Tres
Su enojo se había incrementado bastante. Buscaba a Uraraka con la expresión menos gentil posible. Odiaba estar en ese tipo de situaciones.
- ¡Oi! ¿Vieron a la tonta cara redonda? -pregunta al grupo de amigos que tenía.
- Creo que la vi irse por la salida de atrás, por la del patio. -responde casi gritando Denki ya que la música estaba bastante fuerte.
- ¿Paso algo? -pregunta Sero.
- Tsk. No.
Da la media vuelta y camina a paso rápido hacia la salida. Abre la puerta corrediza y la cierra detrás de él, el viento estaba un poco fuerte pero se sentía en el ambiente mucha paz, lo único que se escuchaba era la música ahogada dentro del evento. Camina entre el pasto verde buscándola con la mirada entre los bancos que había pero no había señales de ella. Empezaba a frustrarse.
Camina por el pequeño puente logrando ver cómo algunos peces domésticos andaban por el lago artificial de este. La encuentra sentada en el borde con los pies colgando y moviéndolos como niña mientras no desprendía su vista de aquellos peces. Se sienta a su lado en silencio pero captando su atención.
- Tonta. -es lo único que dice apoyándose de ambos brazos.
- Lo sé, soy una tonta. -contesta deprimida.
Eleva una ceja confundido y extrañado. Suspira.
- Si estarás afuera procura no andar sola, vete con tus amigas y cuídense.
- Quiero estar sola.
- No estarás sola. Tonta.
Ella sonríe pero daba más pena su esfuerzo. Bakugou pasa sus dedos por su cabellera rubia pensando en qué hacer en un momento como ese.
- ¿Paso algo?
Uraraka baja la mirada triste.
- Acabó de terminar con Izuku ya que lo encontré con su admiradora en una pose bastante comprometedora.
- ¿Deku te estaba siendo infiel? -pregunta un poco sorprendido y enojado.
- No, realmente sé que no me fue infiel y que quizás haya una razón lógica para que ellos estén así. Sea como sea, entendí que no podía estar con él, solo iba a lastimarme más y más.
Uraraka agarra un vaso que estaba ubicado a su lado y empieza a tomar de él, tenía un color más morado y oscuro.
- ¿Jugo de mora?
- Vino de uva.
Rueda los ojos enojado.
- Te emborrachadas y te advierto que no estaré ahí cuidando a que no hagas el ridiculo.
Ella sigue tomando sin prestarle mucha importancia dejando que sus pensamientos se pierdan.
Silencio. Tranquilidad. Paz.
Dolor. Despecho. Decepción.
Y él estaba a su lado haciéndole compañía en esta noche que tenía que ser especial para todos. Lo mejor sería irse a la academia y olvidar esta noche. Si. O quizás no.
- Creo que me iré a la academia, pediré un taxi.
- Oi, oi. ¿En serio dejarás que el idiota de Deku gané esta batalla? ¿No eras fuerte acaso?
- Tu no lo entenderías, nunca te has enamorado de la persona equivocada.
- No pierdo el tiempo en esas estupideces.
- ¿Ves? Así que mejor no me digas nada.
La castaña otra vez había bajado la mirada bastante furiosa pero la verdadera razón es que estaba muy susceptible con todo lo que estaba pasando.
- Tsk. Tú no me mandas maldita cara redonda. Si quieres largarte llorando a la academia, sufriendo y preguntándote el porqué pasa todo esto, hazlo. Solo recuerda que eres fuerte maldita sea y pensé que una chica como tu podría afrontar cosas tan tontas cómo está.
Ambos se miraban desafiante, con el ceño fruncido y los dientes apretándolos.
- ¡Claro que puedo afrontar este tipo de cosas! ¿Qué crees? ¿Qué me rendiré y les daré a todas esas fans el gusto de verme destruída? Ni en tus mejores sueños.
Se pone de pie con la postura firme y camina a paso decidido hacia dentro de la fiesta siendo observada por el rubio que sonreía de lado bastante orgulloso de lo que había provocado. Algo que no soportaba Bakugou era la ineptitud de las personas ante situaciones emocionales. Se dirige hacia ella acompañándola hasta la mesa de las bebidas y se sirve en una copa de cristal una buena cantidad de vino.
- ¡Hoy me emborrachare hasta la médula! -grita eufórica alzando la botella.
Bakugou se sienta en una de las tantas sillas dándose por vencido, sería una larga noche cuidando de la castaña despechada pero decidida.
De lejos ven como Tsuyu y Momo se acercan un poco preocupada al ver cómo Uraraka atacaba las bebidas.
- ¿Uraraka? ¿Está todo bien?
Pero la castaña estaba en su propio mundo sintiendo la canción y dando pequeños movimientos de lado.
- Esta muy bien, solo quiere divertirse. -contesta el rubio.
Mina viene hacia ellas casi trotando.
- Oigan, la música que vendrá es muy bueno, vengan bailemos.
- Espera, es que Uraraka está tomando demasiado, le puede pasar algo malo.
Momo le agarra del hombro a su amiga provocando que ella las vea.
- ¡Hola, chicas! ¿Quieren un poco de vino? Esta buenísimo.
Todas parpadearon un par de veces e intercambiaron miradas. Momo lo piensa por unos segundos buscando alguna oración correcta.
- ¿No quieres bailar? La pasaremos espectacular.
- ¡Claro! -le da un sorbo más al vino y se acerca a Bakugou entregándoselo- ¿Puedes cuidarlo por favor?
Frunce el ceño y gruñe.
- Anda de una vez por lo menos de esa manera no tendré que cuidarte.
Sonríe muy contenta y va hacia la pista con sus amigas. Era mentira, no dejaría de observarla en toda la noche si fuese necesario y siendo sincero no sabía con exactitud porque lo estaba haciendo.
Mira la copa entre sus manos y la mueve a los lados viendo como el líquido se mezclaba más. Le da un trago y empieza a saborearlo en su boca, era algo dulce, fuerte pero bastante sutil. Alza la mirada viendo como Uraraka estaba riendo con todas las chicas muy feliz moviéndose en ocasiones torpe y en otras bastante bien.
Todoroki se sienta a su lado.
- ¿Qué haces aquí mitad-mitad?
- ¿Huh? Te vi muy solo y no quiero que mis amigos lo estén.
- ¡No somos amigos!
- ¿En serio? Pero siempre entrenamos juntos.
- ¡Que no somos amigos!
- Ah.
Agarra un vaso de plástico y lo llena de piña colada, lo toma y empieza a ver hacia la dirección que el rubio lo hacía.
- ¿Estás viendo a Uraraka?
- Eso a ti no te importa.
A los segundos se les acerca Denki y Kirishima sentándose a sus lados.
- ¿Qué hubo? ¿Estamos mirando a las chicas bailar? -Denki coloca ambos brazos detrás de su nunca apoyándose sobre ellas.
- Bakugou está viendo a Uraraka. -contesta con su voz apacible Todoroki.
Los ojos rojos del nombrado eran más profundos por el enojo que estaba experimentando en ese momento.
- ¿Estás viendo a Uraraka? -pregunta sorprendido Eijiro.
- Tsk. Eso a ti no te importa pelo de mierda.
- Claro que si, nos tienes en ascuas, has estado apegado a ella en casi toda la noche.
- Es que está bien ebria y no quiero que se aprovechen de su despecho. -gruñe enfadado.
Del dentro de la pista se escuchaba un público muy motivado que llamó la atención completa de los cuarto chicos, dirigen su mirada hacia ello viendo cuál era el motivo. Ochako estaba moviendo las caderas hacia dentro y afuera con las rodillas levemente a flexionadas, sus muslos vibraban por el golpe y era muy visible por las aperturas abiertas de su vestido negro, y por obra de la física consecutivamente vibraban sus glúteos siendo muy notorio por encima de su vestimenta apegada. Era una muy buena vista.
Todos sus compañeros varones tenían la boca entreabierta sorprendidos por unos segundos hasta que fueron cambiando la reacción conforme a sus actitudes.
Todoroki seguía con la mirada aquella movimiento subiendo y bajando la cabeza sin ningún pensamiento lujurioso mas que su inocencia que tanto lo destacaba. Denki sonreía animándola a seguir. Kirishima tenía la misma que Kaminari solo que él lo hacía con intenciones de hacerla sentir mejor y no por satisfacer sus curiosidades. Mientras tanto Bakugou se había apoyado en el espaldar de la silla colocando la parte superior de su talón en la rodilla del otro, extiende sus brazos y una sonrisa traviesa se le iba formando.
Izuku que salía del baño se topa con tremenda escena y se tapa los ojos muy apenado.
- ¡Esa es mi amiga! -grita Mina.
- ¡Vamos Uraraka, con todo! -le sigue Toru.
Uraraka compone su postura sin parar de reír libre y feliz, se acerca a Bakugou casi entre pequeños saltos.
- ¿Vamos a bailar, Bakugou?
- ¿Huh? ¿Y eso?
- Solo un ratito.
Le agarra de la muñeca y con la otra agarra la copa de vino, lo jala hacia la pista de baile llevándose varias miradas curiosas. Se detienen y ella se pone al frente de él moviéndose sin vergüenza. Bakugou elevaba una ceja extrañado y no se movía sino que la observaba. Toma un trago y coloca la mano derecha sobre el cuello de esté teniéndolo mucho más cerca.
- ¿Te estoy aburriendo?
- Solo te cuido, hay muchas miradas sobre ti.
Y era verdad, muchos chicos a sus alrededores estaban muy cerca de ellos.
- Yo solo quiero tu mirada.
Abre los ojos sorprendido.
- Estás tomando mucho. -trata de quitarle la copa pero ella la aparta.
- Estoy consiente aún y se lo que estoy haciendo, por fin estoy siendo yo luego de dos años interminables de sufrimiento.
- ¿Entonces, siempre quisiste bailar moviendo las caderas de esa manera?
- Aunque no lo creas, si.
Agarra su mano y da vuelta sobre su eje para luego estar en la misma pose.
- Es tan extraño que estés aquí conmigo y no quitándome de tu lado a patadas.
- Respeto a una mujer, y más si está ebria y despechada.
Jirou con Denki y Kirishima estaban en una esquina hablando sobre ellos muy felices y curiosos al igual que varios presentes.
Tocan el hombro de la castaña, ella se da la media vuelta encontrándose con Izuku.
- ¿Midoriya?
- ¿Puedo hablar contigo, por favor?
Ochako da un último vistazo a Bakugou que tenía la expresión menos amigable posible.
- ¿Qué quieres? No tienen nada más de que hablar. -habla el rubio poniéndose adelante de ella.
- Ay, Kacchan. -hace una reverencia- Solo necesito aclarar unas cosas con Uraraka, discúlpame.
La nombrada le toca el hombro al rubio que la estaba protegiendo calmándolo.
- No pasa nada, está bien, podremos hablar. Solo eso.
Bakugou compone su postura y se aleja de la pista acercándose a Shoto.
- Dime, ¿qué quieres hablar?
- Quiero arreglar las cosas contigo, ¿te parece que vayamos al baño? No quiero incomodarte con las miradas de todos y creo que es el único lugar donde podremos hablar tranquilamente.
Ochako mira a su alrededor y era cierto, para nadie ya era secreto lo que estaba pasando.
- Esta bien.
Caminan hasta los baños, se adentran y la cierran teniendo la privacidad que querían tener.
Bakugou por su parte no había despegado la mirada en ningún momento sobre ambos y su rabia lo fue consumiendo al ver cómo Deku estaba encerrándose con la castaña despechada y ebria, empezaba a tener malos pensamientos sabiendo que el pelo verde era incapaz de aprovecharse de alguien.
- Búscala. -dice Shoto.
- ¿Huh?
- Dijiste que la ibas a cuidar, ¿no? ¿Qué esperas?
- No me mandes, idiota.
- Pero sabes que tengo razón.
Tsk. Se pone de pie y sin decir ninguna palabra se mete al baño, se acerca a la puerta apoyándose sobre la pared que dividía el baño de mujeres y hombres, cruza sus brazos y trata de distraerse con la música pero la curiosidad lo estaba matando.
- Midoriya, disculpa pero no puedes arreglar esto y por favor, dejemos esto morir en paz y seamos amigos.
Se acerca a la puerta por instinto propio pero se detiene en medio camino tratando de controlarse.
- Discúlpame Uraraka, te prometo que no volverá a pasar y haré que valga la pena estar conmigo.
Su rostro demostraba todo el odio que sentía hacia su compañero de clases.
- Por favor, ya está todo dicho.
Silencio. Se escucha la perilla abrirse, velozmente se esconde detrás de una pared en curva. Izuku sale del lugar y se adentra en la fiesta tirando un suspiro de decepción.
Bakugou se acerca a la puerta y entra. El baño estaba reluciente pues era el de las mujeres. Cierra la puerta llamando la atención de ella quien estaba sentada en un banco.
- ¿B-Bakugou?
Desvía la mirada.
- Tenia que asegurarme que no se aprovecharán por tu borrachera.
- Te he dicho que estoy bastante consiente.
Silencio que fue roto por el suspiro pesado de ella.
- ¿Puedes sentarte a mi lado?
Lo duda por unos segundos pero al final termina aceptando apenas, se sienta y siente como la cabeza de la castaña se ubicaba en su hombro.
- ¿Alguna vez te has enamorado?
- No.
- ¿Te enamorarías de una chica tan tonta como yo?
- No.
- Entiendo.
Odiaba estar en una situación así y no poder ser el mismo chico cruel.
- Me enamoraría más de aquella Uraraka valiente y fuerte con la que pelee aquel día de los juegos deportivos. No se rendía y haría lo que sea por salir victoriosa.
Ella sonríe y se acurruca más en su hombro.
- Gracias.
Silencio.
- ¿Quieres tomar vino?
- Por favor.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro