🌸 Capítulo 3 🌸
─ Kook, conejito… Kooki ─ llamaba el alfa, pero su amigo lo ignoraba mientras sus pasos apresurados lo guiaban a la estación de buses.
─ Ya Yoongi, ya me explicaste que tenías trabajo, que no podías faltar y no se que más, ya escuche el mismo cuento como tres veces ─ Jungkook aún seguía muy molesto, la había pasado muy mal el día anterior y le dolía el hecho de que Yoongi lo haya dejado a él de último, cuando si hubiera sido al revés y hubiera sido Yoongi el que entrara en celo, él está seguro que cancela todo por ayudar a su amigo, está seguro que hubiera dejado todo tirado por ir corriendo a ayudarlo.
─ ¿Entonces, si ya te quedó claro porque actúas de esta forma? ─
─ No me pidas que actúe normal, es justo que me sienta molesto, y con esto no dijo que lo que hiciste este mal, es tu vida, pero no me pidas que actúe como suelo hacerlo normalmente porque no puedo ─ podía oír los pasos de Yoongi seguirlo, ¿hasta cuando pensaba hacerlo?
─ Creo que estás siendo egoísta ─
Ahora que había conseguido un buen trabajo, que le pagaba bien y era seguro creyó que su mejor amigo también se pondría feliz, que lo apoyaría y le desearía lo mejor, pero la reacción de Jungkook lo ha decepcionado.
El omega por su parte detuvo su andar, seguidamente Yoongi también lo hizo, unos pasos detrás de él, notando como su espalda se tensaba.
Se dio la vuelta y lo miro con cierto enojo en su mirada ─ no estoy siendo egoísta Yoongi, me duele que pienses así ─ en ese momento Yoongi se arrepintió de haber dicho ese comentario. ─ por favor ya no me sigas, no me hables ni me dirijas la palabra solo para decirme esas cosas ─
Yoongi quiso hablar pero por algún motivo no pudo articular palabras, el omega al ver que no pensaba responderle volvió a darse la vuelta para continuar su camino.
El alfa vio como el menor se perdía entre la multitud de gente, era la segunda vez en el mes que discutían.
Yoongi soltó un suspiro cansado, mientras sentía la fresca brisa de la mañana despeinar sus rojizos cabellos.
Jungkook es difícil, siempre lo había sido, desde que eran unos niños el omega le gustaba ser consentido y ahora que ha crecido eso no ha cambiado, pero al menos el Jungkook de antes era más comprensivo y menos dramático, desde que llegaron al acuerdo de ayudarse en sus celos el omega cambió completamente y eso lo deprime un poco.
Mira su reloj, dándose cuenta que se le ha hecho algo tarde.
Una anciana se acercó a él, el alfa confundido la miró curioso, pero lo que la señora le dijo lo sorprendió y al mismo tiempo le pareció gracioso. ─ Jovencito deberías ser más atento con tu novio, no creo que quieras que otro alfa se quede con él ─ soltó la anciana de baja estatura.
Yoongi no quiso molestarse en explicar que Jungkook no era su pareja, que solo era un amigo muy querido para él, por eso solo se limitó a hacer una reverencia y como acto seguido se dio la vuelta para dirigirse a su trabajo.
Jungkook sigue caminando con una expresión enfurruñada, puede que los síntomas del celo hayan pasado pero su enojo y resentimiento no, puede que Yoongi tenga razón y esté siendo un poco egoísta, pero no es capaz de verlo, él piensa que si él es capaz de sacrificarse por Yoongi, él también tiene que hacerlo, es lo justo ¿no?
Jungkook ha aceptado sus sentimientos hacia su amigo, se dio cuenta hace cuatro años, la forma en la que su corazón latía como loco cuando estaba a su lado, lo agradable que se sentía su presencia, la desesperación que se apoderaba de él cuando no lo tenía cerca, lo feliz que se sentía cuando lo cubría con su olor, su compañía, su sonrisa, sus gestos, Jungkook lo amaba todo.
Pero incluso si sus sentimientos eran fuertes el alfa parecía no notarlos, incluso cuando se presentó como un lindo omega Yoongi no dejó de verlo como un simple amigo.
El sonido de una moto lo distrae de sus pensamientos, mira cómo un hombre se estaciona cerca de él, traía un chaleco de cuero, unos pantalones negros y unas botas del mismo color ─ ¿Te llevo? ─ se quitó el casco mostrando su sonrisa y sus negros cabellos, sin olvidar los aretes en sus orejas.
─ Siempre llegas en el momento perfecto Yugyeom ─ sonrió dejando ver su sonrisa de conejo.
Kim Yugyeom un beta que estaba en su misma clase, Jungkook lo consideraba como su mejor amigo, pues ese puesto ya no lo tenía Yoongi, lo perdió desde el momento que comenzó a verlo de forma romántica.
─ Sube entonces ─ a pesar de ser un beta tenía la apariencia de un alfa, alto, fornido, voz grave, muchos se sorprendían cuando se enterraban lo que en realidad era.
Jungkook no se hizo el rogar, no era la primera vez que subía a la moto del beta, muchas veces se había ofrecido a llevarlo, y ya que estudiaban en el mismo lugar no le encontraba ningún problema.
─ Buenos días Hyung, siento el retraso, tuve unos inconvenientes en el camino ─ Yoongi llegó a la oficina, llamando la atención de Jimin, este se quitó los lentes y los dejó a un lado del escritorio.
─ No te preocupes, hoy no hay mucho trabajo, la mañana la tenemos libre ─ se sentía raro estar sin hacer nada para el omega de cabello grisáceos.
Yoongi se acomodó en su asiento observando de reojo la expresión aburrida del omega, con su codo recargado contra el escritorio y su mentón siendo sostenido por su mano, incluso así se miraba lindo, su lobo ya estaba moviendo la cala encantado con la imagen.
La discusión con Jungkook la había olvidado, Jimin siempre lograba distraerlo, ya sea con un gesto, una palabra o con algo tan insignificante como bostezar o estornudar, Yoongi siempre tenía su atención sobre él.
Lo que más le gustaba y le resultaba adictivo, era su aroma a mandarinas, era suave y relajante… Le encantaba.
Jimin por su parte podía sentir la mirada del alfa, sin embargo se hacía el distraído o no le prestaba atención, aunque su lado animal se mostrara ansioso y emocionado por tener la atención del menor.
El omega de Jimin tenía un espíritu joven y juguetón, todo lo contrario al humano, que a simple vista parecía alguien serio y pulcro.
Yoongi quería conocerlo mejor, descubrir más a profundidad lo que hay detrás de esa sería faceta, pero era tan cerrado y callado, nunca hablaba de su vida, el pálido de milagro y sabía su nombre completo, y su timidez le impedía preguntar por el mismo miedo a ser tratado de fisgón.
─ Yoongi ─ su voz llega de forma sorpresiva, tanto que Yoongi llega a pensar que a lo mejor se la imagino, pero descarta esa posibilidad cuando la penetrante mirada del mayor se posa sobre él.
─ Me pasas tu número ─ preguntó simplemente.
─ ¿Eh? ─ ¿para que un omega como el querría tener el número suyo?
─ Verás, el día de ayer quería avisarte que ahora podrías entrar más tarde por el mismo motivo de la ausencia del jefe y la falta de trabajo, pero no tenía forma de comunicarme contigo, entonces supe que era necesario tener tu número ─ ahora eran compañeros de trabajo, era necesario tener los números por cualquier emergencia.
Yoongi supo que el mayor estaba pensando de forma profesional, ¿por qué otro motivo le pediría su número?
─ Oh claro, ¿tienes algo para anotar? ─ pregunto eliminando completamente sus ideas fantasiosas.
Jimin le prestó su celular a Yoongi para que éste anotará su número, seguidamente le dejó una llamada para que de esta forma su número quedará registrado en el móvil del alfa.
─ Puedes marcarme siempre que sea necesario, mensajes no contesto si estoy trabajando y aunque los vea si no es importante suelo ignorarlos ─ habló serio, Yoongi supo que indirectamente le estaba diciendo que no intentara hacer amistad con él por medio de chats a no ser que quiera ser ignorado.
─ Entiendo ─ dijo el alfa guardando su celular en su bolsillo.
Seguidamente el omega se puso de pie llamando la atención del alfa, este no dijo nada y solo salió de la oficina dejando al menor solo.
Camino por el pasillo hasta llegar al ascensor, había sentido unas ganas enormes de beber un café cargado de cremora como solía hacerlo todas las mañanas, pero la cafetera se encontraba en el piso de abajo, por lo que se veía obligado a bajar.
Si a Jimin le dieran la oportunidad de no toparse jamás con sus compañeros de trabajo no dudaría ni dos veces en tomarla, era lo más incómodo y molesto cuando estaba cerca de ellos, siempre había un motivo para provocarlo, ya sea su vestuario, su cabello, o cualquier accesorio, siempre era señalado y no de forma linda.
Se había convertido en el centro de atención de toda la empresa, por eso cuando estaba solo en su oficina, sin nadie que lo criticara o lo molestara se sentía como la gloria para el omega, quizá era tratado de antisocial, pero no le importaba, amaba la tranquilidad que solo la soledad le ofrecía.
Aunque las últimas semanas había tenido cierta compañia.
Y no era tan malo después de todo, Yoongi respetaba su espacio, no es escandaloso y tampoco molesto, además… huele bastante bien.
No recuerda haberse sentido tan agusto con un olor después del de su padre, pero de alguna forma el de Yoongi era distinto, la sensación no era igual.
Puede sentir a su lobo tan emocionado y como este busca de cualquier forma sentir la agradable fragancia.
Las puertas del ascensor se abren una vez ha llegado a su destino, es consciente que muchas miradas se posan sobre él, más sin embargo trata de ignorarlas, camina en silencio hasta la cafetera, tomando su taza del estante de arriba.
Observa cómo el líquido oscuro cae dentro de la tasa de vidrio, el olor del café inundó sus fosas nasales y su estómago se regocija.
Mira de reojo a los demás trabajadores, estos lo miran con una expresión que le cuesta descifrar ¿acaso tenía algo en la cara.
Además los murmullos poco discretos lo ponen incómodo y solo desea salir corriendo.
─ Jimin ─ y ahí estaba de nuevo esa molesta voz.
─ Hey Jimin, porque nos ignoras, ¿que paso con los buenos días ─ la beta más molesta de la empresa según su criterio estaba justo detrás de él.
Apretó la oreja de la tasa y antes de darse la vuelta respira hondo, intentando no alterarse, la última vez había arrojado su café caliente encima de Minsung, no hará lo mismo esta vez, sería una lástima desperdiciar el café.
Finge una sonrisa la cual de lejos se nota falsa ─ Buenos días Nayeon, no había notado tu presencia ─
─ Últimamente andas muy distraído, ¿a que se debe eso? ─ tiró su castaño cabello hacia atrás.
Jimin arruga su nariz, ahora el aroma que lo invade es el de la loción de la menor, y le resulta tan desagradable, el aroma a rosas nunca le ha gustado y aunque era obvio que el perfume era de marca ni loco lo usaría el.
─ No lo sé, creo que es porque a diferencia de tí no me gusta meterme en los asuntos de los demás, ya sabes… eso no es lo mío ─ mencionó mientras tomaba unos sobrecitos de azúcar y los metía a la bolsa de su abrigo.
Justo en estos momentos la atmósfera era tensa, estos encuentros eran muy normales entre Nayeon y Jimin, pero siempre era ella quien los iniciaba.
Nayeon sonrió con hipocresía ignorando el comentario del mayor, el omega quiso terminar con esa tonta discusión de una vez, pero la beta le obstruía el camino ─ es extraño, juraría que el alfa bonito que tienes en tu oficina tiene algo que ver ─
─ ¿Que? ─ mostró confusión, esa no la esperaba.
─ Se nota el preferitismo, primero te dan una oficina para ti solo, ahora también incluyen a un alfa joven y lindo, ¿que se siente eh? ¿Al menos has sacado provecho de eso? La tienes fácil, solo pones el seguro y nadie se da cuenta de lo que sucede ahí adentro ─
Jimin frunció el ceño, no le gustaba lo que estaba insinuando ─ ¿te das cuenta lo que estás diciendo? ─ Jimin no sabía que podía salir tanto veneno de la boca de una persona, ahora lo comprobaba.
─ Claro, no hay que ser sabio para saber, pero… ¿no te da pena?, es ocho años menor que tu ─ Jimin apretó su puño ─ yo se que es lindo y todo, pero son casi diez años de diferencia, tú que siempre has sido tan correcto y orgulloso ─ fingió indignación.
Las miradas estaban sobre Jimin, su Lobito se sintió mal y se escondió al verse señalado injustamente.
Sin embargo Jimin se mantuvo firme ─ como se nota que no tienes nada que hacer, no te cansas de estar pendiente de la vida de los demás ─ dio unos pasos al frente, Jimin era un poco más alto que ella ─ Aquí nadie pidió tu opinión, mejor ponte a trabajar que para eso se te pagan ─ escupió intimidando a la menor ─ y ten cuidado con lo que dices, la difamación es un delito y yo no dudaría ni un minuto en acusarte ─ se acercó más, y esta retrocedió, pues, la mirada del omega le erizo la piel ─ cuida tu lengua Nayeon, si no quieres que yo mismo la corte ─ advirtió serio y sin mostrar indicios de mentir, la beta trago grueso cuando sintió su espalda tocar el frío metal de la puerta ─ ahora si me haces el favor de apartarte, me estorbas ─ esta se apartó dejándole el comino libre al mayor quien no miro hacía atrás, cuando las puertas se cerraron comenzaron los murmullos, el corazón de la beta aún galopaba con fuerza.
─ Creo que provocar a Jimin no fue buena idea ─ se escucho un comentario a lo lejos, Nayeon lo ignoro, en estos momentos se sentía demasiado humillada para prestarle atención.
Holiii, aquí tienen una pequeña porción de esta historia, espero les haya gustado.
Quería agradecer por los 2k de ojitos, me agrada que les guste esta loca historia.
Nos seguiremos leyendo, cuídense mucho.
23/05/21.
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