Capítulo 69 ✗ Perdiste Victoria
✨ Narradora Omnisciente ✨
La batalla contra esa vampiresa inicia.
Victoria sonríe ampliamente, con una pizca de malicia al sentir su presencia cerca. Sin soltar el barandal, dejando expuestas sus largas uñas, su apariencia de vampiresa que no le interesa en ocultar, mientras observa fijamente al frente.
—Estan aquí —resuena la voz de ese vampiro que se encuentra detrás de ella— Ha venido con la otra humana. Con refuerzos y una maldita manada de lobos.
Victoria posa la vista en sus creaciones.
—Ataquen. Eliminen a quién sea, pero ya saben que de Divel me encargo yo.
La multitud de vampiros convertidos asienten. En pocos días, lograron reunir y ampliar demasiados humanos recién convertidos. Unos mas débiles que otros. La mayoría sedientes y descontrolados por el cambio.
Enseguida comienzan a salir, corren con velocidad listos para la batalla.
—Diaval. —Victoria deja de prestarles atención y desvía la vista logrando verlo esta vez a un lado de ella— eliminala.
Ese vampiro sonríe con malicia, hace una rápida reverencia y enseguida se endereza.
Victoria regresa la vista al frente.
—Mi venganza está por acabar. —emite mientras se dedica a esperarlo.
Con velocidad ese vampiro se marcha rumbo a la habitación.
Mientras, afuera del Castillo la batalla comienza. Enseguida son atacados por esos vampiros convertidos. Darren sin dudar le arranca la cabeza a uno. Rápido es rodeado por varios, gruñe y comienza a eliminar uno a uno. El resto, ataca y eliminan a varios sin embargo el enemigo sigue creciendo y vuelven a ser atacados.
Por otro lado, Ashley suelta la mano de Dominik. Sin esperar, ambos se marchan con velocidad.
La Alfa de la manada, avanza varios pasos. Levanta la cabeza y suelta un aullido, le sigue el lobo de pelaje café y el resto de la manada.
Aylin y Carlos dan un paso atrás.
Ese joven vampiro observa con detenimiento a Amaris en su transformación.
Enseguida, los aullidos terminan. Lobos comienzan a correr y entran sin problema al escondite de Victoria. Ian los sigue, Amaris gruñe, retrocede un paso y comienza a correr hasta alcanzar a su hermano.
Aylin pasa saliva, sorprendida los observa alejarse.
—Debemos ayudar. Yo no pienso quedarme aquí sin hacer nada. —menciona Dean y con velocidad los sigue.
—Nos quedaremos Aylin —le dice Carlos y gira a verla.
—Es mi hija Carlos.
—Ellos se van a encargar.
Ella voltea a verlo.
—Prometi proteger a Ana Liz, así sea con mi propia vida.
Aylin regresa la vista al frente. Revisa sus armas y comienza avanzar.
Carlos resopla, ignora el miedo y la empieza a seguir. Entre más se acercan, más pueden ver la batalla que se desata. Carlos toma varias dagas y las sujeta con fuerza. Apresura sus pasos y se coloca adelante de ella.
—Y yo prometí protegerte a ti.
Aylin medio sonríe.
Imita su acción y sujeta pequeñas lanzas. Se detiene al igual que Carlos, se aleja un poco de él notando de cerca el pequeño Castillo donde se encuentra Victoria.
—Siendo sincero, tengo miedo Aylin. —murmura Carlos mientras pasa saliva al ver el panorama.
Lobos pelean contra vampiros.
Algunos terminan eliminados. Sin embargo, cada vez es una pelea más difícil.
Aylin busca a Darren entre todos esos vampiros sin lograr encontrarlo. Avanza unos pasos cuando un vampiro convertido se acerca a ellos.
—¡Aylin!
Carlos la empuja con fuerza y ambos caen al suelo. Ella hace una mueca de dolor. Enseguida Carlos se levanta y se aleja. Ambos se incorporan quedando sentados. Están por ser atacados por ese vampiro cuando esa loba corre en su dirección. Basta un salto y muerde del cuello al vampiro derribandolo en el suelo.
Carlos en shock observa tal escena.
Aylin se obliga a reaccionar y mueve su mano.
—Levantate —enseguida se pone de pie— ¡Carlos levántate!
Él reacciona, asiente y se levanta con su ayuda.
A una cierta distancia, Ashley y Dominik pelean juntos. Logran eliminar a varios. En el momento en que un vampiro derriba a Ashley en el suelo, rápido es salvada por ese rubio y sin piedad rasga su garganta con sus largas uñas. Utiliza ese don que posee. Ashley se pone de pie, le sonríe y enseguida se voltea al ver una creación cerca.
Aylin toma una profunda respiración.
—Debo entrar por Ana Liz.
—¡Estás loca! —le dice Carlos— correrás peligro.
