17: Violar
Advertencia: Este capítulo puede contener smut y resultar no apto para menores o personas sensibles. Se recomienda discreción.
•~•~•~•~•~•~•
A la mañana siguiente, el pelirrojo se despertó con un punzante dolor en la cadera. Recordaba lo sucedido anoche, no sabía exactamente lo que sentía... ¿Arrepentimiento acaso?, no, eso no podía ser... ¿Verdad?
Se levantó para ducharse, y así, comenzar su día, dejando a Mangel dormido. Tomó un analgésico para calmar el dolor un poco, y se puso a trabajar.
Hizo sus actividades cotidianas; limpiar la casa, preparar el desayuno, lavar la ropa... No podía salir de casa si no era en compañía de Mangel, ni siquiera al huerto. Extrañaba ver a sus amigos como antes, extrañaba cuándo Mangel lo trataba con cariño, extrañaba su relación perfecta, extrañaba su antigua vida...
A veces pensaba en separarse y pedir ayuda a Vegetta, Auron, Luzu, Rubius... No importaba realmente a quién... Pero, algo en él deseaba permanecer al lado de Mangel... Sentía que lo necesitaba y él tenía que ayudar al azabache, que no podía dejarlo solo, que lo amaba... Luego veía los moretones en sus brazos y piernas, y entraba en un conflicto interno.
Pensaba en todo eso, hasta que sintió cómo lo sujetaban por la espalda.- Buenos días.- Se trataba de Mangel.
- Buenos días, mi niña.- Respondió sonriendo.
- Estuvo bien lo de anoche, ¿no?- Le preguntó besando su cuello.
- Ajá.- Contestó intentando ocultar sus verdaderos pensamientos.
- ¿Quieres repetir?- Sintió como Mangel colaba sus manos debajo de su camiseta.
- N-No, Mangel.- Trató de separarse un tanto asustado.- Aún duele.
- ¿Que dijiste, cariño?- Ahí estaba ese tono otra vez. Lo que seguiría definitivamente sería de todo menos lindo.
- N-Nada.
- Eso no fue lo que oí.- Lolito temía responder.- Cariño, habla si no quieres que te vaya peor.
- Aún me duele... Dame un tiempo par-
- ¡Tiempo mis cojones!- Le gritó dándole la vuelta, propinandole un puñetazo en la mejilla.
- Mangel-
- ¡Mangel nada, coño!
- ¡No me hagas nada por favor!- Suplicó llorando... ¿Cuántas veces lo había hecho anteriormente?... Ya ni él lo sabía.
- No te preocupes, que sé que lo quieres como la perra que eres.- Escuchó de los labios del oji-negro, que le sujetó ambas manos para después ponerlo contra la barra del comedor, inmovilizandolo por completo.
- ¡Mangel, no!- Trató inútilmente de liberarse.- ¡Mangel, por favor!- Suplicó llorando cuándo sintió como sus pantalones eran arrancados.- ¡Por favor, Mangel!- Lloró al escuchar como el azabache bajaba su bragueta.
Sintió como se introdujo en él de una sola estocada, sin preparación previa ni consideración alguna. Sintió como se le desgarraba el interior, incluso el ligero hilo de sangre que brotaba de su entrepierna.
- ¡Mangel, duele!- Lloró fuertemente.
- ¡Cállate!- Recibió de respuesta, junto a un golpe seco contra la barra.
- ¡Por favor para, duele mucho!
Pero ni esa, ni ninguna de sus súplicas sirvió de algo. El peli-negro lo embestía con fuerza, desgarrándole cada vez más el interior, haciéndolo sangrar. Nunca había sentido tanto dolor en la vida, ni se había sentido tan humillado.
El tiempo se le hizo eterno, hasta que sintió algo caliente llenando su cuerpo. Finalmente Mangel había terminado, y lo soltó. Lo único que hizo fue dejarse caer en el piso de la cocina, abrazando sus rodillas.
- Deja de hacerte el puritano, sabías que lo querías.
Lolito no respondió nada, solo lloraba en silencio, repitiendo en su mente: "No, yo no quería ésto."
- ¿Sabes qué?, mejor cuándo se te pase lo dramático hablamos.- Dijo haciéndose el ofendido y se fue, dejando al pelirojo ahí tirado, llorando en soledad.
Ahora estaba seguro de que debía hacer algo... Pero no sabía que hacer, Mangel lo vigilaba todo el tiempo, no podía hacer nada.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro