Capítulo 10 Herida
Los jóvenes contuvieron la respiración y se acercaron corriendo hacia los dos chicos tendidos en el suelo.
—¿Están…? — empezó Ron, temiendo lo peor.
Su hermana le dio un codazo—No seas idiota ¡Claro que no!
Theo y Luna se acercaron con gran celeridad hacia ellos, el Slytherin volteó a su amigo mientras Harry hacia lo mismo con su amiga. Ron ahogó un grito de horror al ver la sangre provenir de Hermione.
Pronto llegó la directora acompañada de Blaise, quién le había contado todo. Reprobó lo sucedido y con un hechizo ató las manos de Pansy y la levito junto a ella camino al castillo, junto a los jóvenes inconscientes.
—No puedo creer que no me dijeran sobre esto—decía la mujer negando con la cabeza.
El elegido le respondió—Creímos que podríamos hacernos cargo de esto nosotros.
La bruja no paro de regañarlos en todo el camino hacia la enfermería, dónde Madam Pomfrey fue levantada en plena noche y aun con los ojos somnolientos.
Al percatarse de qué se trataba de ellos dejó salir un suspiro y preguntó —¿Otra vez ellos aquí?
Los jóvenes se alzaron de hombros sin saber qué decir
—¿Ahora qué les pasó?
—Es una larga historia Pomfrey.
—Pues la noche es joven Minerva, te escucho.
La mujer chasqueó la lengua y contestó—¿No te parece que tienes trabajo que hacer? —Señalando a los jóvenes inconscientes en las camillas.
La aludida pronto prestó atención a la sangre qué salía de un costado de Hermione y alarmada se dispuso a atenderla cerrando el biombo de la camilla
—¿Y a Malfoy que se lo coma el calamar gigante? — dijo Theo sarcástico, escuchando perfectamente la contestación de la enfermera.
—El sr Malfoy no tiene nada, puede irse en cuanto despierte.
Theodore volteó indignado hacia sus compañeros quiénes esbozaron una leve sonrisa, sin embargo, su novia lo tomó del brazo gentilmente evitando que dijera una grosería.
—Ustedes tres a sus dormitorios ¡Ahora mismo!
—Pero…
Minerva al notar la preocupación de los Gryffindor se acercó a ellos y les habló afable— No se preocupen chicos, ella estará bien. La herida no es muy profunda, vayan y descansen, está ha sido una noche muy ajetreada para todos.
Theo y luna salieron primero a regañadientes y finalmente los Gryffindor obedecieron y salieron junto a Minerva y claro, con Pansy flotando a su lado.
Pasaron varios minutos y Theo y Luna regresaron a la enfermería, Madam Pomfrey había terminado de curar y vendar a la joven y ella yacía en su camilla dormida y Malfoy seguía inconsciente.
—Es increíble que ni siquiera le haya prestado atención a mi amigo— reclamó
Luna soltó una risita— Bueno es que Malfoy es muy—lo pensó un poco y continuo—es un poco dramático y es difícil saber cuando de verdad está sintiéndose mal.
—Sí ojitos, pero es que— Luna negó con la cabeza sonriendo y llevó un dedo a la boca del chico silenciándolo, después de eso hurgo en su pequeña mochila y sacó de ella un pequeño frasquito, lo destapó mientras se acercaba y se sentaba a un lado de Draco.
Puso el frasquito bajo la nariz del joven y pronto el comenzó a mover su nariz como si fuera desagradable lo que estuviera oliendo, y tras unos segundos finalmente abrió los ojos mirando a su alrededor desorientado.
—Hola de nuevo — saludó Luna.
Pero fue totalmente ignorada pues el joven se había percatado que a su lado estaba inconsciente la joven de cabellos castaños, su respiración se entrecorto y sentía que su corazón se rompia al pensar que pudiera estar en estado crítico. Se levantó como un resorte hacia ella, buscando que tuviera signos vitales y para su alivio los tenía.
—¿Dónde está esa estúpida? — gritó con cólera hacia sus compañeros
—Descuida amigo, la directora se está haciendo cargo de Parkinson.
