Capitulo III: Celos y lagrimas
Pasó un mes entero desde la última vez que vi a Jane, literalmente la vi por unos días y después desapareció o eso fue lo que yo creía.
También George se comportaba de una manera extraña, desde hace días después que cerrábamos la tienda el salía corriendo, solo tomaba su varita y algunos galeones, para después desaparecer por la puerta principal de la tienda y llegar tarde o en la madrugada.
Me alegraría que el este saliendo con alguien, pero también días aclare mis ideas y creo que no es justo que yo le haga esto a Angie, una vez que yo vi a Jane todo cambio y eso me consta, sintió mariposas en el estómago cuando la veía, no solo era una simple atracción sexual, era algo más que desde hace años creo que ambos sentíamos.
George jamás me dijo nada sobre lo que paso hace unas semanas, aunque agradezco que no dijera nada y me delatara; había pensado en hablar con Angelina ya que sintió que cada vez yo era menos para ella, ella se merecía a alguien mejor.
Hoy era sábado, era un día para visitar a nuestra madre pero como ahora era costumbre de George se fue antes; no ir solo, así que envié una carta a mamá avisándole que no iríamos ya que queríamos mucho trabajo, no me gustaba mentirle a mi madre, pero tenía que averiguar en donde rayos se metía mi gemelo.
—¿Entonces pasaras el día con Georgie?— dijo angelina, bajando la mirada.
—Lo siento, se lo prometí— mentí, genial ahora todo eran mentira, ahora sé porque me siento tan mal.
—Está bien corazón— se inclinó un poco y dejo un pequeño beso en la comisura mis labios.— Te amo.
Vaya que mi corazón se rompió al escuchar eso, antes juraría que la amaba, pero ahora esos sentimientos cambiaron y se re fortalecieron cuando Jane regreso a mi vida.
Ella se fue usando los polvos flu, me quede solo en casa, tenía que esperar a George y para eso debían pasar algunas horas ya que apenas el reloj marcaba las 8:30 pm; tal vez tomaría un poco de whisky de Fuego y me sentaría en el sofá en mi espera.
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Su risa era hermosa, cada que sonreía dejaba relucir aquella dentadura perfecta que tenía, claramente toda ella era perfecta.
Después de la situación en la que la encontré junto a Fred, ella no sabía que decirme, la cite en un bar muggle y hablamos sobre muchas cosas, olvidando aquel inconveniente.
—Enserio George, perdón por lo del otro día— hablo mientras tomaba un sorbo de la margarita que pidió.
—Ya dijimos, que nada de disculpas, pero ...— corte antes proseguir— No quisiera vete infeliz de nuevo Jane.
—Lo se Georgie, pero sabes que yo ... - la interrumpí.
—¿Qué lo amas ?, que podrías vivir sin él, eso también lo sé, pero quiero que entiendas que el sigue con Angelina y lo que hizo contigo tal vez te— esta vez fue ella quien me interrumpió.
—No debes de decirlo, lo hice y ya lo estoy pagando, no podría ver a Angelina a los ojos, no sabía que ellos seguían juntos y me deje llevar— termino y agacho un poco la cabeza, mostrando antes un rostro triste.
—Hey, no te pongas así, lo pasado pisado, puedes comenzar desde cero con alguien que te amé— tuve aire y me tranquilice, tu puedes díselo. — Alguien como yo
Jane alzo la mirada y pude notar sus ojos preciosos algo llorosos, pase delicadamente mis dedos por sus mejillas para limpiar las lágrimas que ahora salían.
—Perdóname George, pero creo que tienes razón— tomo mis manos y nos miramos.—¿Quisieras intentar algo conmigo ?, claramente si no quieres lo entender ....
Si pensarlo mis labios se estamparon en los suyos recreando un beso de película, eran suaves y cálidos, y sabían tan bien con un leve sabor a limón y tequila gracias a su bebida.
Desde ese momento comenzamos a salir, ese último mes era como un sueño del cual no quería despertar, por fin algo salía bien y ella resplandecía mis días; tal vez Fred no sospecharía que salía con ellas a sus espaldas, pero si se daría cuenta que saldría con alguien.
—Vamos cariño, aquí no— dije mientras ella dejaba besos húmedos en mi cuello y subía hasta mi mandíbula.
—Georgie quiero más— su voz era suave, lenta y seductora— vamos al departamento, él no debe de estar ahí.
—No quiero que piense, que yo me acuesto con su ...— me calló poniendo uno de sus delgados dedos pasándolo lentamente por mis labios.
—Shhhhh, no soy nada de el— se acercó a mi oído y pude sentir su aliento era tibio, eso hizo que mi piel se erizara— O acaso no quieres, Georgie
Escuchar mi nombre salir de sus labios, eran como notas mágicas que llegaban y te atrapaban; Ella y yo no pasábamos de besos inocentes, y uno que otro roce, no quería apresurar todo, quería ir lento y hacerla sentí bien.
—Jane, sabes que debemos ir lento, no quiero que pienses que solo te quiero para ...
—Lo se George, pero quisiera solo un poco más— sus preciosos ojos se tornaron de un azul profundo, claramente yo también quería más, ya que algo en mi entrepierna comenzó a despertar.
—Entonces vamos— hable y rápidamente la toma de la muñeca y salimos corriendo como unos locos.
Pasamos la chimenea y no dude en tomarla de la cintura y atraerla hacia mí, mi cara quedo en su cuello y pude oler ese lindo perfume de vainilla que la caracterizaba.
Comencé con su cuello y dejaba un beso una marca, de esa linda boca solo podía salir jadeos y yo absolutamente quería sentirla; mientras que mi boca devoraba su cuello mis manos bajaron hasta llegar a la orilla de su blusa y con un pequeño movimiento ella logro entenderla, la quite y después de eso pude notar que el departamento estaba a oscuras, pero para lo que necesitaba exactamente no era necesaria la luz.
Continuamos y nuestros labios se movían con sincronización y desesperación pero algo no dejo que siguiéramos, un carraspeo de alguna parte de la habitación nos sacó de contexto.
Lumos, escuche decir a una voz que sabía perfectamente de quien era.
—Vaya, vaya, pero que tenemos aquí— hablo mi gemelo desde las oscuras tinieblas del sofá— Wow, unos días y ya estas con otro, y sin ningún descaro con mi hermano. —él se puso de pie y avanzó.
—No te juzgo, pero sabias que para olvidarme debes de buscar otro rostro no el mismo, desgraciadamente él y yo— me dijo, mientras se acercaba más y más a Jane— somos gemelos.
Vi como la tomo de la muñeca sin medir su fuerza y la forcejeo para llevarse, tuve que detenerlo.
—Suéltala Fred— dije mientras empujaba a mi gemelo para soltarla y tomarla en mis brazos.
—George— Fred pasó sus manos por el cabello en modo de frustración y continuo— Deja a Jane, entiende que ella es mía.
La miro y sentí como ella tenso al escuchar eso, se separó de mí y quedo frente a él; vi cuando su mano se alzó y escuche el gruñido de mi hermano al sentir el ardor en su cara, Jane le dio una buena cachetada, fue un milagro que los dientes de Fred siguieran en su lugar.
—No soy de nadie Fred, no me trates como un simple objeto del cual luego te desases, Tal vez le hagas eso a Angelina, pero nunca permitiré que tú te adueñes de mi integridad— la voz de Jane salía con mucha rabia, sentí que de algún modo explotaría— Y el hecho de que me mentiras unos simples dedos, no te da derecho sobre mí. - Con eso ella termino se volteo y tomo la blusa del suelo.
Fred estaba molesto, su mandíbula se contrajo, sus puños se cerraron y sintió que el golpe seria para mí; antes que ella tomara polvos Flu en sus manos el habló.
—Acaso olvidaste lo que te dije esa vez en la habitación de Charlie— su voz se tranquilizó y continuo— acaso olvidaste todos los besos y carisias que nos dábamos a escondidas de todos— comenzaba a quebrarse poco a poco— Olvidaste que te ... ..— paro— que yo te ...
—Ni siquiera lo puedes decir— ella no lo miro— es inútil pensar que algún día lo harás Fred y así me reclamas por salir con tu hermano, que maduro de tu parte— giro sobre sí misma y lo miro— Solo déjame en paz y sigue con tu vida.
Antes de salir dijo algo que a ambos nos dejó anonadados.
—Por cierto, de nada— su cara se tornó triste— sabes me esmere para salvarte aquella noche y ...
No siguió y salió corriendo con lágrimas rebeldes, Fred quiso ir detrás de ella pero antes de llegar y tomarla, ella ya no estaba; los sollozos de mi gemelo inundaron la habitación.
—Fred, yo no quería que esto ...
—Vete a la mierda George— hablo secándose las lágrimas— Vete a la mierda— grito - sabes cuánto la amo— sus puños de nuevo se cerraron.
No me dio tiempo de reaccionar cuando sentí que Fred me tomo del cuello de la camisa y su puño cubrió mi cara; mi cabeza comenzó a dar vueltas y por último escuche una voz.
—Que hiciste Fred ....
Pobre Jane
¿Qué es la vida sin un poco de drama y lágrimas?
No tengo nada que decir, más que odiar a Fred.
La neta que poca madre, George no tiene la culpa, debe de dejar a Angelina ella merece a alguien mejor y creo que Jane también.
Ahre.
Bueno no olviden de votar y dejar sus cometarios si gustan.
Dari✨🎈
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