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🌸 Capítulo 81 🌸

A diferencia de su trabajo dentro de la universidad Jungkook no tenía que fingir ser un alfa, ya que todos sabían que se trataba de un omega y justo ahora comienza a creer que lo mejor sería que aquí también lo trataran como un alfa, o incluso como un beta. 

Mira la nota en su casillero y maldice internamente, deseando ahorcar a la persona detrás de aquellas asquerosas palabras. 

Porque a pesar de verse tan descuidado, algunos alfas no prestan atención a esos detalles; están seguros que debajo de toda esa ropa holgada aún se esconde un omega atractivo capaz de llegar a cumplir sus fantasías. 

Había un nota, era la primera vez que invaden también su locker ya que anteriormente solo manchaban la pizarra, su mesa o incluso sus cuadernos, y esto lo enoja e incómoda porque cada vez se sienten con más libertad para fastidiarle la vida. Cambiará él seguro lo más rápido posible, porque esto ya es demasiado abuso y violación a su privacidad. 

"Usa tu cuerpo para conseguir el dinero, se un conejito bueno y gana tu recompensa saltando sobre mi regazo" 

Sintiendo mucha rabia e impotencia arruga el papel con ambas manos y lo tira al suelo. 

─ Hijos de puta ─ quiere asesinarlos. 

Respira profundo y cierra los ojos buscando la forma de tranquilizarse, no les daría el gusto de verlo correr como un cobarde, no lo hacía en su trabajo, mucho menos aquí. 

─ Solo son días, tranquilo, esto pasará pronto… ─ trataba de darse ánimos a él mismo. 

Para su suerte tenía la primera hora libre, tomó un rollo de lana la cual ya estaba trabajada y la aguja para avanzar con lo que había iniciado hace dos días. Al Omega se le daba muy bien este tipo de manualidades, fue algo que aprendió de Hyebin hace varios años y ahora lo pone en práctica.

Quería regalar una bufanda a Yugyeom, el beta usa muy seguido este tipo de prendas y había pensado en regalarle una el día de la graduación; por supuesto lo haría a su estilo, usaría tres colores, cada uno de ellos fríos porque sabía perfectamente que al beta le gustaban los colores oscuros. 

También había conseguido lana especial, esto para que no dañara la piel de su amigo, irritandola. 

Algo pequeño, pero que conlleva un gran trabajo, tiempo y dedicación. 

Comienza a caminar rumbo a un lugar más apartado, buscando la paz y tranquilidad que solo los lugares solitarios son capaces de brindarle. 

─ Kooki ─ detiene sus pasos de forma inmediata cuando al reconocer aquella voz el enojo se esfumó como por arte de magia. Cuando se voltea sus ojos se iluminan como cientos de luciérnagas y sonríe en grande, al volver a ver de nuevo aquel amable y familiar rostro. 

─ ¡Yoonie! ─ es curioso como tu expresión puede cambiar en cuestión de segundos, pues la de Jungkook pasó de ser una deprimente y aburrida a una risueña, agradecida, alegre… felíz. 

Sin pedir permiso sus pies se mueven y sus brazos se abren para abrazar a su amigo y recargar su cabeza en su pecho, sintiendo como una enorme calma lo llena después de varios días tormentosos. Su calidez, su aroma, el latir de su corazón; todo junto logró que el omega olvidará por breves segundos la nube gris que venía cargando sobre su cabeza. 

Yoongi elevó sus comisuras en una cálida sonrisa, no esperaba tanto afecto, pero tampoco lo incomodaba. Tenía mucho de no ver a su amigo, confiaba que este tiempo alejado le había ayudado a ver las cosas de distinta forma. 

─ Hola Kooki, me alegra mucho que seas la primera persona que me encuentro aquí adentro ─ acarició sus cabellos. 

Claro que Jungkook sintió el aroma de las mandarinas, pero no tocaría el tema, porque lo que menos quería era arruinar este momento que lo tenía en una especie de burbuja llena de colores alegres. 

Se separó y le miró sonriente, pero esa sonrisa se borró cuando se dio cuenta que Yoongi arrugó el entrecejo anunciando que algo no andaba bien. 

─ ¿Qué te ocurrió? ─ preguntó Yoongi al ver el labio partido de Jungkook. Si bien ya se veía mejor, aún era fácil qué alguien lo notara, más aún al estar tan cerca. 

─ Me golpeé con la puerta ─ repitió la misma mentira, deseando qué Yoongi sea capaz de creerle. 

─ ¿Cómo sucedió? 

─ Estaba medio dormido, me paré muy cerca de la puerta y al abrirla no fui cuidadoso dándome con la esquina en el labio inferior ─ mentía demasiado bien, aún así el alfa no pudo evitar preocuparse y había algo que no lo terminaba de convencer. 

─ ¿Estás seguro? ─ lo miró a los ojos. 

Para cualquiera que los viera parecía el típico hermano mayor interrogando a su hermano pequeño cuando algo no andaba bien, para el omega también se sentía así. Se reprocha el día que comenzó a ver a Yoongi con otros ojos, quiere golpear a su yo del pasado, aquel que se dejaba manipular por su ausente omega. 

─ Si, si, muy seguro, además sucedió hace algunos días, ya casi no me duele ─ mintió tan bien que Yoongi terminó creyéndole. 

─ Debes ser más cuidadoso ─ dio un suave golpecito en su cabeza. 

─ No esperes mucho de mí, me conoces muy bien. 

─ No tienes remedio. 

─ ¿A qué se debe tu presencia aquí ─ preguntó cambiando de tema. 

Yoongi sonrió mostrando sus encías, el pecho del omega se sintió cálido y liviano.  Kook había extrañado aquella sonrisa, la de Hyebin era parecida, quería verlos a ambos y estar con ellos otra vez, pero aún no era tiempo, debía reponerse a él mismo. 

─ Pienso retomar los estudios. 

Ahora que tenía un trabajo estable y su madre estaba mejor de salud Yoongi se sentía listo para continuar lo que hace más de un año dejó a medias; además, ahora que tenía un omega quería prepararse mejor para darle un futuro digno y callarle la boca a aquellos que pensaron que se quedaría estancado en nada. 

─ Te felicito, puedes lograrlo ─ estaba muy orgulloso de su amigo.

─ Yo debería felicitarte, estás por graduarte, por favor no te olvides de nosotros ese día. 

Y para Jungkook no habría nada mejor que tener presente a sus personas más queridas en un día tan especial de su vida. 







Después de llevar sus documentos a la universidad Yoongi recibió un mensaje de su omega, no le dio explicaciones, ni detalles, solo le dijo que debía ir a su casa lo más antes posible. 

Si, se había extrañado, los mensajes de Jimin siempre eran cortos y sin algún contexto, pero desde ese momento su alfa se comenzó a comportar de forma inquieta y ansiosa. 

No necesitaba tocar, fue el mismo Jimin quien le había dado una copia de las llaves hace un par de días, sorprendiendose de la confianza que el mayor había puesto sobre él. 

Abre la puerta y al entrar siente la descarga eléctrica impactar lo como un rayo repentino, sus piernas tiemblan y el lobo en su interior aulló desencadenando sus instintos más primitivos. 

─ Jimin… ─ su ronca voz se escuchó con claridad en medio de aquel inmenso silencio. 

"Alfa" 

Pudo escucharlo como si lo tuviera cerca, la voz en su mente era tan suave y sensual que lo hizo cerrar los ojos y descontrolar su respiración. La nuez de Adán subió y bajó al mismo tiempo que trago saliva, aquel delicioso aroma provocó que su boca se volviera agua. 

Comenzó a caminar a paso lento y tortuoso, subía la escaleras y en su mente podía escuchar suaves y temblorosos jadeos, que si era señal de estarse volviendo loco aceptaría esta locura sin renegar. 

justamente habían pasado seis meses desde el último celo de Jimin, el alfa le reprocha el hecho de haberlo olvidado cuando algo como esto debería de estar marcado en su calendario; pero aquel enojo se esfuma cuando sabe que no tendrá que resistirse como la otra vez, no pasará una noche de tortura aguantandose las ganas de tomar a su omega. 

Llega a la puerta y no dudó en abrirla, ahí es cuando sus ojos cambian en su totalidad, pues el alfa había tomado completo control. 

Y cómo reaccionar cuando lo primero que ves al entrar a la habitación de tu pareja es a este mismo sentado sobre la cama, con la espalda apoyada sobre el respaldo, completamente desnudo, con sus piernas abiertas y metiendo un estúpido dildo en su entrada necesitada, mientras chupa dos de sus dedos y gime tan descaradamente. 

