Carol se extraño cuando rechazo su afecto, pero al voltearse se percató de unos chupetes que el mayor tenía en el cuello, abrió los ojos como platos, temiéndose lo peor-C-cariño, ¿Qué son esas marcas? -le preguntó asustada, el peli-rojo ignoro por completo la pregunta y siguió caminando hacía el dormitorio-Cariño, cariño te estoy hablando-Una vez más no obtuvo respuesta, sentía que hablaba con un muro, ya harta fue donde él y lo tomo del hombro con suavidad para llamar su atención-¡Hick...!

-¿¡Puedes callarte ya!? -Le grito tomándola de su muñeca para que quedaran frente a frente- ¡Deja de ser tan toxica! Sabes estoy demasiado cansado para aguantar tus idioteces, hoy duermes en el sofá, no estoy de humor para lidiar contigo ahora-Sin más la soltó con brusquedad y retomo su camino a la habitación, dejando a la azul sola en la sala, confundida, dolida, asustada y con los ojos hechos cristal.