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Quince

En el piso se encontraba Kirishima, durmiendo ante el cansancio y del golpe que se dio gracias a que su amiga Momo lo soltó.

- ¿U-Uraraka? -la voz le temblaba a consecuencia de la sorpresa.

- Mierda. -susurra el rubio.

Sentía que tenía de las peores suertes.

- ¿P-pero... -el semblante de Momo era indescriptible, su sorpresa era tan grande que las palabras no salían con la facilidad habitual.

Bakugou aprieta los dientes y desvía la mirada, no tenia el valor de mirar a la cara a Momo; quería cerrar el elevador y llevarse a la castaña consigo.

- ¿Estás bien? -pregunta nerviosa la involucrada.

Momo intercala la mirada entre los dos amantes, estaba que no se lo podía creer. Lanza un suspiro demasiado largo tratando de recuperar la cordura que por unos minutos la había perdido.

- Momo, ¿donde estás?

Midoriya entró a la academia al notar que su compañera de clases se estaba tardando demasiado.

Momo parpadea un par de veces reaccionando.

- Midoriya no puede verte aquí. -empieza Yaoyorozu- Si no quieres que te suplique a que vuelvas con él.

Ochako intercambia mirada con Bakugou para luego oprimir el botón para mantener las puertas abiertas del ascensor y esconderse en un punto ciego del mismo.

- Tu.

- Tengo nombre. -rechista el rubio.

- No estás en posición de reclamar. -frunce el ceño siendo lo suficientemente clara.

Era muy rara la vez que se la veía enojada a unas de las delegadas del curso. Estaba muy confundida ante esta situación.

Tsk.

- Ven y ayúdame a recoger a Kirishima.

Bastante enojado ayuda a poner de pie a Eijiro.

- Maldito pelo de mierda.

- ¿Momo?

Ambos voltean a ver a Midoriya que estaba en su búsqueda.

- Midoriya, ¿pasa algo?

- Venia a ver si necesitabas ayuda.

- Oh, no, no. Bakugou se propuso a ayudarme. -le regala la sonrisa más falsa posible.

Tsk.

- Oh, ¿y Ochako, no vino a ayudarte?

- ¡No! -la respuesta del rubio resonó.

- Midoriya, agradecería que vayas trayendo a los demás a sus habitaciones por favor. -se interpone.

- S-si.

Ven marcharse al nombrado, al asegurarse toda se meten al ascensor para llevar a Kirishima a su habitación.

Silencio, un silencio que Momo decidió romper.

- Chicos, aún estoy demasiado confundida pero no les pido explicaciones ni nada.

Con su mano libre la coloca en el hombro de Ochako quien se encontraba demasiado apenada.

- No te voy a juzgar Uraraka, debo de admitir que aún no lo puedo creer que hayas terminado con Midoriya... -suspira- pero eres una mujer libre, libre de hacer lo que a ti se te venga la gana sin tener que dar explicaciones a las personas, ¿me oíste?

Un gran peso de encima que tenía la castaña se le fue liberado, y hasta por unos minutos tenía ganas de llorar.

Uraraka por dos años y más fue emparejada obligadamente con Midoriya, los periodistas estaban bastante pendiente de ella pero nunca la vieron más allá que como "la novia del futuro héroe número uno". No quería admitirlo pero tenía miedo en parte del gran escándalo internacional cuando la prensa se entere que ella decidió terminar con el gran Izuku Midoriya y más aún que en esa misma noche se acostó con su gran rival.

Las palabras de Yaoyorozu la aliviaron, ser una mujer libre y hacer lo que se le venga en gana sin necesidad de dar explicaciones, y obviamente, sin procurar lastimar a nadie en el proceso.

- Si no estuvieras sosteniendo a Kirishima te hubiera abrazado.

- Al primero que se atreva a juzgarte créeme que tendrá su merecido.

La castaña le sonríe con los ojos llorosos.

- Y a ti, -lo mira desafiante a Bakugou- no se con exactitud tus intenciones y no me interesan, pero si ella decidió estar contigo es porque se siente segura contigo, no le falles.

Tsk.

El ascensor se abre, salen todos directos a la habitación de su compañero que se encontraba severamente ebrio. Lo acuestan con un poco de dificultad.

- ¿Necesitas que sigamos ayudándote?

- Oh no, será más difícil con ustedes ahí. No se preocupen, solo no sean evidentes.

Momo extiende sus brazos con una pequeña sonrisa sincera, la castaña sin dudar se lanza a ella para poder disfrutar de aquel abrazo que ya necesitaba.

- Muchas gracias. -le susurra.

A sus espaldas Momo le estaba lanzando una mirada de enojo a Katsuki.

Tsk.

Saliendo de la habitación dejando a un Kirishima dormido, o más bien, un poco soñoliento. Se acomoda del otro lado de su cama, realiza movimiento extraño con la boca para luego finalizar con una oración muy poco compleja.

- Bakugou y... Uraraka... -pausa, sigue realizando esos movimientos, como si estuviera saboreando los rastros de alcohol de su boca- se estaba besando en el... ascensor.

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