🍑 Capítulo 58 🍑
El omega manejaba tranquilamente por las calles de la ciudad. Era temprano y aún se podían observar personas caminando a pesar que el frío que hacía era grande.
Esa noche Jimin portaba un abrigo rojo el cual en zonas como el cuello y mangas era de tela afelpada y suave. Con un poco de tiempo había logrado ondular su cabello grisáceo por lo que se le podía ver un tanto distinto debido a la costumbre por su cabello lacio. Sus pantalones eran oscuros al igual que sus botines.
El carmín en sus mejillas era natural aunque no lo parecía, debido al clima frío estas solían ponerse de este color, sus labios también poseían un color entre rojo y rosa, parecido a un durazno, por lo que el omega solamente se puso un poco de delineador para resaltar más sus ojos claros y grandes.
Jimin no había querido llamar mucho la atención con su apariencia, pues no se trataba de una fiesta; esto era más íntimo y tranquilo, donde conocería más a a profundidad a la madre de su alfa, por lo que se esmero en dar una imagen respetable sin llegar a ser descuidada o despreocupada.
Estacionó el auto afuera de la casa, pues a diferencia de su apartamento no contaba con una cochera.
Salió sintiendo el frío golpear su cuerpo a pesar de la ropa caliente que portaba, sacó su bolso donde traía su celular y documentos, luego se encargó de cerrar el auto y una vez estuvo listo camino el pequeño espacio que lo alejaba de la puerta color marrón. Ya había estado ahí antes por lo que sabía que se trataba del hogar de Yoongi, su olfato se deleitó al sentir los deliciosos aromas de la comida, los cuales se podían sentir hasta afuera, sin contar con ello de pronto su apetito despertó.
Suspirando cortadamente e ignorando los repentinos nervios dio dos sutiles toques en la puerta, creyó que sería suficiente y solo se detuvo a esperar. Bastó solo pocos segundos para que los tranquilos pasos acercándose le indicarán que ya había sido escuchado.
Al abrir la puerta sus ojos se encontraron con una conocida omega, está le sonrió cálidamente al verlo, por algún motivo aquella mirada hogareña lo hizo sentir bien, agusto y confiado.
─ Buenas noches ─ hizo una reverencia ─. Muchas gracias por la invitación ─ mostró una pequeña sonrisa.
─ Hola Jimin, bienvenido ─ sintió mucha felicidad al verlo ─. Entra por favor ─ se hizo a un lado para permitir el acceso al omega. Jimin obedeció. Con su olfato busco la presencia de Yoongi, se le había hecho raro no verlo; pero sabía que estaba cerca, podía sentirlo.
─ Puedes darme tu abrigo, lo dejaré en el perchero ─ ofreció la fémina. Jimin se deshizo de él descubriendo su esbelta figura cubierta por una camisa de manga y cuello largo, de un color blanco con algunos brillos en la parte superior y a pesar de que tenía un cuerpo delgado las curvas estaban bien definidas, dándole un aspecto delicado y sutil. Cualquiera que lo viera sabría de inmediato que se trata de un omega y pronto uno con marca y dueño.
Hyebin lo dejó sobre el perchero y regresó con él. De pronto el lobito interior de Jimin levantó ambas orejas al percibir su anhelado aroma acercarse a ellos.
Inmediatamente su mirada fue a ese lugar en específico donde provenía dicho aroma, al momento justo y exacto porque Yoongi apareció con una tímida sonrisa, Jimin la copió y ambos lobos se embriagaron con los aromas del otro.
─ Hola ─ Yoongi se acercó ─. Te ves lindo ─ soltó sin pensar y luego se sonrojo. Hyebin río por lo tierno que era.
─ Los dejó, iré a preparar la mesa ─ decidió darles un poco de privacidad.
La había visto y estaba tan feliz, emocionada y agradecida; la luz que iluminó ambos pares de ojos cuando se vieron, lo sintió en el aire, el aroma de las parejas destinadas qué dicen a gritos lo enamorados que están.
"Que tiernos son ambos " pensó la omega y su lado lobuno estuvo de acuerdo.
─ Gracias por venir ─ mencionó el alfa tratando de no mirarlo mucho para no incomodar; pero era difícil cuando se miraba tan hermoso, tan perfecto, parecía sacado de un cuento de hadas o uno de sus sueños.
─ Gracias a tí y a tu madre por la invitación, Hyebin es muy amable y linda.
─ Ella era la más emocionada, lleva días organizando está cena ─ no miente, fue Hyebin la que tuvo la idea; pero él también se puso feliz y ansioso.
Había ayudado a su madre a preparar la cena, incluso colaboró con el postre, aunque admite que no es muy bueno hizo lo que pudo.
─ Tu madre me ha recibido mejor que mi propia familia cuando iba de visita.
Aquello provocó un amargo sentimiento en el pecho del alfa, sobre todo porque sabía que era cierto ya que él mismo lo había presenciado. Yoongi aún no olvida aquella injusticia y jamás perdonará tanta preferencia por parte de aquella alfa que dice ser su madre y sonríe hipócritamente, que disfrutó el dolor y sufrimiento de su hijo al revivir un suceso traumante de su vida y trato de hacerlo pequeño.
Su lobo gruño con el desagradable recuerdo. Eliminó la corta distancia que lo dividía del omega; como siempre su expresión no reflejaba nada, pero no había necesidad que lo hiciera, porque podía ver a través de su mirada que por más despreocupado que quiera parecer muy en el fondo se escondía un Jimin sensible y frágil, uno que él defendería y protegería siempre.
Tomó sus manos, estaban frías y suaves, los anillos que decoraban sus dedos las hacían lucir delicadas.
─ Olvidalo, ya no lo recuerdes más ─ la mirada esmeralda cayó sobre la unión de sus manos ─, la única persona por la que regresabas a ese lugar ya se encuentra en la ciudad, así que no hay motivo para acercarte ahí. En cambio siempre que vengas aquí serás bien recibido, mi madre suele ser una omega infantil en ocasiones; pero es una mujer amorosa y que siempre tiene una sonrisa sincera ─ Jimin lo miró y sintió su pulso acelerarse por tan reconfortantes palabras ─. En cuanto a mí no me importaría tenerte todo el día aquí, nunca te lo he dicho pero me tranquilizas y me haces bien.
La sonrisita en los labios de Jimin fue de felicidad, se estaba volviendo una persona completamente diferente al Jimin de hace unas semanas, incluso él lo reconocía y se sorprendía, ya que sus sonrisas eran más seguidas. Lo que no sabía es que esa fue una de las metas del alfa, admirar esa sonrisa varias veces al día, esmerarse para conseguirlas.
Juntaron sus frentes disfrutando de lo solos que estaban, Yoongi inhalo el delicioso aroma del omega, dando profundas inhalaciones, totalmente cómodo y a gusto.
Varios minutos después los tres se encontraban en la mesa, degustando de la deliciosa cena, acompañados de una plática amena donde buscaban conocerse mejor.
─ Yoongi mencionó que tenías 30, pero debo admitir que de entrada no lo creí, no por el hecho de que luces demasiado joven, si no porque un omega a esa edad y sin alfa es sumamente raro en estos tiempos ─ Hyebin comentó cuidando sus palabras.
Pero Jimin entendió que se trataba de un halago ─ Entiendo. En realidad con mi antigua relación no me fue muy bien y después de terminar con él decidí darme un tiempo y alejarme de las relaciones, honestamente no quede con ganas de otra ─ respondió tranquilamente.
─ Se como te sientes, antes de conocer a mi alfa estuve en varias relaciones e incluso a punto de casarme; pero al igual que las anteriores solo me lleve desilusiones y me terminaron una semana antes de la boda ─ contó como si nada, Yoongi había escuchado esa historia varias veces y claramente también tenía conocimiento de lo que pasó después.
─ Uh, lo lamento ─ formó una mueca poco alegre al escuchar la anécdota.
─ No, no lo hagas ─ respondió con tono calmado, como si aquello no hubiera sido la gran cosa ─, gracias a eso fue que conocí al padre de Yoongi ─ sonrió ─, quede muy mal emocionalmente y para aliviar mis penas conduje al bar más cercano con la intención de beber unos tragos ─ su cara se iluminó ante el recuerdo ─, el era el bartender, esa noche pasó mucho más que una simple borrachera ─ llevó sus manos a su rostro ocultando el carmín, su sonrisa no se borró en ningún momento y Jimin fue contagiado por la carismática mujer.
─ Ok, estoy seguro que a Jimin no le interesa saber sobre tus alocados días de juventud ─ regaño el alfa al ver la falta de moral de la mayor.
─ 38, casi 39 años, ¿para tí es juventud? No Yoongi, yo estaba desesperada, todos mis amigos tenían esposos o esposas, hijos y una vida realizada, ese intento de alfa era mi última esperanza ─ chillo con dramatismo.
─ Dejala Yoongi, quiero saber el desenlace ─ soltó un interesado Jimin ─, ¿cómo terminó ese alfa?, ¿le fue mal en la vida? ¿Se casó y le fueron infiel? O mejor aún, ¿fue abandonado antes de la boda? ─ si hay algo que el omega amaba de la vida era el Karma.
