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Virgen y Embarazado VI

Ya era de noche y a pesar de que todo estaba bien, Jin no podía dormir. Aun recordaba la visita de sus amigos esa tarde y como al final sus hermanos se los llevaron. Había sido un buen día a pesar de que las noches las sentía peligrosas.

Su mano tocó su vientre por inercia, su vientre apenas abultado lo relajó un poco, pero no lo suficiente como para conciliar el sueño. Tal vez su miedo de que algún Marginado entrara por su ventana sería lo que lo tenía así. Se levantó de un salto para trabar la ventana y evitar desgracias cuando vio en el jardín una sombra rondando cerca. Se tensó al instante, manteniéndose en silencio y pensando lo que podría hacer. En su mente recordó la gigante piedra que había encontrado con JiMin, TaeHyung y Alexander en un viaje que realizaron con el colegio, les había llamado la atención el tamaño y color de la piedra por lo que terminaron por llevársela aunque él se la quedó.

Fue por ella, tomándola con ambas manos y apuntando lo mejor posible a esa persona. Arrojó la piedra con fuerza y, aunque no le dio en la cabeza como pensaba sino en el pie, aun así se sintió bien al haber dado en alguna parte del blanco.

El extraño gimió de dolor, saliendo de las sombras para quedar bajó el foco de luz, mostrando un cabello, orejas y cola negra que reconocía perfectamente.

-¿JungKook?-preguntó, el alfa alzó la mirada molesto.

-Sí, el mismo.-sonrió divertido al verlo con lágrimas estancadas en sus ojos ante el dolor de su pie-¡No te rías, no es divertido! Estoy aquí para protegerte y con el pie así no podré.

-Lo siento, te confundí con un Marginado.-su sonrisa dejaba en claro que de verdad no sentía sus disculpas.-La próxima asegúrate de no verte como uno o puede que mejore mi puntería y dé justo en tu cabeza.

-Tal vez debería estar en tu cuarto, así sabrías quién soy.-la sonrisa que le dedicó le dio un escalofrío.

-No lo hagas.-advirtió haciéndose hacia atrás.

-Tarde, Dulzura.- desesperado lo vio comenzar a trepar para alcanzar su ventana.

Sus manos temblorosas intentaron cerrar la ventana para evitar que el alfa entrara, pero cuando ya había conseguido bajar unos centímetros con algo de torpeza, Kook volvió a subir su poco esfuerzo haciéndolo chillar. Bien, eso no era bueno, sentía que no, en especial cuando JungKook le sonrió de lado.

Pero como caída del cielo, Jennie apareció con una escoba empujando a Kook fuera de la ventana.

-¡Fuera, bicho!-decía la alfa mientras hacía que Kook casi se comiera la escoba.

-¡Pero...me voy a caer!-decía con dificultad el menor, sosteniéndose firmemente para evitar caer.

-¡Me vale mierda, fuera alfa pervertido!

Si JiSoo no hubiera intervenido, Jennie hubiera hecho caer a JungKook al jardín si seguía empujándolo con la escoba.

***Virgen y Embarazo***

-Lo siento por lo de Jennie, sólo es muy protectora con Jinnie-decía la omega, tomando al chico de los hombros para dirigirlo a la sala con su esposa e hijo siguiéndola.-pero ¿Qué hacías en nuestro jardín?

-Protegía a Jin, es uno de los objetivos de Los Marginados y creímos que era mejor cuidarlos desde cerca.-JungKook se sentó con la omega a su lado, mientras veía a la alfa mayor sostener a su hijo posesivamente y mirándolo enojada.

-Lo entiendo, pero para la próxima avísanos, así nos evitaremos este tipo de problemas.-Kook pensaba que JiSoo sería una gran suegra.

-Está bien, lo haré.-sonrió adorablemente.

-Bien, al menos ya sé que debo dejar trampas para ratas en el jardín.

-¡Jennie! Está protegiendo a nuestro bebé.-la omega vio mal a su esposa quien suavizó su mirada al dirigirla a ella.

-Bien, pero si vuelve a escalar hacia la ventana de Jinnie le doy con la escoba.-advirtió tomando a su pequeño de los hombros-vamos, tienen que dormir.-susurró.

-¿Tienen?-la voz de JungKook le hizo saber que al parecer no había hablado tan bajo como había creído y se abofeteó mentalmente.

-Te acompañaré a la salida, JungKook, Jennie lleva a Jin a la cama, por favor.-dijo rápidamente JiSoo tomando del brazo al alfa para dirigirlo a la puerta principal.

Su esposa hizo lo pedido y ambos subieron casi de dos en dos la escalera al mismo tiempo en que Kook los veía irse. Estaba consciente de lo extraño que quizás fue para él esa situación, pero no podía decir nada. Seok Jin no quería que nadie, además de sus amigos y ellas, lo supiera. Así que con una sonrisa fingida abrió la puerta.

-Muchas gracias por todo y lamento de nuevo lo ocurrido.-dijo la omega, el chico dio unos pasos hacia afuera pero se detuvo y dio media vuelta.

-Hay algo que no les dije y sería bueno que lo sepan, pero...por favor no se lo digan a Jin.-el alfa se veía realmente serio y eso hizo que JiSoo lo mirara expectante.

-Descuida, él no sabrá nada.-prometió ella, si era muy importante entonces su hijo no sabría nada

-Hay un motivo por el cual Los Marginados eligieron a Seok Jin y no es nada agradable la razón.-suspiró al ver ya la preocupación en los ojos de la omega-por eso...deberán protegerlo, Jennie ya no patrullará con nosotros, necesita quedarse aquí, será más seguro si ella está en casa.

-¿Tan grave es? ¿Por qué eligieron a mi Jinnie?-vio los ojos oscuros de Kook mirarla con algo de preocupación y molestia por la situación.

-Porque saben que es mi pareja destinada-JiSoo abrió los ojos sorprendida y se cubrió la boca-piensan atacar a nuestras parejas destinadas, saben que si tienen a nuestras parejas ganan la batalla, si las cuatro familias más fuertes de Corea pierden poder entonces perdemos todo. Por eso...debo permanecer cerca de él, tengo que protegerlo.

Las manos de JiSoo acariciaron su rostro con dulzura, a pesar de la preocupación y el miedo tras la noticia sonrió.

-Gracias y no te preocupes, haremos todo para cuidar de mi Jinnie.

***Virgen y Embarazado***

Tras otros cuatro días más, Seok Jin fue al hospital acompañado de su madre. El día anterior había cumplido los dos meses de embarazo y sus amigos le enviaron mil y un mensajes felicitándolo por el segundo mes. Se rieron por horas en una fiesta extraña y ficticia que hicieron por mensajes, hasta que tuvo que irse a dormir al tener que levantarse temprano para ir a su revisión.

Cuando el doctor lo llamó, JiSoo tomó su mano y lo guio hasta el consultorio donde un viejo alfa lo esperaba con una pequeña sonrisa.

Hablaron sobre el bebé, lo revisó y se aseguró que el pequeño estuviera bien. Suspiró aliviado al saber que crecía normalmente y que no parecía tener ninguna anomalía o percance que lo afectara. Le había recomendado ciertas cosas que no escuchó pero de las cuales su madre tomó nota, aunque estaba seguro que ni siquiera hacía falta que anotara, ella ya sabía lo que debía tomar los primeros meses. Confiaba en ella.

Se despidieron del viejo doctor y salieron del hospital para dirigirse al auto rosa de su madre. Jennie había querido ir con ellos, pero tenía trabajo y JiSoo le aseguró que estaría bien por unas pocas horas nada más. Estaba segura que a esa hora ningún Marginado iba a atacarlos, había muchas personas por lo que era seguro.

Escuchaba con una sonrisa los planes que tenía de llevarlo a desayunar a una bonita cafetería que solía frecuentar y la cual era su favorita (sabía que amaba los cupcakes artesanales que hacían con ositos, estrellas y gatitos). Sonreía entusiasmado ante la idea, cuando sintió un brazo que lo tomaba de los hombros, sobresaltándolo.

-¡JiSoo! Que sorpresa, han pasado años desde la última vez que nos vimos.-dijo el alfa al cual volteó a ver desconcertado hasta que lo reconoció como el patriarca Min, su madre, Jennie, había ido con él al colegio por lo que lo conocía.

-¡Young Soo! No exageres, nos vimos hace unos dos meses-dijo la omega con una sonrisa, ella había sido amiga del alfa gracias a Jennie y, posteriormente, de su difunta esposa.

-Lo sé, pero sabes que la vejez hace que mi memoria falle.-el hombre volteó a verlo-Jin, como creciste pequeño, eres un lindo omega.-elogió y él desvió la mirada con un sonrojo, escuchando una carcajada del hombre.

