Virgen y Embarazado XIV
Una semana después Seok Jin sentía que todo estaba mejorando. JiSoo había salido del hospital hacía dos días y Jennie la cuidaba día y noche, al igual que hacía con Perla quien pasaba casi todo el día en su habitación. Pensó que sería bueno visitar a sus madres, así vería a su gatita a quien también extrañaba mucho.
Sun Hee junto con Chung Hee seguían con las clases de defensa en las que avanzaba favorablemente junto a sus amigos, con los cuales también se encargaba de realizar sus tareas. La omega se encargaba de su embarazo, haciendo el control con un médico de confianza de la familia, su mami estaba enterada de esto y fue feliz de saber que tenía el apoyo de Sun Hee en su ausencia.
Todo parecía mejorar, salvo su relación con JungKook. Luego de su confesión el chico parecía evitarlo, casi escapando cuando estaban en la misma habitación. Le dolía, pero lo ignoraba sabiendo que su bebé lo necesitaba más, no podía estar preocupándose por un alfa que sólo jugaba con él.
Disparó una tercera flecha sin dar al blanco. Solía practicar bastante incluso en días en que no debían entrenar, descubrió que esa actividad lo tranquilizaba. Además quería mejorar su puntería, no era tan malo, pero tampoco era Robin Hood.
Masculló una maldición al tomar la cuarta flecha, esperando dar más cerca del centro. Pero al lanzar la flecha pronto supo que estaba lejos de mejorar. Bufó molesto pero aun así siguió tomando tres flechas más que siguieron sin dar en el blanco.
-Debes concentrarte.-la voz de Sun Hee se escuchó detrás de él, no volteó a verla-concéntrate en tu objetivo y, cuando sientas que irá al centro, dispara.
Seok Jin acotó el consejo, preparó la flecha y miró el centro, dejando su mente en blanco y concentrándose únicamente en el punto rojo. Dejó de darle importancia a todo a su alrededor, manteniéndose firme hasta que en su tercer suspiro, disparó. La flecha viajó por el aire con rapidez hasta terminar a cinco centímetros del centro. Mucho más cerca que las anteriores que estaban casi al borde.
-Muy bien, Jinnie-Sun Hee aplaudió mientras se acercaba a él-¿lo ves? Sólo concéntrate y verás que pronto podrás disparar sin tomarte demasiado tiempo. Todo es cuestión de práctica.-la omega tomó una cuchilla cercana y la arrojó sin mirar dando en el blanco-aunque tomará tiempo, pero si te tienes confianza podrás hacerlo.
Jin asintió, tomando otra flecha con mayor confianza para apuntar, concentrándose y disparando, dando de nuevo cerca del blanco. Sonrió viendo la cuchilla que Sun Hee dejó, sólo necesitaba un poco más de práctica y lograría eso. Lo sabía.
***Virgen y Embarazado***
Por temas de la manada, Sun Hee llevó sola a Seok Jin hacia la casa de sus madres. No era lo más indicado, ambos eran omegas, pero a ella parecía importarle poco eso. Llevaba unas cuantas cuchillas escondidas bajo la ropa mientras le contaba a Jin una vez, en que JungKook era más pequeño, y su esposa la abrazó para hacerle mimos (y no mimos inocentes) por lo que tuvo que alejarla para evitar que sintiera sus armas. La manera en que ella lo contaba resultó ser divertida y le sacó más de una risa. Los omegas de esas familias se tomaban en serio el tema de mantener en secreto su entrenamiento. Aún recuerda cuando Chung Hee contó el día que estuvo a punto de dispararle a Dong Yul (hace años cuando estuvieron Los Marginados) porque a su esposo se le ocurrió tomarlo por la espalda. Le había dado un golpe pero logró contenerse cuando estuvo a punto de sacar el arma. Esos omegas eran de temer cuando no parecían simples amas de casa.