─ Lo último que supe de él es que su esposo lo dejó en la calle ─ comentó tomando su bebida.
─ Lo tenía merecido ─ soltó con una sonrisa complacida batiendo su copa provocando que los cubitos de hielo chocaran entre ellos.
─ Si. Antes de conocer a mi alfa no la tuve fácil, las relaciones fallidas se hicieron algo normal en mi vida. Pero todo dio un giro inesperado esa noche en aquel bar, desde ese momento supe que ya nada sería igual y pues después de algunos años de relación me casé con él y de esa nueva oportunidad nació mi Yoongi ─ soltó acariciando la cabellera de Yoongi, quien al haber sido tomado por sorpresa y siendo consciente de la mirada de Jimin se sonrojo.
No es que despreciara las muestras de cariño de su madre, pero era vergonzoso con su omega ahí presente.
Recordó hace algunos años cuando aún era un estudiante y casi rozaba los quince años, la omega era bastante temática y le gustaba tomar su mano cuando iban a cruzar la calle, a esas alturas al alfa ya le incomodaba y más aún si sus compañeros estaban cerca.
Bueno, pues en estos momentos siente algo similar, su rostro adoptó un rojo similar al de su cabello.
─ ¡Mamá! ─ dramatizo sintiendo el bochorno, pero levantó su rostro al escuchar la agradable risa de Jimin, su omega estaba sonriendo, la estaba pasando bien y su expresión lo demostraba y para el alfa ese gesto superaba cualquier vergüenza.
Lo miró embelesado, el corto y bajo sonido de su risa fue suficiente para deleitar a su satisfecho alfa quien no dejaba de mover su cola y ronronear felíz.
─ Yoongi hijo, podrías ir por el postre ─ pidió amablemente, aunque la realidad solo quería un momento de privacidad con el omega de cabellos grisáceos.
Aprovechando el momento el joven alfa recogió los trastes sucios y los llevó a la cocina, ya luego los lavaría.
Una vez quedaron solos los dos omegas Hyebin se ánimo a plantear una pregunta un tanto más íntima; pero si no la hacía no podría con la incertidumbre.
─ Jimin, anteriormente mencionaste que te alejaste de las relaciones y no estabas interesado en una, ¿que tuvo Yoongi que te hizo cambiar de opinión? ─ necesitaba saberlo, cuáles eran las intenciones del omega. No tenía dudas que era la pareja destinada de su hijo, quizá en el fondo solo quiera probarlo ¿que más da? Igual no le queda mucho tiempo y quiere irse tranquila, conociendo la forma de pensar de Jimin.
El omega carraspeó y se removió incómodo, Hyebin no era experta en lenguaje corporal pero supo que Jimin se puso nervioso y lo comprobó cuando sus mejillas tomaron un leve color carmín.
─ Se podría decir que lo sentí ─ trato de ser honesto y buscar la respuesta en su interior ─. Mi omega siempre fue tranquilo, casi nunca se emocionaba por nada o reaccionaba a algún aroma o sonido ─ no intentaba excusarse con su omega, pues había comprendido que no solo su parte lobuna se sentía así ─; sin embargo cuando conocí a Yoongi desató muchas emociones que aún tenía dormidas, entre ello también el completo interés de mi omega. Su aroma se volvió adictivo y el sonido de su voz un tranquilizante ─ mejor que cualquier terapia para sus traumas.
─ ¿Lo amas?
─ ¿Qué?
Vió confusión en los ojos de Jimin por lo que supo que debía detenerse, así no era ella y estaba dando una pésima impresión.
─ Lo lamento ─ relajo sus músculos e intentó sonreír ─, estoy haciendo muchas preguntas y te estoy incomodando.
Lejos de lo que pensaba, Jimin creía que solo se trataba de una madre asegurándose de que su hijo esté en buenas manos, si lo tomó por sorpresa; pero era una respuesta la cual tenía clara y ya no le costaba tanto como los primeros días aceptar.
─ Sí ─ murmuró tímidamente ─ amo a su hijo.
Los ojos de Hyebin se iluminaron, estaba satisfecha.
─ Y el te ama a tí ─ respondió cariñosamente.
El omega menor se relajó y se vió contagiado con aquella dulce sonrisa.
Justo en ese momento apareció Yoongi con una tarta de caramelo.
Un poco tarde pero seguro ❤
¿Les gusto? Espero que sí. Poco a poco Jimin va tomando más confianza, espero hayan notado su cambio, ya no es tan frío y reservado como en los primeros capítulos 🥺
Próxima actualización: Martes en el transcurso del día.
03/02/22.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro