Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

capítulo 16

Yoongi sintió sus mejillas enrojecer al instante. Él no había comenzado a humedecer su entrada, ¿no?, él no estaba en celo. Ya había terminado. Era imposible.

¿Entonces por qué sus piernas empezaron a temblar cuando Jimin se acercó a él a paso lento?

Jimin no es un beta.

Un beta no tendría un color rojizo en su mirada. Esa forma tan dominante de caminar, de gruñir, de moverse; un beta nunca olería a alfa.

Un beta jamás le dejaría helado tan sólo con una mirada. Tan indefenso.

Se sentía como una pequeña presa hipnotizada por los encantos de una voraz serpiente. Sólo se quedó allí, estático, viendo con atención cómo Jimin acortaba la distancia entre ellos para hundir la nariz en su cuello. Respirando su aroma.

Y entonces lo sintió. Un aroma fresco, casi mentolado, mezclado con un toque de vinagre; atropellando contra su rostro y haciéndole inhalar profundamente. Pudo sentir a su omega nuevamente revolverse en un gemido, provocando que sus piernas flaquearan y su respiración se cortara irremediablemente.

"Alfa, alfa, alfa..."

Su omega llamaba a gritos, escapándose de sus labios como un susurro que sólo Jimin pudo escuchar. Las manos del menor rodearon la cintura del rubio con posesión, totalmente fuera de sí.

—Omega...

Ambos temblaron cuando fueron golpeados por aquel momento definitivo. Ambos sabían que eran predestinados, que la luna los había elegido como compañeros de vida. El omega había hecho el llamado.

Y el alfa, enterrado por la mordida de otro dominante en el cuello de su portador, había despertado sólo para responderle.

El alivio de Yoongi fue súbito. Se dejó acunar por los brazos de Jimin que rodeaban su cintura, hundiendo su propia nariz en el cuello del otro. Con sus ojos, alumbrados por un bonito azul marino, lagrimeando al reconocer a su pareja.

Dejando de lado todos los sentimientos negativos de hace apenas un par de minutos; tan sólo dejándose llevar por el sentimiento abrigador de al fin tener a su compañero de vida. Su alma gemela. Su todo.

Dejándose tocar por el delta por primera vez, sintiendo una gran asfixia si no era acariciado por esas manos que había esperado toda su vida.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro