04 | no ser vista
Después de las consecuencias iniciales que siguieron a los hombres que regresaron a casa, Small Heath finalmente volvió a su antiguo ritmo.
Si bien las mujeres se habían hecho cargo del negocio de los Shelby mientras los hombre estaban fuera, una vez que estuvieron lo suficientemente en forma para ocupar el cargo nuevamente lo hiceron sin dudarlo, tomando las riendas y estimulando el negocio.
Tessa continuó trabajando para los Shelby, pero su lugar principal de trabajo fue en el pub local. El Garrison era el hogar de muchos rostros amigables y le permitió a Tessa ganar dinero de más para apoyar a su hermano ahora que él estaba en casa. Mason era un Blinder a tiempo completo, prácticamente otro hermano Shelby luego de luchar en la guerra junto a Tommy.
Aunque había pasado el tiempo, la relación de Tommy y Tessa no había avanzado más que simplemente mantener una conversación entre ellos. A Tessa le dolía el corazón por el amor que solía compartir con él, pero después de confesarle a Polly lo indeseada que se sentía, Tessa se dio cuenta de que si lo quería de vuelta, tendría que luchar por él.
Era extraño porque Tessa asumió que la ética laboral disminuiría significativamente en los primeros mesos, pero parecía que todos los hombres que regresaron de la guerra que pudieron trabajar lo hicieron con una furia que nunca antes se había visto. El negocio se disparó y hubo una atmósfera más eléctrica que provocó los tiempos cambiantes.
El negocio de Tommy se convirtió en la instalación de apuestas más popular en Birmingham, y siempre se destacó a través de métodos crudos. Tessa no se opuso a la idea de engañar a la gente con el dinero, ya que no lo había hecho a través del negocio antes de la guerra, pero ahora temía que esto solo cavara a Tommy en un agujero más profundo.
Desde su regreso a casa, Tommy tenía un deseo ardiente de llevar su negocio más allá. Hizo apariciones públicas en las que solicitó la ayuda de gitanos para "maldecir" a sus caballos y hacerlos ganar; hizo enemigos y no mostró piedad. Era como si se hubiera convertido en la encarnación misma de todo lo que juró nunca ser. Era frío, calculador y no podía aceptar el fracaso. Puede que a los que lo rodeaban no les gustara sus métodos, pero los usaban bien.
Una tarde, mientras trabajaba en un turno en el Garrison, Arthur se tambaleó con una dama en su brazo, ya borracho pero todavía lo suficientemente sobrio como para notar a Tessa. Prácticamente cayendo sobre la barra, se inclinó y agarró la mano de Tessa, con una sonrisa torcida en los labios.
—Tess —dijo arrastrando las palabras—. Tess, ¿cómo estás?
Ella se rió, alejándose de él—. Estoy bien, Arthur. ¿Cómo estás tú?
—Malditamente fantástico —respondió Arthur, antes de que sus ojos se cruzaran y su rostro se arrugara en confusión—. ¿Dónde estás? Te veo doble.
—Mejor que no ser vista, Arthur —dijo Tess con su voz tranquila.
Apartando a la chica, Arthur se inclinó sobre la barra haciendo un gesto a Tessa para que se acercara a él—. Sé que Tommy te está ignorando. Conozco el sentimiento, pero lo superará. Es Tommy.
—Pero, ¿y si no lo hace? —preguntó Tessa, sus ojos se centraron en el suelo—. ¿Qué pasa si todo lo que teníamos antes se ha ido? Todavía lo amo, Arthur, pero apenas puede preguntarme cómo va mi mañana.
Arthur levantó suavemente la barbilla de Tessa hacia arriba, obligándola a mirarlo. En toda su gloria borracha, Arthur a menudo tenía el mejor consejo, bueno, era bueno o simplemente te decía que el asesinato era lo más fácil. Él le sonrió a Tessa con la boca abierta y su pulgar rozando su barbilla.
—Solo tienes que intentarlo, Tess —dijo—. Tommy entrará en razón eventualmente.
Tessa suspiró—. Gracias, Arthur.
—Y si no lo hace, dispárale en las bolas —bromeó Arthur.
—Bueno, ahí está —respondió Tessa con una pequeña sonrisa en su rostro—. Justo cuando creo que estás llegando a algún lugar con tus consejos, me dices que mutile a mi mejor amigo.
Arthur le guiñó un ojo—. Oye, lo que sea que ayude. Ahora, si me disculpas, tengo una dama en algún lugar por aquí. ¿Puedes pasarnos dos whiskys, por favor?
Tessa puso los ojos en blanco, tomando dos vasos de debajo de la barra mientras Arthur se alejaba para encontrar a la mujer que había apartado anteriormente. Tal vez tenía razón al decir que a Tommy le tomaría tiempo abrirse a ella. Después de todo, a Mason le había llevado días meterse en su vieja cama, y mucho más dormir en ella. Quizás Tommy estaba tratando de arreglarse antes de intentar arreglar su relación.
En cualquier caso, Tessa no estaba segura de poder esperar para siempre.
── ⋆⋅☆⋅⋆ ──
—Y luego noqué al bastardo —confesó John, hinchando su pecho con orgullo—. Cayó como un saco de patatas.
Mason se echó a reír, recogiendo su bedida y bebiendo el vaso entero—. ¿Por qué noqueaste al pobre tipo?
—Me miró mal —respondió John con indiferencia—. Además, tenía la intención de darle un buen golpe. Ese bastardo solía coquetearle a Martha incluso cuando estaba casada conmigo.
Mason puso los ojos en blanco cuando Tommy se unió a ellos—. ¿Cómo estás, Tommy?
—Bien, gracias, Mason —respondió Tommy, sentándose mientras John le entregaba un vaso—. ¿De qué están hablando, muchachos?
—De nada —dijeron a la par, antes de mirarse y reír.
—John, ¿qué te he dicho? —preguntó Tommy—. No golpees a nadie a menos que sea necesario.
—Era necesario —respondió John, golpeando a Mason en las costillas—. Tengo que proteger mi maldito nombre, ¿no?
Tommy rodó los ojos y se llevó el vaso a los labios—. ¿Cómo has estado, Mason?
Mason se encogió de hombros—. Estoy bien. Tess me ha estado ayudando.
—¿Cómo está ella? —preguntó Tommy.
John se echó a reír, mirando a Mason mientras golpeaba el pecho de Tommy—. ¿Todavía estás enojado con nuestro Tommy por ser un imbécil?
—No lo sé —contestó Mason—. Siendo honesto, ella se guarda las cosas para sí misma. Te extraña, Tommy.
—¿Qué quieres que diga, Mason? —preguntó Tommy, sus ojos se oscurecieron—. ¿Quieres que te diga que lamento haver ido a la guerra? ¿Quieres que me arrastre por el perdón de Tessa? No es tan fácil, no soy el hombre del que se enamoró.
—Pero siempre serás su Tommy —respondió Mason—. La misma cara, la misma voz, el mismo hombre.
—No soy el mismo hombre —murmuró Tommy.
John echó la cabeza hacia atrás y dejó escapar otra carcajada—. Sí, y todas esas tonterías que dijiste sobre casarte con ella fue solo un maldito sueño, ¿verdad? Tommy, ella es lo mejor que te ha pasado. Demonios, ella es lo mejor que me ha pasado desde que murió Martha. Cuidó de mis hijos y los mantuvo alimentados mientras estábamos peleando en la maldita Francia.
Tommy se recostó en su silla, no queriendo escuchar las divagaciones de John—. Muy bien, John, lo entiendo.
—No creo que lo hagas —respondió Mason—. Verás, Tessa no deja ver cómo se siente muy a menudo, y tú tampoco. Pero lo que sea que se rompió dentro de ti, Tommy, también se rompió dentro de ella. La guerra no solo nos afectó como soldados; afectó a todos.
—Tomará tiempo —dijo Tommy—. Quiero decir, ella me ignora la mayor parte del tiempo.
Mason se mordió la lengua para evitar decirle a Tommy que la razón por la que Tessa estaba siendo distante era porque él también la estaba evitando. No era solo una cosa unidireccional. Tommy rompió el corazón de Tessa sin quere, y al hacerlo, el amor que una vez tuvo por él quedó atrapado en algún lugar dentro de ella, esperando ser liberado.
—Tal vez deberías coser tus bolas y llevarla a cenar —sugirió John—. Cortejarla como lo hiciste la primera vez. Dios sabe que tomó mucho tiempo.
Tommy, sin decir una palabra, se levantó y tiró su vaso sobre la mesa—. Gracias por tu aporte, John. Pero me gustaría recordarles que no necesito consejos cuando se trata de mujeres.
—Sí, pero Tessa no es una mujer cualquiera —gritó Mason, mirando a Tommy irse.
En la puerta, Tommy se puso rígido, no lo suficiente como para que sus hermanos lo notaran, pero lo suficiente como para que su compostura se pusiera rígida. En voz baja, dijo—: Tienes toda la razón.
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