🍑 Capítulo 82 🍑
─ Abu, ¿porque el tío mimi camina raro? ─ unos ojos inocentes y curiosos miraron a Misuk en busca de la respuesta a la pregunta planteada.
Misuk sonrió con nerviosismo y rasco su cabeza buscando la manera de responder adecuadamente para una niña de solo tres años quien obviamente no tenía ni una idea que la razón de su pregunta era un tanto más íntima y vergonzosa.
─ Es porque Jimin y su alfa se estuvieron dando amor anoche, princesa ─ respondió con una mueca que se supone era una sonrisa.
─ ¿Cómo se dan amor? ─ preguntó Hyunjin. El omega se pregunta porque sus nietos son tan curiosos.
Ojalá pudieran toda su atención a la enorme fuente o se distraigan alimentando a los patos, pero para su mala suerte después de varios minutos eso pareció aburrir a los cachorros, no recuerda que sus dos hijos hayan sido así de curiosos en sus días de infancia.
─ Por medio de caricias, besos y abrazos ─ mencionó llevando un pedazo de algodón de azúcar a su boca, acto que Yeji siguió, pero a diferencia de él la pequeña comía un helado de chocolate, el cual comenzaba a derretirse por la brisa fresca de esa mañana.
Al omega no le desagradan este tipo de salidas, ya le hacía falta un poco de emoción a su vida y no hay nada mejor que dos pequeños niños, alegres y un poco preguntones.
─ Mamá y papá no se daban amor ─ dijo el pequeño cachorro adoptando una triste expresión que contagió a Yeji y entonces otra pregunta surgió.
─ ¿Abu, porque papá y mamá no se daban amor? ─ en su mirada había mucha confusión, el omega vio que aquel tema era delicado para sus dos nietos. No tiene ni idea de la relación que llevaba su hija con su esposo, estando con ellos la omega era una, pero podría asegurar que estando en casa era otra, solo los niños conocían aquella faceta.
─ ¿Por qué gritaban? ─ Hyunjin no permitió que contestará, porque también tenía ciertas dudas.
Musik suspiro y soltó su aroma a melocotón para que de esta forma los cachorros no mostraran esa deprimente expresión, a estos pareció gustarle ya que las piernas de Yeji comenzaron a balancearse en el aire, sus pequeños piecitos quedaban colgando sobre aquel muro donde estaban sentados, los de Hyunjin apenas tocaban el suelo.
─ Miren pequeños ─ hizo una pausa analizando las palabras que salían de su boca ─, no tengo una respuesta clara a su pregunta, el mundo de los adultos es demasiado complicado para unos niños tan pequeños como ustedes. Si sus papis no se daban amor o se besaban es porque lastimosamente su amor no era como el de su tío y Yoongi.
─ ¿Entonces no se querían?
─ Una pregunta complicada la cual yo no puedo responder porque no conozco sus corazones ─ miró primero a Hyunjin y luego a Yeji ─; pero pequeños, esos pensamientos ustedes no deberían de tenerlos, están en una etapa hermosa, disfrutenla en grande y déjenle los asuntos de los mayores a los mayores, ¿estamos? ─ ambos asistieron.
─ Que bueno, abu está feliz ─ elevó las comisuras en una amigable sonrisa ─. Hay algo que quieran, ¿algún juguete? ─ para su suerte estaba en una área familiar por lo que se podía encontrar a varios vendedores ambulantes, algunos con golosinas y otros con juegos pequeños.
─ Un globo ─ pidió la niña ─ que sea rosa ─ añadió.
─ Por supuesto ─ el mayor buscó su billetera y de su interior sacó un billete.
─ Abu, yo iré con mi hermana, tú vigila que señor pato se termine todo su pan ─ indicó el niño quien minutos antes había lanzado un trozo respetable de pan al estante para alimentar a los patos, pero solo a uno le había gustado la comida lanzada porque el resto lo había ignorado.
Mirando al repartidor de globos el omega distinguió solo unos pocos metros de distancia, sus nietos no se alejaran demasiado y podría cuidarlos desde donde estaba.
─ Ok, pero no se tarden, los vigiló desde aquí ─ menciono y le dio el dinero a Hyunjin quien era el mayor.
─ Iremos rápido ─ tomó la mano de Yeji y comenzó a caminar en dirección del repartidor.
Sonrió por lo lindos que se miraban con ese conjunto de camisas a juego, la pequeña Yeji tenía adicción con el rosa en cambio a Hyunjin le gustaba el amarillo, por eso los colores era lo único que los diferenciaba.
Honestamente no entiende cómo su hija pudo cambiar algo tan hermoso como la crianza de sus cachorros por algo tan vano y pasajero como el dinero.
El sonido de su celular lo obliga a desviar la mirada para buscarlo dentro de su bolsa, pero inmediatamente vuelve a poner su visita sobre ellos una vez lo tuvo en su mano, ni siquiera vio de quien se trataba; sin embargo al contestar y escuchar la voz detrás de la llamada una sensación amarga lo invade en su totalidad.
─ ¿Qué quieres? ─ menciona de mala gana.
─ Creeme que lo que menos quiero es escuchar tu desagradable voz, pero adivina que, estoy obligada a hacerlo aunque no quiera pues aún tienes algo que me interesa ─ para ninguno de los dos era de buen gusto tener que volver a dirigir palabra cuando su relación quedó tan dañada.
─ Yo ya no tengo nada que ver contigo ¿como te lo explico? ─ espetó no queriendo escuchar más.
─ Tienes a mis nietos, aunque te arda, no puedes negarme el derecho de verlos.
Misuk quiso gritar de la impotencia, después de todo la alfa había encontrado la excusa perfecta para querer fastidiarle la vida. Pero es demasiado bajo utilizar a los niños para algo como eso.
─ Tienes razón, también tienes derecho ─ no fue capaz de verlo, pero Minhae se asombro por lo fácil que había sido, como si hubiera esperado otra cosa, tal vez resistencia ─, pero Susy acudió a mi para dejarlos, no justificó los motivos que tuvo; pero por algo ha de ver sido ¿no crees? Quizá ella sabía que yo soy el más apto para cuidarlos. Como sea no pienso abrir debate sobre eso, el punto es que podrás verlos; pero con las siguientes condiciones: no lo harás dentro de mi casa, será en lugares públicos, pienso inscribirlos en un colegio por lo tanto no será seguido y el tiempo será contado.
─ Ni que fueras su madre ─ rodó los ojos.
─ Ahora soy su encargado ─ omitió el hecho de que planeaba pedir la custodia completa, la ausencia de su hija y el comportamiento de su padre podría facilitar las cosas, quería hacer todo bien, incluyendo en el ámbito legal.
─ Ahora resulta que quieres ser el excelente padre que nunca fuiste, que tierno ─ había burla, la más clara y evidente burla.
Observó cuando los niños regresaban, Hyunjin guardaba el dinero en la bolsa de su pantalón y una satisfecha Yeji venía sosteniendo el globo rosa que tanto quería, no contaba que debido a esto la pequeña tendría una distracción que marcaría la vida del omega.
─ Gracias por el halago ─ no se dejaría humillar ─, ¿porque también no aprovechas e intentas ser una mejor persona?, así dejas de estar tan podrida por dentro.
Miro a Yeji chocar con un extraño y producto a eso la pequeña cayó al suelo soltando su globo y comenzando a llorar.
Inmediatamente se levantó y casi corrió a esa dirección, ni siquiera puso atención a lo que la alfa le respondió. Noto como el extraño se agacha y ponía lo que al parecer es un bastón sobre el suelo para después recoger a la niña que con lágrimas en los ojos mira como el globo se eleva en el aire.
Y en en ese preciso momento cuando todo su interior tembló desatando un desastre dentro de su ser.
Una ardiente sensación lo invadió nuevamente después de décadas, latidos que quemaban por dentro causando un ardor en su pecho.
Su aroma se disparó como bombas mortales, su omega arañó sus entrañas formando un nudo en su garganta. Aquellas feromonas que se habían soltado fueron hasta el causante de su colapso momentáneo y como si todos sus sentidos despertaran después de mucho tiempo el alfa giró su cabeza buscando ver aquel rostro que aún recuerda claramente.
Más aquel deseo fue negado de la manera más cruel, porque sus ojos no fueron capaces de encontrar a su primer y único amor.
Todo era oscuro.
─ ¿Misuk, me escuchas? ─ Minhae seguía en línea.
Los pies del mencionado se movían con temor, lágrimas ya corrían de sus cuencas, la visión se le nublo a causa de estas mismas.
─ H-hangsul… ─ porque una vez lo reconoció ya no hubo marcha atrás, y una vez aquel nombre fue vuelto a escuchar amargos recuerdos llegaran a la mente de Minhae.
Dejó caer el teléfono, perdió toda fuerza.
Los ojos carentes de luz lloraban, deseando verlo, pero su corazón deseando huir, porque el miedo y dolor de su pasado llega haciendo estragos.
El recuerdo de una desilusión, palabras las cuales aún duelen y causan daño, el mismo omega que lo despreció por ser pobre, el mismo omega a quien jamás logró olvidar, el mismo omega a quien una vez soñó amar, lo tenía de vuelta a solo pasos de distancia.
─ Han… ─ Alzó su mano deseando llegar a él, pero el alfa se puso de pie inmediatamente. Todo era demasiado, parecía un sueño, algo irreal para ambos.
─ N-no ─ se alejó y recordó que su bastón había quedado en el suelo, sin él era difícil guiarse debido a su ceguera.
─ Papá, ya vámonos, la reunión está por comenzar ─ a lo lejos pudieron escuchar una voz distante, desconocida para el omega, familiar para el alfa.
Misuk tomo su mano repentinamente un acto que a ambos los sorprendió, no por la descarga eléctrica que recorrió sus cuerpos, sí no por lo mágico que se sintió y es que después de años anhelando volver a tocar la piel del otro es normal que cuando el momento llega te sientas de esa forma.
─ Dios, eres tú, eres tú… ─ incontables lágrimas le daban la imagen más lamentable y desgarradora de todas, porque aunque lo tuviera ahí, no alcanzaba a creerlo. Ni siquiera se dio cuenta que sus nietos también lloraban sin entender el porque su abuelo se veía de esa forma ─, e-estás aquí..
Finalmente después de una larga espera de sufrimiento continuo sus lobos se reencuentran, finalmente están cara a cara, no en su otra vida como imaginaron, si no en la misma, ¿será que la diosa les está dando una nueva oportunidad?
─ Suéltame ─ se zafó del agarre, el omega hizo amague de volver a tomarla; pero este no lo permitió ─. Perdón por las molestias, pequeña espero no te hayas lastimado, buenas días ─ con dificultad comenzó a caminar hacia su hija quien con el ceño fruncido lo veía desde el auto, había estado cerca de bajarse, porque la escena fue extraña y misteriosa, sobre todo al ver las lágrimas en el rostro de su padre y los desconocidos.
Hangsul no dio explicaciones, solo se adentro al interior del coche, Riujin los miro sospechosamente, el olor de la alfa era fuerte, demasiado, no había forma que una alfa tan joven y más aún siendo mujer tuviera ese olor, ni siquiera alguien en celo llegaba a tenerlo.
Mientras que Misuk cayó de rodillas, sin poder hacer nada, sin poder detenerlo, solo echándose a llorar viendo como su alfa se marchaba por segunda vez.
Seokjin miraba con rostro sorprendido todos las cosas que eran colocadas en el interior de su casa, Namjoon era el encargado de recibirlo y a él le tocó el papel de espectador.
─ Señor Kim, ¿dónde le dejamos la cuna? ─ preguntó un alfa mayor, este sostenía una libreta y una factura la cual llenaba con agilidad y profesionalismo.
Jin observó la cunita, compuesta por madera de Laurel, con un cómodo colchón y cojines suavecitos y evidentemente finos, no piensa preguntar el precio de ella, porque seguro le darán varios infartos al mismo tiempo.