—Mi hija está en peligro— le responde en tono alto. Ignorando sus quejas, corre lo más rápido que puede. Trata de ignorar la batalla, alerta en cualquier momento mientras ve cuerpos, vampiros contra lobos. Vampiros purasangre contra convertidos.
—¡Aylin! —le grita Carlos. Está por seguirla cuando un vampiro se interpone en su camino. Él retrocede, ladea un poco la cabeza y ve a Aylin más lejos —no puede ser —grita al ser atacado por ese vampiro, con un rápido movimiento usa la daga y cierra los ojos. Al abrirlos, observa a ese vampiro en el suelo. Carlos intenta sonreír sin embargo ver la sangre le causa repulsión.
Mientras tanto, Aylin se detiene al llegar cerca de Mía. Ella pestañea varias veces.
—¡Ana, vete!
—¿Dónde está Darren! —le grita en el mismo tono alto.
—Entró con Lezy y mi padre, Victoria está dentro.
Aylin asiente y observa al frente. Ignorando los gritos de Mía, corre hasta entrar al primer piso del Castillo donde la batalla es la misma que afuera.
En un pasillo, Lezy se detiene. A perdido de vista a Jonathan, lo último que escuchó es un "voy por mi hijo" y se olvidó de ella mientras esa vampiresa pelea y logra eliminar a varios vampiros que la atacan.
Mientras ese vampiro usa su fuerza para debilitar esos vampiros. Hace una mueca al tener que recurrir a eliminarlos. Encaja la daga en el último vampiro convertido, justo en su pecho y lo deja caer al suelo. Se obliga a reaccionar, deja de verlo en el suelo al estar en desacuerdo con esta batalla. Pelear contra su misma especie. Jonathan alza la vista y trata de buscarlo entre la multitud.
—¡Esteban! —gruñe al no verlo y sigue avanzando. Corre con velocidad. Intenta alcanzar a Darren, con la intención de detenerlo.
Sin embargo, ese vampiro cada vez está más cerca. Darren gruñe, empuja con fuerza a un vampiro, encaja sus largas uñas en su cuello y ejerce fuerza hasta soltarlo y dejarlo caer en el suelo.
Continúa avanzando. Es atacado por varios, logra vencerlos de distintas formas. Ignora la sangre en su ropa y con velocidad corre hasta subir la última parte del Castillo y se detiene en la sala. Sus colmillos crecen más al igual que sus uñas. Lucha contra el vampiro que es. Se obliga a recuperar el control sin embargo, le es difícil al observar hacía ese barandal.
Desde ese punto, Victoria lo observa con malicia.
—Bienvenido Divel.
Darren gruñe, sus ojos carmesís se oscuresen al punto de volverse completamente negros.
—Se acabó hijo, hoy será tu destrucción.
Con velocidad ella llega hasta él. Logra sujetarlo del cuello con fuerza y lo hace retroceder. Darren gruñe, sus ojos vuelven a teñirse de rojo.
—Aun no controlas tu poder —Victoria ensancha tú sonrisa— es una lástima hijo.
Darren gruñe y se queja al sentir ardor en su cuello. Enseguida Victoria lo libera y se aleja un poco de él. Darren retrocede, la marca visible de su cuello comienza a sanar.
—Te voy a destruir Victoria. —da un paso adelante— ¿Dónde está Lizbeth? A mí es a quien quieres eliminar.
Ella ensancha su sonrisa.
—Siempre involucras a esas humanas, pero descuida, me encargaré de ellas. No te serán más tú debilidad. Morirán al igual que tú.
Se desafían con la mirada.
Victoria borra su sonrisa y lo observa seriamente.
—Nunca debiste enfrentarte a tus creadores.
...
Por otro lado, ese rubio vampiro entra con velocidad a la habitación. Enseguida Ana Liz se pone alerta, su cuervo sale de su escondite —detras de ella— y grazna.
—Te irás de aquí criatura.
Con velocidad Esteban se acerca a ella, se agacha y comienza a desatarla.
—Vinieron —agrega él mientras desata sus pies.
Ana Liz pestañea varias veces.
—Darren está aquí —repite.
—Él estará muy ocupado atacando a Victoria.
—Debo ayudarlo..
—Vas a irte —Esteban la obliga a verlo— escucha niña, te irás de aquí. Darren se puede encargar solo. Le ayudaré. Todos lo haremos, pero tú debes salir de aquí con vida.
Ana Liz lo observa con detenimiento.
—Lo siento. Me equivoqué contigo. Yo pensé que...
—Habra tiempo para eso —la interrumpe Esteban. Rápido se pone de pie, jala Ana Liz. Ella recupera el equilibrio y le sonríe— vamos.
Rápido la toma de la mano, a pasos apresurados ambos salen de la habitación. Darki vuela mientras los sigue.
Apenas avanzan varios pasos cuando ese rubio vampiro se detiene. Oculta a Ana Liz detrás de él mientras ella imita su acción.
—Sabia que nos traicionarias. —le dice Diaval al verlos frente a él— no eres capaz de eliminar a esas humanas.
—No eres el único que sabe fingir —Esteban sonríe con burla.
Él musita.
—Entregala. —le dice seriamente.
Esteban niega.
—Williams aún puedes ayudarnos. Aléjate de ella, fácil la elimino y tal vez considere perdonarte.
—No pienso hacerlo —Esteban comienza a soltar a Ana Liz— yo tengo un asunto pendiente contigo. Me juré a mi mismo que eliminaría de la peor manera al responsable de la muerte de Belleza y lo tengo justo en frente. —sonrie con malicia— no debiste matarla.
—Lo merecía. No sé porque le das tanta importancia. Tú la dejaste sola.
—Era una humana muy importante para mí —se encoge de hombros— le hice una promesa y siempre cumplo mi palabra. —da un paso adelante— vete criatura. Corre hasta que salgas de aquí.
Ana Liz asiente.
Retrocede un paso, se voltea y comienza a correr en dirección contraria mientras Darki la sigue.
—La mataré al igual que a ella —emite Diaval y con velocidad logra alcanzarla.
Sin embargo, es empujado por ese rubio vampiro. Ana Liz deja de prestarle atención y corre mientras baja por las primeras escaleras y continúa corriendo por el pasillo.
—Williams, no te involucres. —Diaval logra empujarlo y librarse de su agarre— de verdad no quiero pelear contra ti.
—¿Crees que te iba a perdonar tan fácil lo que hiciste? —Esteban vuelve a atacarlo. Lo sostiene del cuello con fuerza, sus largas uñas se encajan en su cuello— juré matarte y voy hacerlo.
Diaval gruñe, deja sus uñas crecer al igual que sus colmillos. Hace una mano puño, la otra lo sostiene del cuello y con fuerza lo empuja a la pared.
—Vas a perder Williams. Jamás debiste preferir a esas humanas. —Diaval sonrie con malicia.
Con fuerza logra derribarlo en el suelo. En sus ojos, un destello oscuro se apodera de ellos. Rápido desaparece y ese tono carmesí regresa.
Esteban gruñe, enseguida se pone de pie.
—Eres débil, más débil que yo.
Él hace sus manos puños.
—Querias que te demostrara él verdadero vampiro que soy ¿no? —gruñe y rápido se voltea— un Williams jamás se rinde y sobre todo, no somos débiles.
Con velocidad lo ataca. Logra lanzarlo con brusquedad contra la pared. Diaval aumenta su fuerza, lo empuja recibiendo un rasguño en su mejilla. La herida enseguida sana.
Diaval con velocidad lo alcanza. Lo sostiene del cuello mientras ejerce fuerza.
—Sé que siempre estuviste de su lado. —ignora sus quejas— siempre te importaron y jamás logré que olvidaras a esa maldita vampiresa.
Se aleja, no sin antes herirlo del abdomen con sus largas uñas. Diaval sonríe mientras lo observa, sin darse cuenta de la lanza que enseguida es atravesada en su hombro.
Gruñe y se voltea.
—Alejate de mi hijo.
Con velocidad Jonathan lo ataca. Con la misma fuerza, lo empuja hasta la pared. Diaval gruñe, comienza a debilitarse al sentir el filo de una daga atravesar su abdomen. Enseguida se aleja, gruñe al ver la daga. Se la quita por el mismo, la plata logra debilitarlo más. La sostiene con fuerza y con velocidad, la encaja en su pierna.
Jonathan gruñe y se inclina mientras se deshace de ella. Diaval está por sujetarlo del cuello cuando es empujado con brusquedad por Esteban. Ambos aterrizan en el suelo. Enseguida ese rubio vampiro se pone de pie.
—¡Hijo, la estaca!
Él se voltea, su progenitor saca una estaca de madera de su bolsillo y se la lanza. Con velocidad Esteban la cacha en el aire. La sujeta con fuerza y regresa la vista en él.
Diaval se a puesto de pie, sin borrar su sonrisa lo observa.
—No has ganado Williams. Mi hermana los va a eliminar.
—No me interesa tu maldita hermana. —con velocidad lo alcanza. Basta un rápido movimiento y le encaja la estaca en el pecho— esto es por Samantha.
Diaval suelta un grito desgarrador. Esteban se aleja mientras gruñe, él se desliza en la pared hasta llegar al suelo, cada vez luce más como cadáver al punto de volverse polvo y esfumarse.
Esteban se recarga en la pared.
Enseguida Jonathan aparece frente a él.
—Lo lograste.
Él asiente.
—Vamos, esto aún no termina. Darren necesita nuestra ayuda.
—Ese maldito puede solo. Lo último que quiero es verlo. Es posible que quiera eliminarme.
—Eso lo voy a impedir —Jonathan duda en decirle— la humana está aquí.
—¿Pequeña? —su padre asiente— ¿al menos la convirtió?
—No lo hizo hijo.
Esteban enseguida se aleja de la pared.
—Maldito desgraciado, tuvo tiempo. —gruñe— debo salvarla.
Jonathan desvía la vista.
—Tenemos compañía.
Esteban gira la cabeza, maldice al ver vampiros cerca de ellos.
—Sera la primera vez que pelee junto a mi creador.
—Podemos hacerlo.
—¿No te vas a culpar? —inquiere con burla. Recibe una mala mirada de su padre— lo sé, soy incorregible e irrespetuoso —su mirada se vuelve seria— somos Williams padre.
Enseguida son atacados por esos vampiros. Ambos pelean juntos y derriban a cada uno.
...
Mientras, Victoria enseguida retrocede un paso atrás.
—Diaval —pronuncia al colocar su mano en su pecho. La baja y gruñe. Extiende su mano, una llama de fuego emerge de la palma de su mano. Con velocidad intenta tocar a Darren, con velocidad él logra esquivarla.
Victoria gruñe y se detiene. Con una sonrisa maliciosa corre a su alrededor mientras el fuego se extiende a su alrededor.
—¡Arrepientete Darren!
Él hace sus manos puños.
—No me arrepiento de nada. Terminarás igual que el maldito de Salvatore.
—¡Cállate!
Victoria vuelve a atacarlo está vez sin ese fuego en sus manos. Darren logra esquivarla, se aleja sin embargo rápido alerta ve el fuego extenderse. Con velocidad la alcanza, logra sujetarla del cuello y la empuja a la pared. Ignora el ardor en sus palmas, ejerce fuerza. Sonríe con malicia al escuchar a Victoria quejarse. Sin embargo, enseguida se debilita y retrocede. Gruñe al sentir un fuerte dolor de cabeza invadirle. Victoria lo observa molesta.
—No tienes control hijo. El mismo descontrol te vencerá.
De pronto, Darren cae de rodillas al suelo. Sus manos las coloca en el suelo, de sus dedos observa pequeñas llamas de fuego emerger y apagarse.
Victoria maliciosa se acerca a él. Con velocidad lo alcanza, lo sujeta del cuello, con sus ojos completamente negros, lo empuja hasta derribarlo en el suelo.
—Terminaras igual que Lizbeth. —le murmura, lo suelta y enseguida se aleja. Retrocede y con velocidad se marcha.
Darren hace sus manos puños, gruñe al no poder mover su cuerpo. Gira la cabeza, el fuego se extiende cada vez más, se acerca a él. Sin soportar, comienza a cerrar sus ojos lentamente hasta cerrarlos por completo mientras venas resaltan en su rostro, cuello y brazos.
...
Cada vez más convertidos son derrotados. Cada vez más entran al Castillo.
Dean busca por todos lados a sus creadores sin lograr verlos. Logra librarse de un vampiro. Enseguida se recupera y desvía la vista. Nota a ese lobo ser atacado por varios vampiros mientras intenta defenderse.
Maldice y con velocidad lo alcanza. Sostiene a uno del hombro y lo jala con brusquedad. Con un rápido movimiento, le arranca la cabeza. Se acerca al otro y repite la misma acción. Dean más débil se inclina y apoya sus manos en sus rodillas.
—No agradezcas Bestia.
Recibe un gruñido de parte del lobo. Lo nota débil y herido.
De pronto, Dean es atacado por un vampiro convertido. Lo derriba en el suelo, este con una daga lo apunta. Él rápido sostiene su mano utilizando toda su fuerza. El filo de la daga está por tocar su pecho cuando ese vampiro es alejado de él con brusquedad.
Dean logra ver a esa loba morderlo con brusquedad. Se aleja y avanza hasta él. Dean sorprendido la observa. La loba agacha la cabeza, él se incorpora quedando sentado en el suelo. Con lentitud levanta su mano y alcanza a tocar su cabeza. Ignora el gruñido de ese lobo café.
...
—¡Cuidado! —grita Ashley y empuja a Aylin. Ella cae al suelo. La vampiresa logra eliminar al vampiro que la atacaba.
Aylin se recupera, ignora el ardor en su brazo.
—Estas herida Aylin —le dice Ashley al percibir la sangre.
—Estoy bien.
A estas alturas, ella a perdido todas sus armas al ser atacada por varios vampiros y con dificultad, salvarse.
Ashley menea su cabeza. Desvía la vista y maldice.
—¡No puede ser! —Aylin observa en la misma dirección. —fuego y ellos están allá.
—Ana Liz —murmura Aylin y rápido corre. Ignora el grito de Ashley y sube las escaleras.