Cuando llegaron a su casa, JiSoo lo recibió con un abrazo que casi le quita la respiración. Jennie, luego de asegurarse que estuviera bien, lo estrechó entre sus brazos. Ambas lo llenaron de besos, al igual que Perla. La bella gatita ronroneaba contra su pecho, restregándose contra él hasta dormirse en sus piernas.
Hablaron por horas en las que Seok Jin se sintió feliz de estar con sus madres, aunque ni él ni Jennie permitían que JiSoo hiciera demasiadas cosas. Quizás exageraban, como decía Sun Hee, pero no les importaba así que hacían cualquier cosa por ella (aunque admitió que tenía razón cuando su madre intentó llevarla cargada en sus brazos al baño).
Eran casi las siete, ya anochecía, cuando la omega llamó un taxi para volver a casa. No esperaron mucho, pero el pobre chofer sí. Perla no quería despegarse de él así que estuvieron diez minutos intentando separarlos, incluso Jin le prometió volver a visitarla ya que no podría llevarla a lo de los Jeon. Si un Marginado iba por él su pobre gatita podría correr peligro.
-Lo siento-dijo Sun Hee en medio del viaje-¿podría doblar en la siguiente? Me gusta ir por el centro para llegar a casa.-comunicó con una sonrisa, el chofer se encogió de hombros y acotó la orden.
Al volver a sentarse, disimuladamente señaló hacia atrás. Seok Jin miró discretamente dándose cuenta de un auto negro que los seguía y que se desvió al momento que fueron por el centro, donde había más autos y personas. Ahora entendía el repentino pedido de la omega.
-Nos viene siguiendo desde que salimos de la casa de tus madres.-comunicó en tono bajo de voz-los vidrios polarizados no me daban buena espina.
-No lo había notado.-ella sonrió dulcemente.
-No es complicado, sólo debes mantenerte atento a tu alrededor y verás más cosas de las que crees.
Asintió, anotando mentalmente ese consejo de la mujer para tenerlo presente para la próxima ocasión. No le vendría mal estar más atento a las cosas, no siempre habría alguien para protegerlo y debía aprender a hacerlo por su cuenta. Su hijo necesitaba un padre fuerte.
***Virgen y Embarazado***
Young Soo y DaHyun, ya cansados de que Peter no les diera una pista de dónde podrían estar Los Marginados, optaron por ir donde estaba él, acompañados de MinHo, Sana, YuGyeom y Tzuyu. Iban preparados, dispuestos a pelear en caso de haber más Marginados, pero al llegar al bar abandonado, todo estaba vacío y solitario. Se separaron, yendo DaHyun con MinHo y YuGyeom mientras él, Sana y Tzuyu iban por otro lado.
El olor de Peter era leve, como si hubiera dejado de estar ahí desde hacía tiempo. Detectaron otros olores, pero al igual que el del desgraciado, eran apenas palpables. Como si ese lugar llevara tiempo sin alguien habitándolo y lo peor era que ningún tipo de olor era reconocible. Young Soo apretaba los dientes, esos malditos estaban logrando sacarlo de quicio, en especial por la ayuda que ellos tenían de alguien que conocía su manada, alguien que podría mezclarse con ellos sin que lo supieran.
-¡Young Soo!-MinHo apareció donde estaban-Kim ha encontrado algo.
Se apresuró a llegar, el alfa lo guio hacia donde estaba su compañera. DaHyun miraba enojada algo en el suelo que logró ver al llegar a su lado. Bufó molesto, dándole un golpe a la pared agrietándola por la impotencia. Peter había removido el pequeño GPS el cual estaba en el piso sucio rodeado de sangre.
-Estaba inconsciente cuando JungKook lo puso.-recordaba la alfa-sea quien sea que esté con él, sabe más de nuestros métodos de lo que nos imaginamos.
-¿Cómo atraparemos a alguien que tiene a una persona que sabe cómo pensamos?-preguntó entre dientes Young Soo.-Nuestra única esperanza de encontrar al líder de Los Marginados era este idiota, ahora no tenemos nada. Si tan sólo hubiéramos atacado cuando lo tuvimos aquí.
