Virgen y Embarazado II
Seok Jin se preocupaba de hacer su tarea esa noche, liberándose de sus problemas personales y ocupándose de las cuentas matemáticas que tenía frente a sus ojos. Necesitaba olvidarse por minutos de su embarazo y de Los Marginados antes de colapsar y darles más problemas a sus madres. Ya bastante tenía con su rara situación y un futuro nieto no planeado.
Sintió un suave ronroneo a su lado y el suave pelaje de su gatita de ya tres años. Perla se acurrucó a su lado, durmiéndose sobre algunos lápices y hojas. Bien, no iba a despertarla para quitárselo, después, si ella lo hacía por cuenta propia, lo haría. Sonrió a su bonita mascota antes de darle un beso en la cabecita. Amaba a Perla.
Observó el reloj de pared, ya era tarde pero aun debía terminar la tarea. Así que siguió con la gatita acurrucada a su lado.
-¿Jinnie?-la suave voz de JiSoo lo hizo alzar la mirada hacia ella.-permiso, pequeño, pero tenía que hablar contigo.
-Claro, mami.-dejando las cosas a un lado se levantó y Perla lo hizo también, subiéndose a sus piernas para seguir durmiendo.
-Lo siento ¿hacías tarea?-preguntó al ver las hojas llenas de números sobre la cama.
-Sí, pero no te preocupes, en un rato las terminó. El profesor Min no fue malo esta vez.-la última vez que Min YoonGi dejó tarea de castigo, había tardado alrededor de tres días en terminarla. Podía llegar a ser cruel cuando se lo proponía.
-Bien, me alegra entonces, no quiero que vayas a dormir muy tarde.-con una pequeña sonrisa le brindó una caricia antes de ponerse seria-con tu madre hemos estado hablando y acordamos que iríamos juntas a buscarte a la escuela, pero...deberás esperar a que tu madre salga del trabajo ¿sí, cielo?
-Sí, mami.-con dulzura ella besó su frente antes de salir de su habitación.
Jin suspiró, no sabría cómo esperaría solo en el colegio sin tener un ataque de pánico antes. Sería complicado, aunque siempre podría pedirle a alguno de sus amigos que se quedara con él a hacerle compañía, aunque no quería molestarlos, ya bastante tenían con esa situación.
Su celular sonó, se estiró sin molestar a Perla que seguía durmiendo en sus piernas y contestó.
-¿JiMin?
-Jin la situación es grave, ¿recuerdas a Liang? La chica que va con nosotros.
-Sí, la recuerdo.-Por algún motivo ya se imaginaba lo que había pasado.
-Los Marginados la capturaron a la salida del colegio.-abrió los ojos de la impresión-Y eso no fue lo peor...la mutilaron y dejaron las partes en las casas de las familias Jeon, Min, Jung y Kim. Jin, es grave, no sólo buscan secuestrar omegas y betas, también quieren matarlos.
-Dios...JiMin...esto es peor de lo que imaginábamos.
-Lo sé, pero no digas nada aun, las familias Jeon y Min van a darlo a conocer mañana. Va a haber toque de queda para omegas y betas, los alfas deberán patrullar por las noches. Tengo miedo de que algo malo les pase a Chanie hyung y Dara noona en el patrullaje. Mamá está entrenada, pero ellos...aún están aprendiendo.-recordó a Park ChanYeol de veinte años y Park Sandara de veintiún años, los hermanos alfas de la familia Park, dos personas dulces que protegían a sus hermanos menores omegas.
-Mamá también pero...tengo miedo, sé que mami se preocupará mucho.-suspiró-Tae y Alex ¿saben de esto?
-Sí, Alex está asustado por su hermano. Además si Andrew patrulla se quedará solo en casa, tiene miedo de que algo le pase. Y TaeHyung está muy preocupado por Hye y HyunAh,-HyunAh era la hermana mayor de Tae, tenía veintidós años, era una alfa hábil y fuerte, pero esta era la primera guerra en la que participaría. Andrew, por otro lado, a pesar de sus diecisiete años, tuvo que participar de la guerra donde perdió a sus padres y quedó como tutor de su hermanito. Tenía experiencia pero no sabían si sería suficiente para sobrevivir.
No quería ser pesimista, pero la situación no era para nada buena. Los Marginados pensaban matarlos, su venganza sería dejarlos sin posibilidad de procrear, estaba seguro que eso buscaban.