—Ah, ¡entonces eso soluciona todo! —dijo rodando los ojos fastidiados— Maldita loca
—Malfoy, sé cómo te debes de estar sintiendo—hizo una pausa y miró a su novia—si algo les pasara a mi ojitos no sé qué haría.
El joven puso los ojos en blanco totalmente asqueado.
—Eres tan lindo Theo—respondió la rubia.
—No tanto como tú—dijo Theo de manera melosa.
Theo y luna entrelazaron sus manos y se miraron con ternura, para luego pegar sus narices y darse un beso de esquimal. Su amigo resopló y rodó los ojos ante su meloseria.
—Oh vamos, consíganse un hotel.
Nott salió de su ensoñación y frunciendo el ceño le contestó — ¿Cómo dices eso? ¡ Ella es mi princesa!
Draco renegó molesto, ignorándolos dirigió su atención a la chica inconsciente— Te pondrás bien… te pondrás bien—decía una y otra vez más para sí mismo que para ella.
De pronto sintió una mano posarse en su hombro, era Luna quién con semblante tranquilo le dijo— Cuándo se recupere podemos salir los cuatro a pasear, ¿te parece?
—Sí, sí lo que digas
Al día siguiente, Hermione fue abriendo los ojos poco a poco, sintiendo un dolor en su costado y pronto regresaron a ella los recuerdos del día anterior. Intentó sutilmente incorporarse y sintió una mano sobre la suya, sorprendida o tal vez no tanto debido a los eventos recientes, vio como Draco Malfoy había pasado la noche cuidándola.
Draco no tardó en despertarse y llevar preocupadamente sus manos a su frente en busca de signos de temperatura, pero para su alivio estaba en perfecto estado.
—Malfoy—comenzó Hermione intentando levantarse, a lo que el chico rápidamente se lo impidió y la reprendió
—Pero ¿qué te pasa Granger? —dijo con los ojos desorbitados y ella asustada obedeció—Casi mueres anoche y tú intentas levantarte como si nada. Acaso me quieres matar de un infarto eso quieres ¿ah?—decía totalmente exaltado y preocupado.
Hermione encontraba enternecedor su repentina preocupación por ella, pero a la vez no le gustaba que la mandaran.
—Malfoy, no exageres, solo fue un poco de sangre—dijo con terquedad e intentó nuevamente sentarse y lo logró, pero inmediatamente dejó salir un quejido de dolor, qué no pasó inadvertido por el chico.
—Te lo dije Granger—dijo Malfoy, llevando sus manos a la cabeza totalmente desesperado sin saber que hacer y dándose de golpes contra la pared por no haber tomado aquel curso intensivo de primeros auxilios que su madre tanto le había insistido en tomar—¡por Merlín ahora qué hago!—decía dando vueltas sin poder aclarar su mente y saber qué hacer—¡Madam Pomfrey, Madam Pomfrey¡—comenzó a llamar desesperado, pero al ver que nadie acudía a su llamado se acercó a la chica, quién le veía como si lo hubiera salido una tercer cabeza.
—Malfoy ¿te puedes calmar? —dijo la joven intentando calmarlo pero él deliberadamente la ignoraba—No me pasa nada, estoy bien.
—Eso es lo que siempre dicen antes de morir Granger!—le contestó desesperado para seguir gritándole a la enfermera—¿Dónde se metió esa bruja?
Hermione esbozo una sonrisa —Malfoy, te digo que estoy bien, no me voy a morir.
El joven la miró sopesando sus opciones y finalmente se decidió, se aproximó a ella y puso su mano tras su espalda.
—Pero ¿qué haces? —dijo sintiéndose de pronto algo mareada.
El la tomó en brazos y la cargó con gran delicadeza, y salió de la enfermería acelerando su pasó en busca de la enfermera.
Desde su perspectiva Hermione podía ver su semblante preocupado y sentía los latidos de su corazón acelerarse.
—Malfoy.… Malfoy—le llamó por su apellido varias veces, pero él solo tenía en mente una cosa: encontrar una ayuda inmediata para su moribunda razón de ser.
Ella tragó grueso antes de hablar nuevamente—Draco—eso hizo que el parara en seco su andar y la observara extrañado.
—¿Qué dijiste?
Ella sonrió—dije que estoy bien Draco.
Si no hubiera sido porque su preocupación por la joven era mayor, habría jurado qué se desploma ahí mismo de la impresión.
Sin darle tiempo a responder, Madam Pomfrey acompañada de Harry se dirigían a él con semblante preocupado.
—¿Qué es todo este escándalo señor Malfoy?
—¿Hermione, estás bien? — preguntó El elegido.
Su amiga con una débil sonrisa contestó afirmativamente.
—Estoy bien, ¿alguien podría decirle a Draco que estoy bien y que no me estoy muriendo? — dijo divertida.
Pomfrey dejó salir un suspiro y rodó los ojos— señor Malfoy ¿cuántas veces le he dicho que deje de hacer drama? —dijo tomándolo del brazo guiándolos nuevamente hacia la enfermería y a la camilla de la joven.
Malfoy se dejó guiar como un autómata, pues aún no podía salir de su asombro ¿Había logrado qué Granger empezará a sentir algo por él?
La deposito suavemente en la camilla y se sentó en la cama contigua, Harry se mantenía de pie a un lado de la camilla, sintiéndose un mal tercio pues había notado el momento de tensión entre ellos.
La mujer la revisó rápidamente con la varita y dedujo lo que ya sabía, la estudiante se encontraba en perfecto estado.
Antes de dejar a los jóvenes a solas le dijo a Hermione—No quiero ni imaginar el escándalo que haría este muchacho si tuviera que llevarla a la sala de partos.
Los chicos se quedaron viendo sin saber qué decir y Hermione sonrojada se aclaró la garganta para dirigirse a su amigo.
—¿Ya vieron? Estoy bien.
Draco chasqueó la lengua y negó con la cabeza—¿Y qué hubiera pasado si no? —se levantó Draco regañándola
—Malfoy creo que —comenzó Harry, pero se vio abruptamente interrumpido por Hermione .
—¿Acaso me estás regañando, hurón? —dijo molesta
—Eso es obvio, comelibros—respondió haciendo énfasis en su apodo —Ahora recuéstate si, no quieres que me enfade.
Ella abrió la boca indignada, ¿cómo podía ser tan idiota para hablarle como un niño pequeño?
—Escuché bien, ¿me estás dando una orden?
—Si, ¿algún problema con eso? —dijo retándola.
—A mi nadie me da órdenes —dijo entrecerrando los ojos y asesinándolo con la mirada.
—¿Ah no?
—¡No!
—Oigan, no es necesario que …
Pero Harry era deliberadamente ignorado así que poco a poco comenzó a caminar hacia atrás, hasta salir de la enfermería, no sin antes dar un último vistazo y comprobar que seguían peleando.
—¡Ay mira quién lo dice! El idiota que se dejó hechizar por Parkinson.
—¡Yo no me deje… ella me tomó por sorpresa, y …
—¡Ajá! — chasqueó la lengua
—Es la verdad, al menos yo no me deje secuestrar por esa loca —puntualizó acercándose.
—Eso es muy diferente, ella y Blaise me atacaron —el rodó los ojos y sonrió burlón—¿Ah sí?, pues al menos yo no estuve como estúpido bipolar atrás de Ron! — soltó y el chico tiño de rojo sus mejillas, en parte por vergüenza y en parte por coraje.
—¿Qué dijiste?
—Lo que oíste—dijo cruzándose de brazos—¿O ya lo olvidaste?
De un movimiento se aproximó a ella, dejándolos a escasos centímetros—Yo nunca estuve detrás de esa comadreja, él era quien quería — tragó grueso ante el recuerdo—besarme.
Hermione se estaba poniendo nerviosa por la cercanía —Pues ojalá lo hubiera hecho — replicó esperando que el se enfadara y se fuera, pero no, él seguía allí, mirándola fijamente.
—Retráctate —exigió, sin embargo, ella tercamente se negaba.
—¿En serio?
—¿Qué cosa?
—¿Haces todo este drama solo porque me preocupo por ti?
—No necesito de tu preocupación—dijo negándose a verlo.
—Granger, estás acabando con mi paciencia.
—Me importa una mandrágora tu paciencia, Malfoy—sus mejillas infladas de coraje.
Él se rio, haciéndola enojar aún más—¿Qué, estás celosa de la comadreja?
Ella resopló restándole importancia—Por mi pueden ser pareja, no me importa.
El arrugó los labios por el asco de ese pensamiento— Un momento ¿piensas que soy gay?
—Te repito, no me importa lo que seas— suspiró con cansancio—Se que todo fue producto de esa poción, así que no te sientas en la obligación de estar aquí conmigo.
Así que de eso se trataba, pensó mirándola con ternura.
—¿Y si te confieso que no es así?
—Malfoy eso es imposible, tú y yo somos enemigos naturales, estos días actuaste fuera de si, sencillamente no eras tú—dijo intentando que una lágrima no se le escapara— aunque debo reconocer que me gustó ese Malfoy—el enarco una ceja y ella pronto se corrigió— quiero decir me gustó la actitud de ese Malfoy, era sincero, lindo, algo bipolar y sensible, pero era transparente en su actuar.
—Wow
—¿Wow? ¿Eso es todo lo que dirás?
—¿Qué quieres que diga? Que el Malfoy de estos días va volver, pues no.
—Malfoy, ya vete —dijo sintiendo que su voz se cortaría en cualquier momento.
—Pero puedo decirte esto, mis sentimientos son los mismos que hace unos días — explicó viendo como sus ojos se llenaron en lágrimas.
—Ya vete, Malfoy —repitió, pero él no se iba—Vete ya ¿qué esperas?
—Hermione, mírame —dijo y ella no hacía caso.
La tomó de la barbilla obligándola a verlo a la cara—¿Por qué eres tan terca?
—¡Eres odioso! Vete de aquí y sigamos siendo tan extraños como siempre.
—Ah ¿eso quieres?
—Sí, eso quiero.
—¡Maldición Hermione! ¿Porque no entiendes que te …te …te quiero —dijo casi en un susurro con dificultad?
—¿Qué haz dicho?
—¡Que te quiero joder! —dijo con rapidez y la chica abrió los ojos.
—¿Me quieres joder?
—También, digo no—se corrigió con rapidez —lo que quiero decir es, que te quiero, maldición, te quiero… te quiero con ese maldito genio que te cargas y pese a lo mandona que eres ¡te quiero!
Se aclaró la garganta sin saber bien que decir — Yo, no pienso que esto sea correcto.
—¡Por los calzones rancios de Merlín! ¡Al diablo lo que es correcto! ¿Porque no tienes el valor de aceptar lo que sientes? ¿Acaso no eres Gryffindor? ¿Acaso los Gryffindor no se jactan de su valentía?
—Malfoy no...
Pero se vio interrumpida con un repentino beso que el estampó en sus labios, ella abrió los ojos totalmente sorprendida e intentando apartarlo, le dio un suave empujón que no hizo sino darle a Mayor acceso a su boca.
Estaba depositando todos sus afectos en ese beso, quería que sintiera qué sus sentimientos son reales y hacerle entender que él no estaba jugando.
Ella estaba tentada a corresponderle, pero una pequeña pizca de enojo ante su orgullo herido se lo impedía, así que como pudo reunió todas sus fuerzas y lo empujó para después propinarle una bofetada, no importándole el dolor en su herida, solo dejando salir un pequeño gemido de dolor.
Malfoy cerró los ojos doloridos ante lo que esa acción significaba, esa cachetada le demostraba qué Hermione no sentía nada por él y que solo se había hecho ilusiones.
Hermione haciendo acopio de sus fuerzas lo tomó de las solapas y mirándolo fijamente a los ojos le beso, para sorpresa del chico lo beso, permanecieron así por varios segundos hasta que ella lo soltó.
—No vuelvas a sugerir que soy una cobarde.
La joven estaba totalmente sonrojada por lo que acababa de hacer y solo podía sentir el inmenso calor de vergüenza en su rostro, que no se había percatado de que su herida había vuelto a sangrar debido a sus movimientos bruscos hasta que Malfoy alarmado se levantó y señalando su herida comenzó a gritarle a la enfermera.
Hola,de nuevo!
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