🌸 Capítulo 1 🌸
Llegar a su casa después de un arduo y cansado día de trabajo se sentía como la misma gloria para el omega de cabello grisáceo y hermosos ojos verde esmeralda, se quitó los zapatos los cuales ya lo tenían hostigado y caminó a paso perezoso hacia su cómodo y amado sofá, dejándose caer y soltando un gran suspiro de tranquilidad que se escuchó en toda la silenciosa sala.
El cansancio no era solamente por el trabajo en sí, para Jimin eso es soportable, pero lo que en realidad le resulta molesto es tener que lidiar con los comentarios descabellados de sus compañeros de trabajo, alfas hormonales y morbosos que no pierden ni un minuto en faltarle el respeto y hacerlo sentir como un trozo de carne fresca en una jaula llena de leones hambrientos que lo único que buscan es devorarlo.
Intenta ignorarlos hasta donde puede pero a veces le resulta tan difícil, él tiene un límite y muchas veces logran cruzarlo y hacen que explote y es ahí donde su reacción los sorprende a todos, como esta tarde donde tenía una migraña horrible y para terminar de alegrar el día llega el fastidioso de Minsung a querer hacerse el gracioso con él.
Incluso recordarlo aún le causa náuseas.
Admite que quizás se pasó y tirarle su bebida caliente encima estuvo mal, sobre todo porque esta estaba hirviendo y logró irritarle la piel al pobre que solo se quejaba e intentaba torpemente quitarse la camisa mientras los demás a su alrededor sólo reían, pero él no le miraba nada de gracioso, en lo absoluto.
Odia que todos piensen que por ser Virgen está desesperado por tener intimidad con un estúpido alfa o como ellos dicen "que ya le urge follar" Odia que todos tengan una idea equivocada de el, lo hacen ver como si estuviera necesitado y buscara desesperadamente quien le hiciera el favor.
¡Cuando en realidad no es así!
A llegado días en los que incluso ha llorado debido a la frustración, odiaba que las personas vinieran hacía él con la intención de sacarle información sobre su vida personal, no es muy bonito escuchar comentarios casi siempre como estos: ¿dime que se siente ser virgen a los 30?, ¿Quieres que te haga el favor de enseñarte lo bien que se siente una polla dentro de ti?, "Siempre he querido follarme a un virgen maduro, es mi mayor fantasía", "oye Jimin al menos te has tocado alguna vez "
No es fácil tener que encerrarse en los baños como un maldito adolescente para que nadie te vea llorar, maldita sea la hora en la que ese rumor corrió como pan caliente por toda la empresa.
Frunce su ceño ante el recuerdo de esta tarde, pero este se desvanece cuando siente un pequeño peso descansar sobre su vientre, cuando lleva su vista a dicho lugar sonríe levemente, lleva su mano hacia la pequeña bola de pelos el cual se encuentra ronroneando y moviendo sus patitas delanteras sobre su pancita haciendo un agradable masaje.
─ Hola Sora ─ dice mientras lleva su mano a la pequeña cabecita del animal, el cual recibe gustoso el gesto de cariño.
─ Pesas mucho y cada vez te vuelves más perezoso eh, creo que te he consentido demasiado ─ para Jimin era normal hablarle a su gato, el cual dio un gran bostezo para después recostarse y enrollar su cola para luego cerrar sus azules ojos dispuesto a dormir.
─ ¡Ves! ─ soltó un bajo gritillo fingiendo indignación.
Su teléfono sonó interrumpiendo su seria discusión con su mascota, con algo de dificultad tomó su móvil de la bolsa trasera de su pantalón.
Tan pronto vio de quien se trataba quiso colgar la llamada, pero no podía hacerle eso a su madre, no quería lidiar con un molesto sermón como consecuencia.
Por eso contestó a regañadientes.
─ Mamá, buenas noches ─ intento que su voz saliera animada pero no sabe si lo había logrado.
─ Buenas noches hijo, ¿que tal te encuentras? ─ preguntó la mujer del otro lado de la línea y Jimin solo pudo pensar en su falso interés hacia él ¿porque fingir? Que le costaba ir al punto de una vez.
─ Estoy bien mamá, siempre lo estoy ─ era la respuesta que siempre le daba, no podía ponerse a contarle sobre su patética y solitaria vida, aunque no es como si no lo supiera, pues se lo vive sacando en cara siempre que tiene la oportunidad.
─ Que bueno, me alegro ─ Jimin rodó los ojos ─ sabes, el motivo de mi llamada es para acordarte que el cumpleaños de tu hermana es dentro de unas semanas, no puedes faltar por ningún motivo ─ el omega apretó su puño y maldijo por lo bajo, no era ni un secreto que él y Suzy no se llevaban bien, nunca lo habían hecho, no era por el hecho de que ella siempre tuvo la atención y era como la preferida de casa al ser la menor, lo que a Jimin le molestaba es que su madre se la pase comparándolo con ella.
Y el amor y orgullo hacia su hermana aumentó cuando ésta llevó a un alfa alto y de buen estatus social a casa, presentándolo como su pareja oficial, y para Jimin eso no estaba mal, ella podía hacer con su vida lo que se le viniera en gana, pero no espero que después de eso su madre comenzara a fastidiarlo con que ya era tiempo de que él también llevará un alfa.
"Porque no aprendes a tu hermana, esta por casarse con un alfa maravilloso, deberías seguir su ejemplo" eso se lo dijo hace más de cinco años, mismo tiempo que lleva viviendo solo, pues la presión fue insoportable y lo más triste, lo que más le duele es que su padre jamás dijo nada para defenderlo.
Ahora su hermana está casada y tiene dos hijos los cuales el ama, pues ellos no tienen la culpa de su mala relación con su hermana.
─ Lo se mamá, es la segunda vez en la semana que me lo dices ─ su voz se escuchó seca y aburrida, ya quería colgar.
─ Ya sabes que todos los años se le hace una cena como regalo de cumpleaños donde asiste mi yerno y nietos, toda la familia está reunida, tú no puedes faltar, eres parte de esta familia ─ Jimin se pasó el celular a la otra oreja mientras se miraba las uñas, su expresión era de aburrimiento total.
─ Si, ya lo sé, me lo recuerdas siempre ─ bostezo, estaba cansado.
─ Bueno, te dejo, tu padre acaba de llegar ─ eso logró llamar la atención del omega quien se enderezó despertando a su gato por la acción ─ ¿papá está ahí? ─ sin querer una pizca de emoción se escuchó en su voz.
─ Sí, pero él va viniendo y seguramente está cansado, buenas noches hijo ─ Jimin iba a hablar pero el pitido del teléfono lo detuvo, su madre le había colgado.
Se quedó un momento observando el piso mientras su celular aún descansaba en su mano, tenía muchas ganas de hablar con su padre, pocas veces tenía la oportunidad de charlar con él.
Lo extrañaba.
Sabe que él se culpa, se lo dijo hace dos años cuando su hermana cumplía los 26, esa vez su padre omega rompió el llanto y le pidió perdón con lágrimas en los ojos, provocando que el también llorara y sintiera como su corazón era apretujado, ver a su padre tan devastado le afectó en demasía, porque a pesar de todo Jimin no le guardaba rencor, al contrario lo seguía amando con la misma inocencia que lo había hecho cuando aún era un cachorro y corría hacia él para que este lo cargará y lo llenará de mimos, en el fondo Jimin no había cambiado mucho, aún seguía siendo ese niño que buscaba consuelo en los brazos de su padre.
Quizá es cierto que cuando necesito de su apoyo este le dio la espalda y una parte de él aún guarda ese resentimiento, pero este sentimiento es opacado cuando los recuerdos llegan, su padre omega siempre estuvo con él, recuerda cuando le llegó el primer celo, Jimin estaba avergonzado y lloraba por el horrible dolor, pero él estuvo ahí para consolarlo y brindándole tranquilidad a través de su aroma.
No puede quejarse, tampoco odiarlo, él ya lo perdono, además dejó su hogar hace más de cinco años independizarse le ayudó a madurar y a ver las cosas de distinta manera, la vida le ha sonreído y no puede negarlo, tiene un buen trabajo un departamento grande y acogedor, amigos son pocos pero le alegra que al menos sean sinceros, tiene salud y una hermosa mascota.