-Sólo...espero que las cosas terminen bien, no quiero que le pase nada a mi bebé.-Su voz se entrecortó por la preocupación-lo siento...pero dime ¿Cómo te enteraste de todo esto?
-Oh...eh, por Bomie, Chae Rin noona se lo contó.-Seok Jin por un momento sintió que le mentía, pero descartó esa idea.
-¿La hermana del profesor Min?-recordó a la alfa, una chica de veinticuatro años muy parecida a su profesor. Si no se llevaran tres años de diferencia creería que son gemelos.
-Sí, son amigas, lo siento Jinnie, pero debo irme a dormir. Nos vemos mañana en la escuela.-por un instante lo escuchó nervioso, pensó que la situación lo estaba poniendo así.
-Está bien, JiMinnie, descansa.
Cuando colgó la llamada se quedó pensando, tocando su vientre y deseando que las cosas no empeorarán.
***Virgen y Embarazado***
Como esperó, esa mañana dieron el comunicado de Los Marginados y lo ocurrido con la pobre Liang. Muchas personas se asustaron, otras lloraron, pero todos estaban sumamente preocupados. Incluso los recesos fueron algo deprimentes, no se escuchaban las risas ni las conversaciones que días atrás hubiera sido costumbre.
-Mami está preocupada-dijo Tae observando su almuerzo sin apetito alguno-tiene miedo de perder a alguno de nosotros.
-Andrew no quiere dejarme solo, yo tampoco quiero estar solo...me preocupa saber que algún Marginado podría entrar a casa...-Alexander suspiró dejando su almuerzo a un lado, sus orejas rubias decaídas-las cosas están mal.
-Podrías quedarte en casa los días que Andrew haga el patrullaje-Seok Jin tomó su mano-así no estarás solo.
-Sabes que puedes contar con nosotros-JiMin sonrió dándole una caricia en el cabello.
-Es cierto, a mami no le molestaría que estuvieras en casa.
-Gracias-de verdad estaba plenamente agradecido con ellos y a pesar de que quería decir mucho más, no pudo y sólo los abrazó con fuerza.
Seok Jin correspondió y besó la frente del beta, sabía que no era sencillo para él lo que estaba viviendo, para ninguno en realidad, pero al menos Tae, JiMin y él aún tenían a su familia completa con ellos para apoyarlos en una situación tan peligrosa como la que vivían. Sin embargo, la única persona que tenía Alexander lo dejaría solo algunas noches en la semana con el miedo y la preocupación que Los Marginados generaban. Pensó que era muy afortunado por tener a sus madres aún con él.
Se terminaron por enfrascar en una tranquila conversación hasta que Jin recordó que debía devolver un libro a la biblioteca. JiMin se ofreció a acompañarlo, pero la hora de volver al salón estaba cerca y prefirió alcanzarlos después.
Caminó observando la tapa del libro de matemática preguntándose por qué el profesor Min simplemente no renunciaba a su trabajo si tanto odio sentía por sus alumnos. Sus ejercicios eran un método de tortura psicológica medieval, pero lo peor no era eso, sino cuando te miraba con sus pequeños ojos fijamente y con una clara mueca molesta, de esas que decían: quizás me ves muy tranquilo, pero en mi cabeza ya destruí tu futuro de veinte maneras distintas. Era un desalmado sin corazón al cual todos temían, bueno JiMin era la excepción, él estaba enamorado del profesor Cascarrabias alias Gato Castrado Destructor de Sueños y Futuros. Aun se preguntaba qué vio en el profesor como para interesarse tanto en él.
La amable bibliotecaria, una anciana beta, le sonrió dulcemente cuando le devolvió el libro. Lo conocía, frecuentaba el lugar a menudo y solían tener largas charlas sobre literatura. Si de alguien había aprendido literatura había sido de la amable bibliotecaria y no del aburrido de su profesor.
Dio media vuelta al escuchar el timbre, debía volver a clases cuanto antes. Pero apenas salió de la biblioteca, sintió un brazo sobre su cintura, cerca de su vientre, que lo hizo girarse bruscamente y empujar a la persona que lo había tomado de esa forma, alejándolo por temor a que sintiera su embarazo de poco más de mes y medio, sus orejas y cola crispadas por la sorpresa. No estaba tan abultado, pero se podía notar algo anormal si lo tocabas o veías con detenimiento. Así que poco le importó si dañaba a la persona que había osado a tomarlo de esa manera.
-Dulzura, sí que eres fuerte-bien, reconoció casi al instante esa voz masculina del alfa por el cual suspiraba desde hacía tiempo.
Al girar, JungKook sonreía divertido con su ropa de colegio desaliñada y su cabello alborotado, sabía que odiaba lucir tan correcto ante los demás. Bueno, si supiera que el alfa era suyo ya mismo lo hubiera azotado contra la pared y lo hubiera besado tan apasionadamente que no lo hubiera dejado ni respirar tranquilo. Pero él no era suyo, así que simplemente se limitó a bajar la mirada junto a sus orejitas, sonrojado completamente.
-Debo ir a clases-fue lo primero que llegó a su mente, no pensaba disculparse con él, no veía un por qué.
Kook lo había tomado de la cintura con tanta confianza que lo había asustado, el temor lo llevó a reaccionar así de manera inconsciente por lo que no era culpable de nada. Tampoco era como si se sintiera arrepentido.
Sin embargo, como en esos fanfics clichés que solía leer, el mayor lo tomó de la muñeca y lo hizo girar, su sonrisa sin borrarse en ningún momento.
-¿Y mi disculpa, Dulzura?-Seok Jin movió el brazo buscando liberarse, pero el alfa era fuerte y apenas pudo moverlo de un lado a otro-vamos ¿Así te comportas con el chico más guapo de todo el colegio?
-Oh, que modesto, creo que mi disculpa se perdió con tu humildad.-contrario de lo que esperaba, el chico sonrió más ampliamente.
-O quizás mi disculpa es rebelde, como el omega que me la debe.-de un solo jalón lo dejó pegado a él-¿pero te digo algo?, me encantan los omegas rebeldes.
-Qué bueno, búscate a otro, yo no pienso estar en tu lista.-dijo molesto y rojo, pero esta vez por la furia de no poder soltarse del mayor.
-¿Y quién dijo algo de una lista? Un nombre tan bonito como el tuyo jamás estaría en una burda lista de conquistas. En todo caso, yo diría que estás en mi lista de Los Omegas Más Maravillosos del Mundo que Deseo en mi Futuro.-tomándolo de la cintura se acercó a su oreja para susurrar-y adivina, Dulzura, eres el único de la lista.
Seok Jin bajó la cabeza al estremecerse por esa voz grave que le había hablado tan de cerca. Quisiera o no, por algún motivo, siempre se debilitaba en presencia de JungKook, era el único alfa capaz de dejarlo como un manojo de sentimientos revueltos, temblores y sonrojos. Con los demás era más sencillo pelear y enojarse, pero con él no. No sabía si odiarlo o quererlo por eso.
Realizó un inútil intento por alejarlo, pero en cuanto lo empujó unos milímetros el chico lo volvió a acercar, hundiendo la nariz en su cuello y olfateando esa zona, tuvo que morderse la lengua para no dejar escapar un gemido ante lo sensible que se encontraba. Maldito Jeon JungKook y su poder para dejarlo hecho un desastre, como querría estar en clases de química con él para hacerle estallar algo en... ¡Las clases! Debía volver, pero el tonto del alfa no lo dejaba ir. Sólo se empeñaba en mantenerlo más tiempo contra su cuerpo, olfateándolo y abrazándolo como si no tuvieran responsabilidades.
Sin pensarlo demasiado, estampó su rodilla contra la entrepierna del atleta más amado en la escuela y salió corriendo cuando él se separó con un aullido de dolor. Tenía que llegar, aún estaba a tiempo de que la profesora no le dijera nada por unos minutos de retraso.
Ay Jin, que romantico eres :v ...aunque no te juzgo, haría lo mismo UuU
Actualizo antes porque...bueno basicamente estaba aburrida y quise actualizar :v a pesar de que vinieron tios a casa aun así me escape y vine a escribir y actualizar para ustedes UuU...es que mi primita me tenía hasta la coronilla con sus grititos ;-; así que me fui...aunque ahora esta en mi pieza conmigo mirando videos :v al menos esta callada
Bien, nos vemos en el proximo!!! besos💋💋💋
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