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Capítulo 14 ¿Es virgen?

Capítulo 14

Hermione salió de la sala común de Slytherin hecha una furia, con ganas de llorar, pero también de estrangular al Slytherin más idiota que ha pisado Hogwarts. Paso varios pasillos y corredores hasta que llegó a su sala común y al entrar se encontró con sus amigos, Harry y Ron, los cuales trataron de abordarla al verla en ese estado de enojo, pero ella se opuso a hablar con ellos, así que, mandaron a Ginny detrás de ella.

Llegó a su dormitorio y se sentó en la cama, rendida y cansada de solo ver problemas venir. Ginny entró momentos después y preocupada le preguntó que le ocurría, aunque en el fondo creía saber la razón.

—¡Ese imbécil estaba con Milicent en su cama! —gritó enojada mientras limpiaba con furia las lágrimas que bajaban por sus mejillas.

La pelirroja llevó una mano a su frente, frustrada, pues comprendía que Blaise había continuado su estúpido plan.

—Mione, ¿Qué pensaría si te digo que todo esto es culpa de Blaise?

Ella alzó la vista, confundida —¿De qué hablas? ¡Yo Vi a Milicent colgada de Draco!, ¡Nadie me lo ha contado, yo los vi!

Su amiga suspiró —Bueno, es que Milicent no es peso pluma para que Malfoy se la quitará de encima así cómo así — dijo tratando de persuadirla.

—¿Lo estás justificando? ¡No lo puedo creer! —dijo levantándose de la cama, pero su amiga la tomó del brazo obligándola a sentarse de nuevo.

—¡Ginny!

—¡Cálmate! Te contaré lo que pasa.
Esas palabras capturaron toda la atención de la joven.

…..

Mientras tanto en la sala común de Slytherin, Draco corrió a todos sus compañeros, quienes se encontraban estudiando para poder alcanzar a Blaise, ya que, se escondía detrás de sus compañeros huyendo de la irá de su virginal amigo.

—¡Oye tranquilo viejo! —decía levantando las manos, parado detrás de un sofá moviéndose de un lado a otro tratando de encontrar la manera de huir de su compañero.

—¿Tienes idea de lo que hiciste, grandísimo imbécil?, ¡Te perdone que hayas ayudado a la loca de Parkinson a secuestrar a Hermione porque se lo idiota que eres con las mujeres, pero esto no lo dejaré pasar! —Gritó alzando su varita, listo para hechizarlo de la manera más cruel y dolorosa, si no fuera porque Theodore llegó y tomó por detrás a Blaise, quien no dejaba de resistirse.

Draco, al ver a Blaise sometido dejó a un lado su varita, resuelto a borrarle a golpes esa cara de estúpido y enseñarle que con el nadie se metía.

—Eres un traidor, Theodore —dijo el moreno.

—Te dije que no te metieras en líos y no escuchaste —dijo serio.

—¡Así que me querías ayudar, ¿verdad?! —profirió Draco, dándole un golpe en el estómago que lo hizo doblarse del dolor —¡Pues déjame devolverte el favor! —le dio otro golpe —Te ayudaré a dejar de ser un jodido entrometido —le dio otro golpe y no fue necesario que Theodore lo siguiera sosteniendo ya que cayó al suelo adolorido, mientras el rubio lo agarraba de las solapas y le miraba fijamente —¡No sé cómo lo harás, pero le dirás a Hermione que todo esto fue idea tuya, ¡¿Entendiste?!

El moreno asintió y él lo soltó.
….

Al día siguiente, para su buena suerte era sábado, así que muy temprano se dirigían a la torre de Griffindor para aclarar toda esa situación con Hermione, pero tras 10 minutos de espera comenzaban a impacientarse pues no veían que nadie saliera y el retrato se negaba a dejarlos pasar.

—¡Por Merlín!, ¡Que holgazanes son! —se quejó por quinta vez desde que habían llegado a la puerta.

A Blaise que ya se le había pasado el dolor de los golpes que recibió, respondió —entonces… ¿reconoces que eres virgen? —preguntó, con una sonrisa.

—¡No! —respondió el rubio rápidamente volteando la cara, escuchando como su amigo se carcajeaba.

—¿De qué te ríes estúpido?

—Ya admítelo ¡Eres virgen!

—¡No lo soy!

De pronto fueron interrumpidos por ginebra y una amiga, que él no había visto antes, probablemente era un año menor, pero le parecía curioso no haberla notado antes.

—¡Hola chicos! —saludó la pelirroja —¿Qué hacen tan temprano por aquí?

—Dile a Hermione que venga ¿quieres? —expresó en tono de orden, pero por dentro estaba suplicando.

—Mira… Hermione apenas logró conciliar el sueño. Así que vuelve más tarde.

—¡No entiendes la gravedad del asunto Ginny!, necesito hablar con ella ahora.