Al subir al auto y salir del estacionamiento, vio a su madre borrar su sonrisa al instante.

-Jennie te dijo.

-Sí-confesó Young Soo-estaba preocupada. No pensaba que lo supieran, pero vi a un Marginado y tuve que entrometerme. Por suerte era uno solo, aunque hubiera ayudado venir con alguno de mis hijos, seguro se hubieran encargado de él.

-¿Cómo supiste que era un Marginado?

-Tenía una X en la mano derecha, intentó cubrirla pero lo noté.-el alfa observó a su madre-Hasta que Jennie no esté en casa no vuelvan, yo tengo otro trabajo que hacer y no puedo quedarme con ustedes, pero he hablado con los Jeon antes de venir, Sun Hee los espera, estarán a salvo en su casa, Hee Sook y JungKook están ahí.-informó volviendo a ver por la ventana.

-Bien, no eran los planes que teníamos pero...no queda otra opción. Debo proteger a mi hijo.

-Por cierto ¿Qué hacían en el hospital? ¿Ha pasado algo malo, Jin?-Young Soo volteó a verlo y no supo qué inventar.

-Ah, no, él sólo me acompañaba. Fui yo, chequeo de rutina. Pensé que Jennie te lo había dicho.-en su mente agradecía en diez idiomas distintos a su madre, aun no se sentía listo para que alguien más supiera de su embarazo.

-No, simplemente me dijo que habían ido solos al hospital y que estaba preocupada.-de la misma forma que hizo con su mami, agradeció a su madre también por no hablar de más.

Ambos se enfrascaron en una conversación trivial de camino a casa de los Jeon mientras él se quedaba mirando por la ventana sin prestarles atención, en su mente la idea presente de que tendría que volver a ver a JungKook luego de cuatro días de no hacerlo. No quería, pero no tenía otra opción, era por su bien y el de su bebé.

Young Soo tras descender en la casa Jeon se despidió de ellos y marchó. JiSoo tocó el timbre de la mansión siendo recibida pronto por una adorable mujer de cabello oscuro, sonrisa de conejito y pie pálida. Sun Hee los recibió con tanto cariño que pensó que los estaba confundiendo con alguien más.

-Por favor, siéntanse como en su casa-dijo amablemente y Jin pensó que era imposible sentirse como en casa ya que ellos no poseían una enorme mansión, mucho menos tantos lujos-Jin, pequeño ¿te gustaría algo para tomar?

Negó con una sonrisa, incapaz de hablar ante la omega quien le sonrió de vuelta y lo tomó del brazo para guiarlo hacia la sala donde su esposa y su hijo esperaban. Hee Sook se levantó y tan pronto como su esposa lo soltó la tomó de la cintura, en sus ojos pudo detectar algo de temor.

-Lamentamos esto, no pensamos que pasaría algo al ir al hospital.-decía JiSoo apenada sentándose en uno de los sillones al mismo tiempo que las Jeon, Jin se sentó a su lado, siendo observado por JungKook.

-No, está bien, es comprensible, Jin es uno de sus blancos. -la omega se mostró triste- No sabes cuánto me asusté al saberlo, Young Soo me dijo que cabía la posibilidad de que algo pasara pero yo tenía la esperanza de que no fuera así. Esos Marginados parecen buscar simplemente amargarnos el día.

-Ni que lo digas, había planeado ir a desayunar con Jinnie a mi cafetería favorita, es una lástima que nuestros planes se hayan arruinado.-Seok Jin sonrió al ver en su rostro un pequeño puchero.

-Oh, no te preocupes, aún no hemos desayunado, podemos hacerlo juntos-Sun Hee tenía una sonrisa tan adorable que le restaba muchos años-por cierto ¿a qué fueron al hospital? ¿Ha pasado algo malo?

-Oh, no, chequeo de rutina, ya sabes.-volvió a mentir su madre mientras él permanecía en silencio.

-Ya veo ¿Qué tal el estudio, Jin?-Hee Sook sonrió, pero Seok Jin supo que no se había creído del todo la mentira aunque de todas maneras evitó preguntar.

-Muy bien, los profesores no han sido tan malos con las tareas que envían, aunque suele costarme un poco química y física.

-Puedo ayudarte si quieres.-se ofreció JungKook.

-¡Es cierto! Mi niño es muy bueno en química y física, podría ayudarte con gusto.-Sun Hee por algún motivo se emocionó ante la idea.

