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🍑 Capítulo 24 🍑


Nuevamente, después de tantos meses se encontraba parado frente a la puerta que lo llevaría a la que por tantos años fue su casa, donde pasó su infancia, adolescencia y parte de su adultez. Podía sentir la intranquilidad de su omega, algo que en realidad no le sorprende para nada.

Siente la brisa helada rozarle la piel, su cabello se mueve y las hojas sobre el suelo bailan al compás del tenue y frío aire.

Hay una sensación de temor que le impide seguir avanzando, sus fantasmas del pasado están más que presentes, el recuerdo de un frágil y vulnerable cachorro llorando en un pequeño rincón de su fría y oscura habitación. Miedo de que su mente lo traicione y lo haga escuchar los sollozos que quedaron grabados en las sólidas paredes. El golpeteo en su pecho demuestra lo difícil que es estar ahí; porque al mirar a su alrededor se da cuenta que nada ha cambiado, es el mismo panorama que lo vio llorar hace ya tantos años, las casas están iguales, las tiendas siguen abiertas, el aire conserva el mismo olor y la gente lo mira al reconocerlo, más parece que el único que ha cambiado es él.

Ya no es el mismo cachorro que llora por las noches, el que se esforzaba diariamente por agradarla a ella, al que le negaron la oportunidad de jugar y divertirse con los otros cachorros de su edad, al que se encargaron de controlar la mente y obligarlo a adoptar aquel deseo de ser un alfa, guardado para sí mismo su verdadero anhelo de ser un hermoso omega.

Pero; siempre existe un pero, y es que cuando llegaba esta fecha y por tradición familiar era casi obligado a asistir a una pequeña cena como celebración por el cumpleaños de Susy, la melancolía lo golpeaba con tanta intensidad que ese Jimin fuerte y de piedra en él que lo habían convertido desaparecía quedando solamente su verdadera esencia.

─ Jimin… ─ la suave y conocida voz lo trae de vuelta de aquel mar de pensamientos. Volteó encontrándose con unos ojos azulados, como el cielo en un cálido día de verano.

No sabe cómo sentirse, hay una explosión de sentimientos encontrados en su interior, unos negativos, otros cargados de nostalgia, y otros completamente nuevos, los cuales al mezclarse con los demás pasan desapercibidos pero logran dejarle una agradable sensación la cual logra tranquilizarlo.

Su omega se relaja, porque el aroma de Yoongi llega combinado con la suave brisa nocturna, y le encanta.

─ ¿Es aquí? ─ pregunta el pelirrojo. Jimin asiente en una respuesta silenciosa.

Finalmente sube los cinco escalones que lo llevan a la puerta color vino, sin pensarlo mucho lleva su dedo índice y aprieta el botón del timbre, solo lo hace una vez, tampoco quiere parecer desesperado.

Sus manos sudan y su pulso se acelera, agudiza su oído siendo capaz de escuchar los primeros pasos, son lejanos pero a medida que pasan los segundos la distancia se vuelve más corta, escucha el ruido del pasador y en cuestión de segundos una joven omega abre la puerta; se trata de una sirvienta quien al ver al primogénito de sus jefes amplía los ojos debido a la sorpresa.

─ ¡Joven Jimin, sea usted bienvenido! ─ hace una completa reverencia.

─ Hola Jennie, es bueno volver a verte ─ dibuja una pequeña sonrisa la cual es correspondida por la fémina.

─ Por favor pasen, yo le anunciare su llegada a sus padres ─ soltó animada. Los recién llegados obedecen y se adentran en el interior de la propiedad.

Yoongi intentaba distraer sus nervios observando cada detalle de la casa, las decoraciones en las paredes, los cuadros pegados en esta, lo pulcro y brillantes que lucían cada uno de los muebles a simple vista. Llegaron a la amplia sala y no se sorprendió al ver el juego de sofás en el centro; estos eran de un color gris con algunas partes negras, la mesa era de vidrio pero las patas de madera fina, habían plantas colgantes en las paredes y un enorme candelabro de cristal en el techo.

Yoongi se preguntó si algún día llegaría a tener su casa así de bonita.