-No imaginamos nunca que pasaría algo así-dijo YuGyeom calmado-no debería culparse, podemos encontrar otra alternativa para hallarlos.
-¿Cuál? Es casi imposible hacerlo.-frustrado, Min pateó con fuerza una de las cajas arrojando su antiguo contenido.
Era estresante estar tan lejos y tan cerca de las personas a las cuales deseaba ver muertas tras quitarle a su adorada esposa. ¡Así jamás lograría vengarse! Malditos Marginados, malditos hijos de puta que deberían estar muertos, todos y cada uno de ellos. La ira viajaba por sus venas, él hacía el intento de no exteriorizarlo, pero la frustración rompía sus barreras generando que sus colmillos crecieran y sus ojos brillaran en amarillo. Quería romper todo lo que estuviera a su alrededor, no importaba si lastimaba a otras personas, simplemente necesitaba hacerlo.
-Young Soo-DaHyun agarró con fuerza su hombro, sus dedos incrustándose en su carne-cálmate, sé que deseas encontrar a los cretinos que nos quitaron a nuestros omegas, pero perdiendo el control no es la mejor manera. Sólo nublaras tu mente y no pensarás en la mejor forma de resolver esto.
-¡Lo sé, mierda! Pero es que cada vez que estamos tan cerca de lograrlo, siempre hay algo que lo arruina ¡Siempre!-ante el último grito, azotó de nuevo su puño contra la pared.
-Min-Sana se acercó hasta él luego de analizar la mancha de sangre-creo que tengo una idea que podría ayudarnos a rastrearlos.
-¿Cuál?-su voz parecía fastidiada pero estaba bajo la influencia de tantos sentimientos que se olvidaba de ser amable.
-Hay manchas de sangre que indican el lugar al que pudieron ir, si nos guiamos por su olor podríamos llegar a hallar el lugar más aproximado al cual hayan ido.-explicó la alfa-con Tzuyu hemos visto que las manchas siguen hasta afuera, ahí sólo son pequeñas gotas casi irreconocibles, pero su olor es el mismo. Si MinHo y YuGyeom nos ayudan podríamos encontrarnos con algo útil.
-¿Estás segura?-preguntó DaHyun.
-Completamente.
-Bien, háganlo, estarás a cargo de todo, Sana. Que MinHo nos comunique todo lo que vayan encontrando, hasta lo más mínimo. Nosotros tenemos que ir a comunicar esto al resto.-los cuatro asintieron antes de desaparecer.
Young Soo sabía que la noticia no le agradaría para nada a Hee Sook y Dong yul.
***Virgen y Embarazado***
Fingió no ver como JungKook casi caía al suelo en su intento de huir al entrar a la cocina y verlo, ocultó la sonrisa en su rostro mientras terminaba de comer un trozo de pastel que se le había antojado a la medianoche. Había sido el postre tras la cena, pero había estado deseando volver a probar la crema y las fresas desde que subió a su habitación.
Kook lo ignoró, o al menos hacía el intento por lo que veía, mientras iba al refrigerador y sacaba una jarra con agua y se servía en un vaso. Como no lo miraba, Jin aprovechaba para ver las abdominales marcadas del alfa al estar sin ninguna prenda superior, sólo con el pantalón de pijama y descalzo. Dios bendiga a sus madres por haberlo hecho con tanto amor, Dios bendiga a Sun Hee y Hee Sook por darles tan buenos genes a JungKook.
El chico dejó el vaso a un costado, dando media vuelta para salir de la cocina donde él estaba terminando de comer su pastel.
-¿Por qué me evitas?-se animó a preguntar, mirando hacia el frente y no al mayor-¿Es por mi confesión? ¿De verdad estabas jugando conmigo?-silencio fue lo que recibió pero supo, al verlo de reojo, que estaba pensando en darle una respuesta.
