Tessa estaba teniendo el mejor momento de su vida, el alcohol en su sistema estaba actuando como la chispa de un petardo.

No le importaba su aspecto, girando en círculos con un chico Lee que había llamado su atención al pedirle que bailara. Podía sentir los ojos de Tommy en su espalda mientras bailaba, pero simplemente ignoró el sentimiento y continuó divirtiéndose.

Después de todo, se trataba de una celebración, y si esto era lo más cercano que llegaría a su propia boda, podría estar absolutamente segura de que iba a aprovecharla al máximo.

Estaba perfectamente contenta de permanecer en el maravilloso estado de ignoracia en el que el alcohol la había arrojado, hasta que escuchó la voz de Ada sobre la de todos los demás—. Ven y mira, Esme. Ven y mira a la familia a la que te has unido. ¡Ven y mira al hombre que la dirige!

Tessa soltó al chico Lee con el que estaba bailando, tropezando con Tommy y Ada. Arthur la agarro del brazo cuando los hermanos continuaron discutiendo, sin parecer que les importara dónde estaban.

—Él elige a la esposa de su hermano —gritó Ada, golpeando sus puños contra el pecho de Tommy—. Persigue a su propia hermana como una rata e intenta matar a su propio cuñado.

—Ada, eso es suficiente —habló Arthur, anque su voz no fue escuchada.

—¡Y ahora ni siquiera me deja tener un maldito baile! —terminó Ada—. ¡Ni siquiera en una maldita boda!

Mientras Polly intentaba convencer a Ada que se calmara, la única hermana Shelby comenzó a jadear, agarrando los brazos de Pol. Captó la mirada de Tessa e, inmediatamente, Tessa supo que algo andaba mal.

—Mierda. Agua —anunció Polly.

—Ahora no, Ada —se quejó John—. Diablos, tú eliges cada momento.

—Tessa —jadeó, alcanzando la mano de Tessa.

Al ver que el agua de Ada se rompía de repente, Tessa se puso seria y dio un paso adelante para agarrarle la mano—. Está bien. Necesitamos llevarte a un lugar tranquilo.

Mientras Tommy se llevó a Ada y Polly, junto con Mason, Tessa se metió en un auto con John, Arthur y Esme. Sentada en el asiento trasero con Arthur, Tessa se inclinó hacia delante cuando John encendió el motor y miró a Esme.

—Encantada de conocerte —dijo con una sonrisa—. Bienvenida a la familia, aunque es posible que no desees estar asociada con nosotros en este momento.

Esme sonrió—. Es un placer conocerte...

Se fue apagando, buscando un nombre que no estaba en su memoria. Tessa felizmente llenó el espacio en blanco—. Tessa. Mis amigos me llaman Tessa.

Arthut asintió—. Sí, y cuando es realmente molesta la llamamos...

Tessa le dio un fuerte codazo en el estómago—. No digas mi nombre completo.

Arthur retrocedió cuando John salió del campo hacia las calles. Agarrando la mano de Arthur, así como cualquier parte del auto que pudiera, Tessa trató de no vomitar sobre el traje de Arthur mientras John conducía como un loco. Tessa agradeció que las calles estuvieran relativamente vacías y temía que si no lo estuvieran, habrían atropellado a varias personas.

—Vaya —dijo Arthur, mientras se detenían—. Más despacio, suave.

—La historia de tu maldita vida, Arthur —replicó John—. Bien, estamos aquí.

—Y tu eres un conductor de mierda —dijo Tessa—. Honestamente, creo que me dejé el estómago en la boda.

Arthur ayudó a Tessa y Esme a bajar del auto, el primero condujo al recién casado hacia la casa. Esme miró a John, pero Tessa continuó caminando.

—Tess, Polly está adentro —les informó Tommy.

—Bien —respondió Tessa sin rodeos—. Vamos, Esme.

Pasaron junto a Polly en el pasillo, que se dirigía a reprender a los hermanos Shelby. Prácticamente entrando en la habitación, Tessa fue interceptada por Ada, quien le apretó la mano.

—Tess, tengo miedo —confesó Ada.

Tessa parpadeó—. Estarás bien, Ada. Y si no, y es peor, bueno, puedes venir y golpearme en la cara cuando dé a luz a mi primer hijo y decirme que me lo dijiste.

—Tendrás a Tommy —enfatizó Ada—. Quiero a Freddie.

—¡Ada! —gritó Polly con entusiasmo, corriendo hacia la habitación—. Freddie puede venir.

Diez minutos después, Ada estaba dilatada casi completamente. Apretando la mano de Tessa con tanta fuerza que pensó que podría romperla, Ada continuó gimiendo mientras las oleadas de contracciones la cubrían.

—Sigue, eso es —dijo Polly—. Puja.

Esme se inclinó hacia adelante—. Creo que podría estar al revés. Asistí a tres hermanas.

Ada gritó y Tessa se sobresaltó—. Está bien, Ada. Está bien.

—Tienes razón —dijo Polly.

—Deberíamos inclinarla hacia adelante —sugirió Esme.

Juntas, las tres mujeres ayudaron a Ada a cambiar de posición antes de reanudar el proceso de parto. Tomó solo unos minutos, pero finalmente nació el bebé de Ada. Tessa se encargó de limpiarlo y lo llevó a un sofá para acostarlo. Ver su carita la hacía añorar un hijo, pero sabía que en su situación actual, nunca podría tener uno.

Envolviendo al bebé en una manta que le entregó Esme, Tessa lo llevó de regreso a Ada y lo colocó suavemente en sus brazos—. Es hermoso. Entonces, ¿supongo que será Karl?

Ada asintió—. Puedes usar Isabella para tu primogénita. Quiero una Isabella en la familia, pero no volveré a hacer esto.

—Ya veremos, Ada.

Llamaron a la puerta y Tessa se apresuró a responder. Al abrir la puerta, vio a Freddie Thorne.

—Gracias a Dios que estás aquí —susurró—. Ella está en la cocina con el bebé.

Tessa y Esme se pararon en la puerta y vieron a Freddie abrazar a su hijo por primera vez. En un momento agridulce como este, Tessa se sintió grosera estando allí, pero el golpe en la puerta sirivó como una intrusión peor que simplemente quedarse mirando.

—¡Abran! ¡Policía!

Su sangre se convirtió en hielo en sus venas cuando Esme se movió hacia la puerta. Tessa vio a los oficiales entrar corriendo, empujándola a ella y a Esme fuera del camino mientras sacaban a Freddie de la habitación. Las súplicas de Ada para que no lo lastimaran fueron ahogadas por los gritos furiosos de Tessa y Esme.

Solo había una persona que podría haber sido responsable, y actualmente estaba en el Garrison bebiendo con sus hermanos. Dejando a Polly para calmar a Ada con Esme, Tessa agarró una manta, incapaz de encontrar su abrigo a través de su ira, y salió furiosa de la casa.

Marchando hacia el Garrison, Tessa estaba lista para arrojar cada onda de rencor que pudiera hacia Thomas Shelby. El hecho de que prometió que la tregua duraría hasta el amanecer y luego apuñaló por la espalda a su propio mejor amigo hizo que la sangre de Tessa hirviera de ira. Con el Garrison a la vista, corrió hacia el pub con una manta sobre los hombros, irrumpiendo abruptamente.

—Es un niño —dijo. Tommy sonrió, pero su felicidad pronto fue reemplazada por sorpresa cuando Tessa corrió hacia él—. ¡Maldito mentiroso! ¡Bastardo!

Se arrojó sobre Tommy, con los puños volando. John y Arthur dejaron de cantar alegremente para ver cuál era la conmoción, pero Tessa estaba demasiado ciega para preocuparse. Tommy la agarró por las muñecas y la contuvo mientras ella lloraba de rabia.

—Tess, ¿qué pasa? —preguntó.

Tessa se sacó el pelo de la cara—. Bastardo mentiroso.

John y Arthur la sujetaron, cada uno de ellos agarrando uno de sus brazos. Arthur la giró para mirarla—. Tessa, cálmate, ¿de acuerdo?

—¡No puedo calmarme! —gritó Tessa, girando para ver Tommy una vez más—. Prometiste que la tregua se mantendría, y Freddie vino a ver a su hijo recién nacido. Llegó a abrazarlo durante unos cuarenta segundos antes de que llegara la maldita policía y se lo llevara. ¡Mentiste, Tommy! Y ahora Ada está desconsolada y Freddie irá a la cárcel.

Tommy la miró de tal manera que casi hizo que Tessa creyera que no tenía nada que ver con eso. Casi.

—Tess, yo...

—No te atrevas a mirarme así —gritó Tessa, antes de que dejara de pelear con John y Arthur, que la soltaron y la dejaron alejarse. Antes de llegar a la puerta, se volvió hacia Tommy—. Eres un maldito mentiroso.

Lo que no vio al salir del pub fue a Grace mirándola irse, sonriendo con aire de suficiencia al darse cuenta de que su plan para desgarrar a los Shelby y ponerlos en contra de su líder ahora estaba en marcha.