Prólogo
Matar O Morir
Afganistán
10 de enero de 2013
La carne quemada expedía un fuerte hedor que inundaba todo el lugar. Él se asfixiaba cuando intentaba respirar, sentía su garganta seca; podía percibir calor del suelo afgano bajo las botas de sus pies. El humo era tan intenso que le nublaba la visión.
Allí, detrás del tanque de guerra, podía escuchar la lluvia de balas qué arropaba todo el territorio, sus pensamientos se confundían con el ruido y el olor a pólvora. Hace ya ocho años que se encontraba activo en el ejército de los Estados Unidos de América y dentro de aquel infierno terrenal, hasta había olvidado el motivo que lo llevó allí.
Los edificios destrozados eran como un campo minado repleto de bombas y trampas, ya no sabía quién era quién y a esas alturas tampoco cuál era el enemigo. Había perdido su casco, así que se encontraba en desventaja. Cerró los ojos, apretó fuerte su M16 y se dispuso a cambiar de lugar.
Con dos camaradas y la adrenalina recorriendo por sus venas llegó al punto acordado, se separaron tratando de esquivar al hostil. Se arrastró por el suelo como serpiente y se escondió detrás de los restos de una pared. Alguien tocó su espalda, acto seguido giró en el suelo y apuntó.
Dos niños desgreñados y de ojos negros, de no más de siete años le rodearon, uno de ellos con una metralleta más grande que su cuerpo desgarbado y el otro cargando en su pequeño organismo un artefacto letal. El niño bomba lo miró con una expresión mezclada entre odio y lealtad. A ese chiquillo le han enseñado a matar, a morir por una patria huérfana y a ser héroe de ese mismo ideal por el que murieron todos sus ancestros. Cara a cara se observaron.
El ruido de las metralletas detonando y los gritos de aquellos pobres infelices se desvanecieron en esa mirada de sentimientos profundos. De pronto se preguntó qué tenían sus ideas de diferente a las de aquellos niños. Ambos lados mataban y estaban dispuestos a morir sin ningún tipo de tregua. En un movimiento rápido apretó el gatillo y disparó directo al perfil del niño de la metralleta, cayendo éste al suelo con la cara destrozada. El niño bomba se activó; restan cinco segundos, la lluvia de balas comenzó a sonar cerca de su desesperada carrera por sobrevivir.
Corrió lo más que pudo, lejos de aquella bomba humana en potencia con su corazón taladrando fuerte en su pecho. El miedo hacía que sus piernas le temblaran; cayó de rodillas, pero no estuvo ni un segundo en el suelo cuando ya estaba de nuevo en pie corriendo por su vida. Sintió una bala y otra, penetrante en su piel. En ese momento lo único que alcanzó a escuchar fue el eco de su propia respiración, el sudor arropándole la cara y la muerte pisándole los talones.
Una fuerte explosión impulsó su cuerpo por los aires, dejando atrás aquel ruido hueco. El silbido molesto que dejó el estallido, le rechinaba en sus oídos. Calló de bruces al suelo sólido y de repente lo sintió frío, levantó una nube de polvo tras de sí y tragó sangre amarga. En ese instante, se dio cuenta cómo toda su vida pasó en un segundo. Su cabeza dio contra un peñón y su sangre manchó cómo lava volcánica el pavimento.
No dejaba de pensar en aquellos niños de mirada perversa; no los culpaba, eran simples víctimas de esta sociedad que buscaba la paz por medio de una guerra sin cuartel, la misma culpable de que le arrebatara la inocencia a esos y a muchos otros. La misma guerra que él trataba de apaciguar en su interior buscando excusas para que no resultara tan dolorosa. "Debe ser el Karma," se dijo mientras recordaba cómo años atrás él también utilizó a unos niños inocentes para salvar su pellejo.
El simple recuerdo de halar el gatillo y matar sin piedad le mataba más rápido que la bomba que acababa de desangrarlo. No sentía sus manos ni sus pies; sabía que aún estaba vivo porque su corazón palpitaba estruendoso detrás de su piel. Tuvo miedo cuando vio todo oscurecer, miedo de sus pecados, miedo de sus actos, miedo de irse con esa última imagen de sí mismo. Cuando sintió que su alma se alejaba poco a poco, cerró al fin sus ojos y elevó una plegaria al cielo.
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