Esa vampiresa está por detenerla cuando de forma inesperada, tiene una visión. Ashley permanece quieta sin parpadear mientras en su cabeza varías imagines se transmiten. En la visión, ve a una de ellas siendo convertida y otro destino diferente con la otra.
De pronto reacciona. Ashley confundida pestañea y enseguida la angustia le invade.
—No, ella no —murmura.
Está por avanzar con la intención de detener a Aylin cuando vampiros se interponen frente a ella. Sin más remedio que enfrentarse a ellos sola tras haber perdido a Dominik dejándolo atrás.
A lo lejos, Carlos observa a Aylin subir por esas escaleras. Cansado la observa mientras maldice.
...
Por otro lado, Ana Liz se detiene a mitad del pasillo. Se asoma por el barandal y nota la única salida por las escaleras donde el fuego aumenta.
—Maldicion. —se voltea y corre por el lado contrario —¿Qué hacemos Darki?
Sin embargo, el cuervo vuelva y se aleja de ella.
—¡Darki!
Ana Liz maldice y sigue corriendo.
De pronto, se detiene al ver una vampiro convertido frente a ella, se pone alerta sin embargo su reacción se relaja al reconocerlo.
—¡Owen!
Enseguida se le lanza encima y lo abraza.
—Te sacaré de aquí.
—No quiero imaginar la pelea allá abajo. —se aleja de él y con su dedo limpia su mejilla borrando un rastro de sangre.
—Vamos
Owen la toma de la mano y la jala con él mientras se la lleva por el pasillo. Apenas llegan a la mitad y se detienen al ver a Victoria frente a ellos.
—No irán a ningun lado.
Con velocidad empuja a Owen. Él suelta a Ana Liz. Es atacado por Victoria, con fuerza ella lo sostiene de cuello. Owen quejándose al sentir un ardor en su cuello al punto de arrodillarse.
—¡Déjalo! —le grita Ana Liz. Está por ayudarlo cuando ve a Victoria soltarlo. Con preocupación nota la marca alrededor de su cuello— Owen.
Con velocidad Victoria se acerca a ella, rodea su cuello con su mano y la obliga a retroceder.
—Sueltala Victoria.
Owen comienza a ponerse de pie.
—Hubieramos sido un buen equipo. —hace una corta pausa— admite que deseas eliminarla porque sabés que así vencerás a mi hijo.
—Eso no es cierto.
—Descuida, de Darren ya me encargué yo. A estas alturas, el fuego ya debió alcanzarlo.
Victoria suelta una risa sinestra y se lleva a Ana Liz con velocidad.
Owen gruñe y enseguida corre con la esperanza de alcanzarla.
+++
Aylin corre, sube las escaleras y continúa muy cuidadosa del fuego que cada vez se extiende.
—¡Darren! —exclama mientras sigue subiendo— ¡Hija! —la busca alrededor desesperada.
Ella termina de subir las escaleras. Sigue avanzando hasta llegar a la sala cuando observa más fuego. Aylin mira alerta, con miedo a ser atacada por esos vampiros o peor, ver a Victoria.
No obstante, se detiene enseguida al reconocer a ese vampiro en el suelo.
—No —menea la cabeza y corre. Esquiva el fuego y desesperada se acerca a él— ¡Darren!
Aylin termina arrodillada en el suelo. Empieza a moverlo con la esperanza a que reaccione. Rápido lo revisa sin ver alguna herida.
—Darren, despierta por favor —lo zarandea. La desesperación incrementa al ver el fuego extenderse cada vez más y acercarse —¡Darren! ¡Reacciona, tenemos que salir de aquí— coloca su mano en su mejilla. —juraste salvar a Ana Liz. No me hagas esto —Aylin pasa saliva— Darren —murmura y aleja su mano. Lo observa con detenimiento— no te voy a dejar.
Aylin rápido busca alrededor algo útil para lo que planea hacer. Resopla frustrada al no encontrar nada. De pronto, otra idea se le ocurre. Ella levanta su brazo y desvía la vista en la mano de Darren, nota esas uñas largas y filosas. Aylin toma una profunda respiración, prosigue a acercar su brazo con un rápido movimiento, utiliza sus uñas para causarse una herida en su brazo. Enseguida la sangre empieza a brotar, sin dudar acerca su brazo a su boca.
En el momento que una gota de su sangre hace contacto con los labios de ese vampiro, él enseguida abre sus ojos. Estos teñidos completamente de negro. Sin dudar, Darren sujeta su mano con fuerza, abre su boca, lame la línea de sangre y termina por encajar sus colmillos comenzando a beber cada gota de sangre con desesperación.
Aylin hace una mueca de dolor. Ignora la sensación y se limita a verlo hasta que después de unos cortos segundos, Darren se aleja y libera su mano.
—Darren —murmura Aylin y baja su brazo.
Él reacciona, sus ojos regresan ese tono rojizo. Desvía la vista y se incorpora poco a poco viéndola.
—¡Darren!
Aylin sin evitar, lo abraza.
Él rápido la aleja, la observa con detenimiento y evita posar su vista en su cuello.
—No debiste hacerlo. Te dije que no intervinieras. —espeta molesto y observa alrededor.
—Tenia que hacerlo, fue la única forma de que despertarás. —ella hace una corta pausa— no iba a dejarte. Debemos salvar a nuestra hija.
Darren regresa la vista en ella y asiente.
—Te irás de aquí —emite mientras se pone de pie— me encargaré de la maldita de Víctoria.
—No me iré sin Ana Liz.
Aylin imita su acción y se pone de pie.
Darren de pie gruñe y observa alrededor.
—No vuelvas a cometer una locura y sobre todo te alejas de Victoria. En cuanto recuperes a Lizbeth, se van de aquí —Aylin asiente— si pierdo el control te alejaras de mi.
No logra responderle, pues Darren avanza. Ella enseguida lo sigue. De pronto, Darren se detiene al ver el fuego cerca.
—No hay salida —le murmura Aylin— no podemos retroceder.
Darren alza la vista hacia arriba.
—Victoria debe estar hasta el último piso —menciona y baja la vista. Gira a verla, le sorprende aún notar sus ojos de ese tono ámbar —sigueme.
Él avanza, ella lo sigue hasta que se detienen cerca de las escaleras al ver el fuego alcanzarlos.
—No hay espacio para los dos—Aylin se coloca a su lado— yo pasaré y tú...
—No —él la interrumpe bruscamente— será a mi manera.
Darren avanza, gruñe y rápido toma su mano. La jala hasta él.
—Te afecta más a ti.
Darren la ignora y con un rápido movimiento, pasan los dos. Él gruñe y mueve su brazo. Ignora la marca rojiza que aparece en su pálido brazo. Posa la vista en ella, él niega y comienza a subir las escaleras.
"Ni lo pienses"
Aylin bufa y lo sigue.
"Necesitas mi sangre"
"Necesito que te vayas de aquí"
Aylin maldice en voz alta y corta la conexión.
—Ana Liz debe estar cerca. —anuncia de pronto.
Darren asiente, se detiene y gira a verla. Rápido toma su mano y juntos suben las escaleras a pasos apresurados.
Mientras, Ana Liz se queja ante el agarre de Victoria. Mareada y cansada de subir tantas escaleras sin esa vampiresa soltarla.
—¡Sueltame maldita!
—¡Cállate!
Victoria molesta sigue subiendo las escaleras con ella. De pronto se detienen cerca del barandal. Ambas se asoman al mismo tiempo. Victoria maldice al ver el fuego extenderse y ver sus creaciones destruidas.
—Terminaras igual que ellos.
—No me van a destruir.
Ana Liz se queja al sentir presión en su cuello. Desvía la vista y logra verlos.
—¡Mamá!
Victoria enfoca la vista en la misma dirección. Gruñe al verlo.
—Avanza
—¡No! —Ana Liz se niega a dar un paso— ¡Mamá! —Victoria la suelta del cuello y con brusquedad la sujeta del brazo y la jala llevándosela a pasos apresurados— ¡Darren!
Victoria con velocidad desaparece con ella.
Darren logra escucharla y recurre a la misma técnica.
Victoria se detiene en el último piso, en ese último pasillo con Ana Liz, la sujeta con fuerza mientras su otra mano posee esa pequeña daga que encontró en las escaleras.
—¡Darren!
—¡Cállate o te juro que te mataré!
Victoria desesperada observa hacía atrás. Un último giro por el pasillo y termina la última parte más alta del Castillo. Gruñe y regresa la vista al frente. Maldice al verlos aparecer.
—¡Mamá!
Rápido acerca el filo de la daga en el cuello de Ana Liz. Ella obligándose a quedarse quieta.
—¡No lo hagas Victoria! —le pide Aylin y está por dar un paso cuando Darren la detiene— déjala ir.
—¡Nunca! —Victoria comienza a retroceder con ella— si se acercan, no dudaré en matarla así como a esa otra humana que le pedí a mi hermano eliminar— sonríe con malicia— el mismo destino te sucederá a ti querida —observa fijamente a Aylin— ambos van a pagar.
—Sueltala Victoria —pronuncia Darren entredientes.
Ella se detiene y niega. Su sonrisa se ensancha, baja la daga sin embargo su mano la coloca en el abdomen de Ana Liz.
—No me van a detener. —emite y con rápido movimiento rasga el abdomen de Ana Liz con sus largas uñas. Ella se queja de dolor. Victoria la empuja y logra escapar con velocidad.
—¡Hija!
Ana Liz cubre la herida con su mano. Pierde el equilibrio y se deja caer al suelo sin alcanzar a tocarlo cuando con velocidad, ese vampiro la sostiene.
