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🌸 Capítulo 93 🌸

No faltaba mucho para que el reloj marcara las 12 de la madrugada y sin importar lo tarde que fuera cierto alfa pelirrojo no podía dormir.

Si, estaba nervioso y no podía negarlo más, la operación de Jimin era al siguiente día y aunque sabía que su omega era fuerte y soportaría ese suceso había algo en su interior que le había robado el sueño, obligándolo a permanecer despierto y con su mirada pérdida en el cielo, vista hermosa que podía apreciar gracias a la pequeña ventana de la cocina.

Había bajado por un vaso de agua, pero no quiso volver arriba pues la imagen de una hermosa luna lo cautivo.

Ahora permanecía con su celular, sentado cerca de la ventana y pensando en un sin fin de situaciones que lo tenían un tanto martirizado.

Todo empeoró cuando lo vio conectado, fue rápido, porque así como vio el conocido "en línea" aparecer, así mismo volvió a desaparecer, entonces supo que Jimin tampoco podía dormir y a lo mejor solo estaba esperando un mensaje suyo.

Además, su pecho quemaba, podía sentirlo gracias al lazo, su omega debía estar peor que él, está seguro de ello, porque por más que intentó disimularlo en todo el día lo noto muy distraído, distante y callado y supo que quiso poner su mejor sonrisa; pero una vez que Yoongi conoció esa falsa mueca en sus labios supo reconocerla fácilmente.

Y no, no era una sonrisa sincera.

Su lobo le exigía una llamada, quería escuchar su voz y decirle que todo estaría bien, necesitaba mostrarle su apoyo de una u otra manera. Pero Yoongi no sabía si a está hora era lo correcto.

Sin embargo sus manos picaban y el deseo crecía sin poder hacer nada.

Está lejanía no estaba siendo fácil para ninguno de los dos y menos ahora que sentía que el mayor necesitaba su apoyo, de alguna forma podía escucharlo y no existía explicación coherente, solamente su pecho dolía en ocasiones y se lo imaginaba solo en la oscuridad de su habitación sobre su cama y abrazando el enorme muñeco que él mismo le había regalado hace unos meses.

Era una imagen que llegaba de manera repentina, pero era tan clara y cartera que parecía ser real.

Fue justo cuando el reloj marcó las 12:00 que ya no pudo resistir y como sabía que un simple mensaje no ayudaría mucho fue a la agenda y buscó su número para llamarle.

Mordió su uñas mientras escuchaba ansioso el sonido del teléfono, pidiendo a la diosa para que Jimin le tomara la llamada y efectivamente su rostro se iluminó cuando escuchó responder.

─ Alfa ─ su voz se escuchó demasiado tranquila y suave, pero también frágil, como si hubiera estado esperando su llamada; entonces Yoongi agradeció ese instante de valor, porque era un hecho que ambos necesitaban hablar aunque sea un momento para calmar a sus lobos y poder conciliar el sueño al menos por unas horas, solo hasta que el mañana llegue y poderlo recibir con el suficiente valor y valentía.

─ Lamento la hora, pero en serio necesitaba escucharte ─ fue sincero, dejando fluir sus sentimientos a base de palabras.

─ Me pasa lo mismo, de hecho estaba por hablarte ─ ambos habían sido un tanto lentos, Yoongi sonrió porque eran todo un caso y lo reconocía.

─ ¿Nervioso? ─ era una pregunta que se había estado haciendo hace varios minutos.

Hubo un cómodo silencio de al menos tres segundos, donde solo la respiración del omega le indicaba que él aún seguía ahí. Jimin no estaba seguro; es decir, era la segunda vez que se somete a una operación, quizá su único miedo es que al igual que en el pasado el problema no se elimine del todo, lo único que lo alienta es que ahora no está tan solo como en ese entonces, Yoongi sostiene su mano y eso es más que suficiente.

─ Quizá si, solo un poco ─ admitió y sonrió porque se había sentido bien expresarlo después de guardarlo para el mismo ─; pero daré todo de mí para que el resultado sea alentador.

De lo contrario guardaría la imagen de Yoongi en su mente, corazón y si es posible alma, porque de todos su rostro era lo único que le dolería no volver a ver.

─ Estoy seguro de ello, lo harás bien ─ lo mencionó con una seguridad admirable, deseando que sus palabras penetraran la mente de su omega hasta creérselo y si con una vez no era suficiente Yoongi está dispuesto a repetirlo toda la noche si es necesario.

Jimin abrazó sus piernas y se acomodo mejor sobre el enorme peluche, regalo de Yoongi y el que abrazaba todas las noches cuando no lo tenía con él.

─ Si no lo logró… ¿Estás dispuesto a vivir atado a un ciego para toda la vida? ─ no sabe de dónde salió esa pregunta, pero ya lo había dicho y no había marcha atrás.

Tampoco la sentía tan descabellada, después de todo Yoongi es un alfa joven, con un gran futuro por delante, si permanece a su lado teme que opaque su brillo, ahí si no se lo perdonaría.

─ Si no lo logras yo seré tus ojos, tu guía y sombra, no hay motivo existente que me haga alejarme de tí ─ no lo dudo, nada ni nadie logrará que deje ir a su omega, no importa lo que tenga que sacrificar para quedarse a su lado.

─ Tu respuesta es tan… tú ─ menciona mordiéndose el labio para apaciguar sus emociones las cuales en estos momentos estaban disparadas. Pudo escuchar una ronca risilla y como una medicina aquello lo hizo sentir mejor.

─ Qué te puedo decir, saco mi mejor versión cuando se trata de tí.

A Jimin no le incomodaba la dulce personalidad del alfa, quizá por eso ahora su habitación estaba llena del tierno aroma de algodón de azúcar, Yoongi lo contagia y las feromonas estallan como pólvora.

─ Que cursi ─ mencionó sonrojado.

─ Di lo que quieras, pero apuesto que tienes una enorme sonrisa en éste momento.

Y no mentía, el omega había mantenido una débil y dulce sonrisa en su rostro que solo hasta que Yoongi la mencionó se dio cuenta de ella.

Lo conocía tan bien, incluso se lo podía imaginar, podía ver cómo se cubría su rostro carmín con su mano pequeña y rellena, sus ojitos pequeños y sus pómulos abultados.

Sin duda hermoso.

─ Mañana a primera hora iré a tu casa, me iré contigo al hospital ─ continuó Yoongi después de algunas palabras.

─ No te molestes, papá pasará por mí, seguido iremos por tí ─ Misuk le había dicho el día de ayer que quería estar presente durante todo el proceso de la operación, Jimin aceptó sin ninguna queja.

─ Entonces te estaré esperando.

Era curioso como se les había ido más de media hora y no lo habían sentido, incluso se olvidaron de la hora y sus lobos permanecían apaciguados y relajados como si hace unos minutos no habían estado de exigentes e irritables.

─ Gracias ─ agradeció el omega, Yoongi era un gran apoyo emocional que con su optimismo siempre lo lograba contagiar.

─ No hay nada que agradecer, eres mi pareja, estamos juntos en esto ─ Jimin podía sentir los cálidos sentimientos que Yoongi le transmitía por medio del lazo, la ola de tranquilidad que lo golpeó dejó una sensación de paz que lo hizo sentir seguro.

Se despidieron y finalmente la llamada terminó, con un suspiro guardó el celular en su bolsa y quiso cerrar la ventana para ir arriba e intentar dormir, porque mañana sería un día pesado y estas horas de sueño pérdidas seguro harán falta mañana.

Entonces una suave y conocida voz lo hizo detenerse.

─ ¿Tampoco puedes dormir? ─ miró hacia la puerta y vio a su madre parada justo en  la entrada.

Portaba una pijama rosa, su tela ya lucía un poco desgastada, pero era cómoda y fresca, justo lo que la omega amaba tener en su cuerpo cuando dormía.

Al parecer Jimin y él no eran los únicos que presentaban cierta dificultad para poder conciliar él sueño.

Vio su rostro cansado y un poco demacrado y eso bastó para que la expresión del alfa recayera en un semblante angustiante que la omega notó inmediatamente.

Yoongi no era tonto y Hyebin lo sabía, la mentira de que el tratamiento había funcionado el pelirrojo poco a poco la fue descubriendo, quizá no estaba cien por ciento seguro; pero lo sospechaba, por eso sin someterla a presión o mencionarlo claramente el alfa la cuidaba indirectamente, porque sabía lo mucho que su madre sufría cuando la trataba como una omega enferma.

Y es que la mujer lo había preparado toda la vida para cuando ese momento llegara, diciéndole que era algo normal y que cuando pase no tendría que estar triste, muy al contrario, debía ponerse feliz ya que en algún lugar desconocido estaría llevándose a cabo el reencuentro de sus padres.

Aún así Yoongi temía que ese día llegara, porque no podía imaginarse una vida sin la mujer que tanto amor le había dado, siendo un gran apoyo y compañía.

─ Juro que lo intente ─ confesó ─, pero fue inútil.

