Esta historia comienza en un vecindario de la ciudad de Royal Woods, era una oscura y tormentosa noche, todos ya estaban dormidos a excepción de alguien; un pequeño niño de seis años que tenía problemas para dormir a causa de la tormenta que lo hacía temer por ver los truenos y relámpagos a través de su ventana.

sus gritos fueron tan estridentes que despertaron a alguien, y ese alguien era su hermana mayor, una niña castaña de once años; ella al escuchar a su hermanito fue corriendo a su habitación para ver lo que sucedía.
Al entrar pudo ver a su hermano pequeño envuelto entre las sábanas lleno de miedo por los truenos. Se acercó lentamente hasta estar lo bastante cerca de el y comenzó a acariciar su cabello que estaba descubierto.

-Darren ¿Que tienes "nano"?.- preguntaba una niña de cabello castaño que entraba a la habitación del niño.

- ¡Hermanita tengo miedo! ¡los truenos me dan miedo.- gritó el pequeño Darren asustado y aún envuelto entre las sábanas.

- calma pequeño, solo es una simple tormenta.- contestó la niña acercándose más al niño asustado.

- pero me da miedo ver los relámpagos por la ventana.- dijo el pequeño que ya empezaba a llorar por el miedo.

- no llores hermanito, yo no dejaré que esa fea tormenta no te deje dormir.-

- pero los truenos...-

- oh vamos, son simples truenos ¿que daño pueden hacer?.-

Repentinamente se escuchó el truenos más fuerte de todos que fue tan potente que el niño se abalanzó sobre su hermana para abrazarla con todas sus fuerzas, era muy evidente que estaba muy aterrado por la tormenta. Dana correspondió al abrazo mientras calmaba a su hermano, ya el se estaba tranquilizando aunque aún estaba asustado.

Una característica de Darren era el hecho de que a veces tenía problemas para dormir solo, pues en las noches a veces tenía pesadillas. Pero solo bastaba con la presencia de su hermana mayor para que pudiera dormir tranquilo; pero en los casos como ese Dana se quedaba con el para que el se sintiera más seguro al estar en compañía de su persona favorita en el mundo.

-ya tranquilo hermanito, parece que la tormenta ya se detendrá.- dijo la niña Dana para tratar de calmar a su hermanito.

-pero yo tengo miedo; por favor no me dejes solo.- contestó Darren aferrandose al brazo de su hermana mayor.

-bueno ¿Quieres que me quedé aquí?.- preguntó la niña de once años mientras acariciaba la cabeza del pequeñín.

- si, por favor no me dejes aquí solo.-

- de acuerdo, pero solo por esta noche "nano".-

El pequeño solo asintió y Dana al ver eso se puso al lado de el, se acomodó para tratar de dormir y al estar cerca de Darren el seguía temblando por el miedo. Pero ella aún así sabía que hacer para quitarle el miedo por completo, además que ella era la única persona además de sus padres en la que confiaba demasiado, por lo que a la niña no se le hacía difícil el poder calmarlo cuando este se asustaba o se ponía a llorar.

Abrazó tiernamente al pequeño y comenzaba a decirle que no hay nada que temer; al pasar unos minutos ambos hermanos se quedaron dormidos. Se podía notar el inmenso cariño que había entre ellos dos; dos hermanos que sin importar que siempre estarían juntos; y es así como la historia de Dana y Darren comienza.

...

Los años pasaron y ellos aun seguían siendo muy unidos; hacian todo juntos, no había momento en el que ellos no estuvieran separados. Aunque a la hora de ir a la escuela si tenían que dividirse; pero aún así se podían reunir con sus amigos, esperando llegar a casa y seguir jugando con el otro.

Algunas veces Darren terminaba atrapado cuando Dana traía a sus amigas de la escuela y era obvio lo que sucedería; al ser un niño pequeño y muchas chicas mas grandes eso significa que terminarías haciéndole de su "bebé". Aunque el disfrutaba de estar junto a su hermana mayor ya que la amaba demasiado, tanto como para soportar que sus amigas lo vean como un osito de peluche.

El chico varias veces tenía que soportar que esas niñas lo llamarán "nano" sobre todo porque ese sobrenombre solo Dana podía decirlo. Dejando eso de lado la mayor parte del tiempo estaban haciendo cosas juntos, ya sea en compañía de sus padres o cuando ellos se quedaban solos en casa y Dana se quedaba a cargo obviamente por ser la hija mayor.

Por supuesto Darren no tenía muchos amigos debido a que un rasgo muy característico de el era que la mayor parte del tiempo se la pasaba dando abrazos a su hermana mayor, lo que provocó que lo catalogaran como un rarito; aunque esas burlas no duraron mucho cuando Dana les dio su merecido a los que molestaban a su hermanito.

Unos años después Darren pudo devolverle el favor a su hermana cuando este se enteró que un chico de su secundaria la estaba molestando llamándola "zorra". Eso disgustó al niño que sin pensarlo dos veces fue con ese tipo para darle una lección, cosa que dejó a todos realmente sorprendidos pues no se esperaban ver a un niño pequeño defender tanto a su hermana.

