Curiosidad
Disclaimer: Absolutamente nada me pertenece (Solamente la loca idea de la trama) los personajes pertenecen al bello mundo de DC comics y autores, entre otros. Historia escrita sin fines de lucro. Simplemente para entretenimiento.
Warnings: Cómo en la presentación; contiene Mpreg (Aunque solo sea mencionado, nada lo suficientemente descriptivo y/o gráfico). Esta historia solo está basada en los personajes de DC comics, así que hay un poco (o quizás mucho) OoC. Advertidos están. Además de contener slash, yaoi o Boys Love (El termino que más prefieran que básicamente es el mismo).
Gracias por leerme y sin más que agregar.
Enjoy~
CURIOSIDAD
-Nunca, pero nunca deben beber del vino de las amazonas- fue la única advertencia que dijo Diana al ingresar un día en la Atalaya con una hermosa botella de vino entre sus manos -Ustedes los hombres, especialmente, están en peligro si llegasen a tomar un poco de este líquido- Movió un poco la botella de vidrio oscuro entre sus manos.
-Y si es así ¿Porque traes contigo esa botella?- preguntó Hal más que interesado.
-Bueno Hal, éste fue un regalo de una de mis amazonas y tenemos como tradición consumir el obsequio si es que es algo de comer o beber, sería un desplante deshacerme de el en su presencia y no considero seguro que se quedé en mis tierras mientras yo estoy aquí- fue la explicación de la princesa amazona.
Hal más curioso ahora que nunca ya se había propuesto averiguar porque Diana guardaba tan recelosamente aquel vino, tenía que saberlo sí o sí, pero no sería seguro utilizarlo en él mismo, ¿que tal si era mortal para los humanos? El mundo no podría quedarse sin su súper guardián interplanetario. Tal vez si lo probaba en Barry... ¡No! Ni pensarlo si Barry se enteraba lo podría dejar sin sexo más de un mes, no quería arriesgarse. ¿Superman? No, ese hombre lo podría matar si se daba cuenta de su pequeña travesura. Así que por descarte solo quedaba un hombre... Sí, Batman... Probablemente no era la mejor opción pues cuando Bruce se molestaba podía llegar a dar mucho, pero muuucho miedo, sin embargo la curiosidad de Hal era mayor que el miedo que podía llegar a infundirle el murciélago. Ahora, con su victima ya localizada, solo le quedaba organizar la estrategia para llevar a cabo su travesurilla.
Mientras la mujer maravilla se aseguraba personalmente de advertirle a sus amigos de no tocar el vino de amazonas, (Que estaba muy bien resguardado en el cuarto cajón de la derecha de su armario personal que tenía bloqueado con llave, la cual guardaba del alcance de cualquiera sujeta en un cordel atado a su cuello) Hal se aseguraba, por supuesto, de entrar a hurtadillas en la habitación de la princesa guerrera y buscar la exacta ubicación de la botella de vino, encontrando bloqueado su acceso le pidió a su anillo escanear y hacer un duplicado de la llave para poder abrir. Consiguiéndolo a penas un minuto después se apresuró a abrir y vaciar el contenido de la botella del vino a una botella vacía.
Llevándose consigo el misterioso líquido, sacó una tercera botella que contenía vino común y corriente, rellenó la primera botella, la dejó en el mismo lugar y cerró nuevamente el cajón con llave. Esperando y rogando que Diana no se enterara de nada.
Sí, cuando Hal se lo proponía podía ser muy meticuloso en su trabajo.
-Nunca, pero nunca deben beber del vino de las amazonas- Era la octava vez que Diana hacía la advertencia y los hombres de la Atalaya ya empezaban a fastidiarse.
Bruce que solo escuchaba los murmullos de los demás héroes sabía que no debía probar de ese vino, la insistencia de la mujer maravilla no era por gusto. Su extrema curiosidad lo hacía querer saber más de la dichosa bebida, sin embargo su curiosidad no significaba que fuera un tonto, y si la princesa decía no beberla significa una rotunda prohibición, tal vez si se la daba de beber a alguien más y así saciaba su curiosidad... No, lo mejor era abstenerse. Así que para olvidarse del asunto prefirió enfocarse en su trabajo. Tanto tiempo pasó sumamente enfrascado en lo que hacía que ni cuenta se dio de que sus compañeros de la liga de la justicia ya no estaban ahí, suspiró cansado y se llevó sus dedos indice y pulgar hasta el puente de su nariz apretándolo suavemente y cerrando los ojos, necesitaba un descanso.
No pasaron ni dos segundos más antes de que sintiera unas manos grandes y fuertes dándole un estupendo masaje en sus cansados hombros. El murciélago sonrió ligeramente y se relajó entre esas manos que le daban placer no solo de una forma.
-Bruce, estas muy tenso, deberías descansar un poco ¿porqué no vamos a mi habitación? Ya sabes, para que te relajes- Batman sintió un delicioso cosquilleo en su estomago al escuchar la profunda voz de su acompañante hablándole tan cerca de su oído.
-Clark, te he dicho que mientras estemos en hora de trabajo no podemos "relajarnos" como tu dices- contestó con fingida seriedad el de traje de murciélago.
-Pero Bruce tu siempre estas ocupado ¿cuando se supone que tendremos tiempo para nosotros?- El súper hombre había retirado las manos de los hombros de su pareja y se había alejado, tenía una paciencia absoluta para con su amado Bruce, pero vamos, llevaban un mes sin nada de nada, ni sexo, ni muestras de cariño más allá de un simple beso, ni siquiera habían podido acurrucarse juntos para darse mimos.
-Clark, ya te lo dije, he tenido mucho trabajo, y tu también, se paciente, prometo que encontraremos el tiempo necesario para vernos- Bruce se levanto delicadamente de la silla donde estaba sentado y muy insinuante se acercó hasta su pareja rodeándolo por el cuello con sus brazos y acercando sus rostros le dio un beso que comenzó lento y terminó en un ardiente juego de lenguas separándose a penas solo para tomar aire.
-Quítale el sexo a un hombre y se convertirá en un depredador- dijo Superman divertido al sentir como con ese simple beso su cuerpo empezaba a reaccionar.
-No le he quitado el sexo a un hombre, te lo he quitado a ti- respondió Bruce con una sonrisa ladina retirando su máscara para iniciar una nueva ronda de besos. Clark solo suspiró y sonrió divertido por las ocurrencias de Bruce.
Las cosas se iban calentando poco a poco y Superman ya casi podía estar seguro que sería su primera vez teniendo sexo en la cabina de mando, estaba a punto de arrancarle las apretadas mallas a su novio cuando de pronto escuchó, con su súper oído, los pasos de Hal acercarse rápidamente.
Se separó de Bruce de una forma poco delicada haciendo gruñir en desaprobación a este, pero explicando rápido que alguien se acercaba. Batman se arregló en un segundo el traje y regresó a la silla que antes estaba ocupando, fingió apretar uno que otro botón mientras superman se quedaba como bobo viendo una de las pantallas del computador.
-¡Oigan!- Hal entró apresurado a la sala de mandos y se detuvo casi al instante en el marco de la puerta observando a su alrededor un momento -Wooow si que se siente el sexo en el aire- dijo despreocupado con una sonrisa de burla a más no poder. Clark se sonrojó y Bruce le dirigió una mirada por demás asesina.
-¿Que quieres linterna?- preguntó molesto al sentirse más o menos descubierto por ese tonto.
-Cálmate Batman, estoy seguro que superman te recompensará con una buena sesión de sadomasoquismo después de esto- Hal estaba seguro que a ese boy scout grandote y a ese murcielaguito les encantaba las sesiones de sexo desenfrenado y salvaje, y claro, no perdía ocasión de exteriorizar ese pensamiento.
-Escucha Jordan, no tengo ni el tiempo ni las ganas de escuchar tus tonterías, así que si no tienes nada bueno que decir te pido de la manera más amable que te largues- prácticamente gruñó Bruce.
-Mmmmh, sí, bueno, solo venía a invitarlos a una pequeña reunión que tendemos más tarde, habrá, ya saben, comida, bebida... Esas cosas- dijo Hal tomándole poca o nada de importancia a la pequeña rabieta que había tenido Bruce al decirle que se largara de ahí.
-Oh! Eso esta muy bien Hal, estaremos ahí, será un buen momento para disfrutar de la comunidad entre compañeros y afianzar nuestros lazos de...-
-Clark deja de hablar por los dos. Tú ve si quieres, pero yo no pienso formar parte de esa tontería a la que llaman...-
-Apuesto a que te puedo ganar en un concurso de "a ver quien resiste mejor el alcohol" señor odio las fiestas- Bruce fue interrumpido por Hal que ya tramaba quien sabe que, pero que sabía el murciélago jamás se negaría a un reto en su contra, conocía demasiado bien el ego de Bruce.
-Estaremos ahí- fue lo último que dijo el de traje oscuro y Hal sonrió muy satisfecho, lástima que Batman no pudo ver esa sonrisa, de haberla visto hubiera intuido que ese gesto no presagiaba nada bueno.
Y así un par de horas más tarde ya se encontraban casi todos en la reunión organizada por Hal.
Barry estaba con Diana y Superman hablando de tratados políticos intergalácticos, nada interesante, según Hal, que ya se encontraba en una pequeña mesa con varios vasitos servidos con bebidas alcohólicas de diferentes tipos dispuestos en varias filas de 10 en 10.
-¡Atención todos! ¡Atención!- habló el linterna verde llamando a todos los presentes que se acercaran -Yo, Hal Jordan, reto a este tonto de acá a un concurso de tragos- dijo señalando a Batman que ya estaba empezando a arrepentirse por eso que estaba a punto de hacer.
Un gran bullicio se escuchó por parte de todos haciendo ya sus apuestas, algunos por Batman, otros por el linterna. Superman apostó todo su salario a Batman, cosa que hizo que el caballero de la noche rodara los ojos en total desacuerdo, sabía que iba a ganar, pero no por eso el bobo de Clark tenía que verse tan feliz apostando por él.
El concurso empezó Bruce le llevaba una gran ventaja a Hal que solo alcanzaba a tomarse un trago mientras que el Bruce tomaba hasta tres de una sola vez. El linterna sonrió triunfante y casi a la mitad de los vasos se declaró como el completo perdedor fingiéndose ya borracho. Bruce jamás se imaginaría lo que se acaba de tomar. La botella completa del vino de amazonas.
-Bien hecho amigo, ganaste- lo felicitó secamente Hal, aunque por dentro la curiosidad del efecto del vino lo carcomía pues Bruce no había presentado ni siquiera síntomas de embriaguez.
-Oye Hal, que tanto le ves a Bruce, si sigues así Superman se pondrá celoso- rió un poco divertido Barry al ver que su pareja le estaba prestando demasiada atención al caballero de la noche, estando ya ambos apartados. Bruce con Clark hablando de algo que no alcanzaba a escuchar.
-Nada, solo pensaba que es imposible que a un simple humano no le afecte la cantidad de alcohol que ese tipo consumió- Hal estaba de verdad ansioso por ver los efectos de la bebida, pero nada pasaba. De pronto vio a Bruce marcharse con Superman y la conversación que tenía con Barry fue olvidada solo para seguir a sus dos compañeros. Flash en seguida notó el extraño comportamiento de su novio y decidió seguirlo. No tardó mucho en encontrarlo afuera de la habitación de Clark parado como si lo hubieran petrificado se acercó despacio y al instante se detuvo también.
Los gritos y gemidos de placer de Bruce se escuchaban hasta afuera y por lo que se notaba no parecían querer ocultar lo mucho que estaban disfrutando ahí dentro.
-Hal, yo creo que deberíamos irnos- Barry tomo por los hombros al castaño y trataba de moverlo de ese lugar pero su novio parecía no reaccionar.
-¡OH SI! ¡KAL-EL! ¡AHÍ! ¡SIIII! ¡MÁS FUERTEEE! ¡ERES TAN GRANDE! HMM...-
Barry se erizó de pies a cabeza y no precisamente con agrado, más bien se sentía de lo más incómodo estando ahí escuchando todo.
-En serio Hal ¡vámonos!- Haló a su novio lo más lejos que pudo del lugar y cuando por fin el linterna salió de su shock decidió preguntarle que diablos pasaba. A Hal no le quedó de otra que contarle a su pareja.
-Al parecer ese vino solo era un afrodisíaco- concluyó Barry al escuchar toda la explicación de Hal.
-Eso creo... ¡Diablos! De haber sabido te lo hubiera dado a ti- refunfuñó el castaño.
-Cariño, a mi no necesitas darme eso, con que te quites la ropa basta para encenderme- contesto el rubio con una enorme sonrisa mientras se sentaba en las piernas de Hal y lo rodeaba por el cuello en un abrazo íntimo que terminaba en un beso.
-Oh, Barry, tu no necesitas ni quitarte la ropa para encenderme-
Esa noche hubo bastante acción tanto en la habitación de Flash como en la de Superman.
Un mes había pasado ya desde la bromita de Hal. Por supuesto Bruce se dio cuenta de todo, bueno casi de todo, pues había llegado a reclamarle a Hal por poner afrodisíaco en su bebida, y Hal para no ser descubierto por Diana no había negado nada, lo mejor era que Bruce pensara eso.
El problema había llegado cuando repentinamente Bruce se enfermó con síntomas de nauseas, mareos, vómitos matutinos y unos terribles antojos. Clark estaba por demás preocupado por su pareja, así que sin pedirle permiso lo llevo con un doctor de su confianza. Dos días después de tomarle los análisis necesarios a Bruce la respuesta le fue entregada en un sobre sellado.
Bruce espero estar completamente solo para abrir el sobre y lo que leyó definitivamente no lo esperaba, tan grande fue su asombro que se desmayó haciendo un ruido sordo al caer. Todos los de la liga corrieron a averiguar que fue ese sonido y se encontraron con un Bruce desparramado en el piso con nada de delicadeza.
-¡Oh dios, Bruce!- Clark corrió hacia él y le movió por los hombros hablándole bajito para intentar despertarlo -Bruce, despierta por favor, Bruce- el murciélago abrió los ojos despacio y parpadeó un par de veces antes de mover la boca intentando hablar.
-Clark...¡¡grandísimo imbécil, vas a ser papá!!- Superman esperaba cualquier frase, pero jamás una como esa.
Todos en la sala enmudecieron y luego empezaron a cuchichear, a Batman le importó poco que todos se enteraran.
-D-de que estas hablando ¿Cuál mujer te ha dicho eso?- preguntó temeroso el súper hombre.
-¡¿Cómo que cual mujer?! ¡¿Con quien has estado Kal-El?!- Batman estaba histérico intentando levantarse del piso.
-Bruce, amor, juro que no he estado con ninguna mujer, es solo que ¿Cómo podría ser padre sino con una mujer?- Clark empezaba a sudar con esa conversación.
-¡¿Cómo que con quién?! ¡Pues conmigo idiota!- y ahora fue el turno de Superman de desmayarse.
-¡Dios! ¡Clark!- gritó Diana desde un lado del salón.
-Oye, Hal, creo que lo que le diste a Bruce no era un afrodisíaco...- murmuró Barry
-Shhhh, Bar, podrían escucharte-
-¡Oooh! Claro que lo escuché Jordan, ahora me dirás que demonios me diste aquella vez- la mirada de Batman no era para nada amigable y mucho menos compasiva.
-Bats, vamos, amigo, no creerás que el vino de amazonas pudiera...-
-¡¡Hal Jordan, te dije que no tocaras ese vino!!- Diana interrumpió el intento de linterna por defenderse.
Estaban a punto de atacar a linterna verde con todo su poder cuando de pronto se escuchó un ruido extraño, todos se voltearon hacia Superman sólo para descubrir que ese ruido era la risa del súper hombre que recién se despertaba.
-¡Oh, Hal!, amigo, me has hecho el hombre más feliz de la tierra ¡Voy a ser padre!- gritó casi al borde del éxtasis tomando a Batman de las caderas y echándoselo al hombro como si fuera un costal de papas gritando algo de ir a comprar ropa para el bebé.
-Bueno, supongo que ese asunto se arregló- dijo nervioso Jordan mientras intentaba alejarse lo mas que podía de la mujer maravilla.
-Tal vez para Superman no sea problema, pero yo no te dejaré huir...- dijo sombría Diana mientras se tronaba el cuello de una manera nada femenina.
-Bar ¿Crees que salgamos vivos de esto?- preguntó al aire pues Barry haciendo uso de su superpoder como Flash había desaparecido -¡Barryyyyy!- gritó agudo como chica al verse acorralado por la amazona.
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