Inmediatamente supo que Jimin provenía de una familia adinerada, pero no entendía cómo había terminado viviendo solo y en un apartamento rentable, quería saber más sobre el omega, pero comprendía que no era su asunto y eso lo deprimía un poco, porque él si quería formar parte de su vida.

Miro al omega a su lado, era difícil saber en lo que pensaba en estos momentos, su expresión era neutra y sería, siempre quiso saber porque sus ojos reflejaban tanta frialdad, sus orbes eran hermosos pero les hacía falta un poco de vida; y es que Jimin prefería no mostrar sus emociones, había aprendido por las malas que nada bueno salía cuando bajabas la guardia y te volvías una persona frágil.

A los pocos minutos escuchó pasos acelerados acercándose cada vez más. El corazón de Jimin dio una violenta sacudida y su lobito comenzó a saltar de felicidad al percibir el conocido aroma.

Yoongi también lo sintió, un suave aroma a melocotones.

Un omega hizo aparición congelando sus pasos por unos cortos segundos en la entrada trasera de la sala, eso sirvió para que el alfa se fijará en sus rasgos físicos dándose cuenta inmediatamente que era una versión mayor de Jimin, pues su parecido era indiscutible. Una cálida sonrisa se dibujó en las dulces y maduras facciones del omega. Jimin sonrió débilmente pero sabía que era una sonrisa sincera y auténtica. El mayor retomó sus acelerados pasos y corrió a recibir a su hijo en un cálido y amoroso abrazo.

Jimin se sintió tan pequeño cuando los brazos de su progenitor lo envolvieron con tanto cariño y su aroma inundó su nariz. Su lobo volvió a ser aquel cachorro mimoso que siempre buscaba la atención de su padre, mostrando la pancita y moviendo la cola de manera inquieta.

Yoongi observó la escena en profundo silencio, le parecía una imagen muy tierna y no sabe porque siente que ambos omegas necesitaban ese abrazo.

─ Mi pequeño, por fin te vuelvo a ver ─ se escuchó la voz de Misuk mientras se separaban y se miraban cara a cara. El mayor era apenas unos centímetros más alto que su hijo.

─ Lamento la demora, pero aquí estoy ─ respondió con voz suave.

─ Te pusiste más bonito en todo este año ─ el omega lo miraba como el ser mas divino, o su tesoro más grande; ante sus ojos Jimin era lo más hermoso que haya podido admirar.

─ ¿De qué hablas?, Me estoy volviendo viejo querrás decir ─ espetó cuando en realidad los años no se le notaban gracias a sus facciones finas y delicadas, también el cuido en su piel y cuerpo en general, dando como resultado una imagen más joven y fresca.

─ Estas hermoso Mimí, no digas tonterías por favor ─ sus ojos viajaron al acompañante del peligris. Jimin se dio cuenta de eso e inmediatamente los nervios violentaron el interior del alfa quien había querido seguir siendo invisible en estos momentos.

El omega mayor camino a paso lento hacia el pelirrojo y Yoongi trago grueso.

─ ¿Tú eres? ─ su voz fue tan baja y suave, la mirada del omega transmitía tanta amabilidad que Yoongi se preguntó el porqué dudaba tanto, si a parte de su madre nadie lo había visto con tanta calidez.

El alfa interior bajo la cabeza mostrando su respeto al omega que le había dado la vida a su pareja.

─ Y-yoongi señor ─ carraspeó buscando aclarar su voz ─ Min Yoongi ─ dijo con voz más grave tratando de escucharse más maduro.

─ ¡Aigo! ─ sonrió animadamente ─ no tienes por que fingir muchacho ─ ante lo dicho Jimin amplio los ojos y su rostro palideció; a Yoongi le temblaron las piernas y su corazón se le volcó en el pecho. ─ no hay necesidad de mostrarme una imagen más ruda cuando se te nota en las facciones que eres alguien súper dulce y cálido ─ a eso se refería.

Pelirrojo y peligris suspiraron aliviados, por un momento creyeron que habían sido descubiertos.

─ Gracias ─ Yoongi sonrió mostrando sus encías rosadas.

─ Estoy muy feliz por ti Jimin ─ el nombrado miró a su padre ─, estoy agradecido a la diosa por haberte bendecido con un hermoso alfa, ahora sé que mis nietos serán bonitos por genética ─ soltó emocionado.

Yoongi sintió sus mejillas calentarse violentamente, todo su rostro ardió producto del sonrojo, quiso correr y esconderse pues la vergüenza que sintió fue tan grande que sentía que en cualquier momento le daría algo y se desmayaría ahí mismo.

No, en definitiva no, eso sería de lo más humillante.

La carcajada de Misuk llamó su atención, este reía sosteniendo su abdomen e inclinándose levemente. Yoongi ladeo la cabeza, ese omega lo hacía sentirse en confianza, lo cual era extraño pues lo acaba de conocer, aparte le doblaba la edad y era el padre de su omega; pero en verdad, lejos de lo que imagino el pelinegro daba una imagen de lo más tranquila, amable y protectora.

─ Padre, no te adelantes a los hechos ─ Jimin mencionó con el ceño levemente arrugado; pero su omega se mostró feliz y emocionado ante lo que el mayor había mencionado, la imagen de dos cachorritos de cabellos rojos y ojos verdes invadió su mente, unas cositas súper pequeñas y blanditas estirando sus bracitos hacia ellos para ser cargados.

Y Jimin no entiende cómo después de todo aquella escena le gusto más de lo esperado.

─ Ay Jimin, dejame soñar ─ soltó el omega mayor. La felicidad que sentía se podía notar en el brillo de sus ojos verdes, su omega también se mostraba emocionado, la dicha la demostraba a través de sus feromonas.

Y si todo hubiera seguido ese ritmo hubiera sido genial, lastimosamente no fue así.

─ Bienvenido a casa querido hijo ─ una ronca voz acabó con aquella colorida aura que cubría a los dos omegas y el joven alfa. El cuerpo de Jimin se tenso al instante, su omega reaccionó de forma negativa mientras que Misuk suspiro temblorosamente. El cambio de ambiente fue tan obvio que el alfa logró notarlo de forma inmediata, miro a la alfa que permanecía inmóvil a solo unos pasos de ellos, dándose cuenta que su olor era demasiado fuerte, tanto que casi opacaba el suyo… Casí.

Canela… un aroma poco común.

Park Minhae, una alfa pura. Portaba un pantalón negro y botas del mismo color, su camisa manga larga y de color baige descubierta de atras mostrando su pálida espalda, era sumamente delgada y alta, incluso más que ambos omegas, a pesar de ser mujer el corte que traía era masculino y sus ojos era tan negros y fríos como la media noche.

─ ¿No piensas darle un abrazo a tu madre? ─ sonrió; pero Yoongi noto que a diferencia de Misuk su sonrisa no era para nada auténtica, todo lo contrario, a simple vista se podía apreciar lo falsa y fingida que era. El alfa se sintió de lo más incómodo con aquella situación.

Jimin también dibujó una sonrisa fingida, no para seguirle el juego si no para demostrarle que ya no le afectaba su doble cara.

─ Por favor madre, no hagamos algo que ninguno de los dos queremos, evitemonos un mal rato sí ─ soltó Jimin de forma calmada.

Minhae sonrió, era un hecho que Jimin no correría a sus brazos como en los doramas, pero quería ver cuál era su reacción y aunque odiaba admitirlo la enorgullece saber que no es de esos omegas lamebotas que no le importa hacer algo que no desean con tal de quedar bien con los demás.

Sus ojos rasgados viajaron hacia Yoongi, observando al alfa de abajo hacia arriba sin tener la decencia de disimular al menos. Cuando su mirada llegó a su rostro elevó una ceja, un gesto que disparó los nervios del pelirrojo.

─ Buenas noches señora, gracias por su invitación ─ agradece enormemente a todos los dioses existentes que su voz salió estable.

