>>Ese vampiro se a mantenido oculto en la sombra desde hace muchos siglos. Llegó su momento, inicia su venganza y no se detendrá hasta cumplir su propósito. Él siempre estuvo cerca...<<

C A R L O S

Aún me cuesta asimilar que perdí a Aylin.

Me niego aceptarlo. No dejó de pensar en su funeral. No puedo soportar el dolor de haberla perdido.

Todo era mucho mejor antes sin la cercanía de esos vampiros. Estaba con ella, acepté casarme con Aylin porque la amaba, lo sigo haciendo. Por no dejarla sola. Por la petición de Sara.

Después de todo, logré estar con ella como tantas veces me lo imaginé. Desde el primer momento que la ví, sentí esto por ella. Aunque ella siempre me vió como un amigo. Tuve que soportar verla con Zack, con ese maldito vampiro y justo cuándo pude estar con ella, fue tan poco tiempo para ahora pasar esto.

No me importó su hija, la acepté con tal de estar con Aylin. Intenté verla como mi propia hija, me fue imposible. Nunca lo logré cuando Sam y Sara, si terminaron por apreciarla. Sam al principio convencía a Aylin de no tenerla, sentía el mismo rechazo que yo con esa niña, hasta que nació y todo cambió. Sam de olvidó que era la hija de ese vampiro. Aylin le importó muy poco y siempre fue una buena madre con ella y mientras más pasaban los años, esa niña iba creciendo y no evité compararla con ese monstruo.

Me arrepiento de no haber protegido a Aylin cuando se lo prometí. Jamás debí dejarla sola. Debí alejarla de él. La idea de perderla, de verla convertida como él, ellos me aterro. Tenía la idea de evitarlo, no iba a soportar verla siendo vampiresa sin embargo no me atreví a lastimarla. No sabía como evitar eso sin ella salir afectada.

Y a estas alturas, la hubiera preferido verla convertida que verla en esa tumba. Y terminar hasta este punto:

-¡Vendrán, ellos los matarán! -grito mientras soy empujado con brusquedad por esos dos guardias y me sacan del bar. Pierdo el equilibrio, enseguida me recupero sin embargo me tambaleo un poco- ¡están cerca!

-¡Lárgate y no vuelvas a pararte por aquí!

Me doy la vuelta, veo la puerta ser cerrada de golpe.

-¡Los vampiros existen! -veo la fachada del bar- vendrán a matarnos. -resoplo y me doy la vuelta mientras avanzo. Intento caminar en línea recta sin embargo todo me da vueltas. Me tambaleo un poco e incluso veo borroso- somos su alimento.

Sigo caminando por la calle, a altas horas de la noche. Las calle es iluminada con lámparas y se puede percibir la claridad de la luna.

No pienso regresar a ese maldito Castillo. No quiero saber nada de esos vampiros. Prefiero quedarme en mi mundo, sin embargo ni siquiera aquí puedo estar tranquilo al saber que Aylin no estará más aquí.

Muevo mi brazo, hago una mueca al sentir el dolor al moverlo. Es inútil, es complicado hacerlo al encontrarse vendado. Preferí curarme en un hospital normal que por esos vampiros. En el funeral marqué distancia con ellos, me sorprende su cinismo de estar presente en el funeral de Aylin cuando ellos tuvieron que ver con su muerte.

Estoy consciente que es un peligro estar a estas horas de la noche ambulando por las calles. Puedo ser víctima de un asalto, golpiza, secuestro o simplemente algún vampiro o ser sobrenatural venir a matarme. Sin embargo, a estas alturas ya no me importa.

No quiero regresar a la casa. No quiero encerrarme cuando ni eso me hará olvidarla.

Ni siquiera le he avisado a mis padres. Ellos siguen creyendo que me fuí de viaje con mi esposa y su hija que nunca las aceptaron del todo. Todos estos meses he perdido comunicación con ellos. No me atrevo a llamarlos y darles está terrible noticia. No me atrevo a contarles que perdí a la mujer que amo por culpa de esos vampiros cuando sé que no me creerán. Antes lo intenté y no me creyeron. Ni por lo que les conté, me creyeron, para ellos fue una simple alucinacion o el recuerdo de una pesadilla.

"Eso no es real Carlos"

"¡Lo es madre, te estoy diciendo la verdad. Aylin conoció a esos vampiros"

"Hijo, no existen. Ella simplemente es una mujer rara que te está metiendo esas locas ideas en la cabeza. Por eso yo y tú madre no la queremos para ti"

"Ella no tiene la culpa. La amo. Son ellos"

"Basta Carlos, olvida ese mal sueño y regresa a la realidad"

Nunca me creyeron.

Sigo avanzando, siento un poco de frío sin embargo sigo caminando mientras con mi mano libre limpio las lágrimas que se deslizan por mis mejillas.

Termino por llegar hasta un puente. Me sostengo del barandal con una mano y me inclino un poco. Intento mantenerme despierto. Espero que mi estado de ebriedad se me pase.

-Aylin -me enderezco y apoyo una mano en el barandal- lo siento, te fallé. No te salve de esos monstruos- sostengo con fuerza el barandal- te mataré Darren, maldito vampiro.

Suspiro y agacho la vista.

Tantas veces me quise enfrentar a él sin embargo existe una gran desventaja para mí a él ser inmortal, más fuerte y veloz. Soy un débil humano comparado con un vampiro.

Desde hace años he querido matarlo y no lo he logrado. Incluso tuve la idea de cazarlos sin embargo soy débil y no me atrevo a hacer eso. Ni siquiera sé un número exacto de cuántos vampiros existen y tampoco sé como destruir a cada uno cuando ni a Darren, puedo hacerlo.

Alzo la vista y suspiro.

De pronto, el ruido de un graznido me hace ponerme alerta. Rápido desvío la vista notando a un cuervo aterrizar y quedarse quieto en el barandal a una cierta distancia de mi.

Enseguida doy un paso atrás, pierdo un poco el equilibrio sin dejar de sostenerme del barandal.

Por un momento pienso que es el cuervo de la hija de Aylin, que ella está aquí y posiblemente venga a beber mi sangre ahora que es un monstruo como ellos o peor, a matarme.

Inclino un poco la cabeza. El cuervo vuelve a graznar. Alerta observo alrededor, me encuentro solo en la calle. Regreso la vista en él y doy un paso adelante. Lo miro con detenimiento y descarto esa idea. Ese cuervo es mucho más grande que la rara mascota de ella.

-¡Largo! -suelto el barandal y muevo mi mano libre- ¡Vete maldita cosa!

Logro espantarlo.

El cuervo vuela, lo observo hasta perderlo de vista.

Me obligo a calmarme. Estoy alterado y nervioso. Debo irme en cuanto antes. Debo alejarme de la oscuridad.

Suspiro y me volteo. Vuelvo a colocar mi mano en el barandal, con detenimiento observo mi anillo de compromiso sin evitar pensar en ella.

La tristeza me vuelve invadir. Cada recuerdo con ella.

No obstante, ese cuervo vuelve a interrumpir. Vuelve a parecer en el mismo lugar.

Molesto lo observo. Deja de graznar y agacha la cabeza.

-¡Largo! -le grito sin esta vez ahuyentarlo.

Me dedico a verlo, alerta y a la vez preocupado.

No es normal que este cuervo este cerca de mi.

-Es un gran dolor perder a tu alma.

Rápido me volteo al escuchar una voz detrás de mí, observo hacía atrás sin ver nada más que la calle desolada.

Suspiro y regreso la vista en frente. Veo a ese cuervo fijamente.

-Debo irme -retrocedo un paso.

No obstante, creo distinguir frente a mi una cortina de humo que se exparse por el suelo. Pestañeo varias veces, incluso tallo mis ojos.

-Estas mal Carlos. No es real -me digo a mi mismo y bajo mi mano.

Sin embargo no funciona, el humo se esfuma y en su lugar noto una silueta frente a mi. Una sombra que sale de esa oscuridad y con la poca iluminación logro ver a un extraño hombre frente a mi.

