me abastezco. Quiero que chupes uno de estos mientras despegamos. Cierra los ojos y piensa en playas cálidas y brisas tropicales. Siente la arena entre los dedos de los pies y escucha el zumbido del océano.

Tomé el caramelo de su palma extendida. ─Gracias. Te pediría que desviaras el avión allí, pero eso haría que el vuelo fuera diez veces más largo, y no puedo aguantar eso en este momento.

Apretó mis manos y se puso de pie, estirándose para pasar los dedos por mi cabello antes de regresar a la cabina. Ni siquiera estaba seguro de que fuera consciente de la frecuencia con la que pasaba los dedos por mi cabello. Siempre que nos acostamos juntos o nos acurrucamos para ver la televisión, sus dedos siempre encontraban su camino en mi cabello. Me encantaba y me sentía como un gato cada vez que lo hacía.

Respiré hondo y me metí un caramelo en la boca, con la esperanza a tope de que tuviera efectos secundarios similares a los del Xanax.