Yoongi fue bendecido con tan caliente imagen. 

Al mirarlo el omega sonríe travieso y saca sus dedos de su boca, hay un hilo de saliva que los une aún, la misma que se desliza por sus belfos gruesos y húmedos. 

Jimin tampoco está consciente, porque los ojos violeta han reemplazado el hermoso verde natural. 

─ Alfa, te necesito ─ dice con tono seductor y tentador. 

Gimiendo suave retira el dildo de su interior y lo arroja al suelo porque ya no lo necesitaba más, ahora tiene a su alfa y obviamente no hay nada mejor que él. Se levanta de la cama y camina de forma seductora hasta el alfa que lo recibe sin rechistar, envolviendo su pequeño cuerpo con sus manos grandes y fuertes. 

Unen sus labios en un beso hambriento y voraz, donde el mayor se estremece al sentir las frías manos de su alfa deslizarse a lo largo de su espalda llegando hasta sus glúteos y amasarlos a su antojo. Uniendo sus lenguas ambos disfrutan del sabor del otro, el deseo palpable presentándose como fuego consumidor dentro de sus cuerpos necesitados y ansiosos. 

Se separan por la necesidad de aire y el omega se regocija al apreciar unos ojos color ámbar mirarle con un brillo depredador. 

─ Jodeme, alfa ─ ronronea deslizando sus manos a lo largo de su pecho hasta el broche de su pantalón. 

─ Está vez no seré gentil ─ advierte sosteniéndolo fuerte de la cintura. 

Y para el omega escuchar aquello fue como un regalo, porque él quería ser tomado salvajemente por el alfa, que deje fluir sus instintos naturales, que lo haga llorar, gritar y retorcerse de placer, hasta saciar el deseo que quema como lava ardiente en su interior. 

La diferencia entre las esencias lobunas y las humanas es que estos se dejaban llevar por los instintos, no existe la pena y la vergüenza cuando se trata de ser auténticos con su pareja, porque la confianza entre ambos llega a ser enorme. 

Dejándose llevar por los deseos el omega se pone sobre sus rodillas, quita el cinturón del pantalón y luego lo desliza dejándolo en bóxer. El alfa sonríe y acaricia sus cabellos, consciente de cuáles son las intenciones de su pícara pareja. 

Y joder, como no emocionarse cuando aquel prominente bulto bajo la tela húmeda hace que su entrada palpite y lubrique sin vergüenza alguna. 

─ ¿Lo quieres? ─ alza una ceja al mismo tiempo que su mano se desliza por el rostro de su pareja hasta llegar a sus labios de cereza. El omega asiente y lame el dedo del menor, dando una imagen tan dispuesta y sumisa. 

─ Entonces abre esa boquita, cariño ─ ordena. 

La mano libre se mueve hasta el boxer para liberar la furiosa erección, la mirada del omega se oscurece en total deseo, admirando con hambre aquel prominente trozo de carne el cual luce alzado, húmedo y rodeado de pequeñas venas que le dan una imagen fogosa. 

Con ambas manos lo rodea, sintiendo toda su textura, para después iniciar con un suave vaivén a lo largo del falo. 

Y desde arriba el alfa se deleita con aquella imagen sacada de sus sueños más húmedos y retorcidos. 

─ Sí, así cariño, sientelo, tómalo, es tuyo ─ menciona tirando su cabeza hacia atrás cuando los pomposos labios lo acogen. 

Jimin disfruta el sabor hecho exclusivamente para él, su mirada en ningún momento se aparta del rostro del pelirrojo, capturando cada mueca de placer que le regala, demostrando lo bien que le estaba haciendo sentir. 

Haciendo un gran esfuerzo procura tragarla toda, llegando al fondo de su garganta, sorprendiendose porque a pesar del tamaño no ha sufrido ninguna arcada hasta ahora, es como si su miembro estuviera hecho a su medida. 

Yoongi tensa sus músculos y su mano apresa los cabellos grises, sin darse cuenta se encontraba follando la boca de su novio, un acto tan sucio y jodidamente delicioso que lo tenía en el mismo cielo o infierno. Los ojos violeta tenían lágrimas, el sonrojo en sus mejillas y el sudor que recorría su frente, quería tatuarse aquella imagen, joder lo necesitaba. 

