-¿Mamá?- voltee mi rostro del horizonte, para ver a quien me había llamado, era mi hija, mi niña
- ¿Si, Assa? -
-te estuve buscando por todos lados - dijo mientras se sentaba al lado mio
-Ya me encontraste-
Ella suspiro- estaba preocupada mamá, Henry también lo estaba, pero el no pudo salir a buscarte porque tenía trabajo-
- No se tienen que preocupar por mi, yo estoy bien-
- No mamá, no lo estas, desde que... Papa murió-
- Yo estoy bien, con ustedes y con los niños, es verdad que estoy distinta, es solo que *suspiro* extraño a tu padre, una parte de mi se murió con el, pero si yo sigo acá es por algo, ¿no?-
Ella me abrazo por el costado- ¿porque se tuvo que ir? - dijo mientras le caía una lágrima por la mejilla
- la vida es así, no somos eternos- dije mientras veía al horizonte, en ese acantilado, que había venido miles de veces con mi amado- en esta vida - seguí- estoy segura que tu padre nos esta esperando en algún lugar, junto a tus abuelos, pero mientras tantos hay  que vivir-
- Lo extraño, los niños lo extrañan, el pueblo, mi hermano, todo el mundo-
- Hipo fue un gran jefe, un gran amigo, padre y esposo, una gran persona, que hizo mucho por Berk, aunque lo haya tratado como lo trato, y nunca le reclamo nada-
- Pero mamá justo ahora, porque se tuvo que ir- dijo tocando su vientre - le hacía tanta ilusión conocer a su nieto- dijo mientras me abrazaba más fuerte y yo a ella
- Estoy seguro que esta con la misma ilusión donde quiera que esté, y estoy seguro que el quiere que vivamos nuestra vida como siempre, que le relates a tu hijo, lo grande que era su abuelo, sus historias y sus aventuras-
- y así será mamá, hay que vivir por el, seguro que así lo quiere, y si llega a ser niño le pondré  como el- dijo secándose las lágrimas
- Hipo Habadejo Haddock IIII, eso le gustara-
Nos quedamos unos segundos en silencio
- ¿mamá? ¿Que echas de menos de el? - echo de menos su voz, su voz diciéndome que me quiere- dije cerrado los ojos, y así dejando que las lagrimas contenidas bajaran por mis mejillas