Aunque al final el término muy lastimado la pelea valió la pena pues todos en esa secundaria quedaron atónitos cuando vieron a un chico de secundaria ser vencido por un niño de primaria. Después de eso jamás se volvió a saber de aquel bravucón; se podía decir que no quería volver a donde lo humillaron.

Pasado ese suceso ambos hermanos estaban más unidos por el gran acto de valentía por parte de Darren, al punto en el que Dana lo veía como su caballero valiente que se enfrentó a un maleante. Aunque eso fue muy raro ya que Darren no era un niño violento, pero era probable que ese día hiciera una excepción para proteger a la persona que más quiere.

Durante los años siguientes los dos continuaron con sus vidas, haciendo nuevos amigos y viviendo grandes experiencias. Pero lo que ninguno se esperaba era que ese vínculo comenzaría a desaparecer con el pasar del tiempo, principalmente desde que Dana comenzó la preparatoria y Darren estaba en quinto grado; ahí fue cuando se desataron los acontecimientos que verán a continuación.

...

Época actual.

Era una mañana tranquila en la ciudad de Royal Woods, toda la gente despertaba para dar comienzo a un nuevo día. En una casa en particular se encuentra una familia conformada por una mamá, un papá y sus dos hijos, una chica de 16 años y un pequeño niño de 12 años. Ambos comenzaban a despertar después de una larga noche de descanso.

- otro gran día.-

dijo la joven Dana Miller de 16 años mirando alrededor de su habitación;
La joven se acercó a la ventana para ver y contempló que era un bello día.
Al menos ahora si podía decir eso porque desde hace unas cuantas semanas Dana había estado bajo mucha presión después de que en su escuela ya había comenzado la temporada de exámenes.

Por otro lado, en su trabajo de medio tiempo ya había una nueva gerente y ella si era muy exigente, lo que le daba molestias durante su jornada laboral. Suspiró de alivio al saber que este sería el primer día libre que tendría; sin tareas, sin trabajo, estaba totalmente libre.

- ya se, invitaré a mis amigas a venir aquí.-

Tomó su celular para llamar a sus amigas y en cuanto contestaron la conversación dio comienzo. Hablarán de cosas de chicas, que obvio el autor y los que leen esto no quieren saber.
Durante la plática habían acordado verse en casa de Dana para reunirse y platicar; ahora la castaña estaba feliz, era su primer día libre en mucho tiempo y que mejor manera de pasarlo que en compañía de sus mejores amigas.

Ya mientras ella seguía en su "conferencia", en la habitación del frente alguien más estaba despertando, ese alguien era un chico de 12 años de cabello castaño y de personalidad amigable. Efectivamente, se trata del pequeño Darren Miller quien al igual que su hermana mayor recibía el día con muy buen humor.

...

-que hermoso día; el sol brilla y hay una gran tranquilidad en el aire.-

Dijo el hijo menor de la familoa mientras miraba por la ventana de su cuarto, se levantó de la cama y salió en dirección hacia el baño, quería estar limpio para tener un buen día. En cuanto llegó pudo verla a ella, a Dana, su hermana mayor que salía de su habitación para al igual que el ir a tomar un baño.Ya era muy sabido que Darren acostumbraba mostrarle a su hermana cuanto la quería.

Razón por la que sin pensarlo se fue hacia ella y la recibió con un fuerte abrazo de oso mientras le daba los buenos días, pero al parecer Dana no estaba de humor para responder a su buen gesto. Debido a que por alguna razón ella últimamente no había estado de buen humor, cosa que Darren trataba de arreglar dándole afecto.

- !Darren ya basta, suéltame! Ya te dije que no me gusta que me estrujes.- dijo Dana quitándose a su hermano de encima.

- perdón hermanita yo solo te quiero desear un buen día.- contestó con una gran sonrisa dirigida a su hermana.

-sería un buen día si no me estrujaras tan fuerte tonto.- respondió Dana molesta apartando al niño de su lado.

- es que me emocioné de verte y...-

-si si, no me importa, ahora hazte a un lado y déjame entrar al baño.-

-... está bien, luego hablamos.-

Darren solo notó que parecía que ella no estaba de humor pero de todas formas el jamás se enojaría con su querida hermana, por el amor que siente por ella por ser la persona a la que más aprecia. Pasaron unos minutos y la chica salió del baño; le señaló al niño que ya podía entrar y sin perder más tiempo el entró para tomar un baño y poder comenzar con su día.

Mientras el estaba tomando una ducha, Dana estaba en si cuarto enviando mensajes con una de sus amiga: una chica pelirroja llamada Becky. Ambas hablaban sobre la reunión que tendrían en unas horas y así pasar un buen rato después de mucho tiempo de no verse,

No habían podido juntarse ni salir juntas desde que comenzó la semana de exámenes y para colmo que algunas de ellas tenían trabajos de medio tiempo que les impedía ver a sus amigas. Pero después de mucho tiempo finalmente se podrían ver para pasar el rato juntas, junto con otras dos chicas que estaban en el mismo grupo de Dana.

