1. Bromas Hirientes
Obanai se estaba preparando para su cita con Sanemi. Llevaban ya varios meses de novios y el albino al final había tomado la iniciativa y lo había invitado a salir él y no viceversa.
Era lo que se podría llamar una ocasión especial, así que se vistió lo mejor que pudo, claro, sin exagerar mucho, no iban a un lugar muy elegante que digamos. Iban a comer a un puesto de tacos a algunas calles del apartamento que compartían.
Una vez terminó de vestirse, se vio al espejo. Había elegido un pantalón de mezclilla con algunas razgaduras y una camisa negra que le quedaba amplia, el pantalón lo acompañó con un cinturón naranja fluorescente y metió fajo su camisa, sus zapatos estaban en la entrada, se ponía sus tenis blancos con negro, así quedaría bien aestetic, como dice la chaviza.
Terminó de acomodar su cabello y salió de su habitación, al dirigirse a la sala vio a su novio, Sanemi, sentado en el sillón, con su celular en mano, viendo con atención algo, con una sonrisa de idiota en la cara.
--Estoy listo -- dijo Iguro, Sanemi bloqueo su celular y volteo a verlo, poniendo una sonrisa socarrona en el rostro
--¿Por qué te vestiste así? Solo te hace ver más escuálido de lo que ya estás -- rió entre dientes, rodando los ojos cuando vio al otro bajar la cabeza -- ¿Qué tienes? Era una broma, ya, vámonos, anda
--S-Sí -- sin levantar la cabeza camino a la entrada, siguiendo al peliblanco -- Tal vez no deba vestirme así otra vez -- murmuró sin ser escuchado por el contrario
¡Ten cuidado! ¡La violencia aumentará!
Holis
Que onda banda, ya volví, con historia nueva, pero ya volví *dance*
Solo les recuerdo, que no se fomentan aquí este tipo de conductas, si conoces a alguien así o tu mismo eres así, pide ayuda, no seas menso.
Ahora si, me retiro<3
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