4: Celar
Después de aquel incidente, Lolito no había vuelto a salir si no era en compañía del de lentes.
Auron sentía que algo no andaba bien con ese pelirojo, definitivamente Mangel tenía algo que ver con su repentina ausencia.
- ¿En qué piensas, Auron?- Le preguntó el castaño que sostenía a Frederick.
- Luzu.- Habló dudando si debía hablar con Luzu de sus sospechas y su pelea con Mangel o no.
- ¿Si?
- ¿Que piensas de la relación de Mangel y Lolito?
Mientras tanto, en la casa de la pareja de la que hablaban esos dos, Lolito se encontraba en su habitación, al lado de Mangel, dándose mimos mutuamente. Nada sexual, simplemente estaban abrazándose y dándose besos suaves. En algún punto, Mangel se había quedado dormido, y el oji-verde solo se dedicaba a velar su sueño.
De pronto, su teléfono celular comenzó a sonar. Contestó la llamada, se trataba de Auron. Se levantó para no molestar a su pareja.
- ¡Yepa, Auron!, ¿que pasa, colega?- Atendió la llamada alegre.
- Lolito, estoy con Luzu.
- ¿Y a mí que me cuentas de tu romance?- Bromeó con su amigo.
- No es eso, gilipollas.- Rió del otro lado de la línea.- Estamos organizando una fiesta en casa de Luzu para mañana en la noche, todos están invitados, ¿contamos contigo?
- S- Iba a decir que sí sin dudar, pero lo pensó un momento, él quería ir, pero no sabía si su niña querría asistir.- No sé si Mangel quiera ir. Deja que le pregunte y les confirmo después, ¿vale?
- Vale.- Respondió Auron.
Hablaron unos minutos, y después se despidieron. Lolito finalizó la llamada, volvió a entrar a su alcoba, pero Mangel ya lo estaba esperando parado del otro lado de la puerta.
- ¿Quién era?- Preguntó mirándolo fijamente.
- Auron, mi niña.- Le respondió un poco nervioso.
- ¿Que quería?
- Nada importante, solo me avisó que Luzu dará una fiesta mañana, y nos invitó a todos.
- ¿Y solo te llama para esa tontería?
- B-Bueno... Yo... No lo sé.
- Da igual, llámale y dile que no vamos.- Dijo para después dar la vuelta, dispuesto a volver a la cama.
- Pero, mi niña.- Le llamó.
- ¿Que pasa ahora?
- Bueno, es que... Yo... Yo si quiero ir.- Dijo con ¿miedo acaso?
- ¿Y tú para que quieres ir?
- Pues... Hace tiempo que no nos reunimos todos, y hay algunos a los que casi no vemos, además de que hace ya un par de semanas que no veo a Auron y a Luzu, y pensé que sería buena idea-
- ¿Prefieres a esos que a mí?- Le interrumpió bruscamente.- ¿Prefieres a Auron que a TU novio?
- No, mi niña, claro que no.- Intentó aclarar la situación.- Es solo que Auron es mi amigo y-
- ¡Auron mis pelotas!- Le interrumpió nuevamente.- ¡Yo soy TU novio!
- Ya lo sé, cariño. Sabes que te amo, pero yo también quiero ver a mis amigos.
- ¡Pues vete con ellos entonces!- Le gritó enfadado.- ¡Lárgate con Auron ya que tanto lo quieres!, ¡Vete y follatelo entero, partele el culo, que no creo que le moleste!
- Mangel, ¿de dónde sacas eso?
- ¡Que tú eres el único que no se da cuenta de que ese se muere por qué le partas el culo!
- Mangel, me da igual lo que él quiera, yo solo lo veo como un amigo.
- ¡Lo besaste!
- Mangel, eso fue cuándo tú y yo no éramos pareja, ya te lo expliqué.
- ¡¿Ósea que si terminamos correrías directo a sus brazos?!
- ¡Que no, Mangel!- Comenzaba a sentir ganas de llorar, Mangel se estaba comportando demasiado extraño y le daba miedo.- Esa vez yo no lo besé, él me besó.
- ¡Y no pudiste decirle que no!, pero claro, ¡¿quién llora porqué le den pan gratis?!
- Mangel, no quise decir eso.- Intentó nuevamente aclarar el malentendido.
- ¡¿Y entonces que querías decir, Lolo?!
- Nada, mi niña, olvídalo.- Dijo abrazándolo.- La fiesta esa es una gilipollez, ahora mismo le llamo a Luzu y le digo que no vamos.
Después de que Lolito llamara a Luzu y le dijera que no irían a la fiesta, Mangel, en la noche, esperó a que su novio se durmiera. Cogió su celular y llamó a cierta persona.
- Te dije que no te acercaras a mi novio.- Dijo bastante enojado.
- ¿Mangel?- Respondió, aparentemente adormilado del otro lado de la línea.- ¿Que cojones quieres?
- No te hagas el imbécil. Te dije que no quería que te acercaras a Lolo.
- No he visto a Lolito desde hace dos semanas.
- Me da igual, no le vuelvas a llamar. Él es mi novio.
- Estás loco.- Le respondió el de piercing y colgó el teléfono.
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