─ E-estoy cerca ─ anuncia cerrando sus ojos e inclinándose un poco, Jimin aprovecha ese fugaz momento de descuido para sacar el miembro casi en su totalidad dejando dentro solo el glande rojizo, el cual succiona brindándole la sensación más deliciosa, tortuosa y pecaminosa de todas, llevándolo a un punto donde ya no pudo resistirse más. 

Abriendo los labios el mayor recibió la semilla de su pareja, la cual salpicó su rostro y pecho. 

─ Tan c-caliente ─ dice a puras penas debido al cansancio el omega. 

Yoongi lo toma de los brazos y lo levanta con cuidado, el esperma fue retirado con un pedazo de tela el cual tenía a su alcance. 

─ Recuéstate sobre la cama ─ ordena el alfa. Obviamente esto aún no terminaba ─, es mi turno para hacerte sentir bien ─ el peligris se sonrojo por sus palabras, sintiéndose ansioso. 

Obedeció permitió que su cuerpo descansara sobre el colchón, desde ahí el alfa pudo apreciar con más detenimiento su desnudez, el omega en ningún momento sintió vergüenza, al contrario le gustó la mirada depredadora de su pareja, lo hizo sentirse deseado. 

─ Eres sumamente hermoso ─ menciona mientras se deshace del resto de la ropa, quedando en completa desnudez. 

─ Abre tus piernas para mí ─ pidió goteando sobre el colchón hasta posicionarse cerca del regazo de su omega, quien obedientemente separó sus muslos dejando ver su erección y su entrada goteante. 

─ Te voy a preparar y al mismo tiempo te haré sentir bien, puedes gemir y venirte las veces que sea necesario ─ formuló acariciando su piel, suave y blanquecina. 

─ Si, alfa ─ respondió con total sumisión. Las manos contrarios acariciaron cada centímetro de la piel expuesta, sintiendo que con  eso no tenía suficiente, que necesitaba más; fue así como sus labios reemplazaron sus manos, las cuales ahora sostenían con fuerza cada muslo, dejando sus dedos tatuados sobre la sensible zona. 

El lubricante corría a chorros, los sentidos del alfa se encontraban adormecidos por la dulce fragancia. 

Jimin gimió fuerte cuando la traviesa lengua se empujó suavemente sobre su mojado agujero, entrando de a poco, siendo cuidadoso y procurando darle el placer necesario a su omega y al escuchar sus gemidos supo que lo estaba logrando. 

Chupo y saboreo aquella zona sensible, más lubricante lo recibió y él encantado lo tomó sin rechistar. Jimin sumido en su placentera tortura arqueo la espalda y tiro su cabeza hacia atrás, cada gemido volviéndose más fuerte y desesperado que el otro. 

Era tanto el placer que los dedos de sus pies se doblaron, las sábanas fueron apretadas y las lágrimas derramadas, altos gemidos que resonaban en toda la habitación, su plano vientre comenzó a contraerse, anunciando el pronto orgasmo. 

Yoongi metió dos dedos y comenzó a follarlo de esta forma, metiendo y sacando ambos dígitos. 

─ Vamos ─ gimió ronco, Jimin era un desastre sobre las sábanas ─, correte para mí ─ gruño al ver cómo el cuerpo bajo del suyo comenzaba a temblar y blanqueaba sus ojos. 

No lo resistió más, el orgasmo fue intenso, un grito el cual fue devorado por el beso que fue arrebatado, Yoongi no se pudo resistir al deseo de atrapar sus labios. 

El aroma del sexo, ocasionando por los fluidos, el sudor y las feromonas estaba más fuerte que nunca, demostrando lo que dentro de ese apartamento se estaba realizando. 

Al acabar el beso las partes lobunas abandonaron el control de ambos cuerpos. Respiraciones desordenadas, rostros sonrojados y dos pares de ojos azul y verdes que se veían con total timidez, deseo y cariño. 

Aún así sus cuerpos seguían necesitados, había mucho calor encarcelado, cada poro de su piel exigía el contacto y atención del otro. 

─ Y-yoon… ─ no lo dejó terminar, los labios finos y delgados lo callaron, transmitiendo la confianza necesaria. 

─ Shh, calla, deja que yo me encargue ─ pidió alineando su falo en la entrada del omega, mientras tomaba ambas manos y las sostenía con fuerza arriba de su cabeza. 

