Ambos estaban recostados en el sofá charlando tranquilamente. Fyodor acariciaba y hacia rulos en el cabello rubio de quien estaba acostado encima suyo.

- ¿Te gustaría? ~ - preguntó el ruso siguiendo la conversación que tenían.

- me gustaría~ - respondió acurrucandose en el pecho del más bajo.

De pronto, rompiendo la atmósfera que lo rodeaba, el rubio recibió una llamada de parte de uno de sus compañeros de trabajo.

- ¿Hola? ¿Qué sucede? - preguntó sin apartarse del cuerpo de su pareja - ¿Qué? ¿Ahora...? Bien, trataré de estar allí pronto - colgó y se puso de pie.

- ¿Quién era?

- Era de la empresa. Algo salió mal con una corrección o algo así, me quieren allá en una hora - respondió un poco apenado dejando un beso en la frente ajena.

- Nunca tenemos tiempo de estar juntos, y cuando podemos ¿vas a irte? - alegó sentándose en el mismo sofá.

- Lo siento Fedya, a mí tampoco me gusta, pero no hay nada que yo pueda hacer...

- Vamos, pueden resolverlo ellos solo, para algo sin una empresa, ¿Porque no te quedas aquí? Estoy seguro que encontrarán la manera - abrió los brazos extendidos simulando buscar un abrazo.

- pero, ¿Qué les digo? - cuestionó aceptando la idea mientras volvía a tomar su teléfono para hacer la llamada.

- No lo sé, que estoy enfermo o lo que sea que vayan a creer - respondió una vez su novio estaba de vuelta en sus brazos - ¿Lo vas a hacer? - preguntó ansioso envolviendo sus piernas al rededor de la cintura del ucraniano.

- Sí, dame un momento - busco el número entre sus contactos y marco, no tardó mucho en responder - Lo siento... No voy a poder ir, ya sabes... Fyodor esta enfermo... Sí... Bastante grave... Ajá... Bueno, quiero cuidar un poco de él, ¿Podrán resolver eso? ... Bien, adiós entonces - colgó y volvió a guardar el celular - ya está arreglado...

- Eres un buen novio - dijo dedicándole una sonrisa y dándole un pequeño beso.