—Y tú, ¿no entiendes que necesita tiempo? —avanzó un paso hacia el amenazante —te dije que no la lastimaras y fue justo lo primero que hiciste, Malfoy —el aludido rodó los ojos, cansado de esa conversación—Y todo ¿por qué?, porque no ha sido sincero con ella, esto se resolvería si le dijeras que eres virgen y que esté idiota —señalo a Blaise, quién la miró ofendido —solo estaba tratando de según el ayudarte.

El rubio pintó de rojo sus mejillas al saber que ella también lo sabía y miró a Blaise recriminándole con la mirada.

—¿Cuántas veces se los tengo que decir? ¡eso no es cierto!, ¡Yo soy EL DIOS DEL SEXO! —dijo y la acompañante de Ginny soltó una risita.

Ginny puso los ojos en blanco y negó con la cabeza, sin creerle una sola palabra.

—Sí, ajá —respondió reprimiendo una risa.

—Te lo demostraría aquí mismo si no fuera porque no eres mi tipo y estoy con Hermione.

La chica pelirroja se rió abiertamente y llevó sus manos a la boca tratando de reprimir su risa, ante la mirada iracunda del joven.

—¡Par de idiotas! —bufó, harto de ser el blanco de burlas.

Apartó a Ginny de su camino de una manera nada amable y paso de largo dispuesto a irrumpir en el dormitorio de la chica castaña por la ventana no importándole romper las reglas.

—¡Oye Malfoy te propongo algo! —le gritó la pequeña Weasley y el detuvo sus pasos girándose a verla.

—¿Qué quieres ahora?

—Demuéstranos que eres el Dios del sexo y te ayudo con Hermione —dijo con una gran sonrisa y Blaise que hasta ese momento ya estaba aburrido de lidiar con el virginal de su amigo apoyó la moción de la chica.

—¿Qué carajos estás diciendo?

—Lo que oíste, demuéstralo — mostró una sonrisa pícara y tomando a su amiga de la espalda la empujó hacia la Slytherin, golpeando con su pecho.

—¿Qué?

—Yo no soy tu tipo, pero, ¿qué tal ella?

—¿Estás demente? —dijo empujando a la joven, quién permanecía sin decir nada —Hermione es tu amiga, ¿por qué haces esto?

—Oye Malfoy, no te estoy pidiendo que tengas sexo delante de nosotros… solo haz lo que mejor sabes hacer y ella nos dirá si lo eres o no —término de hablar con una sonrisa triunfante.

Lo estaba acorralando y lo sabía, si su plan salía tal y como lo había planeado, Hermione y Draco estarían juntos de nuevo muy pronto.

El joven tragó saliva varias veces sin poder decidir qué hacer, pasaba su mirada de Blaise a Ginny y de Ginny a esa chica que tenía enfrente.

Sabía que tener a Ginny de aliada le facilitaría las cosas, pero no estaba seguro de querer pagar el precio.

Finalmente suspiró y aceptó de mala gana.

Ginny aplaudió feliz y Blaise chiflo en aprobación, mientras Draco sentía que quería matarlos a ambos lenta y dolorosamente.

Agarró a la chica del brazo con fuerza y se alejó con ella a paso decidido.

—Oye —renegó Blaise, pues esperaba ser testigo de lo que pasaría.

El joven se dio la vuelta y espetó —sucio voyerista, no lo haré enfrente tuyo.

Llevó a la joven hasta un pasillo solitario dónde finalmente la soltó y la arrinconó contra la pared. Y fue ahí donde puedo observarla mejor, era rubia, de ojos verdes y poseía un cuerpo envidiable pero no igualaba a su Hermione. Y parecía ser bastante tímida ya que se negaba a sostenerle la mirada, así las cosas, serían más fáciles, una chica tímida se dejaría manipular por él y haría lo que él dijera.

—Escúchame bien… ni tú, ni yo queremos esto, ¿cierto? —la chica se mantuvo con la cabeza gacha sin decir nada —tomaré eso como un sí… Así que harás lo que yo te diga... dejaremos pasar un rato y volverás con ellos y le dirás a ese par de imbéciles que no soy virgen y que soy un experto en el sexo —la chica intentó reprimir una risa, pero falló y el escuchó, causando enojo en el —¿te parece gracioso?

La chica negó fervientemente y con voz tímida dijo —quiero que me lo demuestres.

Su voz había sido tan débil que él casi le pareció que fue su imaginación, si no fuera porque ella levantó la mirada y repitió lo que había dicho, dejando el joven de una pieza.

—¿Qué? —expresó y levantó las manos frustrado —¡Qué demonios les pasa a todos!, ¿Acaso quieren volverme loco?

La joven solo se alzó de hombro sin decir palabra.

—¿Cuánto te pagaron?

—Nada.

—¿Entonces porque te prestas a sus juegos?

—Solo quiero que me lo demuestres.

—¿Demostrarte qué?, ¡Con un demonio lo que me faltaba!

Ella tomó aire y dio dos pasos al frente, quedando a escasos centímetros de Draco, él estaba confundido no podía entender a esa chica y sobre todo no podía entender porque esos ojos verdes le parecían tan atrayentes.

Y mucho menos pudo entenderla cuando ella sin previo aviso llevó sus manos a su cinturón comenzando a tirar de ellos.

—¿Qué estás haciendo? —exigió saber, tomándola de las manos.

—¡Demuéstramelo! —le habló la joven con la misma exigencia que él lo había hecho.

—¡No lo haré y ¿sabes qué? ¡tú y Ese par de imbéciles se pueden ir mucho al carajo!  —dijo soltándola bruscamente —Ya veré cómo hago para convencer Hermione.

Dicho esto, se dio la vuelta y en los labios de la joven se dibujó una sonrisa.

—Esto es porque eres virgen, ¿verdad?

Él se detuvo en su andar y volteando le dijo: —piensa lo que quieras.

—Eso es un sí —dijo segura de sí misma.

Él hizo un gesto con la mano y siguió su andar, pensando en qué haría para convencer a su novia.

Pero la joven no estaba satisfecha, necesitaba estar totalmente segura. Así que jugó su última carta.

— Acaso, ¿no tienes lo que se necesita?

Él se paró en seco y se giró hacia ella, comenzando a caminar a grandes zancadas, hasta presionarla contra la pared. Había herido su orgullo de hombre y eso no lo iba a permitir.

—Repite lo que acabas de decir, estúpida.

Estaba comenzando arrepentirse de entrar en ese juego, pero tragó saliva y decidió continuar.

—¿No eres hombre?

—¡Mujer estúpida!

Tras de eso ella se arrojó sobre él, tomándolo de la tela de su capa y parándose de puntillas presiono sus labios contra los de Draco, quién se había quedado paralizado ante su atrevimiento, mientras aquella Griffindor devoraba sus labios en un beso doloroso y brusco.

Pero nada había preparado a la chica para el irresistible aroma qué irradiaba Malfoy, el cual llenó de golpe sus fosas nasales. Algo sucedió y obviamente no lo esperaba, algo dentro de ella se estremeció y la hizo temblar.

Por Merlín, por Morgana, no, no, no.

La traición del cuerpo de ambos los sorprendió. Debían sentirse asqueados, disgustados ¿Entonces porque no? ¿Porque se sentía tan bien?

El rubio abrió la boca dejando escapar un gemido de horror. Y en ese momento dos cosas sucedieron, dos cosas que nunca, bajo ninguna circunstancia debieron suceder.

Draco miró lo largas que eran sus pestañas, cuan suave era su piel igual q la seda y lo cálido Qué era su aliento, llevó su mano izquierda hacia su cabello y sorprendentemente era suave y rebelde al mismo tiempo, igual que Hermione y allí pudo deducirlo… era ella.

Con un gruñido molesto por saberse engañado, soltó una leve maldición y agarró la nuca de Hermione acercándola a su cuerpo, inclinando la cabeza y profundizando el beso, ese beso que se suponía nunca debía pasar.

Ella gimió y el aprovechó la oportunidad para meterse en las profundidades de aquella cálida boca, pronto sus lenguas se enlazaron tratando de dominarse el uno al otro, pero ni uno ni otro cedía, convirtiendo ese beso en algo impetuoso. Se mordían con fiereza y perdían lentamente el control que alguna vez pensaron tener. Su succión suave y húmeda enmascaraba sus respiraciones aceleradas y gimieron de nuevo, separándose bruscamente mientras Draco la tomó de los hombros con fuerza.

El velo de aquel hechizo de cambio de apariencia que Ginny había puesto sobre ella se desvaneció y quedó al descubierto frente a él.

—Sabía que eras tú ¿Por qué lo hiciste? —le reclamó un tanto orgulloso por sus métodos dignos de una Slytherin.

—¿En qué momento te diste cuenta?

—Cuando me besaste —contestó acariciando su mejilla —¿Aún quieres que te lo demuestre? —dijo pícaro y ella le golpeó en el pecho.

—¿Por qué no me dijiste la verdad?

—No sé de qué hablas —respondió haciéndose el tonto.

—Eres virgen y Blaise te descubrió y luego intentó “ayudarte”, lo sé todo.

Él le dio la espalda, negándose a aceptarlo y Hermione lo abrazó por la espalda.

—Vamos, dímelo…no hay nada de malo en ello.

—¡Qué quieres que te diga! ¡que soy más virgen que la virgen maría! ¡pues si lo soy!

Finalmente lo aceptó y ella sonrió con comprensión.

—No tienes por qué avergonzarte.

—No entiendes, tengo una reputación que cuidar.

Hermione rodó los ojos —si tanto te importa tu bendita reputación, nos encargaremos de Blaise y asunto resuelto.

Él sonrió divertido —buena idea, ¿tú te encargas y yo voy por la pala?

Ella rio —¡No!, me refiero a que lo convenceremos y después de eso, me encargaré de ti —dijo con un leve sonrojo.

El enarcó una ceja.
......

¡Hola, nos acercamos al final !

¡Nos leemos!

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