—Ma... má —emite mientras lucha por permanecer consciente. Enseguida Aylin corre y se arrodilla al igual que Darren.
—Hija, aquí estoy.... Vas a estar bien.
A estas alturas, en sus ojos se acumulan las lágrimas.
—Lo siento hija.
—Ma... viniste a salvarme... —medio sonríe— gracias.
Darren aleja su mano, la revisa y gruñe al notar la herida profunda, la sangre no deja de salir.
—¡Darren, haz algo!
Aylin gira a verlo mientras coloca su mano en la mejilla de su hija. Siente una lágrima deslizarse por su mejilla y regresa la vista en su hija.
—Ana Liz, no, no, no por favor —ve sus ojos cerrados— ¡Ana Liz!
Darren rápido se hace a él mismo una herida en su mano. Cubre la herida esperando a que sane.
—¡Salvala!
Aylin coloca ambas manos en el rostro de Ana Liz. Se inclina y besa su frente.
—Despierta hija, tú eres fuerte.
Darren gruñe al alejar su mano.
—No funciona —Aylin posa la vista en él— no sana rápido —él gira a verla— se está debilitando.
Aylin niega, su labio inferior empieza a temblar.
—No voy a perderla —ignora el nudo que se forma en su garganta— tienes que salvarla —lo observa fijamente— conviertela.
—No lo haré.
—¡No voy a perderla! —le grita Aylin— prefiero verla como tú a perderla para siempre —pasa saliva— hazlo Darren. No me importan las consecuencias... No hay tiempo.
Darren hace sus manos puños. Se debate en hacerlo o no. Deja de ver a Aylin, observa fijamente a Ana Liz.
Transcurren pocos segundos, los latidos de su corazón se debilitan cada vez más. Antes de que su corazón se detenga, Darren se acerca a su cuello. Bajo la atenta mirada de Aylin, abre su boca y sin rodeos, encaja sus colmillos en su cuello. Sin succionar ni una gota de sangre mientras se obliga a controlarse y cierra los ojos.
Aylin sorbe su nariz, en ningún momento suelta a Ana Liz mientras le susurra:
—Lo siento
Aleja sus manos, comienza a levantarse mientras ve a Darren aferrado a ella. Espera la reacción de su hija, sin embargo rápido siente que es jalada con brusquedad.
—¡Darren! —grita mientras siente largas uñas clavarse en sus brazos.
Victoria la obliga a retroceder. Maldice al ver su hijo. Sin intervenir termina por llevarse a Aylin.
—¡Cuídala Darren! —grita Aylin mientras se aleja e intenta moverse.
De pronto, Darren abre los ojos. Estos teñidos de carmesí y se obliga a controlarse. Se aleja de Ana Liz y la observa. Se percata de la no presencia de Aylin, enseguida se voltea mientras la busca.
Darren gruñe y rápido se pone de pie dejando a Ana Liz acostada en el suelo.
—¡Ayline! —posa la vista en el pasillo. Hace sus manos puños.
—¡Darren!
Esa voz capta su atención. Darren desvía la vista y observa a Owen muy débil avanzar hasta él.
—Ve, yo me encargo de tú hija. —con la poca energía que le queda, corre con velocidad y termina por llegar hasta Ana Liz. Enseguida se arrodilla, la revisa notando la marca en su cuello.
—Sacala de aquí.
Owen hace sus manos puños y asiente.
—Destruye a Victoria —emite mientras carga a Ana Liz entre sus brazos.
Darren asiente, le da una última mirada a Ana Liz y termina por desaparecer con velocidad.
Mientras, Owen busca una salida para sacarla de ahí.
A una cierta distancia, Aylin se queja. Se mantiene alerta al ser amenazada por esa daga en su cuello.
—Ya basta Victoria, no hay salida. No puedes huir.
—¡Silencio! ¡No me dare por vencida! —masculla y se detiene frente a la ventana. Sin soltar a Aylin, golpea el vidrio con sus largas uñas, este cae en añicos al vacío.
Victoria se asoma, no le importa la altura sin embargo, en la parte baja se aprecia el fuego y asegura tener más enemigos que la esperan cerca.
—Victoria
Regresa la vista al frente al escuchar la voz de Darren.
—La voy a matar —le advierte.
Aylin se queja de dolor al sentir el filo de la daga encajarse en su cuello.
—Dije que la sueltes.
Darren extiende sus manos. Esta vez logra controlar el ardor en sus palmas, controla ese don y el fuego comienza a emanar de cada uno de sus dedos.
Victoria lo ve sorprendida. Se encuentra desesperada mientras busca un plan.
—Ya es suficiente Victoria.
—¡No! ¡Mi venganza aun no termina y Divel pagará por todo!
La llama de fuego comienza a crecer en cada uno de sus dedos. Los ojos de Darren se vuelven completamente negros, venas resaltan en todo su rostro, cuello y brazos y son muy notorias ante su excesiva palidez.
Victoria sonríe con malicia.
Aylin lo ve sorprendida. Angustiada al mismo tiempo con temor a que no se controle.
—En el fondo eres igual a mi. —agrega Victoria y con una rápido movimiento empuja a Aylin con brusquedad al suelo sin antes dar su último ataque. Ella se queja y aterriza en el suelo.
De pronto, Victoria es empujada por Darren hasta la pared. Él gruñe y aumenta su poder. Victoria se queja al sentir el ardor en su cuello.
—Soy tú madre. —pronuncia Victoria mientras lo sujeta del cuello de la misma forma. Sin embargo el ardor de sus manos es más débil— Divel, no.
Darren gruñe, encaja sus largas uñas en su cuello. Una sonrisa siniestra se plasma en su rostro.
—Perdiste Victoria
Apesar de la situacion. Apesar de que ella cada vez pierde fuerza esa sonrisa maliciosa no desaparece de su rostro.
—Te equivocas... ambos perdimos.
Darren rápido lleva su mano libre a su pecho. Con un rápido movimiento atraviesa su mano. Ignora su grito desgarrador y enseguida saca su mano con su corazón repleto de sangre al igual que su mano. Logra hacerlo cenizas con ayuda de esa llama de fuego y Victoria rápido comienza a polverse polvo hasta desaparecer.
Darren retrocede un paso y baja su mano. Se obliga a controlarse. Cierra los ojos y al abrirlos estos son completamente rojizos.
Sus largos colmillos siguen expuestos. En sus manos el fuego se a exfumado dejando a la vista sus largas uñas.
Termina por darse la vuelta.
No obstante, se percata del estado de Aylin.
Con velocidad se acerca a ella, se arrodilla y la hace girar mientras la sostiene entre sus brazos.
—Ayline —gruñe al ver la daga encajada justamente en su pecho— maldita sea, tú no Ayline.
Con velocidad saca la daga, la lanza lejos y rápido la revisa. Darren coloca su mano en su pecho. Gruñe frustrado y sin dudar, coloca su mano en su nuca. La acerca a él y termina por encajar sus colmillos en el mismo lugar. Esta vez sin succionar su sangre. Permanece corto tiempo hasta que se aleja siendo la marca de sus colmillos evidente en su cuello.
—Ayline —la mueve— ¡Aylin!
Gruñe, rápido toma su brazo y repite la misma acción. La muerde mientras inyecta ese veneno en su cuerpo. Se aleja. La revisa. Darren maldice y vuelve a morderla esta vez en su cuello del lado contrario.
Finalmente se aleja, desliza su mano por su mejilla mientras se maldice a él mismo. Espera impaciente a que reaccione.
—Despierta —murmura y se acerca más a ella. Darren recarga su frente en la suya— no me dejes —se aleja lentamente. Ignora esa pequeña lágrima que se desliza por su mejilla izquierda. Ignora esa extraña sensación. —¡Ayline!
La abraza desesperado.
De pronto, dos vampiros aparecen a una cierta distancia de él. Enseguida se percatan de lo sucedido.
Uno de ellos retrocede un paso, observa fijamente a esa humana y no evita comparar el mismo dolor. No evita recordar lo sucedido con su amada.
Jonathan es quien reacciona y da un paso adelante.
—Darren, tenemos que salir de aquí. El fuego se está extendiendo y no tendremos más salidas. —le informa en voz alta él ignorandolo. Jonathan gruñe y posa la vista en Esteban— lo siento, hijo.
Él se muestra serio, sin apartar la vista de ella.
Mientras Darren ignora su presencia. Ignora el fuego y sin soltarla, se aferra a Aylin.
+++
La batalla finaliza.
El enemigo a sido eliminado. Victoria y sus creaciones junto a Diaval.
Un nuevo destino para esas humanas.
Todos esos vampiros lograron salir, algunos más débiles que otros. Algunos del reino sin lograrlo.
Mía y Drake rápido revisan a Dean y lo terminan abrazando.
Lezy angustiada no aparta la vista de enfrente con un mal presentimiento.
Amaris y su manada terminan por aullar al ver lobos sin vida. Ian herido agacha la cabeza.
A una cierta distancia, Owen permanece arrodillado mientras abraza a Ana Liz, ella sin despertar sin embargo, cada vez está más pálida y los latidos de su corazón dejaron de ser escuchados.
Carlos observa al frente. Sentado en el suelo trás haber sido sacado por Ashley. Observa impaciente esperando a Aylin salir.
Dominik se mantiene cerca de Ashley. Ella se encuentra cruzada de brazos, sin evitar las lágrimas que se deslizan por su mejilla al recordar su visión.
Todos esperan a que esos tres vampiros salgan junto a esa humana mientras el fuego crece y se a extendido por todo el Castillo.
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