─ ¿Eres el alfa de Jimin? ─ preguntó fríamente, analizando detenidamente la reacción del menor; por fuera Yoongi se veía tranquilo y fresco pero por dentro era un desastre de nervios y miedo, agradece que está vez su lobo si lo está ayudando a controlar su aroma, de no ser así hubieran sido sus propias feromonas las que lo detalaran.

Jimin trago grueso, claro que se dio cuenta de lo difícil que todo esto estaba siendo para el alfa, y quizá se sintió algo culpable por exponerlo a algo sumamente incómodo.

─ Hice una pregunta niño ─ Jimin iba a intervenir, se estaba pasando y era algo que no iba a permitir; pero antes de que sus labios se separaran la voz de Yoongi lo detuvo.

─ Así es señora. Jimin es mío, mi omega y yo soy su alfa ─ soltó con una seguridad y firmeza sorprendente, sorprendiendo al omega quien sintió como sus latidos se volvían irregulares y su cara estallaba en un rojo intenso.

Minhae comenzó a caminar hacia Jimin a una velocidad que los tomó por sorpresa a todos, este jadeo sorprendió cuando sin mucha delicadeza su madre lo tomó del hombro y con la otra mano descubrió su cuello para verificar cierta cosa.

Jimin se sintió expuesto y su omega gruño.

─ ¡¿Minhae qué crees que haces?! ─ Misuk mostró su descontento inmediatamente, lo que acababa de hacer era una completa falta de respeto. Para un omega la zona del cuello era un área delicada e íntima pues simbolizaba la unión entre él y su pareja.

─ No hay marca… no tienes alfa ─ dijo sin apartar su visita del cuello virgen y niveo.

Jimin se sentía perdido, pero sobretodo apenado, jamás imaginó que aquella mujer fuera a llegar a tanto, hacerle algo como eso no tenía nombre. Se limitó a morderse el labio ignorando por completo las enormes ganas de llorar que lo invadieron sin poder evitarlo.

─ Sobre eso… ─ la voz de Yoongi llamó la atención de todos ─ ¿desde cuando acá una marca demuestra la relación de dos personas?, creo que con decir que Jimin es mi pareja es más que suficiente. Si no tiene marca es porque aún nos falta mucho para dar un paso tan importante como ese, pero eso no quiere decir que no esté en nuestros planes hacerlo en un futuro ─ dijo sin faltarle el respeto, pero siendo lo más claro y directo posible.

Sus palabras sacudieron el corazón de Jimin, quién lo miró sintiendo un repentino hormigueo en su interior.

Justo en esos momentos Jennie apareció poniéndole fin a tan incómoda situación, algo que para todos a excepción de la alfa fue un completo alivio.

─ Joven Jimin, su habitación está lista ─ mencionó animada ajena a todo lo que había estado ocurriendo.

Minhae se alejó de la misma forma en la que se acercó, sonriendo como si nada. ─ vayan y acomodense, en todo eso la cena termina de prepararse ─ Misuk mantenía el entrecejo arrugado, a veces se preguntaba que pasaba por la cabeza de la mujer con la que había estado casado por más de treinta años. Nunca supo descifrar lo que pasaba por su retorcida mente.

Jimin se acomodo la ropa, dando una fugaz mirada a Yoongi quien en ningún momento había apartado la mirada de él; él omega le preocupaba, sí le contestó a la alfa fue involuntariamente, pues ni siquiera se dio cuenta en qué momento abrió la boca, pero se desconoció completamente al ver la brusquedad en la que su omega fue tratado, algo que no toleró, a partir de ahora no permitiría que alguien más le hiciera daño, lo defendería incluyendo de su família.












Cumpli, lo escribí en tiempo récord pero cumpli ╥﹏╥

Pase todo el día fuera de casa y olvide completamente que hoy tocaba actualización, pido perdón 🕴

¿Díganme que les pareció el capítulo de hoy?

¿Que piensan de los padres de Jimin?

Perdón, no me dio tiempo de revisar el capítulo así que puede que se me hayan escapado algunas faltas de ortografía.

No se cuando publicaré otro cap, estos días estaré muy ocupada, pero lo más seguro es que sea a mediados de la próxima semana.

Gracias por leer y feliz fin de semana.

17/09/21.













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