Yoongi llegó muy de mañana a trabajar, el escritorio de su Hyung estaba vacío; pero sus cosas estaban sobre la silla. Lo primero que pensó fue que Jimin había salido, tal vez a traer café; si no en el baño, o haciendo otra diligencia, como sea no le dio mucha importancia.

Dejó sus pertenencias dentro de su locker, para luego sentarse y encender la computadora que Namjoon le había obsequiado días atrás.

Se podían notar ojeras bajo los ojos del alfa, en realidad es que no había dormido bien;  varios problemas se alojaron en su cabeza robándole el sueño de la noche anterior. Primeramente la anterior discusión con Jungkook, si bien había dicho que era mejor alejarse por el bien de ambos, le preocupaba que el menor cometiera una locura, Kook no estaba bien, y solo esperaba que este llevando todo esto sanamente.

Cumplió con su palabra de mantenerse alejado y sin comunicación por un tiempo; pero eso no quería decir que no estuviera al pendiente del menor. Aquella vez que habló con Yungyeom le pidió que si sabía algo del omega que le mantuviera comunicado.

Indirectamente siempre estaba al pendiente de su amigo.

Lo otro que lo tenía mal era el estado crítico de su madre, llevaba tres días sintiéndose mal, la debilidad y el cansancio se le podía notar en su rostro pálido y demacrado. Hyebin cumplía al pie de la letra con el tratamiento, por eso no se explica el porqué de su decaimiento.

Suspiro agotado, solo espera que pronto aquellos problemas se solucionen, anhela llevar una vida más tranquila.

La puerta se abrió dejando ver al omega que muchas veces le robo un par de suspiros.

─ Buenos días ─ saludó mientras caminaba rumbo a su puesto; sin embargo se dio cuenta de las ojeras remarcadas que presentaba el alfa, su lobito se mostró muy atento levantando ambas orejas por lo que sus ojitos veían. Jimin por su parte se sentó y de su escritorio sacó unos documentos los cuales aún les faltaban unos detalles para terminar.

─ ¿Estás bien? ─ pregunto sin poderlo evitar, mientras su mirada se encontraba clavada en aquellas páginas, aunque en realidad solo fingía porque toda su atención estaba sobre el alfa.

─ Lo estoy, solo que estos días no he dormido bien ─ fue sincero.

─ Ya veo… ─ Jimin quería seguir hablando, quería seguir preguntando más al respecto, si era posible intentar ayudarle en algo; pero, no sabía cómo, jamás se había metido en los asuntos personales de las personas, interactuar con la gente es una de las cosas más difíciles para él, siempre ha sido alejado y muy reservado en ese aspecto; pero ahora las ganas de preguntar al respecto están más presentes que nunca; pero su mente no puede procesar una buena forma y las palabras indicadas.

Tal vez hace de algo pequeño un gran problema, pero así es como ha sido toda su vida; le resulta tan difícil venir y cambiarlo así de la nada; pero siente que Yoongi lo vale, su omega está de acuerdo y su corazón también está a favor.

Mandando la vergüenza a lo más profundo de su ser, e ignorando el terrible rubor en sus mejillas se decide a hablar, está por abrir su boca pero la voz de Yoongi le gana.

─ ¿Tu estas bien? ─ fue demasiado repentino.

─ ¿Qué? ─ es lo único que puede decir, su cerebro hizo cortocircuito al estar a punto de decir algo y de la nada detenerse estancando las palabras en su boca.

─ Me pregunto sí has podido dormir bien después de lo ocurrido en la casa de tu familia ─ respondió el alfa deseando escuchar una respuesta positiva.

Jimin asintió en una respuesta silenciosa. Habían pasado solo un par de días desde que habían regresado de aquel desagradable viaje, donde habían conocido a la familia del omega y se había llevado una terrible imagen de Minhae, había descubierto la crueldad en la que Jimin creció y un crimen que hasta la fecha no se había pagado. El mal sabor de boca que le quedó después de aquel día aún no se borra.

─ Mi padre me habló el mismo día que regresamos ─ sé sincero el omega. Dejó el folder con los documentos sobre el escritorio para después dejar caer su mirada sobre el alfa ─, dijo que mi madre está furiosa y mi hermana ni se diga; después de que nos fuimos la fiesta se estropeó, según me contó los invitados escucharon mis gritos y se sintieron sumamente incómodos ─ jamás quiso hacer aquel escándalo, simplemente el pánico invadió cada espacio de su ser y no pudo ser consciente de lo que hacía o decía ─, los dejaron con todo hecho, la comida se perdió y los arreglos y recuerdos quedaron sobre las mesas vacías.

─ A lo mejor y les llegó el karma ─ soltó el menor sin querer, pensando en que toda la comida pérdida podría haber hecho feliz a muchas personas necesitadas y hambrientas.

─ Creo que ya no seré más bienvenido en esa casa ─ sonrió porque en realidad aquello no le importaba.

─ No creo que lo necesites Hyung ─ habló con seriedad ─, me parece que estas mejor alejado de aquella casa, has sabido sobrevivir tú solo por mucho tiempo; eres independiente y no los necesitas más ─ Jimin escuchaba atento, jamás había escuchado a alguien decirle algo parecido ─. En el momento que pusiste un pie fuera de esa casa para buscar tu propio camino les demostraste lo fuerte que eres, pero sobretodo te diste una oportunidad a tí mismo de superarte y es lo único que importa, lo que piensen ellos es irrelevante.

Jimin sonrió sin querer. ─ tienes razón ─

Aunque hay algo que se guardó para él mismo y es la preocupación por su padre.

La alfa es una mujer de mente fría, lo sabe porque recuerda los castigos impuestos por ella en sus días de Infancia y le preocupa porque estando tan molesta como lo está por los recientes acontecimientos es peligrosa y aquí el principal problema es la sumisión de su padre; aunque lo entiende, su padre fue criado en un ambiente machista, donde denigran a los omegas y los hacen creer que son los más débiles.

Solo espera que aquella valentía que demostró el día del cumpleaños de Susy no lo haya abandonado y pueda ser capaz de defenderse de aquella mujer.

El sonido del celular lo hizo salir de su ensoñación, observó al alfa tomar su móvil y dirigirlo a su oído.

Yoongi se extrañó al mirar el nombre de su vecina en la pantalla, eran pocas veces las que la anciana le hablaba.

─ Señora Han, buenos días ─ saludo cordialmente.

─ Yoongi, cariño tu madre empeoró, mi esposo la tuvo que llevar al hospital después de que se desmayara.

Ante lo dicho Yoongi se puso de pie de forma abrupta llamando la atención del omega quien se sorprendió al ver al alfa tan sobresaltado.

─ ¿Puede decirme en qué hospital está por favor? ─ la había dejado dormida después de asegurarse que se comió todo su desayuno, se aseguró que se tomara su medicina y que estuviera tranquila; no entiende qué fue lo que pasó, no debió haber venido a trabajar sabiendo lo mal que estaba, no debió dejarla sola, debió haberse quedado con ella.

─ En el hospital familiar, es el que teníamos más cerca, ya la están atendiendo; pero no sabemos cómo está, piden la presencia de un familiar, ven por favor ─ habló con preocupación palpable la anciana.

─ Gracias por todo ─ terminó con la llamada y fue hacia su locker para sacar su mochila, sus movimientos eran apresurados y hasta desesperados.

─ ¿Ocurre algo? ─ pregunto al ver como el pelirrojo volvía a guardar todo.

─Mi madre empeoró, la llevaron al hospital hace poco, me necesita ─ cerró el zipper de su mochila y lo colocó en su espalda. Jimin no entendía nada, no sabía que su madre estaba enferma; pero al ver como el alfa salía de la oficina no pudo con el deseo de seguir sus pasos, por eso no dudó ni un minuto en ponerse de pie y comenzar a seguirlo. Cerró la puerta y  casi corrió detrás de un preciso Yoongi, quien en estos momentos iba en dirección a la Oficina de Namjoon.

─ Yoongi espera ─ sus piernas eran cortas, no se había dado cuenta hasta ahora de lo lento que era.

─ Necesito salir Hyung, siento mucho dejarte solo, prometo recompensarlo; pero no puedo dejar sola a mi madre ─ seguía caminando por el pasillo.

Pero el omega ni siquiera había pensado en eso, tampoco entendía porque lo seguía;  pero no podía detenerse a preguntárselo, simplemente sentía que hacía lo correcto; además, la señora ha sido muy buena con él, se había tomado el tiempo de hacerle un delicioso desayuno cuando no tenía obligación alguna, sólo desea que no sea tan grave y pronto mejore.

Yoongi tocó la puerta de la oficina de Namjoon, a los pocos segundos escuchó la conocida voz de su jefe dándole la autorización para que entrara.

La puerta quedó abierta y Jimin aprovechó para entrar después de él. Hasta ahorita no sabía porque lo había hecho, ni tampoco que diría en si defensa cuando le preguntarán qué hacía ahí, lo único que sabía que su respiración era agitada por la reciente carrera y sus mejillas estaban sonrojadas por el calor.

─ Namjoon Hyung, perdona que aparezca tan repentinamente y solo a hacer una petición; pero si no fuera importante no estuviera aquí ─ habló finalmente llamado la atención del moreno, quien se sorprendió de la presencia del peligris, pero supo disimular.

─ Dime Yoongi ─ lo escuchaba.

─ Mi madre se puso mal, está en el hospital y me necesita ─ aquellas palabras las sintió tan amargas ─. Por favor permite que vaya con ella, puedo reponer este día con horas extras, o trabajando el día de descanso, no me importa; pero necesito salir ─ su voz salió como una súplica necesitada.

Namjoon era un alfa muy comprensivo, sobre todo con trabajadores tan aplicados y dedicados como Yoongi. En lo que llevaba en la empresa nunca había dado algún problema, tampoco había faltado sin justificación; es más, no recuerda que el pelirrojo haya faltado antes. Entendía que Yoongi era lo único que aquella omega tenía, la había conocido. Aunque muy pocas veces trato con ella sabía que tenía un complicado problema de salud.