Abro los ojos sorprendido. Paso saliva al verlo con detenimiento. El miedo me invade al notar sus largos colmillos.

-Va... váyase -intento moverme sin embargo mis pies se niegan avanzar- no...no se acerque -mi mano empieza a temblar- ¿Qué es? -escucho al cuervo graznar- es como ellos ¿verdad? -no recibo respuesta- si a venido a matarme o ellos lo enviaron... No me importa ¡Hágalo de una vez!

Logro retroceder un paso al ver que él da un paso adelante.

-Yo actuó solo, nadie interfiere en mis planes -percibo ese tono frívolo en su voz.

Paso saliva y retrocedo otro paso.

-No se acerque - de pronto me detengo, veo sus largas uñas sobresalir de su túnica- ¿Quién eres? -lo veo con detenimiento. Tengo la seguridad que es un vampiro pero apesar de haber conocido a varios, él me es desconocido.

Lo veo sonreír con malicia. Sus largos colmillos son más evidentes sin embargo que lo haga me causa más miedo.

-Durante siglos he estado oculto en la sombra. Eres el elegido para saber de mí existencia- veo al cuervo volar y aterrizar en su hombro derecho - soy Derek Valentains Líder de todo el Mundo vampírico. -su siniestra sonrisa se ensancha. Sus ojos carmesí se intensifican de tono.

Pierdo un poco el equilibrio, rápido me sostengo del barandal. Intento recodar. Perplejo lo observo.

-¡¿Tú!? ¿Tú eres quien controlaba... a Aylin y a su hija?

-Fue tan fácil hacerlo.

-Eres el hermano de Salvatore -afirmo con seguridad.

Su mirada se vuelve sería sin embargo no oculta sus colmillos.

Paso saliva.

Si ese vampiro fue despiadado, no quiero imaginar como es su hermano mayor después de haber escuchado todo lo que se rumora de él.

-¿Qué quieres? ¡Va ... váyase!

Él da un paso adelante.

El cuervo baja de su hombro.

-Deseas venganza. Deseas destruir a Darren tanto como yo -sonrie con malicia- te arrebató a tú amada. Deseas enfrentarte a él, pero siendo un mortal jamás vas a lograrlo.

Paso saliva.

-No quiero su ayuda y tampoco voy ayudarlo ¡Largo!

Lo veo levantar su brazo.

-No vas a interferir en mis planes.

Contemplo su rostro. Sus ojos se oscurecen hasta volverse completamente negros. Sus colmillos se alargan. Su apariencia es monstruosa.

Sin darme tiempo de reaccionar, lo tengo cerca de mi a solo unos centímetros.

Abre su boca de forma antinatural, deja expuestos sus horribles colmillos y enseguida soy atacado por él. Pierdo el equilibrio, caigo al suelo, grito al sentir sus colmillos en mi cuello y después, todo se torna oscuro.

+++

Comienzo abrir los ojos poco a poco. Me encuentro desorientado. Pestañeo varias veces, observo el lugar donde me encuentro. Un lugar desconocido. No sé como llegué aquí. No sé dónde estoy. Y tampoco sé en qué momento me dormí para ahora despertar.

Ese mal recuerdo me invade, llego a creer que fue un mal sueño.

Comienzo a moverme. Es extraño poder mover mis dos brazos con libertad. Me siento extraño, no hay dolor en mi cuerpo. No siento el alcohol en mi sistema.

Ladeo la vista y con rapidez me incorporo en el suelo al ver a alguien que me observa fijamente. Él se encuentra sentado a un lado de mi sin pestañear.

-¡Lar... Largo! ¡¿Quién eres?

Lo veo con horror al verlo sonreír y dejar expuestos sus colmillos.

Retrocedo en el suelo, lo veo alerta. Sin embargo el lugar capta más mi atención. Desde el suelo puedo ver este inmenso lugar. Noto una largas escaleras, un balcón. La decoración es demasiado antigua. Parece un Castillo de la edad antigua...

Abro más los ojos y me observo a mi mismo.

Me doy cuenta que no fue un sueño. Fue real. Yo tuve a ese antiguo vampiro frente a mi.

-No -murmuro. Ya no tengo mi brazo vendado. No hay dolor. Veo mis manos Tengo unas larga uñas- ¡Noo! -reviso mi brazo, estoy demasiado pálido- ¡¿Qué me hicieron?! -grito en voz alta mientras me reviso todo el cuerpo. Dejo mi mano en mi pecho y no escucho o siento a mi corazón latir. Siento una extraña sed. Escucho a larga distancias sin evitarlo. Siento mis colmillos... Rápido toco mi boca. -no es cierto -murmuro al bajar mi mano. Poseo dos largos colmillos que sobresalen de mi boca y ni hablar de esa rara sensación al sentir dolor en mis ansías.

Regreso la vista en aquel que me observa. Lo veo sonreír con malicia.

-Bienvenido. -una voz siniestra resuena. Poso mi vista en el balcón y observo a ese mismo vampiro.

-¡¿Qué me hizo?!

Lo veo con molestia.

Una siniestra sonrisa adorna su rostro.

-Te he otorgado el mejor obsequio. La eternidad -comienza a bajar las escaleras. Sus uñas tocan el barandal y rasgan causando un ruido que me es molesto- te he convertido, eres mi creación -con velocidad aparece frente a mi- mi hijo.

Lo veo con horror. Niego varias veces.

-No, yo no seré un monstruo ¡No quiero! ¡Termina de matarme! ¡No soy un vampiro! - Grito sin causar una expresión de él.

Veo de reojo a ese chico que luce joven, levantarse.

-Consigue sangre, la va a necesitar. -le ordena.

Giro a verlo.

-Enseguida, mi señor -hace una rápida reverencia dejando sus manos en su espalda. Rápido se endereza. Con asombro lo veo convertirse en ese cuervo y volar hasta perderlo de vista.

Me obligo a reaccionar y regreso la vista en él.

-Quiero irme -murmuro- no quiero ser esto.

-Es demasiado tarde. -alerta lo veo avanzar a mi alrededor- ¿No deseas vengarte?

-Yo no seré un monstruo -hago una mueca al sellar mis labios y yo mismo lastimarme con mis colmillos mi labio inferior.

Él se detiene a un lado de mí.

Alzo un poco la vista.

-¿No deseas recuperar a tú amada?

Guardo unos segundos silencio.

-Ella está muerta. -estoy por hacer mis manos puños sin embargo rápido deshago mis puños al sentir mis largas uñas tocar las palmas de mis manos. Realmente no sé como funciona este descontrol que tengo.

-Puedo hacer que regrese. -lo miro con atención- me debes lealtad, eres parte de mis planes.

Lo miro confundido.

-¿De qué habla?

-No hay tiempo, debemos actuar en cuanto antes. -dice y se da la vuelta.

-¿Qué piensa hacer? -al no recibir respuesta me levanto- ¡Le estoy hablando!

Él se detiene y se medio gira.

-Pronto lo verás tú mismo. -sonrie con malicia- sígueme... -mueve su mano sin dejar de verme.

-Carlos -pronuncio mi nombre.

Él baja su mano.

-A él lo acabo de matar. Ya no existe tal mortal -ladea la cabeza- bienvenido Vlad.

Dicho esto y con velocidad desaparece de mi vista.

Dudo que hacer.

No entiendo este raro cambio.

Tengo curiosidad por saber sus intenciones.

Después de todo, lo sigo. Camino lento, siento demasiado adrenalina, demasiada sed. No evito pensar en una manera de eliminar a Darren y vengarme de él de una vez por todas.

(...)

-¿Qué hacemos aquí? -le pregunto al detenernos en el cementerio. Justamente frente a la tumba de Aylin.

El cementerio se encuentra cerrado. Sin nadie a la vista. No fue problema entrar. Aún no me acostumbro de usar mi velocidad, tuve que hacer pausas al perder el equilibrio y detenerme sin control. No hay necesidad de iluminación. Puedo ver perfectamente. Tengo una buena audición.

Me negué a beber esa sangre que sea lo que sea ese cuervo, quiso darme. Me niego a probar una gota de sangre por más sed que tengo.

