🍑 Capítulo 34 🍑
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─ Gracias por todo ─ Yoongi encaminó a Jimin al estacionamiento, pues ya había pasado un buen rato desde la última conversación con la enfermera. En todo esto el alfa había salido a comprar algo para que su madre comiera y Jimin se ofreció a quedarse con la fémina durante la ausencia del pelirrojo.
Yoongi compró algo liviano, pero que sustentará a su madre; con la esperanza de que este día pasará corriendo para poder llevarla a casa el día de mañana.
También aprovecho para sacar dinero de su cuenta bancaria, hoy mismo compraría la nueva medicina de la omega, no quería perder ni un minuto.
─ No te preocupes, lo que importa es que tu madre mejore pronto, lo demás era necesario ─ Jimin no se arrepiente de haber hecho todo esto, siente que Yoongi lo vale; su lobo lo apoya y todo lo demás dejó de importarle en el momento que el primer latido de su corazón le indicó que era lo correcto. Aunque una parte de él seguía negándose a dejar fluir aquellos nuevos sentimientos que lo hacían sentirse confundido.
Había decidido que iría a pasar consulta mañana mismo, pues su presión cardiaca se dispara en ocasiones, su pulso se acelera sin razón alguna y su corazón golpetea fuertemente su pecho como si quisiera salir disparado. Jimin siente que eso no es normal y mañana saldría de dudas.
─ Ve con cuidado por favor ─ no quería despedirse del omega pues estando con él podía sentir lo que es la auténtica tranquilidad; pero tristemente tenía que hacerlo, Jimin tenía otras obligaciones más importantes que hacerle compañía.
─ Nos vemos Yoongi ─ dicho esto Jimin ingreso al vehículo poniéndose en marcha y notando a través del espejo como la figura de Yoongi se volvía cada vez más lejana y extrañamente un sentimiento angustiante se alojó en su pecho y un grueso nudo se formo en su garganta.
Comenzó a sudar helado y no supo a qué se debía, cuando se despedía de su padre era quizás un poco similar; solo que la diferencia era que la angustia era reemplazada por la melancolía y el nudo por añoranza. No entendía el porque aquellas inmensas ganas de regresar, porque sus manos se apretaban contra el volante y su respiración se volvía más y más pesada; tanto que tuvo que liberar una mano y dirigirla hacia la ventana y abrirla para poder respirar el aire fresco.
Era la primera vez que se sentía de esta manera cuando se despedía de alguien.
Cuando llegó se sintió sumamente extraño al encontrarse con una oficina vacía, el suave aroma de Yoongi había quedado impregnado en aquellas paredes de cemento capturando solo lo necesario para calmar a su omega quien buscaba la presencia del alfa, su alfa. Jimin suspiro pesado al mismo tiempo que analizaba la situación, ¿que era este sentimiento? Dos meses atrás no tenía conocimiento de Yoongi, era feliz estando solo y tampoco tenía algún tipo de problema con su soledad; es más, lo agradecía. Ahora ya no está muy seguro; es decir, no le gustan las otras personas, su espacio es algo que siempre pide a la hora que alguien intenta acercarse, pero últimamente siente que el alfa ha venido a romper varios de reglas que él mismo se impuso.
Yoongi lo ha tratado tan distinto a los demás, no se ha burlado de su virginidad; es más, que recuerde nunca ha tocado el tema, no le ha faltado el respeto, no lo ha visto con ojos maliciosos, ni siquiera hace preguntas incómodas e innecesarias como el resto.
Quizá se deba a eso, su lobo se siente agradecido con el alfa, lo ha ayudado y también respetado; y él al ser uno solo con el animal puede sentir sus sentimientos como suyos.
Si es gratitud, definitivamente tiene que ser eso.
─ ¡El omega bonito estuvo aquí! ─
Yoongi sonríe al ver a su madre tan energética, fue una sorpresa para el que al regresar se encontrará a la omega ya despierta. Tal y como la doctora dijo esta estaba hambrienta y justo ahora se encuentra devorando lo que le había comprado y mientras masticaba las verduras mostraba su asombro por lo que su hijo le acababa de revelar.
─ Así es, fue él quien me trajo; también te cuido mientras yo salía a comprar y hacer otras diligencias ─ aquello se oía tan bonito para el alfa, saber que Jimin se preocupaba por él hacía que su lobo brinque y mueva su cola de felicidad.
La mujer aplaudió emocionada, incluso más que su propio hijo para después beber de su refresco porque se estaba ahogando.
─ Con cuidado ─ soltó el alfa al escuchar a su madre toser; pero la preocupación no le duró nada, pues cuando la pelirroja se recuperó sonrió con energía. Estaba feliz, su hijo se estaba volviendo cercano al omega que quería y eso lo agradecía enormemente, para ella la felicidad del alfa era la suya y si él sonreía ella no podía pedir nada más.
─ ¿Al menos aprovechaste el momento? ─ su pregunta confundió al alfa y al ver confusión en la mirada de su hijo agregó ─ ¡pero Yoongi!, ¡la situación se prestaba! ─ regaño ceñuda ─ pudiste haber llorado por tu madre enferma, para que el omega te consolará y recostaras tu cabeza en su pecho.
Yoongi aceptaba que a veces su madre lo sorprendía, ver tanta novela de televisa y doramas le estaba afectando.
─ ¿Te golpeaste la cabeza cuando te desmayaste? ─ jamás, pero ni siquiera siendo el mejor actor hubiera logrado aquello; aparte que le hubiera resultado vergonzoso y está seguro que de haberlo intentado Jimin le hubiera dado un severo golpe en la cabeza por tocarlo.
Un escalofrío recorre su cuerpo al imaginarlo, agradece no pensar igual que su madre.
─ No digas tonterías, estoy mejor que tú ─ respondió la fémina indignada.
Yoongi comenzaba a creerlo, y es algo que le alegra; él más que nadie quiere que su madre mejore, que lleve una vida más tranquila, libre de medicamentos y tanta presión; sin embargo, no todo es perfecto, ahora la omega tendrá que someterse a un nuevo tratamiento y le preocupa cómo su cuerpo vaya a reaccionar, solo espera que no pierda esa chispa que ahora muestra.
─ No necesito fingir, en serio me preocupaste, temí que me dejaras ─ su voz salió demasiado baja, casi pareciendo un débil susurro.
Hyebin al ver el brillo angustiado en los ojos de su hijo supo que debía dejar de bromear, Yoongi ya hacía mucho llevando una gran carga para venirlo a molestar con sus bromas de pésimo gusto.
Sabía que esto era difícil y le entristecía saber que todo era su culpa, su estado de salud se deterioraba cada día más y aunque se escuche raro no le teme a la muerte; tampoco piensa que sea algo malo, al contrario; siente que al ser la única forma de reencontrarse con su destinado, no había razón para huir de ella; pero… es un hecho que Yoongi no piensa lo mismo.
Antes su hijo solo la tenía a ella, eran ellos dos contra el mundo; tratando de sobrevivir a la crueldad que les rodeaba. Una omega viuda, enferma y con un hijo que abandonó la universidad. Yoongi un alfa que no cumplía con los estereotipos que la sociedad espera de un alfa, aún recuerda aquellos comentarios, donde discriminaban a su hijo, "demasiado pequeño", "su piel es muy blanca, luce tan delicada para ser un alfa", "parece un omega", es demasiado delgado", "creo que la diosa luna se equívoco y atrapó a un alfa en el cuerpo de un omega " todo aquello por ser diferente a lo que están acostumbrados.
Pero en el momento en el que Jimin apareció en la vida de su hijo ella ya no era lo único que el alfa tenía; Yoongi no lo ha comprendido o a lo mejor ya lo sabe y no lo quiere aceptar. Su hijo creció, ya no es un cachorro y quizá ha llegado su momento de partir, porque el único motivo por el cual se quedó desde un principio ya no la necesita.
─ Ven Yoongi ─ la omega palmeo una pequeña parte de la cama con la intención de que el alfa llegará a sentarse a su lado.
─ Ya no soy un niño ─ soltó el pelirrojo sonrojándose levemente al recordar lo que su madre hacía cada vez que se sentaba a su lado.
─ No me importa, ven aquí ─ su pálida mano seguía sobre el espacio libre del colchón.
Soltando un profundo suspiro el alfa se puso de pie y caminó hacia la fémina, cuando estuvo a su lado está apartó la mano; sintiéndose satisfecha cuando el alfa se sentó como ella había pedido. Recargo su cabeza sobre el pecho de su madre y estando bajo los efectos de aquel agradable aroma que muchas veces lo hizo sentir protegido cerro los ojos cuando las delicadas manos de Hyebin fueron a su cabellera y comenzaron a repartir caricias; sabiendo muy bien lo mucho que esto relajaba a su hijo movió con suma sutileza su mano sobre la rojiza cabellera del alfa y una dulce sonrisa se dibujó en sus delgados labios cuando lo escucho ronronear.
─ Tranquilo Yoon, está enfermedad no me matara ─ soltó con seguridad.
Y lo que menos imaginaban es que aquellas palabras se volverían una dolorosa realidad.
─ ¡Alfa! ─
Namjoon sonrió cálidamente cuando su omega corrió a recibirlo como solía hacerlo, la felicidad era inmensa porque después de muchas lágrimas por fin estaba viendo al antiguo Jin; al omega que siempre lo recibía con una sonrisa, al omega que lo deleitaba con su exquisito aroma, el que siempre lo abrazaba con profundo cariño.
─ Buenas noches amor ─ correspondió al abrazo, sintiendo una fragancia dulzona cuando se acercó al cuello de su esposo.
─ Buenas noches. ¿Ya cenaste? ─ pregunto y una sonrisa se dibujó en sus labios cuando el moreno negó; pues lo que Namjoon no sabía es que el rubio ya había preparado la cena para que ambos pudieran disfrutar mientras platicaban como solían hacerlo antes de recibir aquella triste noticia.
Sus días se habían vuelto grises después de eso, Jin sentía su felicidad cada vez más distante y ver la tristeza reflejada en la mirada de su alfa solo empeoró las cosas; porque aparte de sentirse inútil también se sintió culpable, culpable porque a causa de su desdicha la persona que mas amaba también salió perjudicada.
Namjoon nunca lo mencionó, pero sabe que también estaba destruido y no necesitaba del lazo que los unía para saberlo; pues era más que obvió. Juntos habían planeado tener muchos cachorritos, habían imaginado sus rostros; habían discutido a quien de los dos se parecerían más e incluso algunos nombres lindos para ponerles; pero todo se había venido abajo, toda ilusión murió cuando cayó en cuenta de la realidad, lo supo y ahora lo tiene claro.
─ Prepare algo delicioso alfa, sigueme por favor ─ y aunque su sonrisa era hermosa, Namjoon acepta que le parece raro. Jin había estado sumido en una depresión por varios días y ahora verlo tan feliz y campante le resulta extraño; aún así decide dejar de pensar tanto en cosas que a lo mejor no tienen importancia, porque lo único que importa en estos momentos es el presente y el futuro.
Llegaron al comedor y los ojos del alfa se iluminan al mismo tiempo que su boca se vuelve agua; sabía que Jin era un excelente cocinero, pero a veces lo sorprende.
La tenue luz que las velas les ofrece es suficiente para apreciar cada detalle, la mesa está cubierta por un mantel blanco con bordados en las puntas; la presentación de los platillos es delicada y se nota que las manos que lo prepararon fueron cuidadosas a la hora de cocinarlo. Sin poder evitarlo besa la mano del omega. Hay una botella de champagne en el centro, sabe que eso fue cortesía de su nana, seguramente la omega había colaborado.
─ Alfa ─ lo llama sin soltar su mano ─, estos días han sido difíciles para ambos ─ suspiro, no quería decir algo erróneo; porque su objetivo es dejarle claro lo que sentía ─; sobre todo para tí que has tenido que lidiar con tu tristeza y mi depresión, lamento mucho dejarte toda la carga a tí, cuando se supone que somos un equipo.
─ ¿Jin qué quieres dec… ─ no terminó de hablar porque los pomposos labios de su esposo y omega lo callaron.
Era un toque sutil, ninguno de los dos hizo el intento de mover sus belfos porque consideraban que no era necesario; solo bastaba sentir la suavidad del otro acariciándolo con parsimonia para hacerlo especial.
Se separaron pero aún así el omega se rehusaba a soltar la mano de su alfa.
─ Deja que termine por favor ─ pidió mirando con detenimiento los ojos color chocolate del moreno ─, finalmente me dí cuenta que la vida sigue y que lo único que debería importarme es que a pesar de todo seguimos juntos ─ Namjoon sintió un terrible nudo en su garganta cuando escucho aquello ─. Un hijo de ambos sería hermoso, siempre fue nuestro sueño ─ el alfa sentía sus ojos húmedos ─; pero eso no nos define como pareja y tampoco nos uniría más. A lo que quiero llegar es que siempre he sido feliz a tu lado y una tercera personita no haría la diferencia.
Namjoon lo abrazó, su nariz buscó inmediatamente el cuello de su pareja, y estando ahí lo aferró a su cuerpo como si temiera dejarlo ir.
─ No sabes cuantas veces deseé escuchar esto, quería que entendieras que el hecho de no haberme dado un hijo no haría que te dejara de amar, nada lo logrará ─ habló cerca de su oído, Jin sonrió feliz al escucharlo.
─ Gracias alfa, gracias por apoyarme ─ sus manos fueron a la ancha espalda del moreno y ahí las colocó correspondiendo al abrazo.
─ Siempre lo haré Jin ─
No mentía, porque no importa lo que suceda; nada cambiará el inmenso amor que le tiene a su esposo.
Hola, ¿me entrañaron?... Yo sí 🥺❤
Estaré publicando los capítulos en los próximos minutos. ❤
01/11/21.
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