─ Dejenla en el centro de la mesa, así como también el cochecito, las hamacas, la bañera y la sillita ─ el alfa se veía más emocionado que el omega, y no es que este no lo estuviera, es solo que con tanto movimiento de gente yendo de aquí para allá se había mareado, además, consideraba que el alfa estaba siendo medio extremista.
Tal y como lo había pedido las cosas mencionadas fueron dejadas en el centro y sobre la mesa dejaron las cosas más pequeñas, como bolsas, pañales y un juego de biberones.
─ Namjoon, pienso que aún es muy luego para comprar está cantidad de cosas, todavía nos falta el baby shower, creo que varios objetos que piensas comprar serán obsequiado ese día ─ se expresó el omega gestante acariciando su vientre de seis meses, casi siete.
─ ¿Qué dices amor? Son cosas básicas en las que se tiene que pensar con tiempo, además ¿no te emociona comenzar a armar su habitación? ─ la cual ya tenía. El alfa se había encargado de limpiar una de las tantas que la enorme casa poseía, Jin lo miró raro, como si hubiera dicho algo malo.
─ Estas loco, los primeros años dormirá con nosotros, ¿o acaso creías que permitiría que duerma sola estando tan pequeña? ─ alzó una ceja.
─ Será incómodo hacerle unos hermanitos con ella ahí presente ─ se cruzó de brazos mirándolo seriamente, porque para el alfa era un tema serio e importante.
─ Creí que te había quedado claro lo de abstinencia hasta que cumpla tres años ─ respondió el rubio.
Namjoon mostró toda su indignación pero antes de que pudiera decir algo una tercera persona robó su atención.
─ Firme aquí por favor ─ una vez las cosas fueron bajadas del auto el mismo alfa se acercó donde Namjoon para obtener su firma, esté evidentemente lo hizo sin rechistar.
Jin no tenía ánimos de seguir observando cómo su esposo tiraba la casa por la ventana así que dejándose llevar por un antojo camino hasta la cocina, donde se encontraba la nana de su alfa y un cocinero nuevo, este picaba las verduras.
─ Namjoon se volvió loco ─ expresó libremente.
─ Ni que lo digas, ese muchachito planeaba comprarse toda la tienda ─ para la omega mayor aquello no era extraño, conocía a Namjoon desde que era un cachorro y sabía cuáles eran sus costumbres.
─ A mí me parece lindo, me hubiera gustado que mi alfa hiciera lo mismo durante mi embarazo, pero de milagro me llevó un biberón cuando tuve los nueve meses, no todos corremos con la misma suerte ─ explicó desde su punto de vista.
─ Lo sé y no me desagrada, solo siento que es muy luego ─ seguía creyendo que muchas cosas eran innecesarias y que muy probablemente algunas se repitan.
─ Déjalo, sabes cuanto esperaron por este bebé, permite que viva este momento y tú déjate consentir ─ aconsejó la nana ─, Namjoon es super atento y ten presente que situaciones así las verás también en un futuro ─ podía asegurar que una vez la niña naciera se volvería peor.
─ Será su primer bebé, es normal que busque consentirla en todo ─ soltó el cocinero terminando de picar la zanahoria.
Entonces la nana se perdió en sus pensamientos, porque aquellas palabras la habían hecho recordar un suceso enterrado del pasado, algo que probablemente se lleve a la tumba.
Porque nadie debe saber que la pequeña en camino no es la primogénita de Namjoon.
Holiii.
Oigan, perdón si hay errores, tengo demasiado sueño para corregir el capítulo, pero tenía ganas de publicar ahora, así que lo deje así.
Espero les haya gustado. El reencuentro de Misuk y hangsul se me iba ocurriendo durante lo escribía, osea que no tenía una idea clara, todo fue natural, perdón si salió medio básico. Y sí, el papi de Jimin es el señor del supermercado, no quedaron como clown como tanto temían Jsjsjsjs.
Ahora si espero que descarten la idea de que Namjoon y Kook son hermanos porque ya todo está más que claro sjshshs.
Descansen ✨
23/05/22.
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