¿Qué más le podría faltar?
Era de mañana y para Jimin no es nada extraño ser el primero en llegar.
Si hay algo que para el omega no puede faltar es la puntualidad, ha llegado a pensar que la clave del éxito depende de esa simple palabra.
Toma la pequeña taza entre su mano y la lleva hacia sus labios, siente el sabor de su café mezclado con cremora y su paladar se deleita con el delicioso sabor.
Quiere disfrutar lo más que pueda los pocos minutos de tranquilidad que aún le quedan, pues una vez comienzan a venir sus compañeros de trabajo la atmósfera cambia completamente, incluso dentro de su oficina la cual pasa cerrada casi siempre puede escuchar los murmullos y comentarios maliciosos hacia su persona, si las malas vibras mataran Jimin está seguro que ya no existiera.
Ser el único empleado que cuenta con una oficina ha causado que los demás le tengan envidia y es que a Jimin también le sorprendió cuando su jefe de la nada se acercó a él, le dijo que recogiera sus cosas y que lo siguiera, fue consciente de las miradas sobre él cuando se levantó, sin embargo estas fueron ignoradas pues en ese momento estaba más asustado por ser despedido sin motivo alguno, que molestarse por la poca falta de disimulo de sus compañeros.
No se trataba de un despido, al contrario fue mejor que eso, mucho mejor.
"A partir de ahora esta será tu área de trabajo, siéntete privilegiado Park, son pocos los empleados a los cuales les asignó una oficina, pero tu inteligencia y buen desempeño me llevaron a tomar la decisión de brindarte una"
Jimin no supo cómo sentirse cuando escuchó dichas palabras, era una mescla de sorpresa y alegría.
Ha pasado un mes y en estos treinta días ha escuchado miles de comentarios mal intencionados, las omegas están celosas de él, no sólo por lo de la oficina, lo que a ellas les molesta es que toda la atención de los alfas vaya hacia Jimin.
Nayeon quién es la mayor lo ha llegado insultar hasta por una tontería, y pues Jimin tampoco se deja, nunca lo ha hecho de nadie, y una omega caprichosa no sería la excepción.
Imprime las hojas que había estado digitando, luego tiene que ordenarlas por orden de fecha y ponerlas en un folder con el sello de la empresa y entregarla a su jefe, para él eso es pan comido, nada del otro mundo.
Toma lo último de su café y deja la taza a un lado, lo suficientemente lejos para que las páginas no lleguen a mancharse.
Está muy concentrado en lo que hace, con sus lentes puestos y debido a que su cabeza está un poco gacha sus grises cabellos los cuales están un poco largos caen libremente por su frente, dándole un aspecto rebelde pero con un toque de elegancia.
Pero sus sentidos son nublados cuando un agradable y desconocido aroma inundó sus fosas nasales, despertando a su omega interior y provocando que su atención ya no sea para aquellas blancas páginas.
Petricor.
Es extraño, muy extraño, jura que jamás lo había sentido, lo que más lo sorprende es la reacción de su Lobito que se encuentra igual de curioso que él.
Está cerca, puede sentirlo acercarse cada vez más, frunce el ceño cuando dicho aroma se mezcla con el sentimiento de nervios, quien sea que sea el dueño está nervioso y lo sabe.
Está por levantarse, ni siquiera explica el porqué, solo se dejó llevar por el momento, pero su acción es cortada cuando dos la puerta se abre lenta y dudosamente, Jimin queda parado y su vista está al frente, observa como una cabellera rojiza se acerca por la puerta y siente a su omega chillar cuando el rostro del pelirrojo se deja ver.
Ojos tímidos, mejillas delgadas y blancas como la nueve, pómulos un poco sonrojados y nariz perfilada, no logra ver sus labios ya que estos están debajo de una bufanda café.
─ H-Hola… ─ su voz salió temblorosa, pero está es ronca y grave.
─ Hola, ¿te puedo ayudar en algo? ─ pregunta de forma pulcra y educada.
─ ¿Eres Park Jimin cierto? ─ la bufanda distorsiona su voz, al omega le costó trabajo entenderlo.
─ Si ─
─ Vengo a…
No logra terminar de hablar porque una tercera persona se les suma, se trata del jefe kim, quien solo le dirige una rápida mirada a Yoongi para después clavarla sobre Jimin.
─ Hola Park, el es Min Yoongi, estará aquí ayudándote en lo que pueda, por favor enseñale la dinámica de cómo se hacen las cosas aquí, se que puedes hacerlo ─ pidió el mayor de los tres en la oficina.
Jimin pestañeo quitándose los lentes y los dejó encima de las página que antes había estado ordenando, miro al chico el cual era unos cuantos centímetros más alto que el, su boca seguía escondida detrás de la bufanda pero lo que Jimin no sabía es que el alfa quería esconderse completamente para que no lo sugiera viendo tan intensamente.
Yoongi detesta que su piel sea tan pálida, sus sonrojos son más evidentes debido a eso, sabe que su cara está roja en estos momentos y solo desea que su inútil bufanda cubra todo su rubor.
Yoongi siempre fue un alfa tímido, más cuando conoce gente nueva, esta no es la excepción el omega que tiene a unos pasos de él se mira mayor que el, eso hace que los nervios crezcan considerablemente, no está acostumbrado a tratar con personas mayores, además… ese omega es bonito.
Se sonroja más por su pensamiento y su mirada cae al suelo.
"En que estoy pensando" Se reprocha.
─ Lo intentaré, pero todo dependerá de él y del empeño que ponga por aprender ─ Jimin dijo serio, Si hay algo que lo caracteriza es que siempre te habla claramente, sin querer quedar bien con nadie, si no basándose solamente en lo que piensa.
─ Yoongi es inteligente, se que aprenderá rápido ─ se voltea y mira al alfa menor ─ Suerte Yoon ─ Jimin ve como ambos chocan puño y su jefe sale dejándolos solo por fin.
─ Siéntate por favor ─ indicó el banquillo pegado a la pared, Yoongi fue por él y se sentó frente a la computadora ─ Empezaremos por lo básico ─
Esa mañana se les fue hablando sobre programas y gráficos, Jimin tenía muchas paciencia al explicar y al parecer era bueno ya que Yoongi entendía a la primera..
─ …. lo pegas, lo mandas a imprimir y listo, ¿entendiste? ─
Yoongi no había puesto atención a lo que el omega explicó, pues se había distraído al ver sus pequeños deditos los cuales se movían ágilmente sobre el teclado y ese anillo de plata se miraba muy bien adornando su dedo anular.
"¿Estará casado?" Se preguntó mentalmente.
─ ¡Ey! ─ tronó sus dedos cerca de su rostro despertandolo de su ensoñación ─ ¿me escuchaste? ─ volvió a preguntar mirándolo fijamente.
─ Emm… si ─ Jimin entrecerró sus ojos no muy convencido, pero aún así ya no dijo nada.
─ Bueno ya que todo quedó claro, comienza a digitar este documento hazlo de la forma en la que te explique ─ de la gaveta de su escritorio sacó una carpeta llena de páginas, no le tomó mucho encontrar la que buscaba.
Yoongi la tomó y la miró dándose cuenta que se trataba de un reporte de hace cinco días.
─ Intenta no demorarte mucho, son ocho páginas de esas y fijate bien como va escrita por una coma que te saltes el trabajo estará inservible ─ mencionó, el omega daba una imagen bastante dura, todo lo contrario a sus rasgos físicos.
Yoongi desvío la mirada al darse cuenta que lo había estado mirando por mucho tiempo.
Jimin observó como el menor se ponía a digitar, quiso dejarlo solo para que pusiera en práctica lo que le explicó y así lo hizo, dándose media vuelta en la silla giratoria siguió con lo que hacía anteriormente.
Disimuladamente inhalo el aroma del alfa el cual estaba regado por toda la oficina como si de un aromatizante se tratara.
Le había gustado, a él y a su omega le había gustado el aroma del menor.
Nueva historia chingus, espero les haya gustado el primer cap.
Siempre he querido hacer un fic de un Yoongi tímido y un Jimin serio y frío, espero me salga bién.
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