─ Ve Yoongi, ya después vemos cómo repones el día ─ mencionó sin pensar.

─ Muchas gracias ─ la reverencia fue completa, por una milésima de segundo pensó que el mayor se negaría; pero agradece tener un jefe comprensivo y que lo entiende perfectamente.

Sale casi corriendo dejando al omega con la mirada perdida.

─ Jimin ─ el nombrado mira al alfa que tiene de jefe.

─ Ve con él.

Su propuesta lo sorprende, era como si Namjoon hubiera leído sus pensamientos.

─ ¿Por qué? ─ aún no era capaz de procesarlo.

─ Se que te mueres de ganas ─ sus palabras lo sonrojaron fuertemente ─, Yoongi también te necesita. Llevalo, es más fácil y llegan más rápido en tu coche ─ su lobito se sintió agradecido.

─ Lo haré ─ mencionó después de reaccionar.

No tardo nada para que al igual que el alfa saliera corriendo y cruzara al pasillo que lleva a la salida.

El pelirrojo estaba por bajar por el ascensor cuando una conocida voz lo sorprendió ─ ¡Yoongi!, ¡Yoongi!, ¡Détente!, ¡No cierres la puerta! ─ el alfa abrió los ojos asombrado cuando vio a Jimin correr torpemente hacia él, su cabello se movía con cada paso apresurado; su cara era todo un poema, el carmín en sus mejillas debido al esfuerzo, sus labios separados por la necesidad de aire, sus ojos fijos en él y su voz llegando como un tranquilizante.

Jimin apresuró sus pasos cuando las puertas empezaban a cerrarse.

El alfa extendió su mano, Jimin entendió perfectamente y también extendió la suya. Cuando estuvo lo suficientemente cerca la tomó y el alfa lo atrajo hacia él uniéndose en un abrazo que ninguno de los dos esperaba. Justo a tiempo porque en ese momento las puertas se cerraron dejando a ambos dentro, pero también al omega con la respiración desordenada, como si hubiera corrido el maratón de su vida.

─ Te llevaré ─ sólto recargado aún en el pecho de Yoongi ─ te llevaré con tu madre.

Alfa y omega se subieron al auto, sin ser consciente que unos fríos ojos los miraba desde otro coche en aquel enorme estacionamiento.

A Jaebeom no le gusto ver al alfa cada vez más cercano a Jimin, simplemente es algo que no podía permitir; la vena en su frente se marcó al ver como el coche se ponía en marcha y abandonaron el lugar. No quería pensar nada, no quería sacar conclusiones, pero sí comprobó que debía ir tomando medidas desde ahora.

Porque con lo que había observado los pocos días que llevaba trabajando ahí era que Jimin se sentía muy cómodo al lado del menor, algo que se le hizo gracioso, Jimin no podía caer tan bajo como para juntarse con gente tan baja como lo era Yoongi.

Sacó su móvil y  buscó un contacto en específico.

Cuando lo encontró le marcó y fue exactamente después del tercer tono cuando la conocida voz le saludo.

─ Buenos días mi estimado amigo, ¿qué tal estamos? ─ se escuchó una voz masculina muy animada, algo que a Jaebeom no le sorprendió, pues era conocedor de la vida alegre que el rubio llevaba.

─ Se podría decir que bien, pero estaría mejor si me prestas tu servicios ─ fue claro, no tenía ánimos ni tiempo para andarse con rodeos; entre más rápido mejor, así se deshacía de esa escoria y despejaba el camino para que el mismo.

─ Estoy a tu disposición.

─ Quiero que me investigues a una persona, quiero saber todo de él ─ hizo énfasis en las últimas palabras ─, historia, educación, conocimientos, familia, situación amorosa y debilidades.

El contrario hizo una pausa mientras analizaba la petición de su viejo amigo, aquello le pareció interesante y a ello se debe su sonrisa ─ sabes que mis servicios no son baratos, ¿estás de acuerdo con eso? ─ antes que nada pondría las cartas sobre la mesa.

─ El dinero no es problema para mí.

─ Entonces nos entendemos muy bien.

─ Sólo te pido que seas rápido, el tiempo está en mi contra y necesito una respuesta lo más antes posible ─ fue exigente.

─ Sabes que este tipo de trabajos no es sencillo, ya que no sólo se investiga al objetivo si no a todo aquel que lo rodea; sin embargo, sí prometo trabajar el doble y dedicar más tiempo en este caso en específico ─ dijo para tranquilidad de Jaebeom ─ ¿a quien tengo que investigar? ─ preguntó buscando con atención.

La mirada del alfa se oscureció al recordar su nombre, definitivamente no le arrebatará lo que siempre le perteneció a él ─ se llama Min Yoongi.

Hola 👋

Espero hayan tenido un feliz fin de semana. ♡

Próximo capítulo: miércoles en el transcurso del día.

Gracias por leer. 🌸

17/10/21.