Lo veo alerta al verlo aparecer cerca de la tumba de Aylin. Ese cuervo aterriza sobre la tumba.

-¿Que hacemos aquí? -repito- no quiero estar aquí.

-Tendras que cabar -me responde y se aleja un paso.

Confundido lo observo.

Bajo la vista, observo la pala que fuí obligado a conseguir durante el trayecto. Observo ese anillo que él me dio. Ese anillo que llegué a verle a todos esos vampiros, que llegué a verle a él sin embargo, es distinto, mucho más grande y con tonos rojizos. Ese anillo que fue el reemplazo de mi antiguo anillo de compromiso. Al menos ocultó la marca rojiza que dejó en mi dedo al ser hecho por plata.

-¿Por qué?

-Te lo estoy ordenando Vlad.

Se cruza de brazos.

Veo a ese cuervo transformarse en su apariencia normal y sonríe con burla.

-Hazlo y después beberás toda la sangre que necesitas. Hazlo si quieres recuperarla.

-¿Está seguro de esto mi señor? -escucho a ese cuervo o lo que sea, decirle.

-Es parte de mi plan. -hace un ademán con su cabeza señalando la tumba de Aylin.

Dejo de verlo y poso la vista en la tumba de Aylin. No me atrevo hacerlo pero en el fondo, deseo que regrese.

(...)

Maldita la hora en que me encontré a ese antiguo vampiro y su raro compañero.

Sediente continuo escabando. Llevo la tumba a una gran profundidad que me permite ver su ataúd.

De pronto me detengo, es raro no sentirme cansado. Sin embargo estoy débil y ese ardor en mi garganta, no desaparece.

Gruño y suelto la pala. Esta cae al suelo.

Escucho a ese cuervo graznar y aterriza sobre el ataúd con rastro de tierra.

Su presencia solo me advierte que algo malo está por suceder.

Enseguida ese antiguo vampiro aparece frente a mí. A unos pasos de la tumba de Aylin.

-No debí hacer esto.

Me ignora y posa la vista en el ataúd.

-Abrelo Vlad.

El cuervo vuela y aterriza en su hombro derecho. Grazna y recibo su atención.

-No voy a hacerlo. No puedo -doy un paso atrás- Aylin debe descansar, ya fue suficiente con lo que pasó.

Él gira a verme.

-Asi como te di la eternidad, puedo arrebatarla en este instante. -noto sus ojos completamente negros- Vlad, no trates de desafiarme. A partir de ahora debes acatar mis órdenes. Soy tú creador.

Sus ojos regresan a ese tono carmesi.

Regresa la vista en el ataúd y sin necesidad de tocarlo, este se abre por sí solo.

Enseguida doy un paso adelante.

Puedo ver a Aylin dentro. La analizo, me percato de su vestido blanco largo que ellos mismos le pusieron. Observo sus manos, se encuentran unidas puestas en su abdomen. Tiene ese anillo puesto en su dedo. Subo la vista hasta ver su rostro. La noto más pálida, sus labios se encuentran un poco entreabiertos, resecos con un bajo noto. Veo sus ojos cerrados.

-Aylin -murmuro. Me extraña no sentir ninguna lagrima por mis mejillas.

No obstante, él se acerca. Lo veo levantar su mano ya la coloca en su pecho.

-¿Qué va a hacerle?

No recibo respuesta.

Él aleja su mano y de su túnica saca una pequeña jeringa con un líquido de tono oscuro. Veo alerta sus movimientos y enseguida le inyecta es líquido en el cuello de Aylin. Rápido la retira, prosigue a colocar su mano en su rostro, sus largas uñas tocan su mejilla. Dura unos segundos y la aleja. Vuelve a colocar su mano en su pecho. Justo del lado de su corazón y cierra los ojos.

-Renicius, my sangrem. Memorium vidam eternius.

Lo escucho pronunciar en un extraño idioma.

Confundido lo observo.

Después de unos segundos, él abre los ojos notando ese tono oscuro en ellos. Rápido se inclina y la muerde en su cuello.

Doy un paso adelante.

Ignoro el graznido de ese cuervo.

Él se aleja, ignoro la línea de sangre que se desliza por su barbilla. Ese tono carmesi regresa en sus ojos.

Veo a Aylin, noto esa marca en su cuello y espero los resultados.

Eternos segundos transcurren y ella no parece reaccionar.

-Ya es suficiente. -giro a verlo- no debí dejar que lo hiciera. Ella debe descansar.

Su vista está fija en ella.

De pronto, él sonríe con malicia.

Siento un jalón y mí brazo es sostenido con fuerza. Rápido desvío la vista y me sorprende ver a Aylin despierta. Pero más me sorprende ver esos ojos carmesi verme y esos largos colmillos sobresalir de su boca. Sus labios tienen un tono rojizo.

-Bienvenida a la eternidad, Elizabeth.

Escucho a ese vampiro pronunciar.

No dejo de verla. De verla con emoción.

Ella me suelta y gira un poco la cabeza viéndolo a él.

-Padre -murmura.

Noto esa sonrisa maliciosa plasmarse en su rostro.

Enseguida doy un paso atrás.

Veo a ese antiguo vampiro.

>>Lo logró<<

Veo ese cuervo que se encuentra en su hombro graznar.

Regreso la vista en Aylin.

Aún me cuesta asimilar que funcionó. Me cuesta asimilar que Aylin despertó y es completamente vampiresa.

Que Aylin ha regresado.

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Nota de autora:
¡Gritemos como Helen!! Wooo, estoy tan emocionada, feliz, triste bien sabe como por acabar definitivamente Vínculos de Sangre. Ufff, después de tanto tiempo aún no lo asimilo...

Valió la pena la espera. Como escritora, me gustó este final, tal vez muchas lectoras o lectores no estén de acuerdo pero las cosas suceden por algo. Lo siento si no es el final que esperaban. Entiendo si dejan de leer la saga o me culpan, que sé yo pero como la escritora, era el final que quería darles en esta segunda parte de la saga. Por favor, no me quiten esta emoción diciéndome que no les gustó el final. Sé que cada lectora le hubiera gustado uno diferente pero como escritora, preferí este. No quiero que me pase lo mismo como en el final de LPUV, me desilusione ante el final que escribí y no porque no me haya gustado. Por la reacción de cada lector@. Entendamos que aveces no siempre las historias terminan con un final feliz o al menos no es el final que aún quiero que tenga la saga. Les recuerdo que faltan dos libros más para acabarla definitivamente. Dude es escribirlo. Estuve por cambiarlo al último momento pero mis ideas cambiarian por completo y yo quiero así la historia. Solo les pido comprensión y aceptación.

Sobre el capítulo final:
Woo, les juro que llore escribiendolo. No puedo creer que llegué a esa parte cuando la sentía bien lejana. Y bueno, esto paso. Ese fue el final, muy triste la verdad. Si recuerdan la escena, mi parte favorita fue la última parte donde sale perfectamente la imagen de la portada. Eso ya quería revelar. Enfrente Ana Liz con Darki y Darren atrás dándole fuerza por la muerte de Aylin ya que él será el encargado de cuidarla. En si, tenía que darle un funeral a Aylin porque realmente la mate para ser convertida 🤧✝️😈

Sobre el epílogo:
Ahh!! Estoy sin palabras... Hace mucho que quería revelar a ese vampiro que siempre estuvo oculto en la historia desde el primer libro pero no tuvo mucha participación hasta en el segundo libro y la tendrá en el tercer libro. Después de tantas señales, de formas de referirme a él, al fin se reveló. Desde hace mucho quería hacerlo pero me obligué a esperar a este momento: Derek Valentains, de él a Salvatore o Vicens, lo prefiero a él después de todo lo que hizo y lo que hará #Tengo miedo. Considere necesario que Carlos/Vlad lo narrará. Espero les haya gustado. Gracias por el apoyo, por leer la saga y llegar hasta aquí, créanme que sufro como cada lector@. Nos vemos en el siguiente y tercer libro de la saga vampire darks VIDA ETERNA 🖤

#Memes

🦇 Marrib49 🍷