Una tarde normal, como cualquier otra, un día libre del trabajo, despué de todo, era sábado.
Fyodor y Nikolái no tenían nada para hacer, aunque normalmente habrían salido a algún sitio a pasear o comer, pero hoy fue una excepción, decidieron quedarse en casa, en la compañía de otro, y la relajación llegaría sola.

Nikolái tejía hace algún tiempo, a Fyodor le parecía dorable, en especial cuando le hacía alguna bufanda o algo, así que ahí estaba él, tejiendo mientras a su lado, Fyodor terminando su libro "Tarás Bulba", solo ellos dos, y música tranquila.

—¿Sabes? Me gustaría estudiar algo.
Soltó Nikolái tratando de no perder los puntos a la vez que hablaba.
Naturalmente con estudiar, se refería a una carrera, porque aunque él ya había hecho la carrera de letras, siempre le hizo ilusión un segundo título.
—Me gustan las cosas artísticas, ¿Diseño gráfico, quizás?

Tal comentario hizo que Fyodor de desconcentrada y desviará la vista de la página
—¿Diseño gráfico?
Alzó una ceja escéptico, pero Nikolái asintió con total seguridad.
—Disculpame que lo pregunté, pero, ¿Cómo planeas sustentarlo?
Cuestionó directamente a la cara, y mientras Nikolai se quedaba en blanco por tal pregunta inesperada, Fyodor no hizo más que volver a ver su libro.

Tras varios segundos en silencio, y notar como no llegaba la respuesta, se vio dispuesto a aclarar su posición.
—Yo no pienso pagarlo, y dudo que con tu puedas con el puesto de trabajo que te cargas.
Nikolái lo miro atónito, ¿En serio era Fyodor quien estaba hablando?
—Porque, quiero decir, si al menos fuera una carrera que valga la pena, pero, cielo, ya tienes un trabajo, ¿Para que diablos quieres estudiar diseño gráfico?

—Bueno, en realidad... Solo era una idea, no tengo nada definido aún.
Respondió Nikolái, tratando de seguir con lo suyo despreocupadamente al igual que Fyodor, pero para nada era esa la realidad.

—Mira, si quieres estudiar diseño gráfico, adelante, no te detengo, pero aún haciendo eso, quiero que puedas seguir aportando a la casa lo que aportabas antes, sin contar que yo no gastaré en una carrera, y menos una que no vayas a usar para nada.

Finalmente la conversación llegó a su fin, nadie dijo nada a partir de ese momento, Gogol optó por acostarse a visualizar un poco sus opciones luego de esa amena charla con su esposo.
Bueno... Si lo ves desde un punto trivial, realmente no le hacía falta otro título, y tampoco es que se moriría si no estudiaba aquella carrera...