-Muchas gracias, pero mi amigo Alexander es muy bueno en esas materias y me ayuda con lo que no entiendo.-sonrió apenadamente tras ver desaparecer la sonrisa de la omega.

-Oh, pero... unas clases extras no vendrían mal, para adelantar un poco ¿verdad?-miró a su esposa y luego a JiSoo-¿Qué opinan?

-Yo no veo lo malo.-comentó su madre e instintivamente le apretó el brazo dándole a entender que no quería-pero...si él ya tiene a Alex creo que sería innecesario.

-El saber no ocupa espacio-la omega guiñó un ojo antes de levantarse y tomar a la alfa y a su madre de la mano-vamos a ver si el desayuno ya está, esperen aquí, enseguida volvemos.

Pensó que jamás había visto a alguien desaparecer tan rápido como lo hicieron ellas. Estaba seguro que si las cronometraba hubieran logrado un record digno de estar en el libro Guiness. Aunque no le gustó demasiado que lo dejaran solo con Kook, sobre todo por la mirada que le mandaba. Hubiera preferido su coquetería y sonrisa sensual habitual antes que esa mirada inquisidora que buscaba casi hurgar en su alma para sacarle información de algo en lo que tuviera dudas.

-Tu madre mintió con lo del chequeo de rutina.

-¿Preguntas o afirmas?-dijo mirándolo, el alfa tenía una mano sobre sus labios y el rostro pensativo.

-Afirmo. Fue convincente, pero sé que mintió. No creo que sea algo grave con respecto a ella o no te hubiera llevado a ti a acompañarla, así que sospecho que has ido tú. ¿Por qué?-¿es que acaso Sherlock Holmes había reencarnado en JungKook o ellos habían sido muy malos mintiendo?

-No es algo que te incumba.-soltó molesto, no pensaba decirle que fueron por temas de su embarazo, él no tenía que saberlo.

Kook lo observó detenidamente, intimidándolo con su simple mirada, haciéndolo jugar nervioso con sus manos. Odiaba que ese maldito alfa pudiera llegar a hacerlo sentir tan arrinconado sin siquiera tocarlo o hablar. Estaba tentado a tomar el adorno sobre uno de los muebles cercanos y arrojárselo a la cabeza, estaba cerca y tenía una puntería medianamente buena como para atinarle. Sí, era un buen plan.

-¿Por qué fuiste al hospital?-volvió a cuestionar Kook luego del largo silencio.

Seok Jin miró hacia donde se habían ido las tres mujeres esperando verlas llegar por ellos, pero estaba solo, nadie iría a salvarlo.

-Chequeo de rutina.-dijo casi automáticamente al no ocurrírsele nada para inventarle.

-No te creo, si fuera así tu madre no hubiera mentido.-maldito Jeon JungKook y su inteligencia-Habla ¿o acaso te gustaría que te saque la información a la fuerza?

Bien, eso no le gustaría, pero si no le decía algo convincente el chico de seguro haría algo que no le gustaría y terminaría todo mal, sobre todo porque sospechaba que le rompería algo en la cabeza si se acercaba de más.

-Ni se te ocurra-dijo entre dientes, mirándolo molesto.

-Habla entonces.-JungKook parecían tan calmado que lo ponía nervioso.

-Yo...-se mordió el labio y dijo lo primero que se le vino a la mente-tengo un parásito.

-¿Un parásito?-bien, no era la mejor forma de referirse a su bebé pero era eso o decir que el famoso parásito era un pequeño niño.

-Sí, tengo un parásito en el vientre.-desvió la mirada avergonzado.

-Oh, ya veo... ¿es algo grave?-por dentro festejó al saber que el alfa se había creído su mentira.

-Bueno, no en realidad, el doctor dijo que me encariñaría con él-la clara confusión en el rostro del mayor lo tentaba a reírse en su cara.

-¿Qué?-casi caída del cielo, JiSoo apareció y él se levantó del sillón.

-Vamos, de seguro ya está el desayuno.-a paso apresurado pasó por al lado de Kook evitando cualquier tipo de roce para ir con su madre.

Esperaba no volver a estar a solas con JungKook o no sabría qué se inventaría la próxima vez.

Parásito...así llamaré a mi hijo/a XD que buena mentira Jin XD

Min Young Soo, un ángel caído del cielo que protege al omega de JungKook n.n y a su suegra...

Nos vemos en el proximo capitulo! besos💋💋💋

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