🌸 Capítulo 89 🌸
Sentados en una de las mesas en un restaurante al aire libre se encontraban dos omegas.
Tomando un capuchino helado y unas galletas rellenas de chocolate ambos disfrutaban de una conversación amena, tranquila y entretenida. Hyebin había sido la de la idea, no era posible que no haya tenido una salida aún con su yerno, habían muchas cosas que quería decirle.
─ Entonces Minhae terminó contándome toda la verdad, aunque obviamente la manipuló a su conveniencia para que me haga una idea equivocada de mi padre ─ el menor le confío parte de su vida a la omega, porque ella le transmitía mucha confianza.
Y no se debe a que es la madre de su alfa, la mirada de la omega es muy cálida y hay sabiduría en todo lo que dice.
Hyebin había quedado atónita, ahora comprendía el estado tan crítico en el que Jimin llegó aquella noche, no es para menos enterarse de la noche a la mañana de una verdad tan dolorosa y peor aún, alterarla para dañarte aún más, como si eso fuera poco.
─ Qué mujer tan podrida. Lamento que tu infancia y adolescencia haya sido de esa forma, no quiero ni imaginar toda la presión que cargabas bajo tus hombros ─ había escuchado por parte de Misuk y ahora de Jimin el infierno que fue para ambos, solo de pensarlo se le hace un nudo en la garganta, honestamente no desea que ningún omega esté en sus zapatos.
─ Todo empeoró cuando me presenté como omega, Minhae juraba que sería alfa, el día de mi presentación fue cuando todo se vino abajo ─ aún recordaba aquellos ojos inyectados en odio y decepción; pero a diferencia de antes ahora ya no le afecta para nada.
Agradece haberse presentado como un omega, ahora está orgulloso y feliz de ser uno.
─ Me alegra que hayas escuchado a tu padre, fuiste muy valiente al escuchar su versión y no juzgarlo a pesar de todo.
Jimin sonrió ─ Fue su hijo quien me aconsejó ─ confesó perdido en el recuerdo ─, el habló conmigo y me dijo que le diera una oportunidad a mi padre para que me explicara su versión, de no haber sido por él quizá aún estuviera sufriendo al creer lo que Minhae dijo.
Y de alguna manera a Hyebin aquello no le sorprendía, su hijo es muy predecible y adora conocerlo tan bien ─ Así es él, una gran ayuda aunque el tonto sienta que no hace nada ─ porque nunca se daba cuenta lo mucho que ayudaba con algo tan simple.
─ Señora, su hijo me ha ayudado de muchas maneras ─ la mayor no mentía y Jimin lo confirma con hechos ─, traumas que venía arrastrando desde años los pude superar gracias a él, me enseñó que está bien ser yo mismo, que llorar no te hace alguien débil y confiar en las personas no siempre termina mal.
─ Entonces no tardes en decírselo ─ mencionó la omega mirando al menor quien le sostuvo la mirada, pero en ella vio inseguridad y quizá un poco de miedo, y lo entendía; eran apenas una recién pareja experimentando nuevos sentimientos, tan jóvenes e inexpertos, sin tener una idea de que rumbo va a tomar su vida en esta nueva etapa.
A Jimin aún le costaba expresarse en este sentido, sentía que podría arruinarlo debido a su forma de ser, lo que menos quiere es espantar al único alfa que lo hace sentir seguro.
─ He intentado hacerlo con acciones ─ confesó bajando la mirada a las galletas las cuales aún no tocaba.
─ Vamos Jimin, crees que así como es de lento entenderá con indirectas ─ fue inevitable no reír, la omega fue contagiada inmediatamente.
Y era algo que la mayor no podía discutir, Yoongi a veces podía ser lento y hasta bruto, no se dio cuenta de los sentimientos de Jungkook cuando hasta el más ciego lo hubiera notado porque era más que obvio, no quiere ni pensar qué hubiera pasado si ella no le hubiera explicado durante aquella seria plática hace ya varios meses.
─ Es lo que lo hace lindo ─ dijo el omega menor permitiendo que su lobo hablará a través de él.
─ Se que lo harás bien, eres una persona madura e inteligente ─ confiaba en él, Jimin era su única esperanza, de no ser por él no estaría tranquila.
Porque sin duda los planes de la diosa son perfectos, ella le pidió por tantos años que su hijo no se quedará solo, día y noche le rogaba un milagro, alguien que lo amara y cuidara de él cuando a ella le toque descansar; finalmente ese alguien llegó y se presentó como un hermoso omega, uno que está segura no soltara su mano.
─ Jimin ─ habló después de un momento de silencio.
─ ¿Hmm? ─ respondió con un sonidito, pues tenía la boca ocupada con galletas.
─ ¿Puedo pedirte un favor? ─ debía ser clara, no le quedaba de otra.
Jimin asintió mientras miraba sus ojos azules.
─ Por favor, pase lo que pase conmigo júrame que no dejarás que Yoongi caiga, por favor sostenlo y conviértete en su mayor soporte ─ pidió sintiendo como el nudo se formaba en su garganta, Jimin no comprendió el porqué de sus palabras y no pudo contestar lo que la mayor deseaba escuchar.
El peligris trago grueso y una pequeña arruga se formó en medio de ambas cejas, ¿porque ahora le decía eso?
─ Nada malo pasará con usted, Yoongi la necesita y no hay mejor soporte que usted para él ─ explicó y no entiende porque su omega bajo ambas orejas.
Lo que Jimin no sabía es que su esencia lobuna había comprendido la situación, pues percibió todo el cansancio acumulado de años que la parte omega venía cargando, porque aunque la humana lo disimulara bien, el lobo no podía fingir que todo estaba en orden.
─ Perdi a mi alfa cuando Yoongi era solo un cachorro, era mi destinado y si él moría yo también lo haría debido a la depresión ─ Jimin apenas alcanzó a atrapar aquella información ─; pero Yoongi necesitaba de mí, no podía dejarlo solo, era solo un niño ─ mordió su labio y miró sus dedos, el nudo en su garganta anunció la necesidad de llorar ─. Después de la sepultura de mi esposo le pedí a la diosa unos años más, solo hasta que Yoongi ya no me necesite.
Jimin escuchaba perplejo aquella información, la imagen de Yoongi en su mente lo hizo llevar la mano a su pecho, porque no era una imagen feliz, pudo ver el sufrimiento de su alfa si llegaba a escuchar a su madre en estas condiciones.
─ Pero él siempre va a necesitar de usted ─ dijo con voz inestable.
Hyebin negó y levantó el rostro mirando a Jimin con una débil y melancólica sonrisa, el menor no entendía porque le sonreía de esa forma, pero no era algo que lo alentará o aliviará.
─ No Jimin, el te necesita a tí ─ aclaro ─, se que no eres capaz de entenderlo ahora, pero he cumplido mi cometido, el ya no estará solo y yo puedo partir en paz.
─ No diga eso ─ se mostró molesto ─, ¿que le hace pensar que Yoongi no la necesita? No piensa en lo mal que estará si usted le llega a faltar; solo la ha tenido a usted en toda su vida, es indispensable para su hijo, ¿al menos habló con él? ─ Jimin sentía cierta presión en su pecho, dolía.
Hyebin no lo resistió más y las primeras lágrimas se presentaron.
─ Toda la vida lo he preparado para cuando llegue ese momento, estará triste pero saldrá adelante.
─ Pero señora… ─ apretó los dientes.
─ Escuchame Jimin ─ las manos del nombrado fueron tomadas, estaban heladas ─, cada día me pongo más débil, me cuesta despertar y los medicamentos perdieron todo efecto en mí ─ explicó con desesperación, la cual fue transmitida a Jimin ─; Pero sabes, no siento miedo, yo misma he sido testigo del crecimiento que ha tenido mi Yoonie, ni siquiera sé en qué momento dejó de ser un niño para convertirse en un hombre, y si hay algo de lo que estaré eternamente agradecida es que tu hayas llegado justo en el momento indicado.
Los ojos del menor se volvieron brillosos, todo era injusto.
─ Solo quiero disfrutar mis últimos días sin ninguna preocupación, por favor ─ feromonas de tristeza regadas por todo el lugar, menos mal que eran los únicos dos omegas que se encontraban en la segunda planta ─. Prométeme que no soltaras su mano, por favor ─ suplico, era todo lo que quería escuchar.
El labio inferior de Jimin tembló, estaba haciendo un gran esfuerzo para detener las lágrimas, era injusto, pero quiso ponerse en los zapatos de Hyebin, ella solo buscaba la felicidad de su hijo, algo que él también anhelaba.
Apretó la mano de la mayor con sutileza demostrando su apoyo ─ Lo prometo.
Lo había pensado por horas, dando vueltas y vueltas en la cama y abriendo un debate mental que lo único que logró fue un terrible dolor de cabeza.