─ Te entiendo, tampoco puedo hacerlo. Escuche que hablabas con alguien ─ abrió el refrigerador buscando zumo de naranja, seguidamente tomó un vaso para echar el líquido natural que refrescaría su garganta.

─ Estuve hablando con Jimin, hasta hace poco nos despedimos ─ esperaba que al menos él haya podido dormir, sobretodo porque necesita descansar para tener fuerzas el día de mañana.

La omega se sentó cerca de su hijo.

─ ¿Cómo lo escuchaste?

─ Está un poco nervioso, pero intente convencerlo de que todo saldría bien ─ respondió.

─ Me hubiera gustado acompañarlos, lastimosamente solo pueden haber dos personas esperando por él ─ eso fue lo que Yoongi le había dicho y pues algo verdaderamente lamentable, porque Hobi y Tae también querían estar presentes; sin embargo, al igual que la omega les tocaba esperar por noticias desde casa.

─ Lo sé. No te preocupes, Jimin será dado de alta horas después de la operación, podrás verlo cuando ya esté en casa.

Porque claramente tenía que guardar reposo al menos por quince días, pero como a Jimin no le gustaban los hospitales pidió que esto ocurriera en la tranquilidad de su hogar.

─ Seguramente estaré ahí ─ mencionó antes de voltear y ver una hoja de papel sobre la gran mesa del comedor ─. ¿Qué es eso? ─ preguntó con curiosidad.

─ Es la ficha de inscripción para entrar a la universidad ─ la omega amplio los ojos y Yoongi pudo ver como su azulada mirada ganaba un brillo hermoso, lo que lo hizo feliz, no había mayor satisfacción que ver el rostro orgulloso de tu madre y saber que es por causa suya.

La mayor se levantó para tomarla y después regresar a la silla.

─ No sabes cuánto me alegro ─ sin duda era una causa grande para estar feliz y agradecida, por fin su hijo retomaría los estudios que dejó a medias por su enfermedad, Yoongi poco a poco comenzaba a levantarse y eso la ponía tranquila.

─ Solo me falta un año madre, cumpliré tu sueño de ver a tu hijo con su título universitario ─ sonrió inocentemente mostrando la ilusión que albergaba su pecho.

Unas palabras hermosas pero que causaron un nudo en la garganta de la omega y no supo disimularlo porque su mirada se cristalizó.

─ Yo ya estoy tan orgullosa de tí ─ su labio tembló.

─ Y eso me hace muy feliz ─ no era de extrañarse ver a su madre llorar, sabía lo sensible que podía llegar a ser. Aunque en esta ocasión existía un motivo de peso por el cual lloraba, pero Yoongi no sabía de él ─, pero no descansare hasta culminar mis estudios y dedicarte mi graduación, porque todos los créditos son tuyos; fuiste la única que se quedaba conmigo hasta tan tarde preparando café para no dormirme entre tanta tarea, la que buscaba que vender para obtener el dinero de mis guías y libros, la que me animaba con palabras alentadoras cuando estaba por rendirme, toda mi educación te la debo.

Hyebin era un desastre de lágrimas y sollozos, amaba tanto a su hijo que dolía.

─ Tengo a la mejor madre de todas ─ soltó con una sinceridad que la omega pudo sentir.

─ Y y-yo al mejor hijo ─ sorbió su nariz ─, ojalá el destino te abra muchas puertas y la vida te sonría ─ era su mayor deseo.

─ Creo que lo está haciendo, soy feliz, tengo un omega que amo con locura y una madre que siempre me alegra con sus buenos días, ¿qué más puedo pedir? Me siento completo ─ quizá no tenía el carro del año, ni un celular de marca y su puesto en el trabajo no era muy importante; pero tenía más que ayer y eso bastaba para conformarse, Yoongi no conocía la ambición.

─ Llegaras muy lejos cariño, creeme que de una u otra manera estaré presente en cada uno de tus logros, ten eso más que presente ─ Yoongi no supo el significado detrás de aquellas palabras, quizá en algún futuro lo entienda.

Y Hyebin disfruta de la bella sonrisa de gomita que su hijo le dedica, porque no sabe si el día de mañana será capaz de verla.






Holaaa.

Simplemente hoy no tengo mucho que decir, solo prepararme mentalmente para lo que viene, lo mejor es que ustedes también lo hagan.

Gracias por llegar hasta aquí, aprecio mucho el apoyo que la historia ha recibido a pesar de que le meto un chingo de drama.

Cuídense mucho ❤

28/06/22.

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