─ Por favor, no te contengas ─ Y es que a pesar de todo no dejaba de ser un omega en celo, cegado en necesidad que solo esperaba recibir el nudo de su alfa. 

Finalmente obtuvo lo que tanto anhelaba, un gemido gutural escapó de sus labios cuando su pareja lo penetró de una sola estocada, llenándolo hasta la empuñadura. El placer era mutuo, Yoongi se sentía demasiado bien estando dentro de Jimin, la deliciosa sensación que abrazaba su polla debido a la estrechez. 

─ Voy a moverme ─ aviso antes de iniciar un suave y lento vaivén, sintió cuando las piernas de su omega rodearon su cintura, sus ojos se cerraron debido a la calidez que lo envolvía, la sensualidad de los gemidos agudos tenían adormecido a su alfa. 

─ Más… más rápido ─ Jimin quería desarmarse bajo el cuerpo del pelirrojo, que lo tomara con total salvajismo, que lo haga olvidarse hasta de su nombre. 

Obedeciendo, totalmente encantado Yoongi aceleró el vaivén de sus caderas, comenzando a sacudir el cuerpo bajo suyo, arrebatandole algunas lágrimas debido al placer mismo. 

La cama pronto comenzó a moverse, la delicadeza con la que había comenzado poco a poco se iba desvaneciendo, porque los instintos los habían cegado a ambos y se sentía tan bien. El rostro del alfa se puso tan rojo como su cabello, el sudor cubrió su frente y espalda, sus labios ya no lograron cerrarse a causa de los jadeos y gruñidos; los cuales eran acompañados de sollozos y gemidos agudos, el carmín había cubierto pómulo a pómulo el rostro del omega, quien no se negó en deleitarse con los gestos que su pareja hacia. 

Todo era tan sucio, pero correcto; Yoongi atacó el cuerpo de su omega con brutales embestidas, sacudiendolo con violencia, el miembro que entraba y salía de la entrada maltratada creaba un choque perfecto en ambas pieles. 

Con la mano que tenía libre sujetó la pierna derecha del omega y la llevó hasta su hombro, para que las embestidas tuvieran mayor profundidad, acto que hizo que Jimin se retorciera de placer al sentir su próstata ser maltratada con violencia. 

El orgasmo se estaba formando, el peligris tiro los ojos hacia atrás y sus gemidos se volvieron más fuertes y seguidos. 

Yoongi sonrió orgulloso al ver el rostro de su pareja deformado en una mueca de placer, una imagen que solo el había sido capaz de ver y joder, claro que aquello aumento su ego. 

Golpeando con frenesí aquel punto dulce el alfa logró que Jimin acabará. 

Expulso toda su esencia en un último gemido cansado, apretando el pene que no dejaba de moverse en su interior, Yoongi soltó ambas manos y las colocó sobre el colchón para tener algo con que sostenerse ahora que había acelerado los empujones, de tal manera que causó una serie de espasmos en el cuerpo bajo suyo. 

Gruño e inclinó su cabeza mostrando los colmillos para morder el cuello de su pareja al momento exacto en que su semilla fue expulsada en grandes cantidades en la entrada resentida y estrecha. El nudo se formó al mismo tiempo que la sangre se derramó haciendo un recorrido por la piel expuesta. 

Y Jimin sintió la sensación del lado fortaleciéndose nuevamente, su corazón palpitó a una fuerza sobrenatural, sincronizandose con el de su alfa, porque nuevamente habían completado la ceremonia de unión. 

Con su lengua retiró los pequeños hilos de sangre y selló la herida dejando cariñosos besos en la zona rojiza. 

─ Te amo, alfa ─ lo abrazo por la espalda, cansado y felíz. 

─ Te amo, omega ─ respondió con la misma sinceridad, escondiendo el rostro en el cuello de su pareja. 

Y mientras el nudo se deshacía las caricias no faltaron en ningún momento, porque era la forma más pura de demostrarse el amor que sentían el uno por el otro. 



















Holaa.

Un poco de limonada para su consumo 7u7.

Estoy narrando mucho sobre Jungkook porque contenido de él tengo mucho y para no quitarle él protagonismo a los personajes principales cuando el drama llegue trato de hacerlo ahora que estamos en los capítulos... ¿Tranquilos?

En el próximo capítulo tendremos el tan esperado encuentro de Misuk y su alfa.

Felíz fin de semana ❤

21/05/22.





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