Su tenedor pinchó la fresa jugosa antes de llevarla a sus labios y darle dos mordidas para acabar con ella. El ácido y dulce sabor deleitó su paladar. La crema que siguió después, mezclándose con la fresa, fue lo que más le gustó. A dos bocados de terminar su trozo de pastel, escuchó la voz de JungKook.
-Nunca jugué contigo, todo lo que dije fue sincero.
-Entonces ¿Por qué me evitabas?-Kook caminó hacia él, sentándose enfrente y observándolo fijamente.
-¿De verdad te gustaba siendo un niño nerd solitario?
-Por supuesto, no mentí al respecto.-habló con dificultad al tener un trozo de crema y bizcocho en la boca, Kook bajó la mirada.
-Yo...es difícil, siento que si soy yo mismo no te gustaré en realidad, pero me dices que siempre te he gustado así...es complicado. Llevo meses fingiendo ser alguien que no soy simplemente para llamar tu atención, me has gustado desde hace tiempo y no sabía cómo hacer para que voltearas a verme así que...decidí cambiar, ser mejor, en todo, para que me notaras...pero nunca lo hiciste...o bueno, yo no lo había notado.-Jin quedó de piedra ante el relato.
-¿Acaso eras un alfa casanova sólo para llamar mi atención?-aun con la mirada en la mesa, JungKook asintió-fue un plan estúpido, primeramente porque no me atreví a declararme ni a mostrar interés porque pensaba que simplemente jugarías conmigo. Así que...sí, creo que fuimos dos tontos que se callaron por mucho tiempo en vez de declararse aquel día ¿lo recuerdas?-la sonrisa de conejito adorable del mayor lo hizo sonreír, él se estiró para quitar con un dedo un poco de crema que había quedado en la comisura de sus labios y que no notó.
-Sí, lo recuerdo.-murmuró metiendo el dedo con crema a la boca.
Seok Jin bajó la mirada, sonrojado, sonriente y recordando aquel lejano día cuando tenía catorce años y el alfa dieciséis.
JiMin y TaeHyung se habían resfriado tras jugar juntos bajo la lluvia y Alexander estaba con fiebre por haber obligado a su hermano mayor a saltar en los charcos. Así que había quedado solo ese día en el colegio, maldiciendo a sus amigos por tontos y pensando en visitarlos a la salida del colegio. Eran tres idiotas, pero eran sus amigos, sus hermanos de otros padres, y como el responsable maduro iba a protegerlos. Pero eso tendría que ser cuando el horario escolar terminara y fuera libre de esa tortura a base de estudio. Por el momento debía estar solo en los recreos.
Sin embargo, la biblioteca fue su aliada y se refugió en ella, buscando un libro con alguna historia interesante que pudiera entretenerlo durante lo que durara el receso. Había leído títulos interesantes como "Siénteme", "Sonríe" o "Virgen y Embarazado", pero creyó mejor dejarlos para otro día en que tuviera más tiempo ya sea porque faltara un profesor o bien porque se escondía de sus amigos.
Así que siguió buscando hasta encontrar un libro atractivo que llamó su atención al instante, aunque estaba en un estante elevado, no le importó. Se subió en un banquito que la biblioteca tenía para esos casos, y agarró el libro sin dificultad alguna, sonriendo feliz al tenerlo. Estaba tan encantado con lo que tenía en sus manos que bajó sin mirar, tropezando y casi terminando en el suelo de no ser porque un alfa lo atrapó. Aunque bueno, no pudo ser la típica historia donde ambos se quedaban mirando a los ojos porque el alfa no aguantó el peso del omega y terminaron en el suelo, con algunos libros sobre ellos cuando Seok Jin intentó agarrarse de los estantes.
-Lo siento-dijo el alfa pelinegro, sus orejas moviéndose ante el dolor de la caída.
-Descuida, amortiguaste mi caída, eres mi héroe-bromeó Jin hasta que notó que el alfa que lo había salvado era Jeon JungKook, el chico que le gustaba y el cual solía ir a ver a la biblioteca.-a-ah...eh...l-lo s-siento.-los nervios lo atacaron de repente, sonrojándolo y haciendo que sus orejitas descendieran ante la vergüenza.
-Está bien, no tuviste la culpa-tomándolo de la cintura lo ayudó a levantarse junto con él, sonriéndole adorablemente y haciendo que su joven corazón latiera más desenfrenado que nunca.-¿estás bien?-una mano tocó su frente y pensó que jamás en su vida había estado tan rojo.
-S-sí...-se encogió en su lugar, abrazando el libro contra su pecho-y-yo...eh...d-deb-bo...
-Hey, tranquilo-la suave mano viajó hasta su hombro-no tienes que ponerte así, pequeño.-una pequeña sonrisa fue la que comenzó a calmarlo-bien, respira profundo conmigo ¿sí? Lento, de a poco, uno...dos...tres...así, bien-terminó por reír por la forma de tranquilizarlo del alfa-así me gusta, ahora ¿te molestaría que leamos juntos? Planeaba leer ese mismo libro, pero me ganaste al tomarlo antes. Aunque yo te atrapé a ti, así que creo que vale como recompensa por salvarte.-Jin sonrió antes de asentir para caminar con el mayor hacia una mesa cercana donde ambos se sentaron y comenzaron con la lectura.
Perdieron el tiempo, metidos en la historia que cada página ofrecía, inmersos en un mundo ficticio y perfecto que los hizo imaginarse hasta el último detalle. No se dieron cuenta de la hora que era, mucho menos de las clases a las que no fueron al estar tan tranquilos leyendo. Jin se había sentido bien al lado del mayor, sobre todo porque acariciaba su brazo o lo tomaba de los hombros mientras que él solía sonreír o apoyar su cabeza en el hombro ajeno.
Si no fuera por la dulce beta, jamás se hubieran enterado que el horario escolar había dado por finalizado hacía unos minutos.
-Uhm, lo siento, creo que te distraje mucho.-el alfa miró hacia el suelo, un pequeño rubor en sus mejillas.
-No, yo lo siento, no me fijé en la hora.
-Oh...entonces ¿te acompaño a la salida?-preguntó el mayor tomando su mochila, Seok Jin hizo lo mismo asintiendo con una pequeña sonrisa y un gran sonrojo.
Fueron juntos, caminando lentamente, como si quisieran que el camino fuera eterno para estar más tiempo al lado del otro. El omega pensaba que era afortunado de estar con Jeon JungKook ¿acaso sería muy repentino confesarle sus sentimientos? Tal vez, con el tiempo, lograría obtener el valor suficiente para confesarle al alfa lo que generaba en él su presencia.
-Bien, llegamos-informó JungKook.
-Oh, sí...eh...nos vemos.-tímidamente hizo una pequeña reverencia, sin atreverse a mirarlo, mientras pensaba en seguir su camino.
Pero la mano del mayor en su rostro y sus labios en su frente lo paralizaron.
-Yo...nos vemos.-y antes de que pudiera verlo desmayarse de la emoción (no literalmente), JungKook se fue.
Ese día Jin se olvidó de ir a visitar a sus amigos.
🔥Y CON USTEDES SEOK JIN EL CHICO EN LLAMAS!!!🔥 bueno no XD
Teen Wolf me está inspirando mucho para crear este fic :v incluso pensé en poner brujas y ese tipo de cosas pero me dije ñeee...mucho lío :v
Me gusta que se vean distintas perspectivas y no todas relacionadas a la pareja KookJin UuU siento que así se crea más un ambiente justo como para imaginar todo tipo serie XD no lo sé, pero me gusta UuU
Promocioné tres de mis historias en medio del recuerdo :v y una de esas historias es esta, k kozaz no?
Nos vemos en el siguiente!!! besos💋💋💋
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro