Yoongi había contado cada minuto y había perdido completamente la cuenta de cuantas veces miro su reloj, lo único que sabe es que Jimin ya lleva más de media hora dentro del quirófano.

Su alfa camina de un lado a otro, impaciente al igual que su parte humana. Yoongi se truena los dedos de las manos y golpea el piso con su zapato buscando la manera de aliviar aunque sea un poco sus nervios.

Le estresa y desespera no recibir noticias, siente que ha pasado una eternidad y su mente traicionera ya comienza a especular miles de cosas negativas y Yoongi no quiere, él intenta ser positivo, como lo ha hecho anteriormente, pero justo ahora hay una opresión en el pecho que no lo deja respirar bien, es asfixiante y quema.

─ Yoongi, tranquilízate, me estás poniendo más nervioso ─ pidió Misuk, pues ya suficiente tenía con sus nervios como para aguantar el aroma agrio y desesperado del pelirrojo.

Para el omega tampoco estaba siendo fácil, cada vez que un médico aparecía a la vista se ponía de pie pensando que se trataba de noticias pero la decepción lo golpea cuando los ve pasar de largo y se da cuenta que la operación aún no acaba y su hijo sigue luchando para no quedar ciego de por vida.

─ Lo siento, pero es algo que ya no puedo controlar ─ mencionó apenado.

Quiere que todo acabe para ir adentro con su omega, abrazarlo y decirle que la nube gris se ha ido, estar con él cuando sus ojos se abran y cumplir su promesa de ser lo primero que vea; pero para eso necesita que todo termine.

Yoongi tiene una mala relación con los hospitales, ha estado dentro de uno incontables veces, ha memorizado cada detalle, el olor de las medicinas se ha penetrado en su nariz y lo odia, el molesto sonido de los aparatos lo persigue hasta en sus sueños, lo movimientos impacientes y desesperados de los enfermeros, el llanto de los niños, los gritos y malas noticias, el alfa ha vivido eso por varios años, solo quiere irse ya.

─ Y creeme que te entiendo, pero en estos momentos Jimin necesita a su alfa más fuerte que nunca, no te olvides que puede sentir tus emociones ─ Yoongi había olvidado ese pequeño detalle y se abofeteó mentalmente por ser tan descuidado, lo que menos quiere es que su omega sufra más por su culpa.

Respira y suspira, suelta la tensión de sus hombros, cierra los ojos y relaja su cuerpo, intenta pensar en algo bueno, la sonrisa de Jimin sirve de mucho, el color de sus ojos y su dulce voz, también el olor que emana de sus cabellos cuando recién está bañado, la textura de su piel y lo cálidas que son sus manos pequeñas.

Tiene la sensación que sostiene sus mejillas y besa con sutileza sus pomposos labios color cereza; inhala su cuello y se embriaga hasta el cansancio con su aroma, lo toma todo y lo abraza hasta asegurarse que en sus brazos nada ni nadie le hará daño.

─ Familiares de Park Jimin.

Y toda aquella relajación se esfumó como el mismo aire, los ojos de Yoongi se abrieron de forma brusca y su pulso se disparó, cuando vino a reaccionar Misuk ya estaba de pie y juraría que pudo respirar sus nervios los cuales chocaron con los propios creando un desastre en su interior.

─ Somos nosotros. ¿Cómo salió todo? ─ preguntó el padre del peligris deseando nuevas noticias, no aceptaría otra cosa, la operación tuvo que haber sido un éxito sí o sí.

Yoongi se unió a los mayores y de la misma forma esperaba recibir noticias positivas, porque tanta espera y súplicas a la Diosa no pudo haber sido en vano.

Por lo que ignoró los nervios y reunió todas las fuerzas y el optimismo posible, descartando la posibilidad de un resultado poco alentador.

El médico se quitó el cubrebocas y suspiró al sentirse libre al fin de ese pedazo de tela que le obstruye la respiración. Ahora tiene un problema más grande, dos rostros ansiosos, angustiados y expectantes por una respuesta, una la cual ya tiene en la punta de la lengua porque todo tomó el rumbo debido.

No fue fácil en realidad, fue una operación difícil y de extremo cuidado.

─ La operación fue todo un éxito, pudimos eliminar el problema de raíz y la vista de nuestro paciente quedó como nueva ─ amaba ver como las expresiones de las personas se volvían animadas y eufóricas después de recibir buenas noticias; este era un caso de esos, el omega llevó sus manos a su boca y sus ojos se inundaron de lágrimas de felicidad, el alfa sonrió tan grande que no pudo evitar contagiarse, las feromonas revueltas en el aire lo hicieron sentir bien, satisfecho y feliz.

─ ¡Muchas gracias! ─ Misuk no pudo evitarlo y saltó encima del médico para abrazarlo y agradecerle de corazón, por qué lo había hecho realmente feliz.

En cambio Yoongi celebró internamente, pero eso no quería decir que su felicidad no fuera obvia, todo lo contrario; su expresión lo gritaba en todos los sentidos, los nervios y la preocupación se habían esfumado y no había mejor sensación que sentirse aliviado porqué su omega lo había resistido, estaba orgulloso de él y no veía la hora de ir a abrazarlo y darle la noticia, está seguro que se pondrá más que feliz.

Sin embargo Yoongi quería compartir esa felicidad que ahora siente con una persona en particular, el alfa quiso comunicárselo a su madre, presiente que ella está en casa esperando por noticias.

Se aleja unos pequeños pasos para tener un poco más de privacidad y toma su teléfono celular para marcar el número de Hyebin. Lo intenta al menos tres veces pero en cada una solo recibe el buzón de voz.

El alfa se extraña, su madre siempre contesta incluso si está ocupada, ella es de esas que deja de hacer lo que hace porque no imagina si se trata de algo importante.

─ Yoongi ─ Misuk se acerca a él.

─ Dime ─ se da la vuelta para mirar al mayor.

─ ¿Sucede algo? ─ pregunta el omega al ver que se había alejado y no termino de escuchar lo que el médico tenía que decirles.

─ Quería comunicarle a mi mamá que la operación de Jimin fue todo un éxito, pero no contesta.

─ Quisas este en el baño u ocupada.

Yoongi lo pensó y tal vez la posibilidad de que este en el baño tuviera validez, como sea, quizá en unos momentos le conteste.

─ Tiene razón ─ guardó el móvil ─ ¿qué más dijo el doctor? ─ preguntó con más curiosidad.

─ Dice que dentro de una hora aproximadamente Jimin despertará y que podremos estar con él cuando lo haga ─ informo.

Para Yoongi no había nada mejor, se asegurará de cumplir su promesa, estará con él y tomará esto como una nueva etapa, una nueva página inicia desde ahora.

Porque esa racha de oscuridad quedó en el pasado, aprendió de ella y eso es lo importante; ahora hará nuevas cosas, quiere sorprender a su omega, su estudio es una buena opción, proponerle matrimonio como se debe, la última vez no funcionó porque Jimin estaba ebrio y dormido; pero ahora se asegurará de que el mayor lo escuche con claridad.

Está consciente de que existe la posibilidad de ser rechazado, pero se entiende, es repentino y jamás han hablado de matrimonio; pero Yoongi piensa arriesgarse, porque Jimin lo vale.

─ Iré por unos cafés y algo para comer mientras mi hijo despierta, puedes quedarte aquí o ir conmigo si quieres ─ ofreció. Habían pasado toda la mañana en espera y con los nervios de punta, ahora que el peligro había pasado el estómago del omega comenzó a pedir algo.

Yoongi negó ─ Me quedaré aquí por si necesitan algo, ve tranquilo.

─ Está bien, ¿quieres algo en especifi-

Misuk fue interrumpido cuando el celular del alfa comenzó a sonar escandalosamente.

─ Permíteme un momento ─ dijo el menor, aunque al ver el número de su vecina le pareció raro.

─ Señora Joon ─ no sabía si era ella o su esposo, pues ambos ancianos compartían celular.

Su entrecejo se arrugó de manera inmediata cuando pudo distinguir el sonido de la ambulancia y gritos a lo lejos, fue repentino, pero un mal presagio se alojó sin pedir permiso en su pecho y por si fuera poco la persona del otro lado de la línea tardó en responder, Yoongi se alertó, solo podía escuchar su desordenada respiración y un horrible sonido y desesperación de fondo.

─ Hola ─ volvió a hablar, esperando una respuesta.

Sus vecinos casi nunca le hablaban y era solo cuándo su madre no podía hablarle ya sea porque se enfermó o se quedaba sin saldo, o en los peores casos cuando Hyebin era asistida de urgencia al hospital, tal como ocurrió aquella vez que estaba dentro del trabajo y Jimin lo llevó.

─ Y-yoon-gi ─ sollozo, era la señora y se encontraba llorando, eso solo empeoró todo, Yoongi no pudo ocultar su preocupación, Misuk la notó con facilidad.

─ ¿Ocurre algo?, ¿Mamá está bien? ─ preguntó, no pudo evitarlo.

Más llanto, Yoongi se desesperó, ahora su cabeza se imaginaba un montón de escenarios, ¿porque su mamá no le había contestado el teléfono anteriormente? ¿Habrá recaído?

─ Yoongi, c-cariño, acaba de suceder una tragedia  ─ las manos de la omega temblaban, no encontraba las palabras correctas para confesar algo de tal magnitud; pero es sabedora que el alfa tiene que saberlo, total es inevitable y de cualquier forma dolera.

Yoongi trago grueso, los ojos de Misuk estaban sobre él.

Irritado y preocupado apretó él puente de su nariz y suspiró profundamente, no podía ser algo grave, al menos lo esperaba.

─ Ok, calmese y respire, ¿usted está bien?

La ancianita negó, ella no era el problema, sus ojos veían con lágrimas de pánico aquella terrible y traumante escena, el fuego había consumido casi todo, el humo había formado una horrorosa nube gris y la ceniza caía como si fuera nieve, una completa escena de terror, y una historia triste lo que había dejado.

─ Yoongi ─ no tenía fuerzas para decirlo; sin embargo no había de otra ─, t-tu casa está en llamas… acaban de sacar el cuerpo de tu madre y no responde, p-por favor ven ahora.

Fue un golpe realmente duro para Yoongi, perdió todo control en su cuerpo y sus piernas flaquearon al punto de hacerlo caer sobre uno de los bancos azules, el rostro juvenil se volvió pálido, sus ojos se inundaron de temor, una ola de miedo y ansiedad lo golpeo haciendo estragos dentro de él, el cuerpo le tembló y sus vellos se erizaron.

─ ¿Yoongi que tienes? ─ pregunta el omega más alterado al verle en ese estado, más aún al ver que las lágrimas comenzaban a brotar de los ojos del menor.

─ N-no… ─ murmura a puras penas, negándose a creer lo que claramente había escuchado.

No podía ser posible, su madre había quedado bien esta mañana, le había sonreído como lo ha hecho todos los días desde que tiene memoria, incluso le dijo que al regresar le tendría algo delicioso para que comiera, estaba bien, estaba sana.

─ ¿Que tipo de broma es esta?, q-quiero hablar con ella, hablale por f-favor ─ suplica, deseando que se trate de un juego de mal gusto, aunque resulte molesto lo aceptara, porque cualquier cosa es mejor que aceptar la realidad.

─ No te estoy mintiendo ─ lloraba, lo hacía de una forma tan amarga y desgarradora que Yoongi no pudo evitar el nudo en su garganta, de nuevo estaba ahí, recordándole que nunca será del todo feliz.

Las lágrimas ya bañan sus mejillas, su pecho arde, siente como su corazón es arrugado como un trozo de papel y el miedo hace estragos en su mente, negándole la posibilidad de pensar con claridad; siente como la respiración se le estanca y su rostro se vuelve rojo.

─ Yoongi me estas asustando ─ en su desorden mental e intento de adaptación a la realidad no fue capaz de escuchar al omega que le llamaba con auténtica preocupación.

─ Apurate, tu presencia es necesaria ─ sorbió su nariz, ahora que ya lo había dicho la anciana se sentía más liberada; pero eso no quería decir que no doliera ver aquella casa hecha un desastre, aquella paredes que habían sido refugio de una pequeña y cálida familia, era imposible de creer y difícil de aceptar.

El celular cayó al suelo provocando un sonido que solo aumentó los nervios y angustia del omega.

Mientras que Yoongi estaba en estado de trance, sus piernas eran incapaces de responderle en este momento, su mente le torturaba con aquellas palabras que le hacían querer gritar y despertar de esta pesadilla.

"Tu casa esta en llamas, acaban de sacar el cuerpo de tu madre y no responde"

Su mirada nunca había reflejado tanto miedo, angustia, pánico y desesperación, ante los ojos del omega no era el mismo alfa del cual su hijo tanto hablaba, esa confianza, calidez y felicidad no estaba, era como si nunca hubiera existido.

─ M-mamá ─ y fue al momento de decir su nombre que su cerebro dio la orden, se levantó de golpe, parecía desorientado, confundido, sus manos temblaban y su aroma era agrio, la aflicción estaba en cada feromona existe.

─ Mamá m-me necesita ─ a duras penas su mente se aclaró y pudo pensar con más claridad.

─ ¿Qué le pasó? ─ al ver el estado del menor supuso que era algo grave, incluso podría apostar a que una tragedia había ocurrido.

Yoongi tomó sus cosas, su bolso y a paso torpe comenzó a buscar la salida sintiendo su pulso desordenado, ojos curiosos en su espalda y un dolor en su corazón imposible de describir con palabras.

Entre tanta bruma y desesperación olvidó por completo su promesa, también que su omega esperaría encontrarse con él cuando despertara, pero más sufriría al saber el motivo de su ausencia.

Hola almas del mal ¿como andamos?

Por favor no me funen.

Había dicho que este sería el último capítulo, pero pensándolo bien aún queda para otro, el cual sí, sera el capitulo final, nos leemos hasta entonces.

No se olviden que habrá segunda temporada, no se alteren.

Gracias por leer ❤

07/07/22.