- espero que podamos reunirnos por fin... Y espero que nada salga... mal.-

Ahí de inmediato en su mente se le plasmó la imagen de su hermano menor, ¿Como podría ser una reunión tranquila si el iba a estar ahí? Tenía que encontrar la forma de mantenerlo ocupado hasta que sus amigas se fueran. De pronto sus padres aparecieron en su puerta, le estaban informando que ellos tenían que salir porque irían a ver a un amigo que estaba hospitalizado; en su interior la chica celebraba porque así tendría la casa para ella sola, sin contar a Darren.

Cuando ellos estaban a punto de irse le dijeron a Dana que ella estaba a cargo y que cuidara la casa y a su hermano, el cual estaba jugando videojuegos en su habitación.

- muy bien hija, tu padre y yo nos vamos, cuida a tu hermanito.- dijo la Sra. Miller a punto de salir por la puerta.

- si descuida mamá, yo me encargaré de cuidar a ese pequeño demonio.- contestó la chica con una sonrisa de confianza.

- vamos hija, Darren no es un demonio pero de todas maneras cuídalo bien.- contestó su padre mirando hacia el piso de arriba.

- ok, lo haré y verán que todo va a salir bien.-

- eso es lo que siempre esperamos de ti hija; nos vemos en la tarde.-

- hasta pronto y pásenla bien.-

no tendría que ir al trabajo y para mejorarlo, sus padres no estarían en casa por un largo rato. Pero su ánimo se detuvo cuando recordó algo muy importante: Darren estaba en casa; tenía que ver como evitar que estuviera ahí en cuanto las amigas de Dana llegaran, así que mientras pensaba fue corriendo a buscarlo; ahí lo encontró, en la sala de su casa.

-ah hola Dana, ¿Has visto mi Nontendo DS? No lo encuentro en ningún lugar. Ahí tiene mi partida de PokéMonster Fantasma Plateado y quiero seguir jugando.- dijo el pequeño Darren buscando su consola por la sala

- ¡No entiendo tus palabras de nerd! ahora escúchame, mis amigas vendrán a la casa en cualquier momento y necesito que desaparezcas.- respondió Dana señalando el piso de arriba para que el chico subiera las escaleras.

-¿Como que desaparecer?.-

- ok mira, quiero que vayas a tu habitación y no salgas de ahí hasta que mis amigas se hayan ido ¿Entendido?.-

-ok, si es importante para ti entonces lo haré.-

Finalmente llegaron a un acuerdo con el que Dana tendría el terreno libre para ella y sus invitadas, pero de pronto alguien tocó el timbre y al fijarse se percató de que eran ellas. Ya estaban ahí asi que la castaña tomó a su hermano de la mano y lo llevo a su cuarto, con la esperanza de que el obedezca y se quede en su cuarto hasta que ella le dijera.

Le repitió de nuevo sus instrucciones al chico de no salir hasta que ella lo diga, ya cuando estaba por cerrar la puerta el se abalanzó sobre ella y la abrazó tiernamente. Eso le causó a Dana demasiada incomodidad y algo de enojo, por lo que ella simplemente lo apartó de forma algo agresiva con tal de que ya no siguiera dándole esos abrazos tan fuertes.

- ¡Ya te dije que nada de abrazos! ¿No ves que me aprietas muy fuerte?- dijo Dana molesta apartando a Darren de forma brusca.

- perdón hermanita, yo solo quería hacerte sentir bien.- respondió Darren disculpándose con su hermana por lastimarla.

- ¡bueno ya!, quédate aquí enano y no salgas hasta que yo te diga.- contestó la chica a punto de cerrar la puerta del cuarto de su hermano menor.

- está bien, por cierto si ves por ahí mi Nontendo DS ¿me lo puedes traer?-

- ¡Ya tienes tu Nontendo Swap en tu cuarto, así que búscalo después!.- 

- ok, lo buscaré después; es que ya estoy en la cima de la Montaña de Hielo a punto de pelear contra el entrenador Carmesí.-

Como toda hermana mayor no entendió nada de lo que su hermano había dicho, ya que ella veía que a el le gustaba lo que ella llamaba "cosas de nerds". De pronto el timbre de la puerta sonó, Dana fue a atender y al abrirla ahí estaban sus amigas, que ya estaban felices de estar juntas otra vez.

Ella las invitó a pasar a la sala para que se pusieran más cómodas y pudieran hacer sus cosas, pero la anfitriona estaba algo pensativa por lo que acababa de suceder. Dana suplicaba que Darren si fuera muy obediente y que no saliera de su habitación, esperando que todo salga bien y que nada pueda arruinar su día libre sin imaginar que ella sería la que lo arruinaría todo para ella, para Darren... y para una de sus amigas.

-espero que ese pequeño nerd no me arruine ésto.-

Continuará...