La vida de Jungkook ya era una tragedia, su casa a oscuras y las paredes desgastadas le recordaban día tras día lo solo y olvidado que estaba. Este fue su hogar, donde vivió algunos años con su madre y a pesar del abandono el Omega no pudo abandonarlo debido al valor sentimental que esta tenía.
Desde que su aroma había regresado este nunca dejó de estar manchado de tristeza, reflejando toda la angustia que su alma sentía.
─ Madre, ¿ahora si estarás orgullosa de mí? ─ dijo sorbiendo su nariz y aferrado a las sabanas las cuales tenían el aroma de Hyebin impregnado ─, seré igual que tú ─ había tomado el celular hace algunos momentos y aunque la respuesta estuviera clara no se atrevía a marcar a ese número.
Recordó las palabras que su madre usó para dirigirse a él.
"Cuando crezcas te darás cuenta que la necesidad te hace hacer cosas a las cuales jamás creíste llegar"
En ese entonces esas palabras no tenían sentido, sólo era un pequeño cachorro de seis años preguntándose el porqué su madre llevaba diferentes alfas todas las noches, incluso grupos y hasta algunas mujeres, creció y se dio cuenta que aquella mujer de delicadas facciones no hacía más que sobrevivir.
"Si quieres superarte hazlo, el método para lograrlo no importa cuando el premio es el mismo"
Enciende el móvil y se va a la los contactos, sus ojos brillan por el resplandor y nuevamente las lágrimas cristalinas dejan un caminito húmedo por sus mejillas, su nariz está roja y sus labios agrietados, había estado llorando sin parar pero aún así no ha podido sentirse mejor.
─ Me voy a graduar, lo haré y le callare la boca a todos ─ repitió las palabras que le dijo a sus compañeros cuando el mes apenas comenzaba.
"Nosotros, las personas de clase baja no nacimos para tenerlo todo fácil, llegar a la cúspide nos exige sacrificios los cuales moralmente parecerán incorrectos; pero si te detienes a escuchar lo que las personas dicen nunca llegarás lejos"
─ Después de todo, ya decepcioné a medio mundo, ¿a quién más podría hacerlo que no sea a mi mismo? ─ limpio sus lágrimas con sus manos porque nadie más lo haría por él.
Y antes que la cobardía le ganara tecleo el número de su jefe deseando que este al final no le contestara, pero eso no favorecía a sus intereses, debía hacer esto, no tenía otra alternativa.
El sonido lo ponía nervioso, su estómago lo sentía pesado y sus manos temblaban, esto era el inicio de otra crisis. Se había prometido a él mismo que después de esto buscaría ayuda, por primera vez vería por su salud mental y emocional, sería el premio del triunfo que tanto le ha costado obtener.
─ Jungkook ─ su voz fue como un sonido doloroso y amargo para sus oídos, sentía que sus tímpanos eran rasgados al escuchar aquella desagradable respiración.
Inmediatamente se aferró más a la almohada que mantenía apretujada a su pecho, creía que si sentía el aroma de Hyebin todo sería más llevadero y menos asfixiante.
─ S-señor ─ intentó controlarse, debía ser fuerte ─. He tomado una decisión ─ una de la que no se sentía orgulloso y de la cual seguramente se sentirá asqueado toda su vida.
Quien diría que las personas tenían razón, aquellos comentarios hirientes se volverían realidad.
"Resultaste ser un Omega y de seguro serás igual de sucio y sin vergüenza que tu madre"
En ese entonces le había dolido, sus vecinos no eran las personas más amables de todos, día tras día le recordaron la vida que había llevado su madre, fueron esas actitudes y burlas que lo llevaron a buscar la vida de la calle a una corta edad y no iba a mentir, no se arrepiente, porque fue en las calles donde lo conoció a él.
─ Te escucho ─ respondió con interés.
Si hay algo de lo que no se arrepentirá nunca es de haber conocido a Yugyeom, él le extendió la mano y le brindó una de las sonrisas más sinceras que ha recibido en su vida.
"Mereces mucho más" pensó reteniendo el sollozo que amenazaba con abandonar su garganta.
─ Acepto ─ dijo esperando que esto no lo destruyera más de lo que ya estaba.
Holaa.
Un capítulo muy emotivo ¿veda?
Tranquilos, nadie tocará a Jungkook, no soy tan mala para hacerle algo así.
Gracias por leer ❤
15/06/22.
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